Una de las operaciones empresariales más interesantes de las últimas semanas, aunque no inesperada, ha sido la compra por parte de la italiana Enel, a Acciona, de la participación que ésta tenía en Endesa. La operación no ha estado exenta de polémica, por un par de razones.
La primera, la consolidación del pelotazo de los Entrecanales, que se han sacado una pasta puramente especulativa tras dos años de mantener las acciones. Que, además, pudieron comprar gracias a un crédito del ICO, o sea, prestado por nosotros. La especulación no es mala, es fundamental para la economía, pero no la que hacen nuestros "tycoones", que va garantizada por el resto de los contribuyentes. Eso se llama sin más morro.
La segunda, que se han comprado las acciones a unos 40 Euros, cuando en la Bolsa de Madrid cotizan a la mitad, sus 20 Euros. Eso significa que se ha dejado a los accionistas minoritarios fuera del pelotazo, ya que Enel solo ha comprado al precio-chollo a los afortunados Entrecanales. Y no es que esto sea malo, que no lo es, puesto que es un libre acuerdo entre las partes y, prima facie, no hay ninguna invasión en los derechos de propiedad de los minoristas.
Pero revela que los grupos de control de las empresas españolas pueden hacer pirulas a costa de los restantes accionistas, sin demasiados problemas. De hecho, se pueden controlar empresas del tamaño del Santander (en sus viejos tiempos) con un 3% de las acciones, lo que invita a buscar abusos.
Me vienen a la memoria algunos, a los que jamás la CNMV ha dicho nada. La CNMV, sí, supuestamente la defensora de los accionistas minoritarios de los poderosos contraladores. Como siempre pasa, el regulador es al final más amigo de los poderosos, que tienen la pasta, y termina fastidiando a los que se suponía que defendía.
Por ejemplo, en su momento los Benjumea, que controlan Abengoa y dueños de una participación de Xfera, hicieron que Abengoa les intercambiara su participación por unos inmuebles en Sevilla. En ese momento, la participación valía una mierda, así que se la endosaron al 80% de los accionistas de Abengoa (el 20% restante lo tenían ellos), a cambio de unos inmuebles de más valor, que se quedaron ellos. Toma trapicheo guay (de los datos concretos no me acuerdo, pero el concepto es ese).
Otro: poco antes de intentarlo en Endesa, el Gobierno hizo una pirula en REE, que sí le salió bien. Basta con untar al presidente de la compañía para que no dé guerra ante la toma de control de los que quieran hacerse con ella. De los accionistas, que velé Santa Rita. Al parecer, a Pizarro trataron de sobornarlo para que dejara paso libre a Gas Natural, pero éste no se dejó, lo que le honra. De hecho, esto es lo que le honra, no su capacidad de gestión o conocimientos de economía, que no ha demostrado en momento alguno.
También recuerdo el caso Tallada, presidente de una compañía tecnológica. Este tipo cogió un día y dijo que, aunque no lo tenía por qué anunciar, había comprado un 2% de las acciones de Jazztel. Todos los "listos" se dijeron, oye, si Tallada compra, es que hay pasta. Así que en masa acudieron a comprar, y la acción subió en un par de días no sé si un 20%. Tiempo para que Mr Tallada vendiera su participación, y procediera a anunciarlo idénticamente. Otra estafilla al accionista minoritario.
Y así podríamos seguir y seguir... La Bolsa española es un pequeño nido de estafadores, con valores de poco free-float, muy manipulados, muchas leyes defendiendo a nadie sabe quién y donde medran seguro determinados personajes a costa de los inavisados inversores pequeños.
A todo esto, ¿a quién protege la CNMV?
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