Esta semana me ha tocado visita relámpago a la capital de la burocracia europea, donde "Europa" se vive en primera persona, y donde incluso el aeropuerto exuda aroma a burocracia y lobby.
¿Y qué me he encontrado? Pues, entre otras cosas, unos inmensos carteles, en el aeropuerto, invitando a votar en las próximas elecciones europeas. Parece que los ciudadanos no nos tomamos demasiado en serio eso de elegir representantes, y es necesario que nos gastemos el dinero, imagino que mucho, en convencernos a nosotros mismos de la importancia del proceso.
Sin embargo, es precisamente dicha importancia la que quedaba en entredicho al ver el contenido de esos carteles. Recuerdo tres. Uno planteaba la pregunta de cuánto queremos "domesticar" a los mercados financieros, flanqueado el texto por un león y un gatito.
Otro se refería a algo relacionado con las manzanas, aunque no me acuerdo exactamente de qué. Y el tercero, que fue el primero que vi, era sobre el etiquetado del pollo. EL ETIQUETADO DEL POLLO!!! Es en serio, si bien cuanto más lo pienso más me parece una tomadura de pelo al ciudadano cuyo voto, cuya complicidad, se está pidiendo.
O sea, que para pronunciarse sobre el etiquetado del pollo tenemos que mantener a un club selecto de 600 tipos, a los que pagamos la friolera de 9.000 Euros mensuales, libres de impuestos (aquí no hace falta conservar las apariencias), más dietas y otros tipos de privilegios.
El anuncio se califica a sí mismo, y resulta paradigmático de la tomadura de pelo que suponen las democracias en que nos ha tocado vivir, de las que el Europarlamentos constituye el ejemplo en que la caricatura exagera más sus facciones.
Como 1) el etiquetado del pollo me importa un pimiento (sin etiquetar) y 2) aunque me importara, sería imposible determinar ahora la posición de ningún partido político sobre el asunto, y 3) aunque la publicaran, no tengo ninguna garantia de que la mantuvieran, a mi este anuncio me hubiera servido para despejar las dudas (si las hubiera tenido) sobre la conveniencia de votar en las próximas elecciones.
A mí estos señores no me vuelven a tomar el pelo.
1 comentario:
Bueno, vista la situación en España, con tres o cuatro niveles administrativos (gob. central, autonómico, provincial, ¿comarcal?, municipal), casi hay que dar gracias de que el tema europeo nos la repanfinfle.
O, como era aquello de "Menos mal que no tenemos todo el estado que pagamos"......
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