Catorce millones de muertos. Este libro es la historia de catorce millones de muertos, como dice autos, catorce millones por uno, porque cada uno de ellos tenía sus circunstancias y su vida, y no está nada claro para que vale su agregación (nadie suma peras con manzanas) a menos que sea en una carrera por el victimismo, a ver quién ha sufrido más. Como dice Snyder "all of these later rationalizations, though they convey important truths about national politics and national psychologies, have little to do with memory as such."
Ese es el número de personas que murieron en las Bloodlands entre 1930 y 1950. ¿Qué son las Bloodlands? Las tierras europeas donde coincidió el dominio de los dos grandes regímenes totalitarios de Europa, el soviético de Stalin y el nazi de Hitler, y que abarca las actuales Bielorrusia, Ucrania, Polonia y los países Bálticos. Las Bloodlands es el sitio donde se ha matado más rápidamente en toda la historia de la humanidad, quizá con la excepción de la China de Mao. Y Snyder nos detalla las matanzas y sus causas aparentes, sin perder nunca de vista a sus protagonistas, tanto para mal (numerosas citas y descripciones de los afectados) como para peor (tratar de entender a los verdugos).
La pesadilla comienza con las hambrunas de Stalin en los años 30. Comienza la colectivización y con ella los problemas que la teoría económica anticipa: carencias y mala distribución. Stalin decide políticamente quién va a sufrir los desabastecimientos consecuentes, y el marrón le toca a Ucrania. Primeros 3,3 millones de muertos.
El fracaso de la colectivización exige una buena tanda de cabezas de turco, que pondrán principalmente los kulaks. Se trata del gran Terror de Stalin, y alcanza a 300.000 víctimas, principalmente ucranianos y polacos.
El enfrentamiento original entre nazis y comunistas se transforma inicialmente en el acuerdo URSS-Alemania por el cual se reparten Polonia y, de hecho, comienza la Segunda Guerra Mundial. Es importante un hecho en él que un servidor no había reparado suficientemente, y es que la guerra no la origina Alemania por si sola, si no que son dos las potencias invasoras, Alemania y la URSS. Qué curioso que este detalle esté normalmente olvidado. El caso es que el reparto de opresión entre las SS y la NKVD añade otros 200.000 muertos a la cuenta, principalmente polacos.
Cuando Alemania decide romper el pacto con la URSS, cambia el "liderazgo" de las matanzas, que los nazis llevan a una nueva dimensión. Y es que los nazis sí tenían un plan claro para los territorios conquistados en el este, que pasaba por la aniquilación por hambruna de los habitantes conquistados. Con su plan, tendrían que haber llegado a los diez millones de muertos por esta causa, para dejar espacio a los granjeros alemanes. El plan no se llegó a cumplir, porque la guerra no siguió las previsiones de Hitler, básicamente acabarla en tres meses. No obstante, sí alcanzó para acabar con 4.2 millones de ciudadanos soviéticos, sobre todo de Bielorrusia, Ucrania y Rusia.
Curiosamente, el fracaso de la guerra con la URSS supuso un cambio de planes para con los judíos. Es cierto que Hitler no quería judíos en Europa, pero inicialmente el plan no era matarlo, sino deportarlos. Cuando la última posibilidad de deportación se frustró (los territorios soviéticos), la Solución Final pasó a ser la que todos conocemos. Snyder explica magníficamente como se gestaron y actualizaron los planes, y cómo los verdaderos campos de matanza quedaron todos al este de Auschwitz, lugares como Treblinka o Chelmno diseñados específicamente para matar y solo para matar. Auschwitz, por el contrario, comenzó siendo un campo de trabajos forzados y tuvo que ir evolucionando conforme la invasión de la URSS retrocedió: nunca llegó a ser tan eficiente matando como otros campos especialmente diseñados para ello, pero sí tuvo el "honor" de ser el último en funcionamiento y el más multinacional. En total, 5.4 millones de judios muertos por los alemanas, principalmente de procedencia polaca o soviética.
Es curioso notar como la población judía de Alemania solo pasó a ser relevante una vez comenzaron las conquistas en el este. En Alemania, había pocos judios; por el contrario, en Polonia, estaba la mayor concentración de Europa. Como dice Snyder. "On a crusade for racial purity, Germany had become by the end of 1939 Europe’s second-largest multinational state.".
La última rúbrica de muertos se corresponde con unos 700.000 ciudadanos bielorrusos y polacos asesinados por los nazis como venganza por acciones contra ellos. Muchas de ellas en Bielorrusia, porque aquí es donde hubo la mayor resistencia partisana, fomentada y, por supuesto, traicionada por Stalin y su NKVD.
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