Me lo pasa un amigo. No os perdáis lo de los bonos.
María es la dueña de un bar en Los Ángeles. Para incrementar sus ventas, ella decide dejar que sus clientes leales – quienes la mayoría son unos alcohólicos y no tienen trabajo – que puedan beber ahora y pagar luego. Ella mantiene una lista de los tragos consumidos (de esta manera les está dando crédito a sus clientes).
La voz se dispersa y como resultado el número de clientes aumenta rápidamente llenando a diario el bar de María.
Tomando ventaja de las limitaciones económicas de sus clientes María aumenta los precios de cerveza y vino, los tragos más consumidos.
Un joven y dinámico empleado del banco local, reconoce estas deudas como inversión valorable y ayuda a María a incrementar su límite de préstamo.
Él no ve razón alguna por la cual preocuparse ya que María usa las deudas de los alcohólicos como respaldo colateral.
En la sede principal del banco, los expertos transforman estos activos circulantes en bonos, llamándolos BEBEBONOS, ALCOBONOS y VOMIBONOS.
Esos bonos de seguridad son entonces invertidos en los mercados mundiales. Nadie en realidad entiende lo que estas abreviaciones significan y cómo están garantizados… pero como vienen directamente del banco… todos creen que la cosa es legal.. Sin embargo, el valor de los bonos sigue creciendo ya que las ventas son tan buenas y se convierten en bonos muy populares en la venta a inversionistas.
Un día, aunque las ventas siguen aumentando, un gestor de riesgos (quien eventualmente pierde su trabajo por su negatividad) en el banco, decide que ha llegado el momento de urgir a María que empiece a cobrarle sus deudas a los clientes o su línea de crédito será reducida y la tasa de interés aumentada.
Sin embargo, como es obvio, los clientes no tienen para pagar sus deudas.
María no puede pagar sus obligaciones al banco y se declara en bancarrota.
BEBEBONOS y ALCOBONOS caen en el valor del mercado un 95% y VOMIBONOS se maneja un poco mejor, estabilizando el precio después de perder un 80% de su valor.
Los suplidores del bar de María, habiéndole dado generosas oportunidades de crédito e invertido en los bonos que tanto valor tenían, se ven envueltos en medio de este tumulto. El vendedor de vinos termina también declarándose en bancarrota y el de cervezas termina vendiéndole el negocio a la competencia.
El banco es rescatado por el gobierno, tras una reunión de última hora en consultas con líderes gobernantes y representantes de todos los partidos políticos.
Los fondos requeridos para esto, son obtenidos de los impuestos pagados por los que no beben.
1 comentario:
Muy simpática e ilustrativa la entrada, jeje. Sin embargo se echa de menos al gobierno en el inicio del cuento, no solo en la parte del rescate; dado que parece como que todo fue mercado libre y ambición desatada de los bancos y el bar... al menos ahí hay una responsabilidad del Gobierno al fijar bajo el tipo del dinero... ¿qué decir además del "fallo" de sus "infalibles" regulaciones y supervisiones?
¿No resulta sorprendente la sencillez con que se puede contar una crisis tan enorme?
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