A Tim Powers, uno de mis escritos preferidos en mi cada vez más lejana juventud, lo retomé hace poco con su penúltima obra, "Alternate Routes". No me entusiasmó demasiado, así que opté por obras más antiguas a ver si redescubría mi disfrute con sus novelas. Ésta que aquí comento es una de sus primeras novelas y posiblemente la que le lanzó a la fama.
Lo que más me gusta de Powers es su capacidad para conseguir que te sientas como el protagonista de la novela y compartas su incertidumbre sobre lo que le está pasando, algo esperable en los mundos de magia y fantasmas en que coloca Powers a sus personajes. Es algo que me dejó alucinado en "Las puertas de Anubis" y que se mantiene en los restantes libros que de él he leído, incluido el último arriba mencionado.
Sin embargo, en este "En costas extrañas", aunque Powers sí introduce los elementos típicos de sus novelas, no consigue ese efecto de comunión con el lector, quizá por ser aún un autor sin experiencia, por lo que se queda en una novela de aventuras convencional, sin alcanzas los niveles de otras de sus obras. Pero, como digo, los otros elementos sí están ahí: los fantasmas y la lógica interna de la narración, de la que se tendrá que valer el protagonista si quiere salir con bien de las aventuras.
Se trata de una historia de piratas y, como tal, ocurre en el Caribe. De hecho, algunos de los elementos de la novela resultarán familiares a los seguidores de la serie de películas de Disney, especialmente de la cuarta entrega que se titula igual que este libro. En efecto, de aquí parece haber cogido la peli la Fuente de la Eterna Juventud y a su descubridor Ponce de León.
El protagonista es Jack Shandy, originalmente Jean de Chandagnac (""Hell, boy, life's too short for names like that. Shandy's your name."), que se hace pirata tras ser el barco en que viaja atrapado por éstos, y él condenado a morir si no se transforma. La meta de sus aventuras consistirá en Beth Hurwood, hija de un profesor de Oxford en busca de la inmortalidad, suya y de su esposa, la madre de Beth. Y por medio tendremos otros personajes, como Barbanegra (en sucesivas personalidades), Leo Friend y otros piratas.
El Caribe que nos encontramos es uno invadido por la magia, por por una magia en recesión por culpa de la conquista: el Viejo Mundo está disolviendo la magia del Nuevo, ("he came to the bitter realization that the really splendid, godlike sorceries had, gradually over the millennia, become impossible. It was as if magic had once been a spring at which a sorceror could fill the vessel of himself to the vessel's capacity,") que se va quedando concentrada en un foco en Florida, la ya citada Fuente de la Eterna Juventud, que "It's a hole in the wall between life and death, and anyone standing around is liable to catch the spray from one side or the other.". Por cierto, el Viejo mundo que sustituye al nuevo es caracterizado así por uno de los piratas: "soon now there'll be taxes and wages and laws about where to moor your boat. And you know something? I think magic will stop working here too, like it did back east.".
La Fuente de la Eterna Juventud es caracterizada por Powers en términos casi de mecánica cuántica: "In tiny extents of space or time there's an element of indecisiveness, postponement of definition, and you can catch truth as loose as an underdone egg. In our normal world this isn't a big factor because the … odds, I guess you'd say … are pretty consistent from place to place, and overwhelmingly strong in favor of Newton.". Pero aquí pasan fenómenos raros: "Shandy shook his head unhappily. "Count again, fast, and you'll get eight. Do it slow, naming each one, and you get seven.".
Estos fenómenos, por así decir, cuánticos, se trasladan luego a los combates entre los personajes, que parecen tener lugar en varias dimensiones a la vez, y en particular en momentos pasados de la vida de los personajes. Es una idea muy original, pero que Powers no acaba de implementar bien, por lo que resulta en unos textos torpes y confusos. Y es que, hay que decirlo, el amigo Powers escribe complicado, sus novelas no son fáciles de leer; es un estilo a trompicones, en que uno parece atascarse en la lectura, solo para liberarse tras gran esfuerzo en comprender lo que te cuenta. Es claro que si Powers triunfa es por la originalidad de sus historias y no por su talento narrativo.
Y termino con dos frasecitas cortas chulas, de entre las poca que nos da a elegir Powers: "I had things to do then; now there's only one task left, and that's … forget." "There's a way out of every disaster except your last one."
En suma, interesante libro de aventuras de piratas, aunque no me parece de los mejor de Powers. A cualquiera le resultará entretenido, pero yo creo que también cualquiera disfrutará más con Las Puertas de Anubis y se hará mejor idea de la capacidad imaginativa del autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario