jueves, 3 de octubre de 2019

El orden sensorial ("The Sensory Order"), de F. von Hayek

Leer al amigo Hayek es un verdadero dolor. Si uno se aparta de sus dos ensayos más conocidos ("The road to serfdom" y "The fatal conceit"), se está metiendo en un buen lío. Por supuesto, los dos citados son magníficos y de recomendable, casi obligatoria, lectura. A partir de hay, sus libros son realmente difíciles de leer (y digo libros, los artículos son bastante más digeribles). En el momento de enfrentarme con el que comento, ya había iniciado y abandonado la lectura de "The pure theory of capital" y del que mucho consideran obra cumbre "Law, Legislation and Liberty". Así que no entraba a su lectura con gran optimismo. Ya puedo decir con orgullo que este sí lo he terminado, pese a que el estilo de Hayek hace la lectura igual de complicada que en los dos abandonados.

¿Por qué este sí y los otros no? Yo creo que por la relativa novedad del tema. En este "The Sensory Order", Hayek se adentra en el campo de la psicología, proponiendo una teoría para el funcionamiento del cerebro, que además le lleva a interesantes conclusiones filosóficas. Es un tema que  no tengo demasiado trillado, por lo que a priori me interesaba más. En cambio, en los otros, Hayek trata temas que ya conozco bastante bien por otras lecturas (por ejemplo, Lachmann o Rothbard en el tema del capital, o Leony y el propio Hayek en la visión de la ley como orden espontaneo). Claro, si es difícil de leer para llegar a conclusiones que más o menos conoces, llega un momento en que no merece la pena el esfuerzo, pese a que sea toda la autoridad de Hayek la que está hablando.


¿Cuál es la teoría que propone Hayek para explicar el funcionamiento del cerebro? Creo haberla entendido, y si es así es bastante sencilla, a la par que coherente con otros conocimientos que he adquirido en los últimos años sobre evolución y psicología. Ello me refuerza el marco conceptual que manejo la respecto.

El punto de partida de Hayek son las neuronas y las conexiones neuronales, cuya funcionamiento a nivel general ya era suficientemente conocido en la época. A partir de aquí, el orden sensorial consiste en la clasificación de las percepciones (en sentido amplio), algo que no se hace de acuerdo a atributos objetivos de la realidad, sino a partir de los impulsos que tales percepciones generan. Para Hayek, la definición de clase de las percepciones se hace en base a los impulsos generados resultantes de la misma (lo que llama, "the following").

Así pues, un determinado impulso exterior se clasifica con otros simplemente por el "following" a que dan lugar, sin relación directa con los atributos de la realidad. A su vez, estos "following" pueden ser reclasificados mediante un proceso similar y recurrente, en distintas capas en suma. Estas sucesivas clasificaciones podrán tener en cuenta impulsos primarios, de nuevo, pero también impulsos secundarios con otra procedencia (por ejemplo, la memoria). Pero el proceso básico sigue siendo el mismo: clasificación de impulsos internos y externos atendiendo únicamente al "following" a que su conjunto da lugar. Eventualmente, en algún momento del proceso, habrá una reacción, esto es, habrá impulsos dirigidos a que las distintas partes del cuerpo actúen, pero eso es irrelevante para el objetivo que persigue Hayek.

A partir de esta estructura sencilla y recurrente de funcionamiento, Hayek es capaz de explicar los fenómenos conscientes (aquellos a los que dirigimos nuestra atención, lo que al final no es más que privilegiar una serie de impulsos sobre otros mediante impulsos generados por otras neuronas). Y también cómo formamos modelos en el cerebro y hacemos razonamientos lógicos: añadiendo capas y capas de reclasificación de impulsos. Para él, el funcionamiento es esencialmente el mismo, estemos hablando de funciones básicas, subconscientes o conscientes, lo que a mí me resulta coherente con la teoría de la evolución y con lo poco que he leído de anatomía: el cerebro es una sucesión de capas.

Y esto es poco más o menos. ¿Qué me interesa también? Pues como surgen estos "followings" y no otros, y es algo que necesariamente tienen que haberse producido a través de selección natural y siguiendo la teoría de la evolución. Por ser muy descriptivo: aquellos individuos en los que no se produjera un "following" doloroso tras haberse hecho una herida, tienen menos posibilidades de sobrevivir que los que sí tienen dolor. Por tanto, con el tiempo, tenderá a dominar dicho "following".

Si dicha solución es consistente, poco a poco se va haciendo una conexión "dura" entre las neuronas, llegando un momento en que todos los individuos nacen con esa conexión. Obviamente, no todas las conexiones del cerebro se habrán producido con la evolución de los hombres, sino que muchas vendrán de especies anteriores, no necesariamente homínidas. El ejemplo de Jordan Peterson con la jerarquía de las langostas viene a la mente.

De su teoría, Hayek hace una deducción muy relevante y coherente con lo que yo esperaba: es imposible que el ser humano llegue algún día a entender el funcionamiento del cerebro. ¿Por qué? Porque dicha comprensión supone un proceso recurrente de clasificación como el descrito anteriormente. Sin embargo, para poder clasificar un fenómeno, el órgano clasificador ha de ser necesariamente más complejo. Hayek comete al explicarlo un par de errores que le delatan hombre de poca ciencia: es muy divertido cuando dice que hay n clases, sean "A, B, C...., N", lo que implica que n no es n sino 14, el ordinal de N en el alfabeto!. Tendría que haber puestos A1, A2....An.
Más grave es cuando hace mal las cuentas para combinaciones de n elementos tomados de 2 en 2, sin repetición, que cualquier estudiante sabe que son n(n-1)/2.

Pero da igual, la idea es esencialmente correcta. Y compensa sus desaguisados matemáticos con un ejemplo que me parece buenísimo y super-ilustrativo. No podemos usar el cerebro para comprender el cerebro, por la misma razón que no podemos usar una calculadora para calcular el número de operaciones que la misma puede hacer.

En resumen, un libro muy interesante y bien escrito, pero tan difícil de seguir como casi toda la obra de Hayek. En conciencia, no lo puedo recomendar. Principalmente, porque si has llegado con tu lectura hasta aquí, ya has entendido lo principal del libro y, creo, espero, con mucho menos esfuerzo.



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