viernes, 13 de mayo de 2016

Estampas de la vida en León durante el siglo X, de Claudio Sánchez-Albornoz

Se trata de un librito muy corto que, como refleja, el título recoge de forma muy descriptiva diversos momentos habituales de la vida cotidiana en León en los años del fin del primer milenio. Lo especial es que prácticamente cada uno de los detalles que componen las escenas está, supuestamente, prolijamente documentado en fuentes históricas. (Digo supuestamente no para poner en duda al autor, sino porque la versión que he tenido oportunidad de leer únicamente recoge las estampas).

La lectura de este libro es la primera consecuencia de la curiosidad que se me ha despertado tras concluir la trilogia de Esparza sobre la Reconquista. Esta curiosidad se dirige sobre todo a las instituciones y costumbres de la época que a los eventos históricos. ¿Por qué? Porque desde el punto de vista de teoría económica el gran poder que tuvieron Castilla, Aragón y posteriormente España, solo se puede explicar por una gran libertad en los momentos precedentes. Y ello supone conocer las instituciones, tratando de comprender el grado de protección que tenía la propiedad privada en esos momentos.

El librito se lee como un soplo, y, sin llegar a ser apasionante, sí es entretenido. Su principal defecto para el lector casual es el abuso (comprensible) que hace de los vocablos de la época para las distintas descripciones. Por ejemplo, las enumeraciones son terribles, porque es posible que el lector desconozca de qué objetos está hablando el autor. Imagino que en la versión integral del libro habrá un glosario para estos términos, pero no en la que yo he leído.

El libro empieza con un interesante prólogo de Menéndez Pidal sobre el lenguaje en aquella época. A continuación, ya el autor, nos cuenta una breve historia de la ciudad de León hasta el siglo X, cómo sus murallas fueron reconstruidas por algún rey astur tras un par de siglos de abandono. Y tras ello, empiezan las estampas.

Asistimos a una escena en el mercado, en qué veremos qué mercaderías se transan y de qué forma se mantiene el orden (incluida una ruptura de la "paz del Rey"). Aquí podremos observar que, en efecto, había libertad de moneda y que el rey leonés no tenía monopolio en la acuñación de moneda (al contrario de lo que ocurre hoy en día). El hecho de carecer de moneda propia suele ser visto por los historiadores como algo negativo; desde el punto de vista de un economista, es un claro indicio de libertad.

Posteriormente, el autor nos lleva a palacio, donde asistimos a ciertos conciliábulos. Y luego tendremos una llamada a armas con el objetivo de anticiparse a los ataques de los musulmanes en las frontetas. Finalmente, nos lleva don Claudio a una casa humilda y a una espléndida corte (o palacio). También tendremos oportunidad de interactuar con personajes de toda condición. Y, como no, a un par de comidas.

En definitiva, interesante librillo, muy descriptivo, y con algunas aportaciones interesantes sobre el marco institucional en León. Como su lectura no llega a la hora, uno no sufre demasiado coste de oportunidad si no le gusta.

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