Mientras estamos todos pendientes de cómo la Generalitat Catalana busca llevarse el dinero de los residentes en España (aunque sobre todo de los residentes en Cataluña), va el gobierno de España y se niega a comprometerse a algo tan sencillo cómo que no va a cambiar las normas durante un periodo de tiempo.
Algo que en los países serios no hay que exigirle a los gobiernos, porque tienen cierto respeto por la propiedad privada.
Como consecuencia, el señor Adelson, que estaba planteándose realizar un inversión considerable en la Comunidad Autónoma de Madrid, ha abandonado de forma inmediata el proyecto. Así, se elimina toda la riqueza potencial que tal proyecto prometía, en puestos de trabajo y perspectivas de futuro.
Pues bien: si el gobierno de España no es capaz de garantizar algo tan sencillo como que no va a cambiar las reglas del juego una vez se haya realizado la inversión, yo creo que los residentes en Madrid sí deberíamos estar en condiciones de asegurar a cualquier persona que sus inversiones y propiedades serán respetadas en nuestro territorio.
Y si para ello es necesario que Madrid deje de depender del señor Rajoy, pues que así sea.
Es el momento de que Madrid se independice de España, y se constituya en un Estado serio.
Lidérenos, señor Ignacio González. Si no lo hace usted, alguien lo hará.