Aunque se lo imputo a Hugo Faría, este libro es en realidad un homenaje al economista venezolano, en el que han colaborado diversos autores. Consta de cuatro artículos largos del homenajeado (por eso es permisible la atribución de autoría a efectos de este blog), seguidos cada uno de ellos por breves reseñas del artículo en cuestión; se cierra el volumen con un artículo de agradecimiento del propio Faría.
Lo cierto es que los artículos cortos (con alguna honrosa excepción) son bastante flojillos y no aportan demasiado, ni siquiera como homenaje, me temo. Más interesantes son, por supuesto, los cuatro papers reeditados de Faría, y que se centran sobre la problemática económica de Venezuela.
A primera vista, puede no parecer un tema muy enjundioso y fácilmente explicable por el socialismo rampante de Hugo Chávez y su sucesor Maduro. Pero lo cierto es que Faría nos abre los ojos a la realidad anterior de Venezuela, y aprovecha para incorporar interesantísimas reflexiones sobre la relación entre mercantilismo y socialismo, por un lado, y sobre la libertad económica y las libertades políticas, por otro.
La tesis básica de Faría es que el socialismo de Venezuela es consecuencia de las prácticas mercantilistas llevadas a cabo por los gobiernos democráticos que le antecedieron. Para Faría, son prácticas mercantilistas aquellas que benefician a determinados empresarios en perjuicio de los ciudadanos, como pueda ser la inflación, los controles arancelarios o determinadas regulaciones. Ello, unido a la capacidad del gobierno venezolano de hacerse con la propiedad de activos estratégicos (el petróleo) explicaría como se ha alcanzado la terrible situación actual.
A su vez, el desarrollo de ese mercantilismo se produjo en paralelo al desarrollo de las libertades (¿derechos?) politicas en Venezuela, y en detrimento de la libertad económica, ambos fenómenos ocurridos desde la instauración de la democracia. Con anterioridad, Venezuela había disfrutado de un periodo de prosperidad y crecimiento superior incluso al de la Alemana postbélica, paradójicamente (al menos para el observador no versado en teoría económica) bajo una dictadura, la de Gomez, el llamado "tirano liberal".
Faría (y sus coautores) documentan sus hipótesis con base en los indicadores del International Freedom Watch (IFW) al que alaban. La verdad es que los datos son abrumadores atendiendo a esos criterios, y perfectamente coherentes con lo que cabría esperar según la teoría económica.
La verdad es que Faría no aporta en estos artículos nada que no sepamos ya, pero lo hace con claridad y solvencia, y con un relato bastante entretenido. Durante la lectura es inevitable poner el caso de Venezuela en paralelo con lo que nos puede esperar en España, pues aquí también mercantilismo (en el sentido de beneficiar a empresarios afines o amigos a costa de los ciudadanos, esto es, en España triunfa el "know-who" en lugar del "know-how", como dice Faría) y socialismo van de la mano, por lo que cabría esperar a no mucho tardar similares consecuencias a las que padecen los venezolanos en su tierra.
Afortunadamente, creo que un par de barreras nos separan de tal destino: 1) La riqueza acumulada en España es superior a la que se había acumulado en Venezuela cuando empezó el declive de las libertades económicas, por lo que les llevará más tiempo a las políticas socialistas disiparla; 2) Los Tratados de la UE imponen una serie de defensas a la propiedad privada, ausentes en nuestra Constitución, que dificultarán las intenciones mercantilistas y socialistas de los políticos, a menos que nos salgams de la UE.
En cuanto a la tentación de los empresarios de servirse del mercantilismo en lugar de defender el libre mercado, Faría les advierte de que esas políticas terminan derivando en socialismo, y éste destruye uno por uno a esos empresarios que triunfaron con el mercantilismo, a los que tacha (y con razón) de enemigos del pueblo. Faría nos pone el ejemplo del importante empresario venezolano Lorenzo Mendoza.
En el capítulo de cierre, Faría propone una serie de medidas para sacar a Venezuela de la situación actual, partiendo de la triste situación de que ninguno de los opositores de Maduro es liberal. Son socialistas que asumen el mismo pecado original que ha llevado a Venezuela a la situación actual: proteger las libertades políticas a costa de las económicas. La verdad es que esas medidas ya las quisiera yo para España o la Unión Europea, y parecen muy lejos de ser realistas con los problemas que actualmente asolan aquel país. Digo, que parecería más lógico que se preocupara por definir alguna vía para sacar a Maduro del poder, que de andar redefiniendo el marco institucional.
No es mala lectura este libro. No es que vayas a descubrir la luna, pero sí ayuda a reflexionar sobre temas clásicos del liberalismo, apoyándose en lo que se podrían considerar datos empíricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario