jueves, 20 de febrero de 2025

Ébano (Ashanti), de Alberto Vázquez Figueroa

De Vázquez Figueroa leí hace mucho tiempo cosas. Si no recuerdo mal, Tuareg lo leí, y creo que también es suya ¿Quién mató al embajador? (La verdad es que "creer" en la época de Internet es cosa de perezosos: ya he chequeado que realmente es suya, aunque prefiero dejar la redacción que me salió).

En su momento me parecieron unas novelas correctas, entretenidas, pero sin más capacidad para engancharme al autor y seguir leyendo cosas. Tenían, como tiene este, ese tono ingenúo de la novela española setentera y ochentera, en que los personajes tienen pocas dobleces y las cosas están más o menos claras a nivel psicológico, por lo que solo hay que centrarse en la aventura.

Esta me la he leído por su temática y subtítulo, puesto que acabo de volver de un viaje a la capital Ashanti (Kumasi, en Ghana) y he tenido tiempo en los largos trayectos para reflexionar sobre la esclavitud. Por cierto, dejo ya aquí caer que la potencia del imperio Ashanti se debió a que exclavizaban a las tribus vecinas para vendérselas a los comerciantes blancos.

El caso es que la historia que nos plantea don Alberto va precisamente de esclavitud en nuestros tiempos. Bueno, en sus tiempos (la novela es de 1974), espero que ahora la situación haya mejorado y ya no haya transporte de esclavos a través del Sahara.

El protagonista, David, fotógrafo, se casa con una hermosa negra, Nadia, atleta olímpica y con carrera universitaria (incidentalmente, descendiente de los Ashanti) y se va de luna de miel a hacer fotos por Áfirca. En un descuido por Camerún, la moza es capturada por un traficante de esclavos que se empeña en llevarla a través del Chad y Sudán a Arabia Saudi, donde espera obtener un buen precio por ella, y algo menos por los otros esclavos que la acompañan.

A partir de aqui, la novela traza en paralelo el recorrido de David en busca de su amada, y el de ésta en la caravana de esclavos. Ello dará lugar a grandes momentos en que se describe el África subsahariana, en los que se revela a Figueroa como un claro amante del continente.

"No completó la frase; habían sobrepasado un campo de cortas dunas, y ante ellos se abría lo que siglos atrás debió de ser un caudaloso y ancho río, y ahora no era más que una profunda depresión de escarpadísimas orillas y lecho pedregoso.—La Sekia…—señaló el targuí—. Aquello es Sudán."

"«las piedras que andan», rocas de cien kilos de peso que avanzaban dejando tras sí un ancho surco en la arena,"

¿Por qué hay gente que opta por vivir en lugares como el Sahará y hasta los ama? Una explicación muy de economía austriaca: "Los humanos somos seres extraños y, afortunadamente, muy diferentes los unos de los otros… Para la mayoría, este desierto no significa más que el último rincón del mundo, y esta lucha, un quijotismo trasnochado. Para mí, en el desierto he llegado a encontrarme a mí mismo,"

Es una lectura interesante, en la que no hay mucha sorpresa. El malo está claro: "Generaciones de sus antepasados habían recorrido África traficando en esclavos, sacándolos de sus pestilentes pantanos y sus húmedos bosques en los que apenas se diferenciaban de los animales, para convertirlos en seres humanos en los mercados de Zanzíbar, Jartum, o La Meca, y a nadie se le había ocurrido pensar jamás que lo que hacían no fuera justo a los ojos de Alá.". Y también lo está el desenlace, aunque la tensión se mantenga hasta la última página.

Me gusta esta reflexión, que quizá siga vigente, aunque no esté tan claro como en 1974: "Como un nuevo Mahoma nacido de las arenas del desierto, el petróleo es obra de la voluntad de Alá, para que recuperemos el esplendor de los tiempos pasados… Dominaremos el mundo sin necesidad de derramar sangre, y puedes estar segura de una cosa: no lo manejaremos peor de lo que está manejado ahora."

Por último, no puedo dejar de llamar la atención sobre la ironía de esta reflexión de Nadia, al hilo de lo que comenté hace unos párrafos: "Ella, Nadia, era ashanti, «coromantina», y no dejaría que la «melancolía fija» la venciera. Lucharía por su libertad hasta el último momento; hasta que no quedara oportunidad de escapar, y sólo entonces pondría fin a su vida, aunque fuera por el sistema de contener la respiración hasta asfixiarse."

En suma: nada especialmente relevante, pero sí una lectura entretenida e informativa. 

miércoles, 19 de febrero de 2025

Pálido fuego ("Pale fire"), de Vladimir Nabokov

Segundo intento de recuperar al gran Nabokov de Lolita, tras la reciente lectura de Laughter in the Dark, y segundo fracaso, No sé si lo intenteré otra vez con Ada, or the Ardor, pero de momento lo voy a dejar en barbecho.

Pale Fire es ciertamente un libro muy, muy extraño. Su planteamiento, como ahora explicaré, es  original, pero no acaba de funcionar. Pale Fire es un poema de unos 1000 versos escrito por John Shade. Pues bien, la novela de Nabokov se estructura como una edición de dicho poema anotada por el autor y narrador, quien se muestra desde el principio como amigo y valedor del poeta. "One is too modest to suppose that the fact that the poet and his future commentator first met on a winter day somehow impinges here on the actual season."

Quien haya leído una edición anotada de cualquier obra clásica me entenderá. Hay un prefacio, en que se nos introduce la obra y el autor; luego se reproduce la obra, y finalmente las notas explicativas, para los versos en que el comentarista las juzgue necesarias. Además, se acompaña de un índice de materias que también es satírico. Esta es la estructura que sigue Nabokov en su novela, pero téngase en cuenta que todo es ficticio y por así decirlo de broma. La poesia se la ha inventado Nabokov, como al poeta y al analista. 

Y la obra pretende ser divertida. Rescato aquí un par de fragmentos del poema, para dejar claro que no hay épica ni lirismo que valga, sino cosas muy de andar por casa:

"At first we'd smile and say: 

"All little girls are plump" or "Jim McVey 

(The family oculist) will cure that slight 

Squint in no time.""

"Now I shall speak of evil as none has
Spoken before. I loathe such things as jazz; 
The white- hosed moron torturing a black 
Bull, rayed with red; abstractist bric- a- brac; 
Primitivist folk- masks; progressive schools; 
Music in supermarkets; swimming pools; 
Brutes, bores, class- conscious Philistines, Freud, Marx, 
Fake thinkers, puffed- up poets, frauds and sharks"

El poema ya deja al lector un poco tocado, porque no es difícil enterarse de qué va la vaina, pero al menor tiene por delante un montón de notas que se supone que le explicarán el poema y darán sentido al libro.

Esperanza que se completamente truncada cuando el comentarista empieza a hablarnos de un país llamado Zembla, de las vidas de la gente de allí y de un tipo llamado Gradus, cuando no puramente personales. Todo ello, siempre, con forma de anotaciones al poema.

Por ejemplo: "Line 130: I never bounced a ball or swung a bat Frankly I too never excelled in soccer and cricket: I am a passable horseman, a vigorous though unorthodox skier, a good skater, a tricky wrestler, and an enthusiastic rock- climber."

O: "The passage 797 (second part of line)- 809, on the poet's sixty- fifth card, was composed between the sunset of July 18 and the dawn of July 19. That morning I had prayed in two different churches (on either side, as it were, of my Zemblan denomination, not represented in New Wye) and had strolled home in an elevated state of mind."

Para el interesado sobre el ficticio territorio de Zembla: "The Bera Range, a two- hundred- mile- long chain of rugged mountains, not quite reaching the northern end of the Zemblan peninsula (cut off basally by an impassable canal from the mainland of madness), divides it into two parts, the flourishing eastern region of Onhava and other townships, such as Aros and Grindelwod, and the much narrower western strip with its quaint fishing hamlets and pleasant beach resorts."

Y así transcurre la lectura, con Nabokov apuntando sus maravillosa manera de escribir, pero con el lector pérdido en historias aparentemente desconectadas y sin saber muy bien a qué atenerse. He de decir que al final todo tiene su lógica, que revelaré más abajo para no hacer spoiler. Pero tendrá que ser un lector obstinado el que alcance esas páginas finales para que el puzzle queda al compuesto. Yo me he pasado la mayor parte de la lectura deseando terminar el libro de una vez y pasar a otra cosa, maldición de quien no es capaz de dejar un libro sin acabar.

Voy con el spoiler: lo que ocurre es que el narrador/comentarista es en realidad el rey de Zembla huído de aquel país y perseguido por un asesino, el tal Gradus. Y lo que quería de Shade era un poema referido a su país Zembla. Pero resultó que Shade hico la poesía que le dio la gana, y el narrador solo la pudo leer despues´de que el poeta muriera, por error, a manos de Gradus.

martes, 18 de febrero de 2025

El laberinto de los extraviados ("Le Labyrinthe des Égarés"), de Amin Maalouf

Como tengo oportunidad de decir cada vez que termino uno de sus libros, Maalouf es uno de mis escritores preferidos en lengua francesa, de quien he leído absolutamente todo. Por desgracia, las últimas obras que he leído, o que ha escrito, ya no eran sus maravillosas novelas, sino mas bien ensayos. Así ha sido con las lecturas más recientes de él, que son las únicas que recojo en el blog: El naufragio de las civilizaciones y la bastante anterior Las cruzadas vistas por los árabes

De hecho, uno de los grandes elogios que puedo hacer de una novela es que su estilo me recuerda a Maaloug. Así lo hice con las excelentes Ali y Nino, de Kurban Said, o Todo se desmorona, del nigeriano Chinua Achebe. Vuelvo a recomendarlas aquí.

Pero la obra que nos ocupa no es novela, sino ensayo. Parece que Maalouf ha abandonado el género que le hizo famoso, y ahora prefiere reflexionar sobre el devenir de la sociedad actual, lo que hace desde una excepcional atalaya, dado su profundo contacto con las culturas orientales y el Islam. Así que, cuanto menos, cabe esperar de él un enfoque original.

En este libro, Maalouf reflexiona sobre el modelo de sociedad de occidente, básicamente el establecido por los Estados Unidos, y analiza las alternativas que pudieron ser y no fueron. Menos mal que después de todo el repaso concluye que estamos en el mejor mundo, pese a todos los defectos que se pueda encontrar en la sociedad americana,

Las alternativas para Maalouf pudieron venir de tres países: Japón, la Rusia soviética, y China. Y lo que hace es contarnos una breve historia de las tres potencias, acompañada de la de EEUU, a la que califica como la ciudadela de occidente.

Aunque igual la historia que nos cuenta no sea demasiado rigurosa, lo hace con ese estilo brillante que le caracteriza, con lo que el libro no es que se lea, es que se devora. No creo que merezca la pena detenarme sobre detalles. De la que más he aprendido, por desconocimiento, es de la de Japón. La de Rusia y la URSS la conozco bastante mejor, y no me ha descubierto demasiadas cosas Maalouf. Respecto a China, me ha ayudado a sistematizar lo que ocurrió a finales del XIX y principios del XX: por fin he sitúado las guerras del Opio, y el papel jugado por Mao Zedong antes de hacer de aquello una república comunista.

Quizá la sorpresa más grande me la he llevado con EEUU, donde Maalouf encuentra como mayor problema los conflictos raciales con los negros ("un échec tout aussi étonnant, et qui demeure, pour les États- Unis, jusqu’à ce jour, une tache, et même une tare : leur affligeante incapacité à résoudre la question raciale."), y nos traza una interesante historia con la que podemos entender bastantes cosas de la sociedad americana. Y es que, me parece, la problemática allí es sui generis en comparación con el resto del mundo.

Dejo algunos párrafos que explican el origen del problema, que parecía resuelto tras la victoria de los federales en la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud.

"La raison de cette impasse, c’était que la Louisiane, la Floride et la Caroline du Sud avaient « retenu » leurs votes jusqu’à ce qu’on accepte leurs conditions, qui étaient de mettre fin à la reconstruction, de retirer les troupes nordistes qui stationnaient encore dans les États sudistes, et de reconnaître à ces derniers le droit de gérer désormais « leurs » affaires sans que le pouvoir fédéral puisse s’en mêler."

Como consecuencia de estas concesiones, "Le territoire de l’ancienne Confédération devint une zone de non- droit, où une partie significative de la population était privée des attributs de la citoyenneté comme de tous ses droits civiques. Et où l’on imposa une ségrégation raciale systématique dans les écoles, les administrations, les lieux de résidence, les transports publics, etc. Des hordes de Blancs pratiquaient des lynchages en toute impunité, tandis qu’un larcin commis par un gamin « de couleur » pouvait le conduire à la chaise électrique."

Eso en los estados del sur. Pero, en general, esto es lo que ve Maalouf que ocurrió:

"Bien entendu, cette « neutralité » n’avait pas, pour les deux communautés raciales, des conséquences similaires. Les Blancs étaient déjà au pouvoir, dans tous les domaines et depuis plusieurs générations. Ils tenaient solidement l’administration, l’économie, les écoles, les tribunaux, les journaux, les forces de sécurité et tout le reste. Sans doute les Noirs étaient-ils tout aussi motivés pour se battre, mais ils n’en avaient absolument pas les moyens. C’est comme si, sur un ring, l’arbitre avait annoncé que tous les coups étaient désormais permis, sans se préoccuper du fait que l’un des deux boxeurs avait les mains et les pieds menottés."

Maalouf recoge el ejemplo de Woodrow Wilson, el preclaro presidente norteamericano que redefinió las reglas internacionales tras la primera Guerra Mundial, con el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Lo que nos aclara Maalouf es que "quand Wilson parlait du droit à l’autodétermination, il avait à l’esprit les nations d’Europe centrale et orientale, qui ne supportaient plus l’autorité des Russes, des Autrichiens, ou des Turcs ; jamais il ne songeait aux « peuples de couleur »". Porque, en el fondo, Wilson creía en la superioridad de los blancos sobre las demás razas, a las que había que tutelar: "Chez la grande majorité des gens, les lettrés comme les illettrés, les progressistes comme les conservateurs, il y avait une vision hiérarchisée des races, et Wilson ne faisait pas exception à la règle." Todo ello compatible con el progresismo y el feminismo de Wilson.

Mucho material para la reflexión, vamos. El epílogo es muy poco interesante, con las esperadas alusiones al cambio climático o la IA, y también con la esperada conclusión de que todo tiene solución siempre que aceptemos que en este momento estamos "extraviados". Por suerte, aquí se queda Maalouf y no se dedica a proponer soluciones.

Aunque el libro me ha gustado bastante, y me parece recomendable, no quiero dejar sin mencionar su principal problema y que casi hace que lo deje de leer a poco de empezar. Se refleha en párrafos como el siguiente, referido a la expansión geográfica de Europa: "Dans les décennies suivantes, tous les océans seraient sillonnés par des capitaines, des aventuriers, des négociants, des botanistes et des missionnaires venus de Gênes, de Venise, de Porto, de Bristol, d’Amsterdam ou de Saint- Malo. Une vaste entreprise d’exploration, de colonisation, d’exploitation et de conquête, qui allait faire de l’Europe occidentale, pour des siècles, le centre politique, économique et intellectuel de la planète."

¿Nadie echa de menos algo? ¿La ausencia de referencias a España es negligencia, ignorancia o simplemente chauvinismo francés de un libanés? A ver, yo le doy el beneficio de la duda, y por eso seguí la lectura. En general, este desconocimiento no se hace patente en el resto del libro, aunque vuelve a haber alguna morcilla, como cuando se refiere al nacimiento de EEUU ("Il n’était pas facile pour une nation émergente de préserver sa neutralité face aux puissants empires européens qui avaient pris l’habitude d’obtenir, de gré ou de force, tout ce qu’ils désiraient."), pero afirmando que dichas potencias europeas eran Inglaterra y Francia. ¿Qué posesiones tenian entre las dos que pudieran incomodar a la nueva nación?

Bueno, prefiero no seguir con esto, que me quitaría el buen sabor de boca que me dejó al final este libro.

miércoles, 29 de enero de 2025

Los filósofos terrenales ("The worldly philosophers"), de Robert Heilbroner

Se trata una pequeña historia del pensamiento económico centrada en sus grandes personajes. Como tengo muy reciente la de Rothbard que leí antes del verano, las comparaciones son inevitables. Lo primero que llama la atención es, por supuesto, el enfoque de "grandes hombres" por el opta Heilbronner, el tradicional, que es criticado constantemente por Rothbard en su obra, demostrando en cada capitulo que hubo muchos personajes que contribuyeron a la construcción de las ideas económicas.

Esto es especialmente llamativo en el primer capítulo, que Heilbroner dedica a argumentar que no hubo economía prácticamente hasta el tiempo de Adam Smith. Según él, la economía está asociada a la existenci del mercado, algo que no había anteriormente, en las épocas dominadas (según él) por "Tradición" y "Command". Obviamente, no responde a cómo se superaron dichos sistemas sin "economia", aunque sí que afirma sin darse cuenta de la contradicción implícita que "Still another deep current lies in the material changes that eventually made the market system possible" ¿Y cómo se produjeron esos cambios materiales? 

También en este primer capítulo enseña su patita marxista, que confesará abiertamente en el último, cuando nos dice: "Land, labor, and capital as “agents” of production, as impersonal, dehumanized economic entities, are as much modern conceptions as the calculus. Indeed, they are not much older." Todos sabemos que esa categorización no tiene demasiado sentido económico salvo para los marxistas.

Lo segundo que llama la atención es la calidad literaria del libro. Heilbroner escribe francamente bien, mejor que Rothbard (ya que estamos comparando), y eso que a Rothbard es un placer leerlo. Sin embargo, Heilbroner tiene un puntito más literario. Un ejemplo, también sacado del primer capítulo: "The new way of life grew inside the old, like a butterfly inside a chrysalis, and when the stir of life was strong enough it burst the old structure asunder. It was not great events, single adventures, individual laws, or powerful personalities that brought about the economic revolution."

Así que tenemos un libro de muy agradable lectura que trata sobre una serie de economistas que para el autor son los más destacados en la conformación del pensamiento económico y social. Entre los elegidos están los sospechosos habituales: Adam Smith, David Ricardo (con Malthus!), Marx, Keynes y Schumpeter. Junto a estos hay un capítulo dedicado a Thorstein Veblen, desconocido para mí y prescindible, y otros dos más corales: uno para los socialistas utópicos (Owen, Saint-Simon y Fourier a quienes me cuesta calificar como economistas) y otro para los que llama "underworld victoriano", donde incluye a Bastiat, Hobson y Marshall.

Y lo cierto es que son los personajes los verdaderos protagonistas del libro, y no tanto sus ideas. Para quien quiera conocer detalles biográficos, curiosos e incluso picantes, de los economistas más conocidos, este libro es un tesoro, tanto por su contenido como por la bibliografía. Pero esto es algo que a mí no me interesa. Confieso, eso sí, que puede explicar de dónde salieron sus ideas, para bien o para mal. Por cierto, observo que el tratamiento que da a la vida de Karl Marx es bastante más amable que el que le da Federico Jiménez Losantos en su Memoria del Comunismo. ¿De quién fiarse más?

No hay demasiado que objetar al libro. Después de todo, Heilbroner rara vez está contándote lo que él piensa, sino exponiendo tan objetivamente como le es posible las ideas de cada pensador. El problema ocurre las contadas ocasiones en que se decide él a explicarte las cosas para que entiendas mejor el pensamiento de los protagonistas. Aquí se dedica a meter morcillas tanto más peligrosas porque están en un contexto de objetividad sobre la vida y obra de los pensadores.

Esto es especialmente pernicioso en el caso de Keynes, pues Heilbroner explica de forma sencilla los problemas que tiene el ahorro y la acumulación en la aparicion de crisis económicas. Un lector menos avisado igual compra la mercancia averiada. Dejo solo uno de los numerosos párrafos en que Heilbroner acumula sus errores: "Business does not need savings to carry on its everyday operations; it pays its expenses from the proceeds of its sales. Business needs savings only if it is expanding its operation" ¿De dónde habrá sacado esta idea?

También cuando se refiere a los aciertos de las predicciones de Marx: "A propensity to crisis—what we would call business cycles—was not recognized as an inherent feature of capitalism by any other economist of Marx’s time, although future events have certainly vindicated his prediction of successive boom and crash." ¿En serio a estas alturas Heilbroner cree que las crisis son inherentes al capitalismo? ¿No ha leído a Hayek?

De hecho, afirma respecto a Schumpeter: "He worked out an ambitious plan to stabilize the Austrian currency, but conflicts and disagreements forced his resignation before the plan could be approved. It would probably have failed—nothing could have arrested the inflationary juggernaut gathering momentum at that time." Amigo Heilbroner, como la inflación es un fenómeno monetario, basta no emitir más moneda para "arrest the inflationary juggernaut".

Otra pista de su marxismo militante a agrupar a Marx con Freud y Plato, como si estos dos no hubieran sido sobradamente superados por la ciencia actual, y el primero expuesto como un fraude por la psicología contemporánea. "Marx taught us not just to look at, but to look through, history, just as Freud taught us to look through the façade of personality to the psychic processes within us, or as Plato taught us to look through the screen of unexamined ideas to the veiled questions of philosophy. (...) That is why Marx’s name, like those of Freud and Plato, remains contemporary."

A nadie sorprenderá que el capítulo que más me haya gustado sea el que dedica a Schumpeter, al único que, por cierto, tuvo oportunidad de ver en directo. Es curioso que Heilbrones explique tan bien la explicación del austriaco (de la teoría económica austriaca) sobre los beneficios empresariales pero parezca no entenderla, como revela el párrafo antes citado al respecto de Keynes.

Me han resultado muy interesantes las conclusiones que saca de la lectura de Schumpeter: "the businessman who decides that the game is not worth the candle is bowing to cultural, not economic, pressures. Indeed, is it not Schumpeter’s triumphant final conclusion that the processes of economics are not sufficient in themselves to determine how the system goes? " Y no puedo estar más de acuerdo, lo estamos viviendo en la actualidad. En un contexto de Estados omnipotentes como en el que vivimos, es obvio que las reglas económicas no bastan para predecir el resultado del sistema. Lo que más le condiciona, al menos en el corto y medio plazo, es lo que haga cada Gobierno, y esto está fuera de las leyes económicas.

Sin embargo no comparto el corolario derrotista: "And does not the Schumpeterian scenario mean that all that is now past—that whatever the predictive capability of economics, it no longer matters?" Por supuesto que importa, porque la única capacidad predictiva de la teoría económica es precisamente en el contexto de la intervención estatal de la economía (eso nos dicen Hayek y Rothbard, el primero secundarios de lujo en la obra de Heilbroner). En suma, yo releo a Schumpeter como denunciando que al económico se superpone un sistema polítiico con más capacidad para determinar su funcionamiento a corto plazo, pero cuyas consecuencias son desastrosas para la sociedad, y estas sí las predicen los economistas.

Se disfruta mucho leyendo este libro, es como una revista del corazón sobre los economistas más importantes. No tengo claro que se aprenda mucho de economía, en cambio, téngalo el lector claro y decida su lectura en función de lo que vaya buscando.

martes, 28 de enero de 2025

Risa en la Oscuridad ("Laughter in the Dark"), de Vladimir Nabokov

Lolita es la novela mejor escrita en inglés que he leído. Nabokov me pareció un genio en el manejo del lenguaje, pese a su origen ruso, lo que no deja de ser sorprendente. Desde que leí Lolita tenía pendiente leer alguna cosa más de él, pero no acababa de arrancarme, sobre todo por las dudas de qué libro leer. Digamos que Lolita ahoga al resto de su obra, de la que me atrevo a decir que es poco conocida. Antes de una búsqueda intensiva, el único libro que me sonaba de él era "La defensa Luzhin", que quizá pueda ser interesante leer también.

Este con el que he retomado a Nabokov es anterior a Lolita y, por momentos, parece un intento previo. Tenemos al protagonista maduro, con el sugerente nombre de Albinus, y tenemos a la chavala de 16 años, Margot. La infatuación del primero por la segunda es ciertamente muy similar a lo que ocurre en Lolita: "He kept discovering new charms in her— touching little things which in any other girl would have seemed to him coarse and vulgar. The childish lines of her body, her shamelessness and the gradual dimming of her eyes (as if they were being slowly extinguished like the lights in a theater) roused him to such frenzy that he lost the last vestige of that diffidence which his prim and delicate wife had demanded of his embraces."

Sin embargo, aquí las cosas son más dramáticas, pese al tono ligero con que las trata el autor ("she was pretty, when viewed at a certain angle and in a certain light, but so cold and coy that he soon gave her"). Por un lado, Albinus está casado y tiene un hija, Irma. Por otro lado, Margot tiene un amante por el que bebe los vientos, Rex, pero cuya moralidad dista de ser recta. Será el trio conformado por estos dos junto a Albinus el que de cuerpo a la trama. Que, por cierto, ocurre principalmente en Berlin ("where people were, as they always had been, at the mother-in-law stage of humor") pese a que todo el rato parece una trama americana.

Lo más decepcionante es que Nabokov aún no ha alcanzado la madurez de estilo que brillará en su obra maestra, por lo que nadie encontrará disfrute en su mera lectura. Y la trama no da demasiado de sí, por lo menos no hasta el giro clave de la novela, en que Albinus (va spoiler) se queda ciego, lo que es pasada la mitad del libro. Hasta ese momento, poco interés la verdad.

Una vez ocurrido el accidente, ya sí que consigue Nabokov agitar emociones en el lector, ante el abuso y ridículo a que se está sometiendo a Albinus. No se olvide que Rex "loved to fool people; and the less trouble the process entailed, the more the joke pleased him. And at the same time this dangerous man was, with pencil in hand, a very fine artist indeed." O sea que encontrará en la situación una mina para su proclividad. Por ejemplo: "Now and then Rex, who loved taking risks, went up quite close to Albinus on the tips of his bare toes and touched him with the utmost delicacy. Albinus uttered an affectionate purring sound and tried to embrace the supposed Margot while Rex side- stepped noiselessly and went back to the window sill— his habitual perch."

Además, "His culture was patchy, but his mind shrewd and penetrating, and his itch to make fools of his fellow men amounted almost to genius.", con lo que nos deja con esta broma genial que le hace a una actriz cuyo nombre lo invita: "Tell me, have you read Tolstoy?” “Doll’s Toy?” queried Dorianna Karenina. “No, I’m afraid not. Why?”" Si no fuera por lo odioso que es, Rex sería el personaje que justificaría la lectura de este libro.

Tampoco es que uno empatice demasiado con Albinus, que ha dejado a su mujer y no ha mostrado demasiado dolor por (otro spoiler) la muerte de su hija. Pero la situación es de las que despiertan la rabia de cualquier espectador, que ahora sí está deseando que ocurra algo para que termine el abuso.

En fin, novelita bastante convencional de Nabokov, con algun punto interesante en la narrativa, pero muy lejos de alcanzar el talento literario que convirtió a Lolita en una obra maestra. Eso habrá que buscarlo en alguna otra de sus obras, ¿quizá "Ada, or Ardor"? ¿O "Pale Fire"? Lo veremos próximamente,



domingo, 26 de enero de 2025

Motel of the Mysteries, de David Macaulay

Este cuentecillo aparecía recomendado por Eric H. Cline en Three stones make a wall, que leí hace nada. Es una parodia de los trabajos arqueológicos, me atrevería a decir que en concreto del descubrimiento de la tumba de Tut-Ankh-Amon. Transcurre en el año 4000 y algo, cuando la civilización yankee lleva desaparecida unos 2000 tras un acontecimiento catastrófico (colapso de la civilización bajo millones de panfletos publicitarios tras hacerse gratis el correo postal).

Pensé que me reiría un buen rato con este libro, y era cierto que me reiría, pero mucho menos de un rato, porque es un libro cortísimo, que además da poco de sí una vez superado la idea inicial. Incluso siendo corto, se hace repetitivo que todo sea "sacred". La verdad es que tengo dudas de si este era un libro para adultos o no, pero bueno.

Lo que ocurre es que los protagonistas encuentran enterrado un motel de carretera. Toda la broma va de asumir que dicho motel era un complejo funerario de la época, y tratar las cosas mundanas que cabe esperar de un motel como si fueran artefactos sagrados o de los que no se conoce el uso. La historia está ilustrada con dibujos para que la broma sea más visual. La narración termina con un inventario de los objetos encontrados, e incluso una descripción de los souvenirs que puedes encontrar en la tienda del museo.

Poco más que decir. Divertido en las primeras páginas y luego aporta muy, muy poco más. Pero como se lee en media horita, pues no pasa nadie si alguien tiene curiosidad. Yo dejo aquí algunos extractos graciosos que revelan lo que da de sí esta lectura:

Refiriéndose a las carreteras: "Because the various patterns can only be fully appreciated from the air, the German scholar Heinrich Von Hooligan believes the stripes were planned either as landing strips for extraterrestrial craft or as coded messages from the inhabitants of the continent to their many powerful gods."

Descripción de la habitación del motel: "Everything in the Outer Chamber faced the Great Altar( No. 1), including the body of the deceased, which still lay on top of the Ceremonial Platform( No. 5). In its hand was the Sacred Communicator( No. 3) and around its wrist was a flexible golden band( No. 4) bearing an image similar to that of the upper"

(Va acompañado de un dibujo de la habitación donde se aprecia que 1 es la televisión, 5 es la cama, 3 el mando a distancia  y 4 el reloj)

Por cierto, de la tele se nos dice en el inventario: "This magnificent structure, toward which everything in the outer chamber was directed, represents the essence of religious communication as practiced by the ancient North Americans."

Por último, la descripción del desatascador del baño:"The instrument on the right is probably of the percussion family, but as yet the method of playing it remains a mystery. It is, however, beautifully crafted of wood and rubber." 

sábado, 25 de enero de 2025

Resturlaub, de Tommy Jaud

De Tommy Jaud ya había leído algún que otro libro, Voll Idiot si no recuerdo mal. Es un escritor contemporáneo, de comedia, ligero de leer y muy recomendable para quien esté aprendiendo alemán. Lo he recuperado para mantener vivo el teutónico idioma, no sea que se me anquilose. Buena elección.

Lo que no esperaba de este libro es que hubiera sido llevado al cine, cosa que ocurrió en 2011, y aún menos que la película la tradujeran a español, con el título "El resto de las vacaciones" (pésima traducción, por cierto, del título de la novela).

La historia que se nos cuenta es ciertamente simple. Pitschi, el protagonista y narrador, vive en la preciosa ciudad de Bamberg, cuya visita recomiendo más que la lectura de esta  novela. Allí lleva una vida relativamente monótona, con su trabajo, sus amigotes y su eterna novia, Biene. Cuando el último de sus amigos, Arno, se casa, Pitschi entre en crisis porque no quiere seguir la senda que todos parecen trazarla. Así que aprovechando unas vacaciones de descanso (las Resturlaub del título) que va a compartir con su grupo, se inventa una excusa de último momento para quedarse en Bamber, aunque en realidad se pira a Buenos Aires, donde le seguiremos en sus peripecias hasta el previsible desenlace que no develaré aqui.

El libro se lee bien, aunque no tiene nada destacable. Se apuntada a una academia de idiomas, trata de buscar trabajo y se relaciona con taxistas. Todo muy normal, casi sin interés, salvo por las reflexiones que acompañan los distintos hechos. El principal problema que tiene el libro es que los dos acontecimientos clave son completamente inverosímiles, con lo cual parecen "Deus-ex-Machina" para poder resolver la novela. Aunque son innecesarios, porque para ese momento el lector ya sabe lo que quiere hacer Pitschi.

Los momentos más divertidos tienen que ver con su relación con los argentinos y los lógicos problemas de idioma. Quizá lo más memorable sea cuando en su desesperación por encontrar amigas se hace con el móvil de su casero y busca frenéticamente mujeres en su lista de contactos. Como no sabe a cuál llamar, decide quedarse con el teléfono de una de ellas, con el sugerente nombre de "Abuela". El desenlace es previsible, pero tiene lugar en uno de esos cafés nobles que se ven constantemente en Buenos Aires, de cuya descripción también podremos disfrutar,

También me gustó la descripción que hace la primera vez que tiene que cruzar la Avenida 9 de Julio, que quizá sea la más ancha del mundo. Impresiona incluso a los que conocemos la Castellana, no va a hacerlo a un residente de una ciudad medieval alemana.

Me lo he pasado entretenido con este libro y he reverdecido el alemán. Nada que merezca especialmente la pena, no está traducido al español. Pero, por mi parte, dentro de unos meses seguramente me lea otra novela de Jaud con el mismo propósito: ahí me quedan Hummel Dumm y Millonär.

viernes, 17 de enero de 2025

La era de la Inteligencia Artificial y nuestro futuro humano ("The age of AI - And our Human Future"), de Henry A. Kissinger, Eric Schmidt y Daniel Huttenlocher

Encontré la referencia a este ensayo en alguna de las lecturas recientes, pero no recuerdo en cual. Sobre el tema de la IA se escriben cantidades industriales de manifiestos, ensayos y panfletos, cada uno tratando ser más alarmista o más fantástico que el anterior, pero yo creo que estoy bien servido con cosas serias, como por ejemplo este que leí hace un tiempo: Predictions Machines y que vuelvo a recomendar.

No estaba especialmente interesado en ampliar mis horizontes sobre el tema, pero al ver los autores decidí echarle una leida. Kissinger se presenta solo, y Eric Schmidt casi también, pues fue consejero delegado de Google, y tiene el excelente How Google works.

Pero me temo que el libro no me ha aportado nada, con la excepción de las reflexiones sobre las consecuencias militares. Es el chau chau habitual, construido sobre los ejemplos habituales (lo del AlphaZero para el ajedrez aparece en todos los libros del tema: ¿en serio no hay a estas alturas ningún otro ejemplo?), con tonos mesiánicos especialmente en los últimos capítulos. 

Por ejemplo: "AI is also in the process of transforming machines— which, until now, have been our tools— into our partners." (subrayado mío). Otro: "The continued integration of AI into our lives will bring about a world in which seemingly impossible human goals are achieved...", o sea, como cualquier tecnología: el coche o el avión nos permiten metas humanas que parecían imposibles en el siglo XIX.

Hombre, por lo menos no advierte de que la "singularidad" está próxima y tiende a mantener la preponderancia del ser humano sobre las aplicaciones de AI. Así, se nos explican con bastante claridad los límites de la IA: "AI is constrained by its code in three ways. First, the code sets the parameters of the AI’s possible actions. These parameters might be quite broad, permitting a substantial range of autonomy and therefore risk. (...) Second, AI is constrained by its objective function, which defines and assigns what it is to optimize. (...)AI can only process inputs that it is designed to recognize and analyze."

Además: "Machine- learning- powered AI requires substantial training data. Training data, in turn, requires substantial computing infrastructure, making retraining AI prohibitively expensive, even if it is otherwise desirable to do so."

En esencia, el principal problema de las AIs es que hacen predicciones/llegan a conclusiones que pueden ser incomprensibles para los seres humanos, incluso a la vista de los mismos datos, y pese a todo ser correctas. AlphaZero aprendió a jugar al ajedrez contra sí mismo, y encontró enfoques que no se le habían ocurrido antes a nadie. Los motores de AI no buscan causalidades sino solo correlaciones, pero lo hacen con una capacidad inimaginable e inalcanzable. Los seres humanos, en cambio, buscamos la causalidad para entender las cosas. Es lógico que nos den miedo cacharros que hacen cosas correctamente aparentemente por casualidad, y que además lo hacen a toda velocidad. 

Pero no por ello son divinos. Me dan repulsa afirmaciones como "it is evident that we are in the presence of another experience of reality by another sophisticated entity." o "We may find ourselves one step closer to the concept of pure knowledge, less limited by the structure of our minds and the patterns of conventional human thought." A ver, los datos con que se alimentan las IAs son necesariamente datos que podemos percibir los seres humanos directa o indirectamente, con nuestras estructuras mentales. Mientras las IAs no sean capaces de capturar datos no accesibles al ser humano, no veo yo cómo van a poder superior nuestras estructuras mentales. ¿Y cómo se le va a ocurrir a una IA que necesita un dato no percibido por un ser humano, si solo aprende gracias a la información que nosotros le podemos dar? La IA no es genuinamente creativa, solo construye a partir de lo que se le ha dado. La IA Generativa genera nuevo material a partir del existente. 

En cuanto al problema de que tomen decisiones sobre nuestras vidas sin que las podamos entender, la cuestión es si esas decisiones de la IA mejorarán nuestra vida o no. Si las decisiones las toman empresas en un mercado libre, las que lo hagan mal serán expulsadas del mercado, y las que lo hagan bien no. Si parte de hacerlo bien consiste en entender cómo se toman las decisiones, las empresas no automatizarán las decisiones propuestas por la IA. 

El problema, como siempre, es si las decisiones asistidas por la IA las toma el Estado, que no tiene los mismos incentivos ni la disciplina para hacer bien su trabajo, Aquí sí que nos podríamos encontrar con situaciones kafkianas como denuncian los autores, pero solo aquí. Es evidente que el Estado debería siempre poder dar una justificación humana a su decisión, y se le debe requerir qne entienda las propuestas de las IAs antes de usarlas. Si no, estaremos aún más fastidiados.

El papel del Estado nos lleva al último punto que quiero tratar, que es el bélico, Ya sabemos que la guerra y el armamento son la principal prerrogativa de los Estados, por lo que no es de extrañar que el uso de la IA para estos fines nos deba dar miedo y respeto. Ya la jodieron con la energía nuclear, algo que deberíamos ver como una bendición, esta sí, cuasi divina, y sin embargo mucha gente ve con temor gracias a su uso bélico.

Las reflexiones de este capítulo son las que más información me han aportado. Aunque no me parecen revolucionarias, no habia leído lo suficiente sobre la aplicación bélica de la IA y quizá por eso me han resultado novedosas e interesantes.

Un primer punto a tener en cuenta, en general sobre las "cybercapabilities" es que su "utility derives largely from their opacity and deniability and, in some cases, their operation, at the ambiguous border of disinformation, intelligence collection, sabotage, and traditional conflict— creating strategies without acknowledged doctrines." Esto significa que a los rivales les resulta difícil estimar el potencial de cada uno, lo que hace que sea más difícil llegar a acuerdos. Con las armas convencionales, cada país tiene más fácil estimar sus posibilidades de victoria ante un conflicto, lo que no parece ocurrir con la "cyberwar".

Los autores lo comparan con la doctrina que afloró para las armas nucleares: la perspectiva de "mutual assured destruction" hizo que tan destructivas armas no se llegaran a usar e incluso se desmantelen. Si bien la IA parece tener una capacidad destructiva similar (según los autores), su opacidad dificulta enormemente una doctrina similar.

Otro problema es la confluencia entre los dominios civil y militar, algo que no ocurre en ninguna otra tecnología: "Three qualities have traditionally facilitated the separation of military and civilian domains: technological differentiation, concentrated control, and magnitude of effect. Technologies with either exclusively military or exclusively civilian applications are described as differentiated. Concentrated control refers to technologies that a government can easily manage as opposed to technologies that spread easily and thereby escape government control. Finally, the magnitude of effect refers to a technology’s destructive potential." Pues bien, hasta la IA ninguna tecnología había presentado las tres características: "dual- use, easily spread, and potentially substantially destructive."

Por último, recoge esta distinción en el ámbito militar que me parece muy interesante y paradgimática del principal problema de la IA a mí entender: "the United States has distinguished between AI‑enabled weapons, which make human- conducted war more precise, more lethal, and more efficient, and AI weapons, which make lethal decisions autonomously from human operators. The United States has declared its aim to restrict use to the first category. It aspires to a world in which no one, not even the United States itself, possesses the second." (negrita propia)

Este ensayo es interesante y está bien escrito. No aportará demasiado a quien tenga ya algunas lecturas sobre el tema. A mí me ha resultado muy esclarecedor el capitulo 5, pero no creo que nadie encuentre nada revolucionario si ya ha leído sobre ciberseguridad. Por contra, se me han hecho insoportables el capítulo 6 y el 7, donde se pajarea y se filosofea sobre la interacción de la IA y el ser humano. Supongo que habría muchos libros iguales cuando se empezó a desplegar el ferrocarril, y no creo que haya llegado ninguno hasta nuestros días. Pues eso mismo.




domingo, 12 de enero de 2025

Tres piedras hacen una pared ("Three stones make a wall"), de Eric H. Cline

 Al señor Cline lo descubrí a finales del año pasado con dos magníficas obras sobre los hallazgos arqueológicos que muestran el colapso de las civlizaciones en el mediterráneo oriental, y su eventual recuperación. La fecha de referencia era 1177 antes de Cristo (BCE, "Before Common Era", como prefiere denorminarlo él) y las entradas que escribi sobre ellos aqui y aquí.

