Ayer repesqué de entre mi DVDs una peliculilla que hacía tiempo que no veía, pero que me apetecía volver a ver. Se trata de "Gallipoli", con Mel Gibson. Y me apetecía verla porque estoy leyendo The First Casualty, que también se ambienta en la Primera Guerra Mundial. Lo más aterrador de esta guerra no son las muertes, sino lo absurdo, completamente absurdo, de las mismas.
Gallipoli es la historia de un par de australianos que se apuntan a ir a luchar para el Imperio británico en la guerra de marras. Son enviados, eventualmente, a luchar contra los turcos en el lugar que da título a la película.
Lo primero a que hay que referirse es a la visión que tienen en el país de origen, de la guerra. La presión social, el ambiente, invita a los jóvenes a enrolarse en el ejército y a pelear no se sabe muy bien por qué. Pero lo cierto es que, al que no va, se le mira mal, o al menos, de forma extraña. Lo mismo ocurre, con más intensidad, en Inglaterra, según nos describe la novela.
Lo que pasa es que Australia está mucho más lejos de Alemania, por lo que esta amenaza se debería ver como absurdo. Y más cuando los australianos van a luchar con los turcos. Pero lo cierto es que tampoco están muy claras las causas del conflicto para los propios ingleses: como es posible que del asesinato de un príncipe austrohungaro en Sarajevo, terminen matándose ingleses y alemanes en Bélgica (no digamos ya australianos y turcos). Es este el primer grado de absurdez en esta guerra, que nadie parece entender porque se produce y porque les involucra.
Por cierto, según Ben Elton, los ingleses entran en la guerra cuando los alemanes, aliados de los austriacos, invaden Bélgica en su camino hacia Francia, que creo aliada con Rusia, a su vez defendiendo a... ya me he perdido. Lo cierto es que los australianos entran como aliados de los ingleses, contra los turcos, aliados de los alemanes. O sea que un montón de australianos pierden la vida porque los alemanes invaden Bélgica.
El otro punto absurdo es la propia forma de combatir. Los héroes de la guerra se transforman en meros números una vez llegan a la crueldad de las trincheras. Es terrible. Lo único que van a luchar la mayor parte de los soldados es una carrera de un par de metros hacia una metralleta. Es que ni siquiera se les permite una batalla digna, es solo una carrera contra balas.
Una vez un amigo me explico que en las tácticas de batalla se calculaba el número de soldados que tenían que marchar contra estas metralletas para que fuera imposible que ésta acribillira a todos, y algunos pudieran llegar. La mayor parte de los combatientes de esta guerra era un sacrificio de este estilo. Qué horror. Qué indignidad. Por lo menos, en otro tipo de batallas, el individuo tenía alguna oportunidad de excelencia, pero es que en estas...
Por cierto, el libro, fenomenal.
3 comentarios:
Fernando, sobre la Gran Guerra, me refiero a la del 14, te gustaría mucho la fenomenal exposición del Thyssen, ¡1914! Las vangurdias y al Gran Gerra.
Esta exposición muestra el trasfondo cultural, ideológico, que presentaba la contienda europea y su época. Vanguardias, simbolismo,... todo un crisol interpretativo, no sólo en lo plástico, sino en lo ideológico, nos ayudan a comprender los múltiples matices que presenta este fenómeno.
(Te adjunto el enlace a mi entrada sobre la exposición http://naranjasdelaschinas.blogspot.com/2008/10/1914-la-vanguadia-y-la-gran-guerra.html)
La película que comentas, por otra parte, muy buena.
Saludos.
Excelente película Gallipoli "- How fast can you run? - Like a cheetah - How fast are you gonna run? Like a cheetah"
Para los australianos el atractivo no era tanto luchar en una guerra (ya habían luchado en unas cuantas) sino luchar por primera vez como un país independiente (el rollo de creer que uno tiene que demostrar algo al mundo), les daba igual contra quién.
En cuanto a que en otro tipo de batallas el individuo tenía alguna oportunidad de excelencia creo que es una idea más romántica que exacta; por algo se dice "carne de cañón".
En la misma línea te recomiendo la película Senderos de Gloria (Paths of Glory) de Kubrick, la novela "Adios a las Armas" (A Farewell to Arms) de Hemingway y el poema "Dulce et Decorum Est" por Wilfred Owen.
Un abrazo,
Jorge
Como si la carne de cañón fuera invento de la PGM, y las tácticas de asalto frontal exclusivas de esa guerra... Para entender bien lo que sucedió en Gallipoli y el estallido de la PGM, mis recomendaciones son "Guns of August" (libro de historia con forma de novela) y la obra cumbre de Lidell Hart "Strategy". Películas, ni una.
Publicar un comentario