Corto ensayo en el que el autor se enfrenta a la polarización que, según mucha gente, se vive en nuestras sociedades. No trata de indagar en sus causas, sino de presentar a personajes a los que el autor admira, precisamente porque han sido capaces de mantener su libertad de criterio y, si se quiere, su tolerancia, en situaciones adversas y que llamaban a la polarización, incluso confrontando acusaciones de traidores por apartarse del bando al que parecían pertenecer.
Antes de seguir, para quien esté interesado en las causas de la citada polarización de nuestros días, observo que es un fenómeno propio de sociedades democráticas (jajajaja, claro, dirán algunos, en las no democráticas no hay discrepancias) y una tendencia que el entorno tecnológico (lease Redes Sociales) no ha hecho más que acelerar e intensificar. Una posible explicación de por qué ocurre esto se puede encontrar en El cálculo del consenso, de Tullock y Buchanan.
Lo primero que hay que decir es que el título infravalora el contenido del ensayo. Me explico: Birnbaum parece que va a hablar de lo importante que son los detalles, los matices, y cómo atender a ellos puede evitar la polarización, para lo que se exige el coraje de salirse del mainstream. Sin embargo, lo que revela la lectura va más allá del mero matiz: estamos hablando de gente que antepuso su libertad de opinión y de criterio a la comodidad y protección del grupo al que pertenecían,
Así las cosas, este ensayo recorre brevemente las obras de siete autores, bastante conocidos la mayor parte de ellos, para mostrar con sus textos lo que acabo de comentar. Entre ellos están dos blockbusters universales, Albert Camus y George Orwell; luego tenemos gente también reconocida, pero algo menos, como Hannah Arendt, Raymond Aron y Roland Barthes, y finalmente otros dos más, franceses, de los que nunca había oído hablar, Georges Bernanos y una etnóloga llamada Germaine Tillion.
Entre los capítulos dedicados a cada personaje, Birnbaum mete interludios en los que sintetiza de alguna forma las que podríamos llamar lecciones que obtiene de sus repasos. Esto es, los principios que seguían para mantener su libertad de criterio al tiempo su apertura de miras. Me han parecido casi más interesantes que los repasos por autor, y aquí dejo la síntesis que hace Birnbaum en el último capítulo:
"Tenir un discours si libre qu’il en devient irrécupérable ; appeler les choses par leur nom, quitte à dire aux gens ce qu’ils n’ont pas envie d’entendre ; proclamer une conviction sans lui sacrifier la vérité des faits ; assumer ses propres failles, au point d’admettre qu’un adversaire puisse avoir raison ; opposer l’humour à la bêtise ; refuser de voir le monde en noir et blanc ; se mettre à dos les fanatiques de toutes les couleurs."
La tragedia es precisamente "parce qu’ils ont tenu bon sur leur désir de liberté, les « sans- royaume » qui peuplent cet essai ont couru le risque de la solitude, ils en ont pris leur parti." Es obvio decir que me identifico desde la humildad con esta gente.
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