miércoles, 29 de enero de 2025

Los filósofos terrenales ("The worldly philosophers"), de Robert Heilbroner

Se trata una pequeña historia del pensamiento económico centrada en sus grandes personajes. Como tengo muy reciente la de Rothbard que leí antes del verano, las comparaciones son inevitables. Lo primero que llama la atención es, por supuesto, el enfoque de "grandes hombres" por el opta Heilbronner, el tradicional, que es criticado constantemente por Rothbard en su obra, demostrando en cada capitulo que hubo muchos personajes que contribuyeron a la construcción de las ideas económicas.

Esto es especialmente llamativo en el primer capítulo, que Heilbroner dedica a argumentar que no hubo economía prácticamente hasta el tiempo de Adam Smith. Según él, la economía está asociada a la existenci del mercado, algo que no había anteriormente, en las épocas dominadas (según él) por "Tradición" y "Command". Obviamente, no responde a cómo se superaron dichos sistemas sin "economia", aunque sí que afirma sin darse cuenta de la contradicción implícita que "Still another deep current lies in the material changes that eventually made the market system possible" ¿Y cómo se produjeron esos cambios materiales? 

También en este primer capítulo enseña su patita marxista, que confesará abiertamente en el último, cuando nos dice: "Land, labor, and capital as “agents” of production, as impersonal, dehumanized economic entities, are as much modern conceptions as the calculus. Indeed, they are not much older." Todos sabemos que esa categorización no tiene demasiado sentido económico salvo para los marxistas.

Lo segundo que llama la atención es la calidad literaria del libro. Heilbroner escribe francamente bien, mejor que Rothbard (ya que estamos comparando), y eso que a Rothbard es un placer leerlo. Sin embargo, Heilbroner tiene un puntito más literario. Un ejemplo, también sacado del primer capítulo: "The new way of life grew inside the old, like a butterfly inside a chrysalis, and when the stir of life was strong enough it burst the old structure asunder. It was not great events, single adventures, individual laws, or powerful personalities that brought about the economic revolution."

Así que tenemos un libro de muy agradable lectura que trata sobre una serie de economistas que para el autor son los más destacados en la conformación del pensamiento económico y social. Entre los elegidos están los sospechosos habituales: Adam Smith, David Ricardo (con Malthus!), Marx, Keynes y Schumpeter. Junto a estos hay un capítulo dedicado a Thorstein Veblen, desconocido para mí y prescindible, y otros dos más corales: uno para los socialistas utópicos (Owen, Saint-Simon y Fourier a quienes me cuesta calificar como economistas) y otro para los que llama "underworld victoriano", donde incluye a Bastiat, Hobson y Marshall.

Y lo cierto es que son los personajes los verdaderos protagonistas del libro, y no tanto sus ideas. Para quien quiera conocer detalles biográficos, curiosos e incluso picantes, de los economistas más conocidos, este libro es un tesoro, tanto por su contenido como por la bibliografía. Pero esto es algo que a mí no me interesa. Confieso, eso sí, que puede explicar de dónde salieron sus ideas, para bien o para mal. Por cierto, observo que el tratamiento que da a la vida de Karl Marx es bastante más amable que el que le da Federico Jiménez Losantos en su Memoria del Comunismo. ¿De quién fiarse más?

No hay demasiado que objetar al libro. Después de todo, Heilbroner rara vez está contándote lo que él piensa, sino exponiendo tan objetivamente como le es posible las ideas de cada pensador. El problema ocurre las contadas ocasiones en que se decide él a explicarte las cosas para que entiendas mejor el pensamiento de los protagonistas. Aquí se dedica a meter morcillas tanto más peligrosas porque están en un contexto de objetividad sobre la vida y obra de los pensadores.

Esto es especialmente pernicioso en el caso de Keynes, pues Heilbroner explica de forma sencilla los problemas que tiene el ahorro y la acumulación en la aparicion de crisis económicas. Un lector menos avisado igual compra la mercancia averiada. Dejo solo uno de los numerosos párrafos en que Heilbroner acumula sus errores: "Business does not need savings to carry on its everyday operations; it pays its expenses from the proceeds of its sales. Business needs savings only if it is expanding its operation" ¿De dónde habrá sacado esta idea?

También cuando se refiere a los aciertos de las predicciones de Marx: "A propensity to crisis—what we would call business cycles—was not recognized as an inherent feature of capitalism by any other economist of Marx’s time, although future events have certainly vindicated his prediction of successive boom and crash." ¿En serio a estas alturas Heilbroner cree que las crisis son inherentes al capitalismo? ¿No ha leído a Hayek?

De hecho, afirma respecto a Schumpeter: "He worked out an ambitious plan to stabilize the Austrian currency, but conflicts and disagreements forced his resignation before the plan could be approved. It would probably have failed—nothing could have arrested the inflationary juggernaut gathering momentum at that time." Amigo Heilbroner, como la inflación es un fenómeno monetario, basta no emitir más moneda para "arrest the inflationary juggernaut".

Otra pista de su marxismo militante a agrupar a Marx con Freud y Plato, como si estos dos no hubieran sido sobradamente superados por la ciencia actual, y el primero expuesto como un fraude por la psicología contemporánea. "Marx taught us not just to look at, but to look through, history, just as Freud taught us to look through the façade of personality to the psychic processes within us, or as Plato taught us to look through the screen of unexamined ideas to the veiled questions of philosophy. (...) That is why Marx’s name, like those of Freud and Plato, remains contemporary."

A nadie sorprenderá que el capítulo que más me haya gustado sea el que dedica a Schumpeter, al único que, por cierto, tuvo oportunidad de ver en directo. Es curioso que Heilbrones explique tan bien la explicación del austriaco (de la teoría económica austriaca) sobre los beneficios empresariales pero parezca no entenderla, como revela el párrafo antes citado al respecto de Keynes.

Me han resultado muy interesantes las conclusiones que saca de la lectura de Schumpeter: "the businessman who decides that the game is not worth the candle is bowing to cultural, not economic, pressures. Indeed, is it not Schumpeter’s triumphant final conclusion that the processes of economics are not sufficient in themselves to determine how the system goes? " Y no puedo estar más de acuerdo, lo estamos viviendo en la actualidad. En un contexto de Estados omnipotentes como en el que vivimos, es obvio que las reglas económicas no bastan para predecir el resultado del sistema. Lo que más le condiciona, al menos en el corto y medio plazo, es lo que haga cada Gobierno, y esto está fuera de las leyes económicas.

Sin embargo no comparto el corolario derrotista: "And does not the Schumpeterian scenario mean that all that is now past—that whatever the predictive capability of economics, it no longer matters?" Por supuesto que importa, porque la única capacidad predictiva de la teoría económica es precisamente en el contexto de la intervención estatal de la economía (eso nos dicen Hayek y Rothbard, el primero secundarios de lujo en la obra de Heilbroner). En suma, yo releo a Schumpeter como denunciando que al económico se superpone un sistema polítiico con más capacidad para determinar su funcionamiento a corto plazo, pero cuyas consecuencias son desastrosas para la sociedad, y estas sí las predicen los economistas.

Se disfruta mucho leyendo este libro, es como una revista del corazón sobre los economistas más importantes. No tengo claro que se aprenda mucho de economía, en cambio, téngalo el lector claro y decida su lectura en función de lo que vaya buscando.

martes, 28 de enero de 2025

Risa en la Oscuridad ("Laughter in the Dark"), de Vladimir Nabokov

Lolita es la novela mejor escrita en inglés que he leído. Nabokov me pareció un genio en el manejo del lenguaje, pese a su origen ruso, lo que no deja de ser sorprendente. Desde que leí Lolita tenía pendiente leer alguna cosa más de él, pero no acababa de arrancarme, sobre todo por las dudas de qué libro leer. Digamos que Lolita ahoga al resto de su obra, de la que me atrevo a decir que es poco conocida. Antes de una búsqueda intensiva, el único libro que me sonaba de él era "La defensa Luzhin", que quizá pueda ser interesante leer también.

Este con el que he retomado a Nabokov es anterior a Lolita y, por momentos, parece un intento previo. Tenemos al protagonista maduro, con el sugerente nombre de Albinus, y tenemos a la chavala de 16 años, Margot. La infatuación del primero por la segunda es ciertamente muy similar a lo que ocurre en Lolita: "He kept discovering new charms in her— touching little things which in any other girl would have seemed to him coarse and vulgar. The childish lines of her body, her shamelessness and the gradual dimming of her eyes (as if they were being slowly extinguished like the lights in a theater) roused him to such frenzy that he lost the last vestige of that diffidence which his prim and delicate wife had demanded of his embraces."

Sin embargo, aquí las cosas son más dramáticas, pese al tono ligero con que las trata el autor ("she was pretty, when viewed at a certain angle and in a certain light, but so cold and coy that he soon gave her"). Por un lado, Albinus está casado y tiene un hija, Irma. Por otro lado, Margot tiene un amante por el que bebe los vientos, Rex, pero cuya moralidad dista de ser recta. Será el trio conformado por estos dos junto a Albinus el que de cuerpo a la trama. Que, por cierto, ocurre principalmente en Berlin ("where people were, as they always had been, at the mother-in-law stage of humor") pese a que todo el rato parece una trama americana.

Lo más decepcionante es que Nabokov aún no ha alcanzado la madurez de estilo que brillará en su obra maestra, por lo que nadie encontrará disfrute en su mera lectura. Y la trama no da demasiado de sí, por lo menos no hasta el giro clave de la novela, en que Albinus (va spoiler) se queda ciego, lo que es pasada la mitad del libro. Hasta ese momento, poco interés la verdad.

Una vez ocurrido el accidente, ya sí que consigue Nabokov agitar emociones en el lector, ante el abuso y ridículo a que se está sometiendo a Albinus. No se olvide que Rex "loved to fool people; and the less trouble the process entailed, the more the joke pleased him. And at the same time this dangerous man was, with pencil in hand, a very fine artist indeed." O sea que encontrará en la situación una mina para su proclividad. Por ejemplo: "Now and then Rex, who loved taking risks, went up quite close to Albinus on the tips of his bare toes and touched him with the utmost delicacy. Albinus uttered an affectionate purring sound and tried to embrace the supposed Margot while Rex side- stepped noiselessly and went back to the window sill— his habitual perch."

Además, "His culture was patchy, but his mind shrewd and penetrating, and his itch to make fools of his fellow men amounted almost to genius.", con lo que nos deja con esta broma genial que le hace a una actriz cuyo nombre lo invita: "Tell me, have you read Tolstoy?” “Doll’s Toy?” queried Dorianna Karenina. “No, I’m afraid not. Why?”" Si no fuera por lo odioso que es, Rex sería el personaje que justificaría la lectura de este libro.

Tampoco es que uno empatice demasiado con Albinus, que ha dejado a su mujer y no ha mostrado demasiado dolor por (otro spoiler) la muerte de su hija. Pero la situación es de las que despiertan la rabia de cualquier espectador, que ahora sí está deseando que ocurra algo para que termine el abuso.

En fin, novelita bastante convencional de Nabokov, con algun punto interesante en la narrativa, pero muy lejos de alcanzar el talento literario que convirtió a Lolita en una obra maestra. Eso habrá que buscarlo en alguna otra de sus obras, ¿quizá "Ada, or Ardor"? ¿O "Pale Fire"? Lo veremos próximamente,



domingo, 26 de enero de 2025

Motel of the Mysteries, de David Macaulay

Este cuentecillo aparecía recomendado por Eric H. Cline en Three stones make a wall, que leí hace nada. Es una parodia de los trabajos arqueológicos, me atrevería a decir que en concreto del descubrimiento de la tumba de Tut-Ankh-Amon. Transcurre en el año 4000 y algo, cuando la civilización yankee lleva desaparecida unos 2000 tras un acontecimiento catastrófico (colapso de la civilización bajo millones de panfletos publicitarios tras hacerse gratis el correo postal).

Pensé que me reiría un buen rato con este libro, y era cierto que me reiría, pero mucho menos de un rato, porque es un libro cortísimo, que además da poco de sí una vez superado la idea inicial. Incluso siendo corto, se hace repetitivo que todo sea "sacred". La verdad es que tengo dudas de si este era un libro para adultos o no, pero bueno.

Lo que ocurre es que los protagonistas encuentran enterrado un motel de carretera. Toda la broma va de asumir que dicho motel era un complejo funerario de la época, y tratar las cosas mundanas que cabe esperar de un motel como si fueran artefactos sagrados o de los que no se conoce el uso. La historia está ilustrada con dibujos para que la broma sea más visual. La narración termina con un inventario de los objetos encontrados, e incluso una descripción de los souvenirs que puedes encontrar en la tienda del museo.

Poco más que decir. Divertido en las primeras páginas y luego aporta muy, muy poco más. Pero como se lee en media horita, pues no pasa nadie si alguien tiene curiosidad. Yo dejo aquí algunos extractos graciosos que revelan lo que da de sí esta lectura:

Refiriéndose a las carreteras: "Because the various patterns can only be fully appreciated from the air, the German scholar Heinrich Von Hooligan believes the stripes were planned either as landing strips for extraterrestrial craft or as coded messages from the inhabitants of the continent to their many powerful gods."

Descripción de la habitación del motel: "Everything in the Outer Chamber faced the Great Altar( No. 1), including the body of the deceased, which still lay on top of the Ceremonial Platform( No. 5). In its hand was the Sacred Communicator( No. 3) and around its wrist was a flexible golden band( No. 4) bearing an image similar to that of the upper"

(Va acompañado de un dibujo de la habitación donde se aprecia que 1 es la televisión, 5 es la cama, 3 el mando a distancia  y 4 el reloj)

Por cierto, de la tele se nos dice en el inventario: "This magnificent structure, toward which everything in the outer chamber was directed, represents the essence of religious communication as practiced by the ancient North Americans."

Por último, la descripción del desatascador del baño:"The instrument on the right is probably of the percussion family, but as yet the method of playing it remains a mystery. It is, however, beautifully crafted of wood and rubber." 

sábado, 25 de enero de 2025

Resturlaub, de Tommy Jaud

De Tommy Jaud ya había leído algún que otro libro, Voll Idiot si no recuerdo mal. Es un escritor contemporáneo, de comedia, ligero de leer y muy recomendable para quien esté aprendiendo alemán. Lo he recuperado para mantener vivo el teutónico idioma, no sea que se me anquilose. Buena elección.

Lo que no esperaba de este libro es que hubiera sido llevado al cine, cosa que ocurrió en 2011, y aún menos que la película la tradujeran a español, con el título "El resto de las vacaciones" (pésima traducción, por cierto, del título de la novela).

La historia que se nos cuenta es ciertamente simple. Pitschi, el protagonista y narrador, vive en la preciosa ciudad de Bamberg, cuya visita recomiendo más que la lectura de esta  novela. Allí lleva una vida relativamente monótona, con su trabajo, sus amigotes y su eterna novia, Biene. Cuando el último de sus amigos, Arno, se casa, Pitschi entre en crisis porque no quiere seguir la senda que todos parecen trazarla. Así que aprovechando unas vacaciones de descanso (las Resturlaub del título) que va a compartir con su grupo, se inventa una excusa de último momento para quedarse en Bamber, aunque en realidad se pira a Buenos Aires, donde le seguiremos en sus peripecias hasta el previsible desenlace que no develaré aqui.

El libro se lee bien, aunque no tiene nada destacable. Se apuntada a una academia de idiomas, trata de buscar trabajo y se relaciona con taxistas. Todo muy normal, casi sin interés, salvo por las reflexiones que acompañan los distintos hechos. El principal problema que tiene el libro es que los dos acontecimientos clave son completamente inverosímiles, con lo cual parecen "Deus-ex-Machina" para poder resolver la novela. Aunque son innecesarios, porque para ese momento el lector ya sabe lo que quiere hacer Pitschi.

Los momentos más divertidos tienen que ver con su relación con los argentinos y los lógicos problemas de idioma. Quizá lo más memorable sea cuando en su desesperación por encontrar amigas se hace con el móvil de su casero y busca frenéticamente mujeres en su lista de contactos. Como no sabe a cuál llamar, decide quedarse con el teléfono de una de ellas, con el sugerente nombre de "Abuela". El desenlace es previsible, pero tiene lugar en uno de esos cafés nobles que se ven constantemente en Buenos Aires, de cuya descripción también podremos disfrutar,

También me gustó la descripción que hace la primera vez que tiene que cruzar la Avenida 9 de Julio, que quizá sea la más ancha del mundo. Impresiona incluso a los que conocemos la Castellana, no va a hacerlo a un residente de una ciudad medieval alemana.

Me lo he pasado entretenido con este libro y he reverdecido el alemán. Nada que merezca especialmente la pena, no está traducido al español. Pero, por mi parte, dentro de unos meses seguramente me lea otra novela de Jaud con el mismo propósito: ahí me quedan Hummel Dumm y Millonär.

viernes, 17 de enero de 2025

La era de la Inteligencia Artificial y nuestro futuro humano ("The age of AI - And our Human Future"), de Henry A. Kissinger, Eric Schmidt y Daniel Huttenlocher

Encontré la referencia a este ensayo en alguna de las lecturas recientes, pero no recuerdo en cual. Sobre el tema de la IA se escriben cantidades industriales de manifiestos, ensayos y panfletos, cada uno tratando ser más alarmista o más fantástico que el anterior, pero yo creo que estoy bien servido con cosas serias, como por ejemplo este que leí hace un tiempo: Predictions Machines y que vuelvo a recomendar.

No estaba especialmente interesado en ampliar mis horizontes sobre el tema, pero al ver los autores decidí echarle una leida. Kissinger se presenta solo, y Eric Schmidt casi también, pues fue consejero delegado de Google, y tiene el excelente How Google works.

Pero me temo que el libro no me ha aportado nada, con la excepción de las reflexiones sobre las consecuencias militares. Es el chau chau habitual, construido sobre los ejemplos habituales (lo del AlphaZero para el ajedrez aparece en todos los libros del tema: ¿en serio no hay a estas alturas ningún otro ejemplo?), con tonos mesiánicos especialmente en los últimos capítulos. 

Por ejemplo: "AI is also in the process of transforming machines— which, until now, have been our tools— into our partners." (subrayado mío). Otro: "The continued integration of AI into our lives will bring about a world in which seemingly impossible human goals are achieved...", o sea, como cualquier tecnología: el coche o el avión nos permiten metas humanas que parecían imposibles en el siglo XIX.

Hombre, por lo menos no advierte de que la "singularidad" está próxima y tiende a mantener la preponderancia del ser humano sobre las aplicaciones de AI. Así, se nos explican con bastante claridad los límites de la IA: "AI is constrained by its code in three ways. First, the code sets the parameters of the AI’s possible actions. These parameters might be quite broad, permitting a substantial range of autonomy and therefore risk. (...) Second, AI is constrained by its objective function, which defines and assigns what it is to optimize. (...)AI can only process inputs that it is designed to recognize and analyze."

Además: "Machine- learning- powered AI requires substantial training data. Training data, in turn, requires substantial computing infrastructure, making retraining AI prohibitively expensive, even if it is otherwise desirable to do so."

