lunes, 15 de diciembre de 2008

Otro augurio cumplido

Como ya sé que hay mucho esceptico que se resiste a seguir la lógica de la praxeología en sus razonamientos económicos, y que siguen creyendo en Keynes, la eficiencia, los milagros y las musarañas, no está de más que de vez en cuando me reivindique. Sobre todo porque los acontecimientos siguen ocurriendo, y de momento no se apartan del guión.

Por ejemplo, allá por octubre escribí sobre la financiación de los ayuntamientos, las primeras entre las administraciones públicas en sufrir los efectos de la crisis:
http://ferhergon.blogspot.com/2008/10/los-ayuntamientos-ante-la-crisis.html

Pues bien, ni un par de meses hemos tardado en tener al Gobierno echando una manita a las sufridas administraciones locales. 8.000 millones de Euros para que los políticos locales puedan repartir el aguinaldo entre sus amigos. Por cierto, que también he leído por ahí que cuatro corporaciones locales se habrían tratado de declarar en concursos de acreedores, sin permitírselo la norma: León, El Álamo, Lorca y Villajoyosa.

Volviendo sobre las ayudas "keynesianas" del Gobierno. Los Gobiernos los han de pedir rápidamente, y son para determinadas obras públicas. Evidentemente, esta pasta la van a dedicar los ayuntamientos a tapar los agujeros que tienen ahora: las nóminas, las deudas sin pagar y detalles similares. Si queda algo, pues bueno, se hará alguna obrilla para salvar el tipo. Preferentemente con algún amiguete. Y después, otra vez a pedir pasta, porque afortundamente les da palo sablearnos a impuestos. Claro, normalmente en los pueblos todos se conocen...

En suma, estas actuaciones trasladan el problema de la financiación al gobierno de la nación, cuya capacidad de endeudarse no es infinita, como padeceremos el año que viene. Será divertido ver qué pasa cuando no se cubran las emisiones de Deuda Pública, y ya no haya fondos públicos para todos los gastos sociales que tienen comprometidos. Igual hasta dejan de hacer anuncios absurdos sobre condones o consumo en Navidades.

1 comentario:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Ahí reside parte del problema, a mi entender, Fernando: pensar que el dinero público tiene una naturaleza bíblica, vamos, que es como el "maná"...y que nunca se agota.

Resulta increíble asistir a titulares de prensa del tipo "el Gobierno estima crear XX miles de puestos de trabajo basados en inversión pública". Es impresionante que, a estas alturas de la película, sigamos pensando en la bondad de estas "medidas".

Malos tiempos para la lírica...