sábado, 16 de septiembre de 2023

Los Borgia ("The family"), de Mario Puzo

Aunque me resistí bastante a leerlo, por pensar que sería el típico libro post-éxito de una película sin interés para el lector, lo cierto es que The Godfather es una gran novela, y puso a su autor, Mario Puzo, en la órbita de mis lecturas. Este es el segundo libro que leo de él.

A priori, me despertaba más interés. El título de la traducción es bastante más explícito que el original, un lacónico "La familia", que claramente conecta la obra con las de mafiosos del mismo autor. Y es que el propio Puzo declaró  que el Papa Alejandro VI, Rodrigo de Borgia, era para él el primer mafioso. 

Y de esto va la novela: la historia del máximo esplendor de la familia Borgia, asociada al nombramiento de Rodrigo como Papa, y a las aventuras de sus cuatro hijos, César (Cesare), Lucrecia, Juan y Jofre, de los que los más conocidos son los dos primeros.

Lo que nos brinda Puzo es una novela de intriga cortesana, muy en la línea de Juego de Tronos. Claro que Puzo carece de la ambición épica e imaginación de George Martin, aunque sí que tenga un talento narrativo cercano. Por ello, se nos queda en una historia familiar más o menos escabrosa, en la que Puzo renuncia a tratar de sumergirte en la época (son escasas las descripciones costumbristas y casi nulas las de los escenarios de la trama), para centrarse completamente en las relaciones personales de los protagonistas, las intrigas que sufren y las estrategias para defenderse o atacar.

El momento es especialmente apasionante, con los grandes poderes, España y Francia, tratanto mediante de la diplomacia o la guerra de mantener el inestable equilibrio entre las distintas provincias italianas, Venecia, Milán, Florencia (venida a menos) y Napoles. Por parte de España, el protagonista es Fernando el Católico, que mantiene excelentes relaciones con el valenciano Rodrigo de Borja, esto es, Borgia, que así italianizó su apellido. Vamos, que los Borgia tienen sangre española, que al parecer fue el principal obstáculo para que a Rodrigo se le hiciera Papa.

Puzo nos pinta un Papa bastante centrado en los eventos terrenales, y solo ocupado de los celestiales cuando convienen a su interés ("Now, the Pope sighed. It was at these times that he found the knowledge of his own infallibility a comfort."). Los cuatro hijos son quizá la prueba más concupiscente, aunque según parece era lo más normal del mundo que cardenales y Papas tuvieran progenie.

De estos hijos, desconocía la existencia de Juan (no muy sorprendente, murió relativamente joven y sin haber enredado mucho) y Jofre (el menor y menos dedicado a la intriga). Conocía algo más de César, el gran capitán y conquistador, poderosa arma en manos de su padre. Y también de Lucrecia, a la que tenía por pérfida, intrigante y envenenadora, aunque Puzo no la pinta así ni mucho menos. De hecho, nos la traza con bastante inocencia, quebrada por el incesto que el fuerza a hacer con César el Papa y padre antes de su primera boda, con objeto de que quede controlada y enamorada de su hermano.

Pululan por la novela otros protagonistas de renombre, como el Gran Capitán, Ludovico il Moro (príncipe de Milán), el rey Carlos de Francia, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Maquiavelo, los Medici, los Sforza, los Orsini e incluso el Papa Piccolomini de Pienza. Apellidos todos que evocaran al lector distintos palacios de Italia si ha tenido oportunidad de visitar aquellos sitios. Por cierto, la mayor parte de las conquistas de César ocurren en los territorios inundados en mayo, como Imola, Cesena, Faenza o Rimini, curiosidades del destino.

Por debajo de la narrativa, el tema que plantea una y otra vez Puzo, es el de la compatibilidad del poder terrenal y del poder celestial, al que ya me he referido antes. Por supuesto, también está el tema de la familia, pero es la protección de ésta la que lleva al Papa (y a Puzo) a plantearse la cuestión. Por ejemplo, sobre la infalibilidad papal: "The common people accepted the figure of the Pope as the Vicar of Christ, infallible and venerated, but kings and princes tended to be weaker in their faith.", lo que facilita el control del matón familiar: "And as the cardinal believed that his actions were guided by divine inspiration, so Don Michelotto believed that his hands were guided by the same heavenly force, and so there was no question of sin."

Así, mientras la plebe está controlada (como en la actualidad por ese ídolo que es la democracia), la clase alta ve eso como un subterfugio que les permite disfrutar del poder con más calma de la que deberían, pero, evidentemente, no al precio de creer en ella y someterse al Papa. Quien tampoco se hace ilusiones sobre el alcance de tal infabilidad: "“The Baglioni are true believers,” he said. “They believe in paradise. Such a great gift. How otherwise can man bear this mortal life? Unfortunately, such a belief also gives evil men the courage to commit great crimes in the name of good and God.”" Y es que "For those who suffered poverty, gold could always work more miracles than prayer."

La situación la resume Maquiavelo de forma excelente: "“In the early church the chalices were made of wood, but the virtue of the clergy was of gold. At this dark time, with the Pope and the cardinals in Rome, the chalices are of gold, and virtue of our clergy is of wood!”

La novela se lee muy bien, Puzo es un gran escritor y aquí se muestra su oficio en cada página. Y digo oficio, porque no muchas veces alcanza brillantez, aunque alguna perla se pueda rescatar: "Was he not Zeus, the greatest Olympian god of all? For his voice was the thunder, his tears were the rain, his smile was the sun that shone on her face."

En suma, siendo un buen libro, como novela histórica se ha quedado un poco obsoleta. Ahora los autores dedican más espacio al constumbrismo y el ambiente, y las novelas no se limitan a contarnos lo que hacen los protagonistas, sino que lo contextualizan mucho más. Las descripciones, por ejemplo, de los demás personajes son demasiado escuetas para que podamos valorar adecuadamente los retos que confrontan César, Alejandro y, en menor medida, Lucrecia. Seguro que hay mejores cosas sobre los Borgia que leer que esta novela de Puzo, aunque también seguro que la de Puzo se leerá en menos tiempo.






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