En esencia, el principal problema de las AIs es que hacen predicciones/llegan a conclusiones que pueden ser incomprensibles para los seres humanos, incluso a la vista de los mismos datos, y pese a todo ser correctas. AlphaZero aprendió a jugar al ajedrez contra sí mismo, y encontró enfoques que no se le habían ocurrido antes a nadie. Los motores de AI no buscan causalidades sino solo correlaciones, pero lo hacen con una capacidad inimaginable e inalcanzable. Los seres humanos, en cambio, buscamos la causalidad para entender las cosas. Es lógico que nos den miedo cacharros que hacen cosas correctamente aparentemente por casualidad, y que además lo hacen a toda velocidad. 

Pero no por ello son divinos. Me dan repulsa afirmaciones como "it is evident that we are in the presence of another experience of reality by another sophisticated entity." o "We may find ourselves one step closer to the concept of pure knowledge, less limited by the structure of our minds and the patterns of conventional human thought." A ver, los datos con que se alimentan las IAs son necesariamente datos que podemos percibir los seres humanos directa o indirectamente, con nuestras estructuras mentales. Mientras las IAs no sean capaces de capturar datos no accesibles al ser humano, no veo yo cómo van a poder superior nuestras estructuras mentales. ¿Y cómo se le va a ocurrir a una IA que necesita un dato no percibido por un ser humano, si solo aprende gracias a la información que nosotros le podemos dar? La IA no es genuinamente creativa, solo construye a partir de lo que se le ha dado. La IA Generativa genera nuevo material a partir del existente. 

En cuanto al problema de que tomen decisiones sobre nuestras vidas sin que las podamos entender, la cuestión es si esas decisiones de la IA mejorarán nuestra vida o no. Si las decisiones las toman empresas en un mercado libre, las que lo hagan mal serán expulsadas del mercado, y las que lo hagan bien no. Si parte de hacerlo bien consiste en entender cómo se toman las decisiones, las empresas no automatizarán las decisiones propuestas por la IA. 

El problema, como siempre, es si las decisiones asistidas por la IA las toma el Estado, que no tiene los mismos incentivos ni la disciplina para hacer bien su trabajo, Aquí sí que nos podríamos encontrar con situaciones kafkianas como denuncian los autores, pero solo aquí. Es evidente que el Estado debería siempre poder dar una justificación humana a su decisión, y se le debe requerir qne entienda las propuestas de las IAs antes de usarlas. Si no, estaremos aún más fastidiados.

El papel del Estado nos lleva al último punto que quiero tratar, que es el bélico, Ya sabemos que la guerra y el armamento son la principal prerrogativa de los Estados, por lo que no es de extrañar que el uso de la IA para estos fines nos deba dar miedo y respeto. Ya la jodieron con la energía nuclear, algo que deberíamos ver como una bendición, esta sí, cuasi divina, y sin embargo mucha gente ve con temor gracias a su uso bélico.

Las reflexiones de este capítulo son las que más información me han aportado. Aunque no me parecen revolucionarias, no habia leído lo suficiente sobre la aplicación bélica de la IA y quizá por eso me han resultado novedosas e interesantes.

Un primer punto a tener en cuenta, en general sobre las "cybercapabilities" es que su "utility derives largely from their opacity and deniability and, in some cases, their operation, at the ambiguous border of disinformation, intelligence collection, sabotage, and traditional conflict— creating strategies without acknowledged doctrines." Esto significa que a los rivales les resulta difícil estimar el potencial de cada uno, lo que hace que sea más difícil llegar a acuerdos. Con las armas convencionales, cada país tiene más fácil estimar sus posibilidades de victoria ante un conflicto, lo que no parece ocurrir con la "cyberwar".

Los autores lo comparan con la doctrina que afloró para las armas nucleares: la perspectiva de "mutual assured destruction" hizo que tan destructivas armas no se llegaran a usar e incluso se desmantelen. Si bien la IA parece tener una capacidad destructiva similar (según los autores), su opacidad dificulta enormemente una doctrina similar.

Otro problema es la confluencia entre los dominios civil y militar, algo que no ocurre en ninguna otra tecnología: "Three qualities have traditionally facilitated the separation of military and civilian domains: technological differentiation, concentrated control, and magnitude of effect. Technologies with either exclusively military or exclusively civilian applications are described as differentiated. Concentrated control refers to technologies that a government can easily manage as opposed to technologies that spread easily and thereby escape government control. Finally, the magnitude of effect refers to a technology’s destructive potential." Pues bien, hasta la IA ninguna tecnología había presentado las tres características: "dual- use, easily spread, and potentially substantially destructive."

