Sin embargo, he de decir que este volumen me ha dejado bastante indiferente. El estilo de Morris es el mismo, vivido, con sus frases punch y sus numerosas poesías, pero el tema no es tan interesante, o, quizá, no está tan bien tratado. Porque este segundo volumen no es una narración de hechos históricos (como el primero y espero que el tercero), sino una descripción del funcionamiento del Imperio en sus numerosas facetas, y siempre en torno a la fiesta del Diamond Jubilee- 60 años de reinado- de la reina Victoria. El problema es que el estilo de Morris no funciona igual para contarnos costumbres o normativas, por lo que se quede muchas veces en un cúmulo de anécdotas extraídas de los diversos rincones del imperio, sin llegar a obtener la profundidad deseada.
Por ejemplo, sería muy interesante entrar en algún detalle más del funcionamiento de la administración de la India en comparación con la de la India Británica, pues Morris llega a decir que era casi un régimen socialista, basado en monopolios de sal y opio, y en grandes límites sobre la propiedad privada (algo que también sucedía en Irlanda y seguramente contribuyera a las hambrunas que allí se producían). O conocer algo más sobre la "política de ferrocarriles"que tanto influyó en Canadá, aparte de los motes de las principales compañías: "the Dust and Rust (Dominion Atlantic Railway), the Get There Perhaps (Grand Trunk Pacific) or the Never Starts On Time (Niagara, St Catharines and Toronto)."
Tres temas están muy presentes a lo largo de la obra
- La tensión entre el ideal del buen gobierno, el que daban los ingleses, y la del auto-gobierno de las colonias:"Their government was in nearly every case more just and more efficient than any conceivable substitute: but it was undeniably government by force—a situation repugnant to the deepest historical traditions of England, which no self-respecting Briton would ever tolerate for himself." Los ingleses pretenden con su llegada a los sitios conquistados un gobierno estable, de forma que en algún momento se puedan marchar dejando las normas; sin embargo, conforme pasa el tiempo se incrementa el caos que puede dejar su posible salida.
- La importancia de la Armada, de la Marina, en el mantenimiento del Imperio e incluso en su trazado, cuyo avance muchas veces viene exigido por bases para la Armada para asegurar las comunicacions con India. El criterio es el llamado "Two power standard", esto es, tener siempre una flota mayor que las de los dos países más poderosos. Este criterio cuantitativo se ve inerme para combatir la obsolescencia de la flota, quizá causa (o consecuencia?) del declive del Imperio.
La fortaleza de la Armada, no obstante, le resultará poca útil con las potencias europeas, en comparación con las cuales emerge la relativa debilidad del ejército. Afortunadamente, en las colonias africanas y asiáticas.
"Whatever happens we have got
The Maxim gun and they have not."
- La preponderancia de India en la definición del Imperio Británico. Sí, puede ser que sobre sus territorios no se pusiera el sol, pero el imperio Británico era sobre todo la India. Canadá, Australia o África están a mucha distancia de dicha colonia, lo que se refleja también en el libro, que da a la India un trato cuantitativa y cualitativamente diferente. Así nos explica que toda la política internacional de Inglaterra estaba relacionada con la protección de la India, por ejemplo, las relaciones con Rusia o China.
Junto a estos temas, Morris parece tener claro que el Imperio se construyó sobre la ventaja competitiva que dio a Inglatera la Revolución Industrial (ventaja desaparecida ya en el momento del Jubilee), y que a su vez esta se construyó sobre el Libre Comercio ("The repeal of the Corn Laws had preceded by three years the repeal of the Navigation Acts—the one repeal admitting foreign corn into Britain without duty, the other ending the British monopoly of direct shipping routes within the Empire. Free Trade had triumphed, and the old economic meaning of Empire was lost."). Así pues, la rentabilidad del Imperio para Inglaterra no estaba nada clara: más bien parece que, como siempre, el Estado beneficiaba a algunos empresarios a costa del bienestar de los ingleses.
Uno de los temas que siempre me ha hecho mucha gracia es el de la idiosincrasia inglesa, ese llevarse sus costumbres, su té de las cinco, a todos los lugares del mundo, por muy diferentes que sean de su Inglaterra natal. La serie de películas cómicas "Carry on..." reflejan bien esta circunstancia, como también lo hace este libro cuando tiene oportunidad: "The Times, the club, leaving the gentlemen to their cigars, the stiff upper lip, bacon and eggs, walking around the deck a hundred times each morning, cricket, Abide With Me—all these were imperial emblems, symptoms of Britishness, parodied and envied everywhere." Hay también una cara negativa explicando el mantenimiento a ultranza de estas costumbres: "The British were aware that of all the peoples of the earth they were the most commonly resented, but a shell protected them, composed of pride, duty, shyness and a sense of membership."
Cierro compartiendo algunas curiosidades que he aprendido leyendo este libro:
- El nombre "Victoria": "with six Lake Victorias, and two Cape Victorias, with Victoria Range, Bay, Strait, Valley, Point, Park, Mine, Peak, Beach, Bridge, County, Cove, Downs, Land, Estate, Falls, Fjord, Gap, Harbour, Headland and Hill—setting such a seal upon the world, in cartography as in command, as no monarch in the history of mankind had ever set before."
- Pocos exponentes de arte imperial. Los más relevantes, el escritor Kipling y el compositor Elgar (sí, el de Pompa y Circunstancia). El principal legado imperial quizá sean los parques.
- La palabra Posh viene de las siglas de la ubicación más deseada en los trayetos de ida y vuelta a la India: "Port Outward, Starboard Home".
- Los irlandeses fueron siempre los más rebeldes frente al dominio inglés. Es por eso que el año del Diamond Jubilee, en Irlanda se celebraron otros muchos Jubilees, algunos rozando en los absurdo. Aparte de los desfiles, también se produjeron bastantes desórdenes civiles.
- Por último, una frase preciosa e irónica, para referirse a las doncellas inglesas que se mandaban a las colonias para proporcionar pareja a los ingleses allí destacados: Thus, refrigerated in purity, these perishable cargoes were shipped to the bounds of Empire, where lusty colonials presently defrosted them to perpetuate the breed."
Sigo con la tercera entrega, "Farewell the Trumpets".
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