En esta fría mañana de Navidad, el nacimiento de Jesús representa, como cada año, la esperanza. Por eso estamos contentos los cristianos, porque renace la esperanza cada año y con ella la posibilidad de felicidad. Y yo cojo y me pongo a reflexionar sobre lo que significa ahora mismo España y si tiene algo que ver con lo que me pueda llevar a la felicidad.
Imagino que hubo alguno vez en que España representó la unión de hombres libres, que libremente se unieron para defenderse mejor tanto del enemigo exterior como del interior. Para estos hombres, España era un camino hacia la libertad y, por tanto, hacía unas mayores posibilidades de realización individual. Para ellos, merecía la pena luchar por España.
Pero, ¿qué significa España en la actualidad? Francamente, no encuentro ni los rescoldos de aquel ideal imaginado. España es, ahora mismo, un proveedor de servicios de dudosa calidad a unos ciudadanos a los que les quita la mitad de sus rentas, con la disculpa de la provisión de esos servicios. España no es el camino a la libertad, sino a la opresión. ¿Quién quiere luchar por esta España? Yo, desde luego, no. Me vendo al mejor postor: si Francia o Marruecos nos quieren invadir, basta que ofrezcan cobrar menos impuestos.
Desde esta perspectiva es mucho más fácil entender la llamada deriva nacionalista de nuestro país, entendida perfectamente por los oportunistas políticos nacionalistas de cada región. ¿Por qué mis impuestos han de ser gestionados por un tipo que vive en el palacio del Moncloa, y no más cerca de casa? Pero tampoco estos ciudadanos lucharían por su Cataluña, Murcia o Castilla, porque en el fondo no son más que una réplica de menor extensión territorial. Van a expoliarte la misma o mayor cantidad de renta, y te van a ofrecer servicios de peor o mejor calidad, pero la libertad sigue en entredicho. Un catalán que quiera a una Cataluña fuera de España no lo hace, seguramente, porque eso le suponga una mayor libertad, sino porque cree que de esa forma es más fácil que el dinero que le expolian se use para su interés.
Por eso después de la crisis de España, llegará la de cada comunidad autónoma, y luego la de cada ciudad. Porque cada una de esas entidades, con la concepción actual, no nos hacen más libres y más fuertes, sino más dependientes y más débiles.
Pero hay esperanza, es Navidad. Cuando se consume la de-construcción y cada individuo vuelva a ser libre, nos daremos cuenta, otra vez, de que unidos somos más fuertes, y resurgirá el concepto original de país como asociación en libertad. Esperemos que entonces no caigamos en los mismos errores. Y podamos luchar por España (o lo que salga) como seguro que lo hicieron los primeros españoles, con el orgullo que da la defensa de la libertad.
FELIZ NAVIDAD A TODOS, también a los que preferís desconocer lo que celebramos.
3 comentarios:
Fernando:
"Imagino que hubo alguno vez en que España representó la unión de hombres libres, que libremente se unieron para defenderse mejor tanto del enemigo exterior como del interior."
Dices bien: imaginas.
Por cierto, los franceses ya nos hicieron el favor de invadirnos cuando Napoleón, quien estuvo a punto de hacer de nosotros un país avanzado. Acuérdate el 2 de mayo cuando celebremos que nuestros antepasados murieron por el rey de un país que lo primero que hizo al ser restaurado fue eliminar la Constitución de Cádiz (esa de los hombre libres, ah, no, espera que los hombres "libres" te declaraban católico por decreto, supongo que los no creyentes son el enemigo ese interior) por la que lucharon los españoles mientras el ponía pies en polvorosa.
También nos invadieron los marroquíes (o moros de aquel entonces) y parece que se estaba mejor con ellos que con los primeros reyes "españoles", pero bueno, es lo que tiene el fanatismo religioso, lo importante es lo que dios quiera, no que tú estés sano y feliz.
Mal como están las cosas, nunca ha habido tanta libertad, ni en España, ni el mundo en general.
Feliz Navidad a todos, también a los que en unos meses celebraréis que alguien fuese torturado y asesinado para - supuestamente - expiar los - supuestos - pecados de los demás.
Un abrazo,
Jorge
Ante todo, reitero en este día mis mejores deseos.
Hablamos hace poco tiempo de este tema y, si bien entiendo que la fundamentación liberal de tu razonamiento, no olvides que, por ejemplo, en el siglo XIX, por poner un ejemplo directo, lo liberales españoles lucharon por una efectiva modernización del país, aunque esto conllevara a un mayor poder del Estado...Tal vez en ese momento de la Historia sí se puede dar algo aproximado a lo que comentas y resalta Jorge "Imagino que hubo alguno vez en que España representó la unión de hombres libres, que libremente se unieron para defenderse mejor tanto del enemigo exterior como del interior"... Lástima que el bipartidismo de finales del XIX desembocara en un espantoso y nocivo bipartidismo, basado en el caciquismo como técnica coercitiva.
... En cualquier caso sí es posible, desde una reivindicación nacional de la idea de España, poder construir un Estado con menos peso decisor sobre el individuo y su Libertad...
A mí la idea de una España nación me sigue atrayendo y la sigo entendiendo necesaria. Y, desde luego, por la repugnancia que me producen los nacionalismos periféricos (en especial el catalán y el vasco) no quiero otorgarles ninguna carta de legitimidad ni de apoyo a sus pretensiones...
(En cualquier caso, enhorabuena por planterar este debate que, me imagino, no va a terminar aquí).
“Las naciones nacen en el mito y acaban en la duda”. España es duda hace decenios, desde que unos modernizadores, al estilo del Jorge de más arriba, decidieron que nada había par salvar en este estado latino, por lo que había que destruir lo existente y construir el hombre nuevo. Obviamense te quedaron en los primero.
España es poco. Es una idea, a la que quieren seguir matando, aunque ya esté muerta. No la mataron ni los moros en sus invasiones ni Napoleón en el s. XIX. Al igual que Franco, se murió de vieja.
Reflexionar acerca de esa idea que existió en época pretérita, como podemos estudiar los jeroglíficos egipcios, las expediciones vikingas o el arte bizantino. Eso es España, … que no es poco.
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