Por último, recoge esta distinción en el ámbito militar que me parece muy interesante y paradgimática del principal problema de la IA a mí entender: "the United States has distinguished between AI‑enabled weapons, which make human- conducted war more precise, more lethal, and more efficient, and AI weapons, which make lethal decisions autonomously from human operators. The United States has declared its aim to restrict use to the first category. It aspires to a world in which no one, not even the United States itself, possesses the second." (negrita propia)

Este ensayo es interesante y está bien escrito. No aportará demasiado a quien tenga ya algunas lecturas sobre el tema. A mí me ha resultado muy esclarecedor el capitulo 5, pero no creo que nadie encuentre nada revolucionario si ya ha leído sobre ciberseguridad. Por contra, se me han hecho insoportables el capítulo 6 y el 7, donde se pajarea y se filosofea sobre la interacción de la IA y el ser humano. Supongo que habría muchos libros iguales cuando se empezó a desplegar el ferrocarril, y no creo que haya llegado ninguno hasta nuestros días. Pues eso mismo.




domingo, 12 de enero de 2025

Tres piedras hacen una pared ("Three stones make a wall"), de Eric H. Cline

 Al señor Cline lo descubrí a finales del año pasado con dos magníficas obras sobre los hallazgos arqueológicos que muestran el colapso de las civlizaciones en el mediterráneo oriental, y su eventual recuperación. La fecha de referencia era 1177 antes de Cristo (BCE, "Before Common Era", como prefiere denorminarlo él) y las entradas que escribi sobre ellos aqui y aquí.

Cuando investigué un poco para informarme sobre Cline encontré que antes de dichas obras había escrito esta, aún más divulgativa, cuyo éxito supongo que era la causa de que posteriormente escribiera las otras. Como aquellas me habían gustado mucho, no he tardado en empezar, y devorar, la verdad sea dicha, ésta. Me ha pasado algo que hacía tiempo que no me pasaba, que se me ha hecho muy corta la lectura y me he quedado hambriento de más cuando inesperadamente se ha acabado el libro.

(A cualquier lector le resultará extraño que me haya parecido inesperado el final: al fin y al cabo, en un volumen físico las hojas se agotan, y en uno electrónico ves el % de lectura que llevas. Siendo así, ¿cómo es que se puede sorprender al lector? Muy sencillo; porque más de la mitad del libro son anotaciones, bibliografía y un índice de materias. Vamos, que yo estaba esperando el doble de contenido de lo que me he encontrado).

Cline nos propone una breve historia de la arqueología, con unas cuantas nociones de la técnica intercaladas. El recorrido pasa por los yacimientos más conocidos del mundo, y he de decir que yo los he visitado todos con la excepción que ahora comentaré. Así, nos describe las Pirámides y el valle de los Reyes, la excavaciones de Troya y Micenas, las de la Grecia clásica (Olimpia, acrópolis de Atenas, Delfos), las de Israel (sobre todo Tel Megido), llega a Petra e incluso toca brevemente China con los guerreros de Xian. Ah, sin olvidar las relacionadas con Roma, donde nos cuenta el papel que el nacionalismo tuvo en la recuperación de los restos romanos de la capital, con el destacado papel de Victor Manuel II y, sí, lo siento, Mussolini. 

También dedica espacio a las excavaciones en América, especialmente a las ciudades Maya que fueron los primeros yacimientos arqueológicos que se exploraron, antes de los de Troya o Egipto, algo que me ha pillado por sorpresa. Junto a los Mayas, dedica espacio a los Incas, y otras culturas mexicanas, donde nos contará que los Olmecas son anteriores a los demas pueblos de Mesoamérica. Capitulillo hay también para las cosillas de EEUU, no podía ser menos, donde aprovecha para hablarnos de la arqueología histórica, aquella que se lleva a cabo sobre acontecimientos registrados históricamente, como pueda ser la Guerra Civil Americana.

Los capítulos técnicos se intercalan entre los descriptivos. Uno se dedica a explicar cómo se hacen las excavaciones y se identifican los sitios donde excavar; otro a la datación de los hallazgos, donde explica técnicas como "radiocarbon, Egyptian texts and other written records, synchronisms, dendrochronology, pottery typology, a plus/ minus factor, and a willingness to acknowledge that none of it is fixed in stone.”". Finalmente, el último es más de leguleyos y explica por qué no te puedes quedar con lo que encuentras.

El libro se lee del tirón. Cline es un arqueólogo apasionado y lo demuestra en la forma que escribe, desbordante de entusiasmo en cada página. Da un tratamiento objetivo a los distintos trabajos realizados, siendo crítico con sus héroes, cuando toca serlo: habrá que reconocer que los pioneros en esta ciencia se pudieron equivocar porque estaban empezando. Nos explica el gran daño que hizo a Troya la técnica de zanja usada por Schliemann (y eso que este es uno de los arqueólogos míticos), y es muy crítico con la forma en el israelí Yadi abordó las excavaciones de Masada, buscando una disculpa arqueológica para seguir los dictados nacionalistas de Israel. ("It was no secret that Yadin’s excavations at various sites in Israel, such as at Hazor in the 1950s and at Masada in the 1960s, were in part undertaken in the hope of reinforcing Jewish claims to the land by linking them to biblical stories and other famous events, including the story that Josephus tells.")

