viernes, 28 de febrero de 2025

Calle de la Estación, 120 ("120, rue de la Gare"), de Léo Malet

De Léo Malet lei hace poco Nestor Burma et le monster. Se trataba de una novela policíaca sin más, que no justificaba el renombre del autor. Por ello decidí darle una segunda oportunidad con el que es el primer libro de Nestor Burma y que lanzó al estrellato a su autor, este que ahora comento.

Mi diagnóstico no ha variado ni un ápice. Otra novela de detectives sin mayor aliciente. Este solo aparece al principio, por el estilo humorístico de Malet, que recuerda enormemente al detective anónimo de Eduardo Mendoza en su "El laberinto de las aceitunas" y otros. Además, como dicho detective, también Nestor Burma se escapa del hospital en que está internado para hacer su investigación, aunque no es de un psiquiátrico, y esto solo la hace al principio, antes de que le den de alta. 

De esos momentos iniciales en que aún se tiene ilusión por esta lectura quedan frases como "je mis le produit polonais qu’on nous vendait à la cantine sous le nom de tabac. C’était une espèce de dynamite à ébranler les estomacs, très suffisante pour enfumer le paysage et répandre alentour une odeur poussiéreuse, agréablement âcre.", "Le tabac de Zurich, le chocolat, les saucisses et le café au lait de Neuchâtel, le mousseux de Bellegarde et les fruits d’un peu partout constituaient un puzzle alimentaire qui ne pourrait trouver sa solution que hors de mon estomac." o "cela faisait partie de notre fameuse politique de « franchise » mutuelle. Autrement dit, balivernes et compagnie.".

Otro aspecto que parecía que podría dar juego es que la acción tiene lugar en la Francia dividida de la segunda guerra Mundial, en que hay que ir de una ciudad a otra con salvoconductos. Pero apenas tiene influencia en la novela, salvo un ataque aéreo en Paris en un determinado momento de la novela. "la porte de Châtillon, nous remarquâmes, dans le ciel noir, les pinceaux lumineux de projecteurs. Nous roulâmes pendant cinquante mètres et les sirènes mugirent lugubrement."

Así las cosas, y dado que no soy muy fan del genero policíaco per se, el único aliciente que he encontrado en esta lectura han sido las palabras de jerga con que salpica Malet su narración, y que rara vez se encuentran en la literatura francesa:"tignasse", "diablotin", "fariboles", "gruillons", "pagaille", "tarabiscotée", "trucider", "bagout d’un camelot"...

Y con esto, paso página sobre el señor Léo Malet.

No hay comentarios: