Segunda parte e inevitable lectura de quien haya leído la magnífica primera parte, Jim Botón y Lucas el Maquinista., algo que acaba de ser mi caso.
¿Qué nos ofrece Ende en esta segunda parte? Pues un poco más de lo mismo que la primera: su fantasía desbordante y su capacidad para trasladarnos a mundos inventados incluso aunque tengan aspecto infantil. Claro que, como es una segunda parte, el mundo fantástico que nos presenta está un poco más "sobado", por lo que el atractivo de la novela disminuye levemente.
Para compensar, lo que tenemos es un final concluyente en toda regla, en que todos los cabos sueltos que habían quedado en la primera entrega, junto con los que se abren en esta segunda, quedan cerrados. Y cada uno de los personajes/héroes/monstruos ubicados en su sitio.
La novela tiene dos partes claramente diferenciadas. Si bien el objetivo del nuevo viaje de Lucas y Jim es descubrir el origen de éste a partir de la única pista disponible, ie, su relación desconocida con los llamados "Trece Salvajes", lo cierto es que Ende dedica la primera mitad del libro a otras tareas.
Así, Jim y Lukas se encuentran con una sirena y han de dedicarse a ayudar a la gente del mar a arreglar un imán del polo norte que posibilite la iluminación del fondo del mar. Esta parte está un poco desangelada (por ejemplo, solo transcurre en un mundo) y tampoco está claro que tenga mucho que ver con la trama principal. De hecho, nada de lo que sucede en ella tiene influencia relevante sobre la segunda parte.
Es en esta, cuando por fin los protagonistas se embarcan en la busca de los piratas que dan nombre al libro, cuando resurge con toda su fuerza la capacidad inventiva de Ende. En primer lugar, Ende nos cuenta la típica profecía incomprensible, tanto para lector (y no solo por estar en alemán) como para personajes, y a continuación empiezan a suceder los hechos que dan encaje a la misma. Desgraciadamente, no puedo decir mucho más sin sembrar el comentario de spoilers, o sea que no lo haré,
Hago fast-forward y me voy directamente al final del libro, donde tenemos la ceremonia de la boda de Jim con la princesa china (espero que nadie considere esto un spoiler, porque es obvio que el libro va a terminar bien). Esta ceremonia es espectacular en todos los sentidos y es cuando Ende lleva a lo más alto su visión fantástica y colorida. Todos los personajes participarán en ella con su granito de arena, en un marco incomparable, que dejar a finales de Star Wars a la altura del betún. Cuando la léais tratad de imaginar el conjunto de lo que está pasando y en su escenario. Magnífico colofón para este par de libros.
Solo me queda un comentario: ¿es el Dragón de la Sabiduría un precedente de Fujur, el inolvidable dragón de La Historia Interminable? Ah, y no perderse tampoco el momento en que Lukas inventa la "perpetua mobile".
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