Queridos gobiernos y oposiciones de todos los países del mundo:
No os podemos recriminar nada, lo estáis intentando con todos los medios a vuestra disposición, pero nada parece funcionar. Bajar los tipos de interés hasta regalar el dinero, bail-outs, incrementos en el gasto público... nada hace que el paro detenga su crecimiento. La pobreza sigue aumentando.
Tras muchos años sabiendo qué hacer para remediar los males del capitalismo y el libre mercado, esta vez ya no se os ocurre cómo salvarnos. Esta vez el sector privado la ha líado bien. Nadie puede dudar de que tarde o temprano daréis con la solución, pues para ello teneis muchos cerebros pensantes a nuestro servicio, incluidos el 99% de los economistas y premios nobel, aparte de artistas y políticos.
Pero, mientras esa solución llega, creo que es justo pasarle el "marrón" al sector privado, al mercado. Después de todo, la culpa de todo el lío es suyo. Parece justo que les pongamos contra su responsabilidad: es su turno. Lo mismo que han fastidiado todo, ahora tienen que arreglarlo. Y ya está.
Nadie os va a echar la culpa de nada. Es hora de que el ciudadano sufra en toda su amplitud los rigores del capitalismo libre de las riendas que sabiamente le habéis puesto. Que se entere la sociedad de lo que vale un peine. Eliminemos todas las regulaciones y monopolios del los sectores económicos, ya vereis la que se lía.
Y cuando la catástrofe haya sucedido, cuanto toda la sociedad se desmorone en su torno, lo único que podrán hacer es volver, con las manos vacias, implorando, a sus antiguos gobernantes. Será el momento de conseguir todo el poder a cambio de un mendrugo de pan; os venderemos nuestra libertad a cambio de vuestros derechos. Y por fin habremos encontrado el Santo Grial.
Creo que es el momento, la oportunidad histórica: que la gente sufra en sus carnes un mercado enteramente libre, y verán. Os tendrán que dar la razón en todo.
Vengaaaa, porfaaa.
1 comentario:
Fernando.
Me consta que no sueles leer este diario pero, si tienes oportunidad, lee la entrevista de El País (domingo 18) al vicepresidente económico... NO tiene desperdicio.
Abrazos.
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