El planteamiento de este ensayo parecía muy interesante: entender cómo la geografía de los distintos países condiciona la geopolítica, y, por ende la historia de los mismos. Al menos eso es lo que el autor, Tim Marshall, periodista y reconocido experto en geopolítica, nos dice que va a hacer.
En la práctica, lo que tenemos es un libro que casi parece de conversación de café. Es cierto que cada capítulo comienza describiendo a grandes rasgos los aspectos geográficos del territorio analizado, pero a partir de ahí rara vez establece una línea causal rigurosa con la historia del país o países afectados, historia que también da a muy grandes rasgos, y menos aún con la estrategia geopolítica actual. O, si lo hace, a mí me ha parecido de perogrullo.
Veía este libro como una oportunidad de aprender mucho sobre nociones que normalmente no me atraen, pero que en este formato (en torno al mapa del país) me resultaban de interés. Una vez terminado el libro, y repasando su contenido, me doy cuenta de que apenas he aprendido nada (con la excepción del capítulo dedicado al Ártico, de esas cosas no tenía ni idea). Y no es que yo sea experto en geopolítica ni mucho menos, es que las cosas que nos cuenta el señor Marshall son muy triviales.
He de decir que el libro empieza con mucha fuerza y con el que quizá sea el mejor análisis de los que aporta el libro, el dedicado a Rusia, que por si fuera poco es de tremenda actualidad. Aquí nos casca lo siguiente, escribiendo en 2015: "Georgia, Ukraine, and Moldova, who would all like to join both organizations but are being held at arm’s length because of their geographic proximity to Russia and because all three have Russian troops or pro-Russian militia on their soil. NATO membership of any of these three could spark a war."
Lógicamente, me quedé con la boca abierta y empecé a venerar al autor. La lectura subsiguiente me reveló no tanto el conocimiento del autor capaz de hacer esa predicción, como lo trivial que es en el fondo la geopolítica en comparación con otras disciplinas sociales. Y es que la geopolítica va de lo que hacen los Estados, y los Estados son mucho más previsibles que el resto de la sociedad a la que gobiernan, porque carecen de capacidad de emprendimiento comparable, porque no internalizan los costes de sus acciones, y porque sus preocupaciones reales van poco más allá de sus fronteras, y su fiscalidad, porque condicionan el territorio en que pueden ejercer su poder. Poco más es necesario para anticipar sus animaladas.
Creo que este párrafo, procedente del análisis sobre Rusia, revela el tenor de la geopolítica y del libro: "From the Grand Principality of Muscovy, through Peter the Great, Stalin, and now Putin, each Russian leader has been confronted by the same problems. It doesn’t matter if the ideology of those in control is czarist, Communist, or crony capitalist— the ports still freeze, and the North European Plain is still flat."
Esta frase completa a la anterior, en este caso con referencia a China: "China has locked itself into the global economy. If we don’t buy, they don’t make. And if they don’t make, there will be mass unemployment." ¿Qué relación tiene esto con la geografía de China? ¿Y qué quiere decir aquí "nosotros" y "ellos"? ¿Qué pasa, los chinos no compran productos chinos?
Quizá entre los aspectos más interesantes del libros estén los casos en que analiza el trazado artificial de fronteras por los poderes occidentales, en comparación con las divisiones naturales causadas por la geografía: "The colonial powers used ink to draw lines that bore no relation to the physical realities of the region, and created some of the most artificial borders the world has seen. In the Middle East, an attempt is now being made to redraw them in blood." Son los casos de Oriente Medio (sobre todo Irak), India vs Pakistan y, por supuesto, Corea.
Lo cual nos lleva al Tratado de Tordesillas, sobre el que nos suelta "This mix can be traced back to the Treaty of Tordesillas between Spain and Portugal in 1494, one of the early examples of European colonialists drawing lines on maps of faraway places about" a lo que añade "The rest is a very unfortunate history in which the vast majority of the occupants of the lands now called South America were wiped out." No me gusta insultar, pero francamente después de esto anoté al margen un insulto para el autor.
No sé qué es mayor, su ignorancia o su estulticia. ¿De verdad compara el tratado de Tordesillas sobre territorios por descubrir, con lo que hicieron los ingleses, franceses y americanos en territorios perfectamente conocidos? ¿De dónde se saca que como consecuencia del mismo se aniquilaron a los habitantes de Suramérica? Es evidente que se ha confundido con su querido país, los EEUU, pues fue allí donde se produjo tal aniquilación y no en América del Sur, como cualquier visitante a ambas áreas geográficas podrá constatar fácilmente.
Suma y sigue, y nos dice que estos países "have come a long way since colonialism and slavery. There is still a long way to go." Una vez más, ¿de qué países habla? En Hispanoamérica no había ni de lejos la esclavitud que en los EEUU o en Brasil; y estos países nunca fueron colonias de España, sino territorios con el mismo rango de la península. ¿De verdad el señor Marshall no sabe esto? ¿Es fiable entonces algo de lo que nos cuenta de las historias de los distintos países? ¿O tiene la misma idea que de Sudamérica?
Pero sigamos: ¿qué nos dice de España? "Spain is also struggling, and has always struggled because of its geography." ¿Qué estamos sufriendo, como siempre, por la geografía? Se lo dice al país cuyos habitantes construyeron un Imperio en él que no se ponía el sol. O sea que no debe de ser tan terrible la nuestra, o a lo mejor es que, contrariamente a las tesis de este tipo, la geografía tiene una importancia muy secundaria en el devenir de las sociedades, sobre todo si a éstas se las deja libertad.
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