Yo he disfrutado mucho con este libro, aunque no he aprendido tanto como esperaba. Quizá es que la cosa no da más de sí: echarle paciencia e ingenio parecen ser las principales técnicas a disposición del arqueólogo. En todo caso, me gustaron más los dos que he citado más arriba, precisamente por abarcar menor y apretar más.

Aparte, he echado de menos que detallara algo más cómo son las excavaciones en los países nórdicos (se refiera a ellas para distinguirlas de las que se hacen en el Mediterráneo, pero no llega a narrarnos cómo es la jornada allí, por ejemplo). Asimismo, hay un vacio de excavaciones hacia el este de Mesopotamia, con la excepción de Xian (así que nada sobre Irán ni sobre la India). Tampoco hay nada del África subsahariana, donde estaría Etiopia por ejemplo. Pero no se tome esto como queja, sino más bien como sed de más lectura.

No quiero cerrar sin dejar aquí un adagio de arqueólogos del que se ha extraído el título.

"One stone is a stone. 

Two stones is a feature. 

Three stones is a wall.

Four stones is a building.

Five stones is a palace.

(Six stones is a palace built by aliens.)"

La última frase va entre paréntesis porque es de coña, y me recuerda que Cline se descojona y advierte contra los anuncios periódicos que todos vemos de vez en cuando, en los que pseudoarqueólogos afiman que una u otra construcción pudo ser obra de alienígenas. La de hoy les atribuye la pirámide escalonada de Zoser.

jueves, 9 de enero de 2025

Conquistadores ("Conquistadors"), de Eric Vuillard

De Vuillard tengo leídos varios libros, en general con satisfacción. El último que leí era sobre la vida de Buffalo Bill, Tristesse de la Terre. Escribe sobre acontecimientos históricos, aunque con un estilo sui generis muy lírico, que hace la lectura bastante amena. Recuerda en su estilo al gran Stefan Zweig y sus momentos estelares de la humanidad.

En esta ocasión, a Vuillard no le falla el estilo, sino el tema, y quizá la culpa es mía por ponerme a leer a un francés sobre los conquistadores españoles. En concreto, Vuillard dedica esta obra a la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Y el caso es que llueve sobre mojado, pues me parece recordar que en su momento leí el primer tomo de la serie Inca, del también francés Antoine B. Daniel. No recuerdo mucho de ella, pero supongo que me parecería una novelilla histórica sin más consecuencia, porque solo leí una de las entregas y no la trilogía.

Pero Vuillard si tiene intención de contarnos la historia de Pizarro y su cuadrilla, aunque lo vaya a hacer de una forma lírica. El problema es que esa lírica, ese talento narrativo que una vez más demuestra, rezuma rencor hacia los conquistadores españoles, a los que trata con desprecio y hostilidad, con escasas concesiones a la heroicidad de su tarea, y constante foco en su humanidad. Lo digo claramente: Vuillard expresa la envidia francesa por la gesta que llevaron a cabo los despreciables españoles al sur de los Pirineos, y de la que sus ascendientes no pudieron ni supieron tomar parte. Pizarro se los hubiera comido con patatas.

Tan es así que estuve a punto de dejar el libro al comienzo, tras un par de afirmaciones llenas de inquina y mezquindad: "Un désespoir fut sans doute à la base de nombreuses vocations. Semer la mort. Assujettir. Piller. D’autres peuples avaient déjà ouvert ce chemin incertain et cuisant. Mais celui qui marchait au pas en direction d’un noir silence était peut- être l’un des plus déterminés, l’un des plus isolés, l’un des plus excessifs que l’Histoire eût connus."

No será la única vez. El lector español tendrá que soportar constantemente el tono de desprecio de Vuillard hacia Pizarro y sus compañeros, trufado con frases como "C’est qu’au- dessus de l’océan, passaient alors les tous premiers bateaux de cette longue flotte espagnole, qui porterait d’un côté de l’or, de l’argent, des émeraudes, et de l’autre des cuirasses, des épées, des chevaux et des prostituées." o "C’est qu’il avait régné sur la conquête un esprit de folie. Tout était permis contre l’indigène. Sodomie, viol de femmes, d’enfants, cannibalisme, polygamie.". 

También algunas que aparte de ser mezquinas, son incorrectas: "Ainsi, alors que pendant trente- sept ans les cavaliers de Cortés, de Balboa, de Pizarre et d’Alvarado avaient pillé un continent et qu’avaient été transportées en Espagne des tonnes d’or, Charles Quint laissa sa nation endettée." Parece querer decir Vuillard que Cortés y compañía expoliaban el continente para dárselo a Carlos V (lo que por cierto sí hacían los piratas franceses e ingleses con las expediciones españolas), cuando la realidad es que los citados eran emprendedores que actuaban por su cuenta y riesgo y solo pagaban al monarca los impuestos que correspondieran.

