Segundo intento en pocos meses de leer algo interesante sobre Vietnam, y segundo fracaso. No tengo suerte con los escritores vietnamitas. El primer fue The sympathiser, y me resultó un truño pese al interesante comienzo. Por cierto, que debo ser de los pocos a los que no le gustó, porque parece que van a sacar una serie.
Sin arredrame por el fracaso, lo he intentado de nuevo con este Ahn Do. ¿De dónde lo he sacado? En uno de los capítulos de la serie australiada "Utopia", una especie de "Parks & Recreation", se hace referencia a este tipo como alguien divertido. Me quedé con el nombre, y buscando un poco en Internet apareció este libro, que yo supuse sería lo que le había lanzado a la fama. Es una suposición equivocada, que tendría repercusiones sobre el interés de la lectura.
A priori el libro pintaba francamente bien. Ahn Do huyó de Vietnam a los dos años, en una barca atestada por sus familiares. Y este libro es su biografía, contada con tintes humorísticos. El dato de que huyó con dos años lo descubrí leyendo el libro, con lo que parte de mi expectativa, conocer cómo era la vida en Vietnam antes de la guerra o con los comunistas, quedó bastante reducida. No obstante, seguía siendo una lectura atractiva.
Pero el problema principal viene de que, en realidad, este libro no lanzó a la fama a Ahn Do, sino que es, más bien, su esfuerzo por capitalizar la fama que ha adquirido como comediante. Vamos, que el señor Do ya era una celebrity antes de escribir el libro. Por lo que esta novela es como si me pongo a leer la biografía de José Mota.
Hombre, con la diferencia de que Mota no tuvo que huir de Vietnam, y aquí es precisamente donde radica el interés de esta lectura, que queda confinado a sus primeros capítulos. En primer lugar, tenemos la gesta épica de la huida de Vietnam en un barco, repleto de 30 personas, que no solo tendrá que esquivar a las patrulleras comunistas en el delta del Mekong, sino que se verá confrontada por piratas en dos ocasiones, siendo este el verdadero peligro. En todo caso, Ahn Do no cuenta esto de primera mano, como es lógico, aunque lo viviera con dos años. Hasta aquí se nos cuenta lo poco que se nos va a contar de la vida en Vietnam con la guerra o con los comunistas: "Up until 1975 when the communists took over, it was legal for traders to sell goods on the trains in Saigon. But since the end of the war the communists have made all trade that isn’t documented with government papers illegal."
Luego la narración pasa a la infancia de Do como refugiado en Australia ("A quick word of advice for any immigrants moving to a new country: before sending your children to school, please ask the immigration authorities if any of your names are a local word for ‘poo’."), con los ciclos típicos de la fortuna. Es destacable el rol del padre, verdadero emprendedor y que será capaz de insuflar dicho espírtitu en sus hijos. Me gustan varias de sus lecciones, por ejemplo esta, cuando hacen fiesta familiar para celebrar que Do NO ha sido elegido capitán de la clase: "If the worst happens, if you lose and fail, but you still celebrate coming second because you’ve given it a red hot go, there is no need to fear failure." Combinado con la tolerancia de sus padres: "They always had mammoth dreams for us, but at the same time they never put us under any pressure."
Ese espíritu emprendedor aflora muchas veces en la novela, y me hace gracia que revele a Do el proceso de imitación de los emprendedores que limita las posibilidades de los monopolios, algo que sin embargo nuestros politicos parecen desconocer, ya que se empeñan en regularlos y crear así las barreras de entrada de cuya carencia se queja Do: "The only problem with having a monopoly and raking it in was that soon other entrepreneurial hippies noticed. Within a few months there were five other stalls selling crystals and crystal jewellery. My market dominance was crumbling and I needed an edge"
A partir del momento en que Do empieza a decicarse a la comedia, relativamente pronto, la novela pierde todo el interés y empieza a ser una especie de "Tbis is us" en que todos somos mega-guays y buenas personas, y la vida nos sonrie porque somos cool. Se dedica a contarnos los programas en que participa, cómo enchufa a su madre en un evento, o que le dan a su hermano Khoa el premio al mejor joven australiano del año (!). Todo esto se me ha hecho insoportable.
Y si por lo menos fuera divertido, hubiera disfrutado el libro por igual, Pero, lo siento, es que las cosas que cuenta este señor no me hacen gracia. Como, en general, no me suelen hacer gracia los comicos de monólogos. Este no iba a ser menos.
En cuanto al estilo, no es una narración biográfica al uso, sino más bien una colección de anecdotas con las que el autor trata de hacernos sonreir o reir. Las anecdotas no están aisladas y se cuentan con cierta cronología, por lo que sí se queda uno un poco con cómo ha sido la vida de Do, si es que a alguien le interesa.
Aunque este libro fue premiado como libro del año en Australia (lo que revela el potencial literario del continente). a mí Ahn Do me ha parecido un escritor mediocre, y tengo claro que este libro fue para ganarse un dinerillo extra apoyado en su fama. De hecho, no tiene arrestos en terminar la novela anunciando que ya está escribiendo una versión para niños con su mujer, y una segunda entrega, ahora con recuerdos de su hermano también. Supongo que no tardará en hacer un tercero con las recetas de cocina de su madre. Mientras se vendan, que no decaiga.
Yo, por mi parte, asumo que he perdido el tiempo con esta lectura.
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