sábado, 25 de abril de 2020

Auf den Marmor-Klippen, de Ernst Jünger

A Ernst Jünger le tenía fichado desde que me lo recomendó un muy buen amigo (que ya no me podrá recomendar nada más, pero a quien siempre echaré de menos), aunque me daba pereza su lectura. También lo recomienda Escohotado, aunque yo creo que en parte por ser pionero en el consumo de LSD. El caso es que era cuestión de tiempo que me adentrara en estos "acantilados de mármol" y por fn le llegó la ocasión, amparado en mi supuesta fortaleza del alemán.

Y a fe que esta novelilla ha puesto a prueba la supuesta fortaleza, mein Gott. Cuando llevaba un 30% aproximadamente, decidí que me estaba perdiendo demasiado y a punto estaba de conceder que nunca sabré alemán suficiente. Capitulé, lo que en este caso supuso hacerme con una traducción al español de la novela. Y cual no sería mi sorpresa al ver que la traducción al español usa palabras tales como chovas, oquedal, yambos, trinquis, lardo, chocha, greda... y similares, que directamente es que no sé lo que significan en mi lengua materna.

Así que el problema no parecía ser mi alemán, sino más bien el vocabulario utilizado por el señor Jünger, que es ciertamente enrevesado incluso para el estándar alemán. Una vez constatada la situación, decidí mantener la lectura alemana en paralelo con la española, y sí vi con satisfacción que mi alemán mantenía su altura pese las dificultades derivadas del vocabulario tan específico.

La historia que nos cuenta Jünger es, según parece, una alegoría del ascenso al poder de los nazis en Alemania, con la oscura figura del Öberforrster que sería Hitler. La historia transcurre en un mundo figurado, compuesto por la Marina, Altaplana, la Campaña y los bosques de donde sale el mal. Y el narrador-protagonista parece ser un antiguo soldado que ahora se dedica a la colección y estudio de las plantas en compañía del Hermano Otho. Claro, si los protagonistas son herboristas y el escenario un herbolario, ya se puede imaginar que habrá palabras complicadas sobre plantas. Como así es.

Los protagonistas conviven con Lampusa y su nieto Erio, quien es hijo del narrador con una tal Julia huída. Y en las desventuras les acompañarán un par de nobles, un granjero aislado, un monje, que todos ellos supongo simbolizarán a alguien de la Alemania prehitleriana, algo en lo que no me interesa demasiado sumergirme.

Y con estos ingredientes transcurre una novela esencialmente descriptiva, a base de imágenes y sentimentos íntimos, lo que explica el difícil y rico léxico utilizado. Lo que se nos cuenta es básicamente el declive de la Marina ante el avance de las gentes del bosque, y la historia termina con los protagonistas poniéndose a salvo en el barco de un antiguo mercenario, Biederhorn. No tiene demasiando interés así contado.

Lo relevante de la novela son las imaginativas y hasta cierto punto surrealistas escenas. A poco de comenzar la historia, nos encontraremos con Erio poniendo un platillo de leche para las serpientes (Lanzenottern) que habitan el huerto de la casa. Tan rara me pareció la escena, que creía que los animales eran nutrias (Ottern) hasta que leí la versión traducida, y tras investigar algo más, porque ni siquiera me fiaba de la traducción. El cas es que esta escena tiene sentido y cierra un ciclo al terminar la novela.

Como señal del declive, Jünger se refiere al papel de los poetas y cómo se corrompió. Nos cuenta que en la Marina todo el mundo, por pobre que fuera, contrataba a los poetas en ocasiones especiales. En concreto, en los funerales, había dos tipos de ceremonias: las elegíacas, para la gente normal, y los eburnum, para los optimates o grandes personajes. Pues bien, con la toma de poder del Öberforrster se hicieron comunes los eburnum para gente de dudoso mérito (por cierto, véase lo que ocurre en nuestra democracia, estoy recordando a "notables" recientes como Zerolo o Rubalcaba), a lo que los poetas se negaron. Claro que esto no supuso problema, porque artistas de bajo rango asumieron sin pudor el papel del poeta (también aplicable a España, véase la degradación del periodismo o los titiriteros, o ayer el padre Ángel pidiendo el premio Príncipe de Asturias para el Gobierno por la gestión del Coronavirus).

Es muy llamativa la escena de la batalla, por realizarse con jaurías, algo con lo que no me había tropezado en ninguna lectura previa. Se confrontarán dos jaurías "buenas", una ligera y otra pesada, con tras una "mala" roja, mucho más numerosa. Sin embargo, la escena con la que me quedería es la magistral descripción de la ciudad en llamas, que divisa el narrador desde un mirador tras su celda.

Y no podría terminar sin una selección de hermosas y difíciles frases, que ponga para a la vez hacer ejércicio de traducción (todas las traducciones son mías)
-"Tief ist der Haß, der in den niederen Herzen dem Schönen gegenüber brennt." (Profundo es el odio que arde en los corazones mezquinos contra la belleza"

-"Von den Kadavern, die auf den Weiden faulten, waren Seuchen aufgestiegen und hatten das große Sterben in die Herden eingeführt. So bringt der Untergang der Ordnung niemandem Heil." (De los cadáveres que apestaban en los prados, se levantó la peste y sufrieron grandes muertes en sus rebaños. Así, la quiebra del orden no trae a nadie bendiciones"
 
-"Die Tapferen dieser Erde machen im Streite die Grenzen der Freiheit aus; und Waffen, die man gegen solche zückte , die führt man gegen Schinder und Schinder -Knechte nicht." (Los valientes de esta Tierra fabrican con su lucha los límites de la libertad; y las armas que contra ellos se utlizan, no se emplean contra los tiranos y sus esclavos)

-"jede echte Lehre ist Geistes-Sache, und die Ebenbilder der guten Lehrer stehn uns im Drangsal bei." (El verdadero profesor es algo espiritual, y las imágenes del buen profesor nos socorren en las tribulaciones) (No puede evitar pensar en Luke Skywalker, jajajaja)
 
-"lieber mit den Freien einsam zu fallen, als mit den Knechten im Triumph zu gehn" (mejor caer unido a los libres, que ir al triunfo con los esclavos)
 
-"Es wird kein Haus gebaut, kein Plan geschaffen, in welchem nicht der Untergang als Grundstein steht, und nicht in unseren Werken ruht, was unvergänglich in uns lebt." (Ninguna casa se construye, ningún plan se prepara, en que no esté en los cimientos su caída, y nada descansa en nuestras obras que viva en nosotros de forma imperecedera).
 
La verdad es que no sé qué hacer con este libro. No recomendaría su lectura en español (la traducción que yo he manejado no era buena), pero el alemán me parece excesivamente complicado para el disfrute que ofrece el libro. Bueno, por lo menos puedo decir que he leído a Jünger.

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