miércoles, 4 de marzo de 2009

El fraude eólico de Galicia

Uno de los acontecimientos más relevantes en relación con las recientes elecciones de Galicia tuvo que ver con las imágenes del líder del BNG con un empresario (es un decir) al que el gobierno bipartito habia otorgado la concesión de no sé cuantos MW de energía eólica. La sospecha de corrupción era pues evidente.

Sin embargo, desde el punto de vista económico, creo que es llamativo. La cuestión es básicamente la siguiente: teniendo en cuenta que el Gobierno español favorece el despliegue de energias renovables, sean molinillos o placas solares, ¿por qué es necesaria una concesión administrativa para instalar molinos? ¿No sería lo más lógico que todos los empresarios que puedan se dedican al despliegue de molinos, sin tener que pedir permiso a ninguna administración?

Planteada de otra forma: ¿por qué es un privilegio que a un empresario se le otorgue el despliegue de un cierto número de MW eólicos, en un contexto en que es deseable el aumento de capacidad, por lo que esto no debería haber limitaciones en el despliegue? ¿Acaso en Galicia solo se puede desplegar un número limitado de MW eólicos? ¿Cómo puede ser esto?

La respuesta es que, paradójicamente, SÍ es un privilegio en España ser empresario de energía eólica (y más de fotovoltaíca). Increible, pero cierto. Para favorecer las energias renovables se establecen límites de capacidad y se otorgan concesiones sobre ellas.

La razón es que el precio del MW de estas energías está regulado, y es muy superior al de otras fuentes energéticas, obligándose a las eléctricas a su pago. Con ese precio tan alto, las rentabilidades que se obtienen por la inversión en estas energías son, en la actualidad, brutales. Por ello, muchos "empresarios" acuden al panal de rica miel: rentabilidades enormes aseguradas.

Esto provoca un exceso de demanda de despliegues, lo que hace insostenible el modelo de negocio de las eléctricas a los precios actuales. Solo hay dos soluciones: o se sube el precio minorista para el ciudadano medio, o se raciona la adquisición de energias renovables. Vamos, que no se obliga a las eléctricas a comprar todos los MW renovables, sino solo una determinada cantidad.

Ahí están los números clausus: estos MW privilegiados por su retorno son los que se han de repartir entre los "empresarios" afines. Resumamos, cada MW supone, gracias a la regulación y al incentivo de las renovables, una rentabilidad segura muy superior a la del mercado. Esto hace necesario limitar el despliegue de capacidad para no llevar a la quiebra a las eléctricas.

Coxonudo.

PS: Este post no hubiera sido posible sin la charla que nos dió Gabriel Calzada en el IJM sobre regulación de energias renovables.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"collonudo"

En gallego c*jones son c*llons.

inxs5000