No conocí (o al menos no la recuerdo) la Asturias minera y negra, cuya supervivencia se basaba en el carbón. La que sí conozco es la luminosa y brillante, que se ha convertido en un verdadero parque temático para el turista.
Allá donde mires se ve un alojamiento rural aislado en mitad de las montañas; todos los pueblecillos tienen su "Bienvenido" en varios idiomas, y prácticamente todos ellos están clasificados en alguna de las mil rutas temáticas a que se invita al sufrido turista (y digo sufrido porque, como te salgas de las arterias principales, empieza la montaña rusa, no porque se sufra).
Lo cual me lleva a preguntarme qué Asturias es mejor para los asturianos, la que vivía de la minería o la que vive del turismo. Supongo que cada cosa tuvo su lugar: en su momento, Asturias no valoraba su paisaje natural (véase las minas en la ruta del Alba del parque de Redes), porque valoraba más otros recursos. Puedo imaginar la hermosa playa del Merón desierta y ensordecida por los camiones en la carretera cercana. Ahora, ese playa está atiborrada de turistas y coches. Más claro aún es el ejemplo de la cueva del Soplao en la vecina Cantabria, antiguo mina cuyos trabajadores no llegaron a apreciar la belleza que les rodeaba.
Las preferencias cambiaron; la explotación del carbón y demás minerales dejó de ser rentable. Por supuesto, hubo muchos afectados por esta situación, e imagino que el horizonte se puso muy oscuro, más que la bocamina. Pero no quedaba más remedio que adaptarse a la nueva situación.
En su momento, el Gobierno hubiera podico ceder a los chantajes de los mineros. Si así hubiera sido, seguiríamos entre todos sosteniendo tan ruinoso negocio para beneficiar unos cuantos. Afortunadamente, no fue así. Se dejó que la crisis hiciera su trabajo y limpiara aquello que los individuos ya no demandaban. Y emergió la Asturias que ahora nos acoge, mejor adaptada a las preferencias de la nueva sociedad.
El mercado, que no es más que la suma de los individuos, es el mejor camino para adaptar y encajar las preferencias de todos nosotros. Trata de hacerlo incluso en presencia del poder coercitivo del Gobierno, que distorsiona sus mecanismos sin piedad. Gracias al mercado, Asturias sale de la mina y se va a la playa y a la montaña (aunque nadie le garantiza que no tenga que volver); con la imposición de determinados grupos de interés y el poder del Gobierno, Asturias hubiera seguido en la cueva.
7 comentarios:
no hombre no , no entiendes nada ,,, el gobierno SI cedio a los grupos sindicales violentos y jubilo a los mineros a los 40 ganando sueldazos el resto de su vida sin trabajar ,,,pagados con los impuestos del que gana 700 en el chiringito de la playa del meron ,,, paradojas de esa compra de favores y votos a gran escala llamado estado del "bienestar" ,,,
Ayalgueru tiene toda la razón, no te ofendas, pero la Asturias que nos presentas parece de ciencia ficción.
Por supuesto que las zonas turísticas de verano están bien, pero eso no ejemplifica la realidad asturiana.
No es que hayamos superado el fin de la minería, simplemente se ha pospuesto el batacazo un tiempo, gracias a que el gobierno se bajo los pantalones ante las todopoderosas mafias sindicales.
Veremos lo que pasa en los próximos años, o mejor, espero no estar aquí para verlo.
Y el lema gubernamental de "Asturies,paraíso natural" es un eufemismo para hablar de eco-comunismo.
Me alegra que te guste mi tierra, pero no idealicemos la realidad, porque no será más que enterrar la cabeza ante los problemas.
Saludos
Y no dejemos de ver la realidad en cuanto al turismo rural: en cuanto los intereses económicos (que tanto defienden muchos liberales y no liberales) metieron sus sucias manos en el sector, olvidándose del respeto al propio entorno que es indispensable para un turismo rural de calidad y para mantener ese habitat tan bonito que hay aquí, la cosa ha empezado a ir en declive. Masificación, desvirtuación de lo que era el turismo rural, descenso de la calidad...
Esperemos que no se llegue al punto al que se ha llegado en la costa mediterránea.
P.D.: Y no, no defiendo que el Gobierno regule nada, defiendo no anteponer el dinero a todo lo demás.
Corroboro los comentarios anteriores, la cantidad de dinero público destinada a la minería es ingente. La parte directamente dirigida a la empresa estatal ha disminuido pero han aparecido nuevas “partidas” como las prejubilaciones o los “fondos mineros” (una lluvia de millones que se reparten los de siempre).
Y que nadie se confunda. El nivel de subvenciones en el turismo asturiano ha sido brutal. Tan grande que ha fomentado un sector absolutamente sobredimensionado que lo ha abocado a una crisis.
El mercado en Asturias ni está ni se le espera. De todas maneras sigue siendo una tierrina maravillosa donde se pasa bien y se come mejor, si alguien todavía no ha venido que no espere más.
Los de estómago sensible, con un cargamento de Biodramina.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Sois muy poco poéticos, que lo sepáis. Me había ido a "ce qu'on voit" que era bonito, y habéis tenido que sacar los trapos sucios de "ce qu'on ne voit pas".
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