lunes, 8 de octubre de 2018

Darknet, de Mathew Mather

Es un autor para mi desconocido, al que llego por recomendación de un amigo, por sus thrillers basados en el uso de las nuevas tecnologías, de esas que están tan de moda como Bitcoin, Inteligencia Artificila o los drones.

Y lo cierto es que aparte de un sugerente planteamiento basado en las mismas, poco más tiene que ofrecer esta novela al lector. Es una novela bastante mala, y que empeora conforme se acerca al final, que el autor es solo capaz de resolver mediante un Deus ex-Machina de libro (nunca mejor dicho, era una invención de los trágicos griegos para resolver sus tramas).

Como digo, el planteamiento es prometedor: se inspira en el funcionamiento de las corporaciones autónomas, que sería empresas que actúan de acuerdo a una programación previa y con objetivos prestablecidos, para conseguir lo cual se apoyan en cualquier tipo de recursos. Por ejemplo, si necesitan llevar a cabo una actividad humana, contratarán vía Internet a alguna persona que lo haga.

En torno a este núcleo, cobra sentido en la trama el uso de criptomonedas, la aplicación de inteligencia artificial a determinadas decisiones, las gafas de realidad aumentada, o el "spoofing", consistente en que una máquina se hace pasar por una persona concreta, cuyos datos vitales a conseguido por Internet, para interactuar con otra.

En fin, que sí, que muy imaginativo y tal, pero que al final se resuelve en una trama mediocre, que concluye en una serie de escenas en que ya no se sabe lo que está pasando, incluidas teorías conspiranóicas y posibilidades de crear y deshacer sistemas económicos a fuerza de click.

De lo poco interesante que he encontrado en este novela está la referencia a la psicopatía: según uno de los protagonistas, solo se puede triunfar en la vida si eres un poco psicópata (ie, eres indiferente a los sentimientos de los demás e inmune a los remordimientos), aunque no ecualiza psicopatía con violencia. Y también una frase con cierta carga de ironía: "Everyone should have their own leader of the free world", tras crear una instancia del presidente de los USA en un ordenador.

Por cierto, el autor desbarata una oportunidad magnífica en el capítulo 19, que por un momento pensé que había hecho aposta, y hubiera rayado en lo genial. El capítulo empieza con uno de los protagonistas diciendo "Another cup and I'll explode" (Otra taza y exploto); lo gracioso es cómo termina este personaje al final de ese capítulo. Hubiera sido de quitarse el sombrero con el recurso estilístico adecuado.

Nada, este libro carece de interés, incluso aunque seas un friqui de las nuevas tecnologías y la ciencia ficción. Hay demasiado poco de aquellas como para justificar la lectura.




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