domingo, 6 de octubre de 2024

How the world became rich, de Jared Rubin y Mark Koyama

En este ensayo, los autores recopilan las diversas teorías que se han propuesto para explicar el fenómeno que le da título, esto es, cuáles fueron las causas del enriquecimiento económico del mundo. Más en concreto, aceptan que en otros momentos de la historia el mundo se ha enriquecido, pero que este enriquecimiento solo ha sido sostenido desde la Revolución Industrial inglesa. Antes había momentos de crecimiento que se alternaban con otros de destrucción y empobrecimiento que dejaban a la sociedad poco mejor que antes del ciclo. Por lo tanto, siguiendo su razonamiento, explicar por qué el mundo se hizo rico es equivalente a explicar las causas de la Revolución Industrial. A su vez, ello requiere explicar por qué se produjo en Inglaterra y en el siglo XIX, por un lado, y por qué los resultados de tal evento se han extendido de forma diferente a distintas áreas geográficas.

Por supuesto, al inicio del libro los autores constatan el hecho que tratan de explicar, y de cuya existencia no creo que dude nadie. Pero si hay alguien, que se pregunte como proponen los autores:"would you trade your current life for the life of a wealthy English baron in, say, 1200?" Yo creo que no hace falta irse tan atrás en el tiempo: la mayor parte de la humanidad en el siglo XXI viven mejor que los más ricos en cualquier momento de la historia.

Rubin y Koyama miden la riqueza, como todo el mainstream, mediante el PIB per capita de los países. La medida es basura, como es bien sabido, y prefiero no pensar de dónde habrán obtenido los datos previos al siglo XX, aunque ellos dedican algo de texto a explicar sus fuentes. Pero me da igual, porque lo que es indiscutible es el fenómeno, no hace falta medirlo para saberlo. Otra cosa sería dar precisión a dónde se vivía mejor antes del siglo XX y relacionarlo con las posibles causas, pero creo sinceramente que esta fuera de nuestra alcance hacerlo a partir de estimaciones muy dudosas del PIB de la época.

La mayor parte del libro, y la más informativa, está dedicada a las teorías sobre las causas del enriquecimiento / crecimiento económico. Las agrupan por capítulos en las siguientes categorías: geográfia, instituciones, cultura, demografía y colonización, En esta parte, tratan de ser objetivos en la presentación de las opciones, de alguna forma no pronunciándose sobre la que prefieren. A todas les ponen peros, pero parecen traslucir (¿o quizá sea mi sesgo de confirmación?) que las que más les convencen son las instituciones y la cultura. 

Una vez presentadas estas teorías, tratan de ensamblarlas en un puzzle que ya sí explique las cuestiones concretas que he recogido más arriba. Aquí sí claramente se inclinan por las institucionales para explicar la difusión de a otros países del enriquecimiento ocasionado por la Revolución Industrial, que complementan con otras de todo tipo para tratar de explicar por qué ocurrió en Inglaterra y no, por ejemplo, en Holanda.

Yo, por mi parte, tenía claro antes de leer el libro que las causas eran necesariamente institucionales. O, de forma más precisa, las instituciones correctas son un factor necesario, aunque los derroteros micro por los que se llegue al enriquecimiento varien enormemente según las circunstancias. Esto significa que la presencia de instituciones adecuadas es la causa mediata, que es la importante, mientras que las otras que explican Rubin y Koyama son inmediatas o accidentales. Aclaro que cuando hablo de instituciones no solo me refiero a las formales, por lo que agrupo en el marco institucional los condicionantes que puedan venir de la cultura, condicionantes que pueden influir y ser influidos por las instituciones formales. 

La prueba evidente de que las instituciones son el factor esencial está, precisamente, es que si cambian las instituciones, se puede interrumpir el crecimiento sostenibles que equiparan los autores con enriquecimiento. ¿Puede alguno de ellos asegurar que Reino Unido seguirá siendo rico para siempre? ¿No eran Argentina o Cuba de los países más ricos al principio del XX, y dicho crecimiento se detuvo completamente cuando cambiaron sus instituciones? ¿Está libre Reino Unido de que algo similar no le ocurra en el futuro? De hecho, si se analizan el imperio Romano o el español, seguro que se encuentra también el patrón de crecimiento sostenido, precisamente hasta que se deterioran las instituciones.

Como digo, Koyama y Rubin distinguen entre instituciones formales y cultura, Al respecto de las primeras su foco es en la democracia representativa y un Estado fuerte, que asegure el cobro de impuestos. Ambas ideas me crean incomodidad. La primera la matizan repetidamente con el tema del tamaño del Estado; para mí, la democracia es un señuelo que cada vez tiene menos que ver con la libertad, por lo que tengo claro donde debe estar el foco. Respecto a los impuestos, la teoria económica es clara, y contribuyen a la destrucción de riqueza y no a su creación. Pero puedo aceptar que en origen solo un Estado fuerte y creíble, con recursos, podría garantizar el cumplimiento de los contratos o la seguridad, y en este sentido podía suponer un avance institucional. Ahora mismo ya no es el caso, y creo que los autores compartirían conmigo que no es buena idea subir los impuestos para conseguir crecimiento.

Para aceptar la tesis institucionalista hay que encajar en ella el caso de China, cuyo crecimiento económico es indudable, y se ha producido supuestamente bajo una dictadura comunista. Aunque yo tengo alguna duda sobre el poder omnímodo de la dictadura china (por ejemplo, ver este libro ), me gusta la tesis que comparten los autores, sobre que en China se legitima al buen gobierno, lo que pone límites a la citada dictadura, que tiene todos los incentivos para que haya enriquecimiento, y por tanto es mucho más liberal en lo económico, no ya que otras dictaduras comunistas, sino que países democráticos como los europeos. 

No obstante, la principal aportación que me ha supuesto la lectura de este libro creo que hubiera sido inesperada para los autores, que dan relativamente poca importancia al desarrollo de la Ciencia para explicar la Revolución Industrial y, por tanto, el enriquecimiento del mundo. Sí hablan de una República de las Letras, "Europe-wide forum in which Enlightenment elites disseminated and disputed the cutting-edge scientific findings and philosophical insights of the day." que recompensaba y promovía la innovación. Pero a mí la luz se me encendió cuando hablan de la Segunda Revolución Industrial: 

"The Second Industrial Revolution, generally dated from 1870 to 1914, differed from the first in its use of science. This was important because it accelerated the rate of technological change. New inventions in medicine, chemicals, and energy paved the way for more inventions as well as improvements upon those inventions. They also enabled more scientific discoveries. This period saw a feedback from science to technology that is still the dominant paradigm today."

Yo no necesito más: marcos institucionales buenos los hubo durante toda la historia de la humanidad, aproximadamente al comienzo de cada Imperio, en el país que lo detentó. Lo que faltaba para que el enriquecimiento así generado fuera sostenible era la Ciencia. Una vez apareció el conocimiento científico, el coste de emprender se redujo enormemente, el capital acumulado fue creciendo exponencialmente, lo que a su vez facilitó mayores oportunidades de emprendimiento.

Ahora, lo que sería interesante, y el libro apunta ideas, sería investigar por qué tanto Ciencia como instituciones adecuadas surgieron en Europa y no en otros países del mundo. ¿Será por la geografía? Ahí lo dejo caer.

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