Cuando investigué un poco para informarme sobre Cline encontré que antes de dichas obras había escrito esta, aún más divulgativa, cuyo éxito supongo que era la causa de que posteriormente escribiera las otras. Como aquellas me habían gustado mucho, no he tardado en empezar, y devorar, la verdad sea dicha, ésta. Me ha pasado algo que hacía tiempo que no me pasaba, que se me ha hecho muy corta la lectura y me he quedado hambriento de más cuando inesperadamente se ha acabado el libro.

(A cualquier lector le resultará extraño que me haya parecido inesperado el final: al fin y al cabo, en un volumen físico las hojas se agotan, y en uno electrónico ves el % de lectura que llevas. Siendo así, ¿cómo es que se puede sorprender al lector? Muy sencillo; porque más de la mitad del libro son anotaciones, bibliografía y un índice de materias. Vamos, que yo estaba esperando el doble de contenido de lo que me he encontrado).

Cline nos propone una breve historia de la arqueología, con unas cuantas nociones de la técnica intercaladas. El recorrido pasa por los yacimientos más conocidos del mundo, y he de decir que yo los he visitado todos con la excepción que ahora comentaré. Así, nos describe las Pirámides y el valle de los Reyes, la excavaciones de Troya y Micenas, las de la Grecia clásica (Olimpia, acrópolis de Atenas, Delfos), las de Israel (sobre todo Tel Megido), llega a Petra e incluso toca brevemente China con los guerreros de Xian. Ah, sin olvidar las relacionadas con Roma, donde nos cuenta el papel que el nacionalismo tuvo en la recuperación de los restos romanos de la capital, con el destacado papel de Victor Manuel II y, sí, lo siento, Mussolini. 

También dedica espacio a las excavaciones en América, especialmente a las ciudades Maya que fueron los primeros yacimientos arqueológicos que se exploraron, antes de los de Troya o Egipto, algo que me ha pillado por sorpresa. Junto a los Mayas, dedica espacio a los Incas, y otras culturas mexicanas, donde nos contará que los Olmecas son anteriores a los demas pueblos de Mesoamérica. Capitulillo hay también para las cosillas de EEUU, no podía ser menos, donde aprovecha para hablarnos de la arqueología histórica, aquella que se lleva a cabo sobre acontecimientos registrados históricamente, como pueda ser la Guerra Civil Americana.

Los capítulos técnicos se intercalan entre los descriptivos. Uno se dedica a explicar cómo se hacen las excavaciones y se identifican los sitios donde excavar; otro a la datación de los hallazgos, donde explica técnicas como "radiocarbon, Egyptian texts and other written records, synchronisms, dendrochronology, pottery typology, a plus/ minus factor, and a willingness to acknowledge that none of it is fixed in stone.”". Finalmente, el último es más de leguleyos y explica por qué no te puedes quedar con lo que encuentras.

El libro se lee del tirón. Cline es un arqueólogo apasionado y lo demuestra en la forma que escribe, desbordante de entusiasmo en cada página. Da un tratamiento objetivo a los distintos trabajos realizados, siendo crítico con sus héroes, cuando toca serlo: habrá que reconocer que los pioneros en esta ciencia se pudieron equivocar porque estaban empezando. Nos explica el gran daño que hizo a Troya la técnica de zanja usada por Schliemann (y eso que este es uno de los arqueólogos míticos), y es muy crítico con la forma en el israelí Yadi abordó las excavaciones de Masada, buscando una disculpa arqueológica para seguir los dictados nacionalistas de Israel. ("It was no secret that Yadin’s excavations at various sites in Israel, such as at Hazor in the 1950s and at Masada in the 1960s, were in part undertaken in the hope of reinforcing Jewish claims to the land by linking them to biblical stories and other famous events, including the story that Josephus tells.")

Yo he disfrutado mucho con este libro, aunque no he aprendido tanto como esperaba. Quizá es que la cosa no da más de sí: echarle paciencia e ingenio parecen ser las principales técnicas a disposición del arqueólogo. En todo caso, me gustaron más los dos que he citado más arriba, precisamente por abarcar menor y apretar más.

Aparte, he echado de menos que detallara algo más cómo son las excavaciones en los países nórdicos (se refiera a ellas para distinguirlas de las que se hacen en el Mediterráneo, pero no llega a narrarnos cómo es la jornada allí, por ejemplo). Asimismo, hay un vacio de excavaciones hacia el este de Mesopotamia, con la excepción de Xian (así que nada sobre Irán ni sobre la India). Tampoco hay nada del África subsahariana, donde estaría Etiopia por ejemplo. Pero no se tome esto como queja, sino más bien como sed de más lectura.

No quiero cerrar sin dejar aquí un adagio de arqueólogos del que se ha extraído el título.

"One stone is a stone. 

Two stones is a feature. 

Three stones is a wall.

Four stones is a building.

Five stones is a palace.

(Six stones is a palace built by aliens.)"

La última frase va entre paréntesis porque es de coña, y me recuerda que Cline se descojona y advierte contra los anuncios periódicos que todos vemos de vez en cuando, en los que pseudoarqueólogos afiman que una u otra construcción pudo ser obra de alienígenas. La de hoy les atribuye la pirámide escalonada de Zoser.

jueves, 9 de enero de 2025

Conquistadores ("Conquistadors"), de Eric Vuillard

De Vuillard tengo leídos varios libros, en general con satisfacción. El último que leí era sobre la vida de Buffalo Bill, Tristesse de la Terre. Escribe sobre acontecimientos históricos, aunque con un estilo sui generis muy lírico, que hace la lectura bastante amena. Recuerda en su estilo al gran Stefan Zweig y sus momentos estelares de la humanidad.

En esta ocasión, a Vuillard no le falla el estilo, sino el tema, y quizá la culpa es mía por ponerme a leer a un francés sobre los conquistadores españoles. En concreto, Vuillard dedica esta obra a la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Y el caso es que llueve sobre mojado, pues me parece recordar que en su momento leí el primer tomo de la serie Inca, del también francés Antoine B. Daniel. No recuerdo mucho de ella, pero supongo que me parecería una novelilla histórica sin más consecuencia, porque solo leí una de las entregas y no la trilogía.

Pero Vuillard si tiene intención de contarnos la historia de Pizarro y su cuadrilla, aunque lo vaya a hacer de una forma lírica. El problema es que esa lírica, ese talento narrativo que una vez más demuestra, rezuma rencor hacia los conquistadores españoles, a los que trata con desprecio y hostilidad, con escasas concesiones a la heroicidad de su tarea, y constante foco en su humanidad. Lo digo claramente: Vuillard expresa la envidia francesa por la gesta que llevaron a cabo los despreciables españoles al sur de los Pirineos, y de la que sus ascendientes no pudieron ni supieron tomar parte. Pizarro se los hubiera comido con patatas.

