Este libro no deja de ser una curiosidad, cuando no una pequeña frikada. Su mayor interés radica en su autor, ni más ni menos que el ingeniero Charles Babbage, el gran pionero en la construcción de computadores (al principio del siglo XIX). Este libro nos da la oportunidad de leer a un ingeniero mítico, hablando de economía. Pero habrá que pagar un precio para llegar a estas partes.
La razón es que lo que interesa fundamentalmente a Babbage es el funcionamiento de la maquinaría que se estaba usando en la época en los talleres, algunos ya fábricas, ingleses. Y es una vez descrito prolijamente tal funcionamiento y anticipado consecuencias de tal forma de operar, cuando Babbage llega por fin a conclusiones económicas, tanto para políticos como para empresarios.
A la vista de lo dicho, a nadie extrañará que la obra tenga dos partes, que reflejan lo que acabo de decir. Pues bien, la primera es bastante insufrible, y lo digo yo, que soy ingeniero y no me molestan demasiado los aparatitos. Las descripciones que da de técnicas y aparatos son bastante difíciles de seguir, aún siendo eminentemente mecánicas. No sé si la versión original tenía esquemas para facilitar el seguimiento, pero la que yo he leído no los tenía. Nos contará desde técnicas para ordenar agujas hasta formas de comunicar órdenes ahorrando tiempo, o como acumular energía. Dedica gran espacio al tema de cómo hacer copias, por ejemplo.
También tiene un apartado describiendo un procedimiento para mejorar la investigación de plantas industriales, con una lista de bullets con los ítems de los que recabar información. A Babbage le pirran los datos, y durante todo el libro incorpora tablas de todo tipo con datos de producción, salarios, costes... Quizá el estudioso encuentre aquí algo aprovechable, yo me las saltaba.
Lo más interesante de esta primera parte es la sistematización que hace de las ventajas de usar maquinaría, que para él se reducen a 3: 1) Incremento de la energía humana; 2) Ahorro de tiempo humano; 3) Convesión de sustancias sin valor en productos valiosos.
Mucho más interesante me ha resultado la segunda parte, dedicada a la economía. Lo primero que hay que señalar es que la aproximación de Babbage es eminentemente empírica. Las observaciones que hace han de entenderse basadas en su extensa experiencia viendo procesos industriales y máquinas. Vamos, que no ha leído a Mises (aunque sí a Adam Smith), cosa imposible si tenemos en cuenta que su trabajo es de 1830.
Una de sus primeras conclusiones es la gran importancia de la división del trabajo, algo que coincide plenamente con las teorías Misesianas. Es más, comprende en este contexto la aportación que pueden hacer mujeres y niños a estos procesos, y dónde son más eficientes. Además, no se conforma con la división del trabajo "físico", sino que también dedica espacia al trabajo "mental", y nos pone como ejemplo la forma en que el gobierno francés calculó las primeras tablas logarítmicas y trigonométricas.
Es perfectamente consciente de la relación entre prosperidad del capitalista y de sus trabajadores, algo que luego negará Marx con su lucha de clases. "Convinced as I am, from my own observation, that the prosperity and success of the master manufacturer is essential to the welfare of the workman, I am yet compelled to admit that this connection is, in many cases, too remote to be always understood by the latter, and whilst it is perfectly true that workmen, as a class, derive advantage from the prosperity of their employers, I do not think that each individual partakes of that advantage exactly in proportion to the extent to which he contributes towards it; nor do I perceive that the resulting advantage is as immediate as it might become under a different system."
Y, lógicamente, se pone a la tarea de proponer mecanismos para alinear mejor los beneficios de ambas partes. Una de las cosas contra que arremete es el pago en especie, o en moneda solo utilizable en los economatos del propio empresario, algo que, para él, supone una reducción real del sueldo.
A mí me han parecido especialmente interesantes las secciones que dedica a analizar cómo distintas regulaciones afectan al desempeño de la industria. Por ejemplo, las que afectaban al papel o a las ventanas, pero también hace curiosas incursiones en la regulación de utilities (tuberías para la distribución de agua). No se escapan de su análisis ni subsidios ni patentes, en ambos casos con los resultados que cabe esperar para un economista.
Aunque quizá donde más brille su análisis es en la defensa que hace de que se permita la exportación de máquinas (algo prohibido en aquel entonces en Inglaterra). Sus argumentos se han probado los correctos con el tiempo, y ahora todo el mundo sabe que hay una correlación entre riqueza del país y complejidad de los productos que exporta (ya se sabe, exportar maquinaría es más rentable que exportar materias primas). Pero, como vemos, los políticos siempre con su capacidad de anticipar el futuro (ironía off), incluso los muy liberales ingleses de la época.
En esta parte hará de nuevo unas acertadas reflexiones sobre la calidad de las instituciones y la posibilidad de invertir en un país. En concreto, dedica a Latinoamérica una oportunidad perdida en no sé qué proceso de corteza de árbol, que se producirá "it cannot be doubted, that when more settled forms of government shall have given security to capital".
Lo más desternillante es el ataque que hace a los libreros, dedicando gran espacio a demostrar cómo coludén y de qué forma tal colusión hace que suban los precios indebidamente. Es curioso que solo se centre en este segmento industrial, pero no tanto cuando entendemos que él parece haber estado afectado directamente por esta "colusión", que reducía sus beneficios como escritor y editor. Vamos, que ni el mismo Babbage, racionalista y matemacista, es capaz de resistir las sirenas de que sus proveedores coluden para subirle el precio.
Por fin, en la conclusión, Babbage nos habla de la importancia de la ciencia en su relación con la industria, algo que tarde o temprano tenía que pasar. Esta parte está muy bien escrita, casi poéticamente (aunque a lo mejor me ha gustado tanto porque por fin se acababa el libro). Os dejo esta preciosa frase:
"Unlike the forces of molecular attraction, which cease at sensible distances; or that of gravity, which decreases rapidly with the increasing distance from the point of its origin; the further we advance from the origin of our knowledge, the larger it becomes, and the greater power it bestows upon its cultivators, to add new fields to its dominions." ("Al contrario de las fuerzas de atracción molecular, que cesan a cierta distancia, o la de la gravedad, que decrece rápidamente con la distancia al punto de su origen, cuanto más avanzamos desde el origen de nuestro conocimiento, más grande se hace, y mayor poder da a sus desarrolladores, para añadir nuevos campos a sus dominios", traducción propia).
Bueno, no puede recomendar este libro. Tiene cosas interesantes, algunas mucho, pero hay tragar mucho rollo para obtenerlas. Hay formas menos trabajosas.
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