Era poco previsible que, tras el mal sabor de boca que me dejó Prisoners of the Geography, del mismo autor y que terminé hace unas semanas, me pusiera a leer esto. Sin embargo, antes de despedirme, eché un vistazo al índice y me llevé la sorpresa de que, entre los nueve países analizados, estaba España. ¿Qué nos hacía acreedores de tal honor? Eso me pregunté, y con algo de morbo, me dispuse a una nueva lectura del señor Marshall. Como España ocupaba el penúltimo lugar del índice, solo por delante del dedicado al espacio exterior, y mi religión me prohíbe la lectura de capítulos aislados, me tocaba leer el libro entero.
Lo que ha constituido una agradable sorpresa, ya que me ha gustado más que el anterior: me ha parecido más interesante e informado, más completo y he aprendido más. Quizá sea porque su foco, con alguna excepción, es a nivel de país en lugar de áreas geográficos, algo que le pasaba en el anterior.
Los países elegidos son, además de España, Australia, Irán, Reino Unido, Arabia Saudi, Turquía, Grecia y Etiopia. A ellos se unen un capítulo para el Sahel y otro, ya dicho, para el espacio exterior. Este mayor foco le permite a Marshall ahondar más en la historia de cada uno de los países tratados, algo apasionante por si solo (con la excepción de Australia y Arabia Saudi, que tienen más bien poca).
En cierta forma, esto supone una capitulación del autor respecto a su tesis de que la geografía condiciona el devenir de los pueblos. Por ejemplo, cuando dice "Britain is a place that, for most of its history, was cold, windswept and backward, and yet became the centre of one of the world’s greatest empires. How it did so is partially due to its geography– notably its access to the oceans." ya pone un "partially" en el que reconoce que ese acceso al océano no puede ser la causa final de que Inglaterra se convirtiera en un Imperio. Los que sabemos algo de historia, conocemos que el origen del mismo está en la India y en la compañía, PRIVADA, que la colonizó, no en nada estatal o geográfico. Aunque parece que Marshall no lo tiene tan claro cuando, en el capítulo sobre el espacio nos casca: "the East India Company comes to mind, which aligned its trading interests with those of the British Empire from the sixteenth century onwards, and at times acted almost as a governing body in some territories controlled by the British.". El detalle es que no eran los British los que controlaban el territorio, sino la propia compañía.
Pero, detalles aparte, la historia que nos cuenta de cada país me ha parecido razonablemente correcta y coherente con lo que conocía de otras lecturas (por ejemplo, para Grecia, Turquía o Irán). Sorprendentemente a la vista de lo leído en el libro anterior ya citado, también me ha parecido que está muy bien la historia de España, en la que incluye correctamente la expansión por ultramar sin atribuirle colonialismo. Los territorios de Hispanoamérica eran tan España como la península, algo que nunca ocurrió con las colonias inglesas y muchas francesas.
Me ha parecido muy interesante la historia de Arabia Saudi, que desconocía en gran medida, así como las características de su Empty Quartier ("Even now few people venture into it, and much of it remains unexplored. It’s known that beneath the sands lie large quantities of oil and gas, but recent low oil prices mean it is too expensive to exploit them fully."). Idénticamente, apenas sabía nada del Sahel, y aunque aquí adolece de carencia de foco como le pasaba en algunos capítulos del libro anterior, sigue siendo muy instructivo. Y vemos que la conflictividad que hay en esta zona tiene unas causas muy similares a la que ocurre en Arabia Saudi, aunque en este país esté atemperada por la riqueza que da el petróleo: "The ruling elites in government and big business concentrate too much on their own wealth and power and on making sure their ethnic groups reap the benefits. The geography of ethnicity appears to be stronger than that of state borders."
El espíritu estatista de Marshall queda reflejado en esta frase-solución a los problemas: "In stable industrialized nations the authorities would control the industry and more of the revenues would go to the government’s coffers.". No os perdáis la descripción que hace las caravanas de camellos como clave para la riqueza del Sahel, que, por cierto, es la zona buffer entre el desierto del Sahara y las selvas tropicales.
De Irán me quedo con esta frase "The Guards talk the revolutionary talk and walk the moneymaking walk.", y de Etiopia con esta otra "what the Nile gives, the Grand Ethiopian Renaissance Dam can take away". Ambas revelan la brillantez puntual del autor.
Y, por último, claro, ¿qué dice de España? Pues dice unas cuantas cosas, aunque ninguna especialmente revolucionaria o llamativa. Me quedo con dos. La primera es su síntesis de nuestra posición geoestratégica:"All this combines to give Spain a defensive military advantage, potential control of access into and out of the Mediterranean, and ports and bases with which to maintain military and trade links and which helped to build one of the strongest militaries in Europe, and then an empire. Nevertheless, even at the height of Spain’s powers, its internal geography limited its wealth creation and political unity."
La segunda no me ha gustado tanto, pero hay que traerla de todas formas aquí para que veamos el alcance de la propaganda de los nacionalistas catalanes, que incluso alcanzan a un tipo razonablemente bien informado como Marshall: "The day of the vote saw riot police using batons to prevent people from entering polling stations. The chaos meant that claims of a 42 per cent turnout, and 90 per cent ‘yes’ vote, were difficult to prove. What was clear was that most Catalans who were against independence boycotted the vote. Despite this the Catalan parliament declared independence, leading Madrid to dismiss the Catalan Cabinet, suspend autonomy and impose direct rule citing Article 155 of the Spanish constitution. Some Catalan leaders were thrown in jail, others fled abroad." Que cada uno haga su análisis del párrafo.
Queda claro que este libro es bastante más interesante que el primero. Lo mejor son las breves historias que proporciona de cada uno de los países analizados. Le dedica más tiempo a la historia que a su geografía, que es lo que nos vende el título del libro, y paradójicamente eso hace que sea mucho más interesante.
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