¿Por qué continué con la lectura pese al impulso inicial? Porque me gusta cómo escribe Vuillard. Aunque me parezcan de contenido insultante, las frases anteriores son brillantes. Es esto lo que me animó a seguir, a la vez que el repaso de la gesta española, que por mucho que se cuente sesgadamente, sigue siendo gesta. Así lo revelará constantemente la narración de Vuillard:
"Mais ce qui aurait pu constituer le but d’un voyage ou d’une vie, ce qui aurait dû être le résultat d’aussi douloureuses actions, d’énergies si farouches : fonder une ville, ne serait en réalité qu’un point de départ, qu’une minuscule étoile regardée isolément dans un tube,"

"Mais, très vite, ils avaient eu de nouveau faim, subissant des pluies diluviennes, s’installant quelques jours dans de misérables cabanes de feuillages. Ils avaient dû supporter des nuées de moustiques, manger le cuir de leurs selles. Ils cheminèrent dans des forêts si denses qu’on eut l’impression de parvenir à je ne sais quel mystère plus profond que l’or."

El éxito de Pizarro en la conquista del imperio Inca se debió en buena parte a que lo encontró en guerra civil a su llegada: el usurpador Atahualpa se había levantado contra el emperador legítimo, y Pizarro se aprovechó astutamente de la situación. En todo caso, los enfrentamientos que hubo se saldaban con claridad a favor de los españoles, pese a la increible asimetría numérica: "Très vite, les Indiens comprirent que les armes, la discipline militaire, les chevaux et les chiens donnaient aux Espagnols un ascendant imprévisible. Mais il leur fut sans doute impossible de comprendre à quel point la rage de vaincre, l’amour des richesses et un souci immodéré de gloire les désignaient."

Resulta casi increible imaginar una ciudad como Cuzco, con 200.000 habitantes, rendida a unos cuantos zarrapastrosos que la saquean de oro ante la indiferencia de la masa. Hay que decir que el Inca era un imperio comunista, que desconocía el dinero y en que todo obedecía a una voluntad centralizadora. Esto lo dice también Vuillard: "Les Incas ne connaissaient pas le trafic, la monnaie, les échanges. L’administration impériale contrôlait tout, le commerce ne pouvait y trouver de place. En Europe en revanche, il faisait beau acheter, vendre, prêter. Un formidable élan submergeait tout : l’Église, la monarchie, l’art." Lo que no se sabe es a quién está criticando Vuillard, si a la planificación central incaíca o a los emprendedores europeos/españoles. En todo caso, es fácil imaginar los incentivos que tendría una población sujeta a un tirano comunista para defenderlo, a este y a sus riquezas.

De hecho, los mayores problemas que va a confrontar Pizarro para mantener el Perú no vendrán de los indígenas (aunque Vuillard nos cuenta la rebelión que tuvieron que sofocar en un momento dado), sino de su enfrentamiento con Diego de Almagro ("On allait tuer plus d’Espagnols de main d’Espagnols que les Indiens n’en tuèrent durant toutes les conquêtes."). Almagro, el conquistador de Chile a donde le había mandado Pizarro para quitárselo de encima, volverá a Perú para quedarse con Cuzco y tratar de dividirse el territorio con don Francisco. Pero este le embaucará una y otra vez hasta acabar con él y quedarse con todo. Más mezquindades contadas por Vuillard. 

Tampoco salen bien parados de su pluma otros ilustres conocidos como Alvarado, o Hernando de Soto. Quizá se salva Orellana, el primer blanco en navegar el Amazonas. Ni siquiera en su muerte será generoso con Pizarro, aunque lo compare con otros grandes como Alejandro Magno o Julio César: "Pour eux, rien ne sera plus pareil ; ils possèdent à jamais une image de leur rêve. Mais certains étaient déjà tourmentés par ce mal, le mal de l’accomplissement. Il est sans remède. Peu l’ont connu. César. Alexandre et quelques autres. Ils sont morts très vite. Le complot, la maladie, qu’importe, il fallait bien trouver une solution pour mourir."

Termino con algunas de esas frases que son la que justifican la lectura de este libro. Como esta comparación de los mares en que se han gestado los grandes imperios occidentales: "Le Pacifique n’est tourné vers rien. Même la Méditerranée ancienne, bordée de pays mystérieux, possède des rives de toutes parts. L’Atlantique est une résidence, le lieu d’une rencontre. Mais le Pacifique, lui, est vide.". 

O esta excepcionalmente lírica: "Les deux choses les plus froides du monde venaient de se toucher : l’or et le cœur humain."

Finalmente, una magnífica descripción, casi épica, de esa figura administrativa tan española que es el Adelantado: "Il voulait dire : celui qui avance, celui qui évolue, qui progresse, le précurseur, le pionnier, celui qui provoque l’essor, qui propulse, qui entame, qui dépasse, accélère, hâte, celui qui va plus loin, plus haut, celui qui devance, qui entre, qui continue."

Ni recomiendo ni dejo de recomendar esta lectura, Forme su opinión cada uno a partir de los retazos proporcionados más arriba. Eso sí, yo en español no la hubiera leído.