Tan es así que estuve a punto de dejar el libro al comienzo, tras un par de afirmaciones llenas de inquina y mezquindad: "Un désespoir fut sans doute à la base de nombreuses vocations. Semer la mort. Assujettir. Piller. D’autres peuples avaient déjà ouvert ce chemin incertain et cuisant. Mais celui qui marchait au pas en direction d’un noir silence était peut- être l’un des plus déterminés, l’un des plus isolés, l’un des plus excessifs que l’Histoire eût connus."

No será la única vez. El lector español tendrá que soportar constantemente el tono de desprecio de Vuillard hacia Pizarro y sus compañeros, trufado con frases como "C’est qu’au- dessus de l’océan, passaient alors les tous premiers bateaux de cette longue flotte espagnole, qui porterait d’un côté de l’or, de l’argent, des émeraudes, et de l’autre des cuirasses, des épées, des chevaux et des prostituées." o "C’est qu’il avait régné sur la conquête un esprit de folie. Tout était permis contre l’indigène. Sodomie, viol de femmes, d’enfants, cannibalisme, polygamie.". 

También algunas que aparte de ser mezquinas, son incorrectas: "Ainsi, alors que pendant trente- sept ans les cavaliers de Cortés, de Balboa, de Pizarre et d’Alvarado avaient pillé un continent et qu’avaient été transportées en Espagne des tonnes d’or, Charles Quint laissa sa nation endettée." Parece querer decir Vuillard que Cortés y compañía expoliaban el continente para dárselo a Carlos V (lo que por cierto sí hacían los piratas franceses e ingleses con las expediciones españolas), cuando la realidad es que los citados eran emprendedores que actuaban por su cuenta y riesgo y solo pagaban al monarca los impuestos que correspondieran.

¿Por qué continué con la lectura pese al impulso inicial? Porque me gusta cómo escribe Vuillard. Aunque me parezcan de contenido insultante, las frases anteriores son brillantes. Es esto lo que me animó a seguir, a la vez que el repaso de la gesta española, que por mucho que se cuente sesgadamente, sigue siendo gesta. Así lo revelará constantemente la narración de Vuillard:
"Mais ce qui aurait pu constituer le but d’un voyage ou d’une vie, ce qui aurait dû être le résultat d’aussi douloureuses actions, d’énergies si farouches : fonder une ville, ne serait en réalité qu’un point de départ, qu’une minuscule étoile regardée isolément dans un tube,"

"Mais, très vite, ils avaient eu de nouveau faim, subissant des pluies diluviennes, s’installant quelques jours dans de misérables cabanes de feuillages. Ils avaient dû supporter des nuées de moustiques, manger le cuir de leurs selles. Ils cheminèrent dans des forêts si denses qu’on eut l’impression de parvenir à je ne sais quel mystère plus profond que l’or."

El éxito de Pizarro en la conquista del imperio Inca se debió en buena parte a que lo encontró en guerra civil a su llegada: el usurpador Atahualpa se había levantado contra el emperador legítimo, y Pizarro se aprovechó astutamente de la situación. En todo caso, los enfrentamientos que hubo se saldaban con claridad a favor de los españoles, pese a la increible asimetría numérica: "Très vite, les Indiens comprirent que les armes, la discipline militaire, les chevaux et les chiens donnaient aux Espagnols un ascendant imprévisible. Mais il leur fut sans doute impossible de comprendre à quel point la rage de vaincre, l’amour des richesses et un souci immodéré de gloire les désignaient."

Resulta casi increible imaginar una ciudad como Cuzco, con 200.000 habitantes, rendida a unos cuantos zarrapastrosos que la saquean de oro ante la indiferencia de la masa. Hay que decir que el Inca era un imperio comunista, que desconocía el dinero y en que todo obedecía a una voluntad centralizadora. Esto lo dice también Vuillard: "Les Incas ne connaissaient pas le trafic, la monnaie, les échanges. L’administration impériale contrôlait tout, le commerce ne pouvait y trouver de place. En Europe en revanche, il faisait beau acheter, vendre, prêter. Un formidable élan submergeait tout : l’Église, la monarchie, l’art." Lo que no se sabe es a quién está criticando Vuillard, si a la planificación central incaíca o a los emprendedores europeos/españoles. En todo caso, es fácil imaginar los incentivos que tendría una población sujeta a un tirano comunista para defenderlo, a este y a sus riquezas.

De hecho, los mayores problemas que va a confrontar Pizarro para mantener el Perú no vendrán de los indígenas (aunque Vuillard nos cuenta la rebelión que tuvieron que sofocar en un momento dado), sino de su enfrentamiento con Diego de Almagro ("On allait tuer plus d’Espagnols de main d’Espagnols que les Indiens n’en tuèrent durant toutes les conquêtes."). Almagro, el conquistador de Chile a donde le había mandado Pizarro para quitárselo de encima, volverá a Perú para quedarse con Cuzco y tratar de dividirse el territorio con don Francisco. Pero este le embaucará una y otra vez hasta acabar con él y quedarse con todo. Más mezquindades contadas por Vuillard. 

Tampoco salen bien parados de su pluma otros ilustres conocidos como Alvarado, o Hernando de Soto. Quizá se salva Orellana, el primer blanco en navegar el Amazonas. Ni siquiera en su muerte será generoso con Pizarro, aunque lo compare con otros grandes como Alejandro Magno o Julio César: "Pour eux, rien ne sera plus pareil ; ils possèdent à jamais une image de leur rêve. Mais certains étaient déjà tourmentés par ce mal, le mal de l’accomplissement. Il est sans remède. Peu l’ont connu. César. Alexandre et quelques autres. Ils sont morts très vite. Le complot, la maladie, qu’importe, il fallait bien trouver une solution pour mourir."

Termino con algunas de esas frases que son la que justifican la lectura de este libro. Como esta comparación de los mares en que se han gestado los grandes imperios occidentales: "Le Pacifique n’est tourné vers rien. Même la Méditerranée ancienne, bordée de pays mystérieux, possède des rives de toutes parts. L’Atlantique est une résidence, le lieu d’une rencontre. Mais le Pacifique, lui, est vide.". 

O esta excepcionalmente lírica: "Les deux choses les plus froides du monde venaient de se toucher : l’or et le cœur humain."

Finalmente, una magnífica descripción, casi épica, de esa figura administrativa tan española que es el Adelantado: "Il voulait dire : celui qui avance, celui qui évolue, qui progresse, le précurseur, le pionnier, celui qui provoque l’essor, qui propulse, qui entame, qui dépasse, accélère, hâte, celui qui va plus loin, plus haut, celui qui devance, qui entre, qui continue."

Ni recomiendo ni dejo de recomendar esta lectura, Forme su opinión cada uno a partir de los retazos proporcionados más arriba. Eso sí, yo en español no la hubiera leído.