Ayer sábado, por la tarde, decidí acudir con los niños a beneficiarme del desfile de Carnaval con que el señor Gallardón decidió gastar nuestro dinero. Ya está bien de desprendimiento, disfrutemos del dinero público. La cosa prometía para los niños: un desfile de monstruos para tiempos monstruosos.
De la acontecimiento, dos conclusiones. La primera se refiere al espíritu carnavalero de los madrileños, que es nulo. Al menos, es lo que se deduce tras ver el desfile. No había nada de calor popular, la cosa era más bien fria y algo deprimente. Eso, salvo cuando salían los monstruos que construían el evento, y cuya relación con un Carnaval es, cuanto menos, discutible. Vamos, que podrían hacerlos desfilar también, no sé, para celebrar la Constitución.
Había un dragón, un par de grupos de esqueletos, un frankestein gigante, unos cuantos dinosaurios y, mis preferidos, un logradísimo ejército de las tinieblas, con dos jinetes oscuros incluidos, que hacían constantes cargas de ataque. Francamente bien, aunque, como digo, escasa relación con un Carnaval.
La segunda conclusión tiene que ver con la política y la izquierda de este país. Entre todos los grupos de monstruos, exquisitamente apolíticos, nos sorprende la "Asociación de Vecinos de la Nueva Elipa" con una especie de charanga propagandística contra el PP, reparto de pasquines incluido. Yo no me lo podía creer. ¿Pero es que esta gente no descansa? Mira que tiene Gallardón en sus manos el desfile, y no sale ni un tipo en una charanga disfrazado de ZP, o de Bermejo cazando. Ni una referencia al gobierno de los 3 millones de parados. Solo monstruos para divertir a la gente. Y a están estos tipos con un Gallardón-draculín, y con los temas tópico de siempre.
Yo no sé el lector, pero me cuesta imaginarme a los vecinos de la Nueva Elipa juntándose un día y diciendo: ¿oye, por qué no ponemos 6o Euros cada uno y hacemos una carroza para meternos con el PP y pedir sanidad pública, y tal? Imagino que la pasta no la ponen los supuestos vecinos (por cierto, la única asociación de vecinos con representación), sino algún partido político contrario. Y si la pone el PSOE, es como si la pusiéramos todos, aunque esté disfrazada de asociación vecinal.
Estos si que no tienen recato alguno en gastarse mi pasta haciendo propaganda. Tienen claro que hay que ganar la opinión pública para legitimar sus latrocinios, y no reparan ni en el cuándo ni en el cómo. Los de enfrente se empeñan en ganar sin zancadillas (a los del PSOE, al ciudadano todas las que puedan), y así les va.
En fin, que muy bonitos los monstruos. Esta vez sí he sacado partido a mis impuestos.
1 comentario:
Yo si que pondría esos 60 euros para quejarme del estado de la sanidad pública en la comunidad de madrid
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