martes, 29 de octubre de 2024

El valle féliz ("Das glückliche Tal"), de Rosemarie Schwarzenbach

Leo a Schwarzenbach recomendada por un amigo, aunque casualmente también la citaba Reverte en el recientemente leído La frontera invisible. Curiosas estas cosas, porque no me había dado cuenta hasta ahora, cuando ya he terminado el librito.

La señora Schwarzenbach estaba un poco loca, según parece, lo que no fue óbice para que viajara por todo el mundo a principios del siglo XX. Como parte de todo el mundo está también Persia, que, a tenor de su obra, debió de ser lo que más le impresionó. Esta obra que acabo de leer se inspira en Persia, en concreto en un valle al pie del Demawend ("Es war ein anderer Demawend als der, der hier den Ausgang unseres Tales versperrt. Dieser ist ein Gigant, ein Unberührbarer, Ungeborener, ein Sohn des Himmels."), el pico más alto de Irán y situado, más o menos, entre Teherán y el mar Caspio. Ese era el gran atractivo que tenía para mí la lectura.

Lo que me he encontrado me recuerda mucho a los "Petit Poèmes en Prose" de Baudelaire, y me ha gustad más o menos lo mismo. Como curiosidad, en el aún más recientemente leído The mask of sanity, el señor Cleckley no tiene demasiado reparo en calificar a Baudelaire como psicópata deduciéndolo de la lectura de sus "Fleurs du mal". Vamos, que dos locos escribiendo cosas parecidas.

Siendo poemas en prosa, se trata de una serie de XIII narraciones bastante líricas y quizá íntimas. Y aquí tropiezo con el consabido problema que puede suponer su lectura en alemán. Quizá leído en español las imágenes expresadas me hubieran impactado más, y me hubiera gustado más el libro, aún al precio de perder la riqueza del idioma original. Nunca lo sabré, porque no tengo intención de volver a leerlo. Por otro lado, no me ha parecido un libro especialmente llamativo o bien escrito en alemán, por lo que igual la traducción no hubiera perdido mucho.

En cuanto a los poemas, algunos incorporan interesantes descripciones de los lugares que visitó la autora, no solo en Irán, en general por la zona. Así, tenemos el cementerio cercano a Persepolis: "Naksch- i- Rustem, ragende Felswände, das Haus Zoroasthers, die Grabkammern der Könige– Tributbringer, Fackelträger, Büffel, Löwen, Hunde, Dromedare und Wildschweine geistern im grauen Gestein–, auf der Zinne die erloschenen Feueraltäre, darüber gibt es nur noch den Himmel." O este recuerdo de Tiflis: "Ich sah Tiflis wieder, die Stadt der hundert Sprachen, den Basar, wo alle Gesichter Asiens sich zusammenfinden, ich stieg in die Gassen der Altstadt hinab, die sich am Steilufer zusammenwürfelt, in einer Flussbiegung". 

También rescato este, que le cuenta un conocido, del Kiev de antes de la Segunda Guerra Mundial "»Einmal, während eines Osterfestes, habe ich die Glocken von Kiew gehört. Ich werde das nie vergessen. Glocken von allen Hügeln, bunte Kuppeln und weisse Kirchen über der Stadt, und über dem schimmernden Fluss weitgespannte Brücken."

No obstante, la mayor parte del texto son reflexiones inspiradas por lo que observa o recuerda. En algunos casos, parece ser la nostalgia por sus orígenes "Eine goldene Kuppel, ein Bleidach. Man sage mir nicht, es gäbe nur einen Himmel, wie es nur einen Mond, eine Milchstrasse, ein Sternensystem gibt. Der Himmel dieses Landes, der persische Himmel hat nichts mehr gemein mit dem vertrauten Himmel meiner Kindheit."

"Ich muss die Katheder und Kanzleien vergessen, und den Geruch der Apotheken, den Staub der Museen, die heilkräftige Luft der Sanatorien. Die Druckereien der Zeitungen, des Nachts hell erleuchtet, mit ihren rastlos stampfenden Maschinen. Die Zensoren in ihren gläsernen Zellen. Die Wärme der Treibhäuser, der Brutapparate, der Hotelzimmer in amerikanischen Städten.

Aunque no está claro que sean buenos recuerdos: "Das Stampfen der Maschine, Dröhnen, Krachen, Klirren und Rollen verursachten mir schwere Träume."

En varios de los capítulos se refiere a unas excavaciones arqueológicas en las que participó durante sus viajes, en el área de Siria. Me gusta esta reflexión al respecto: "Knabe Daniel, schau auf–, du und ich, wir wollen uns nicht fürchten. Der König von Babylon hat sein Recht verloren, der Stein Hammurrabis liegt in Trümmern, Gras wuchert in Tempelhöfen, die Prinzessinnen schlafen neben den Schuldknechten, die Tore der Gefängnisse stehen offen, und du stiegst unverletzt aus der Grube."

A mí se me ha hecho bola, pequeña porque no es un libro muy largo. Y poco más puedo añadir, la verdad, salvo despedirme con una frase que me parece reflejar bien la excitación del viajero. Quede claro al potencial lector que no es este ni de lejos un libro de viajes, sino más bien uno de sentimientos íntimos producto de lo experimentado en los mismos. 

"Oh, Magie der Namen! Oh, Städte Asiens, leuchtende Kuppeln über dem Niemandsland, oh, jähe Hoffnungen! Schlägt dein Herz wieder?"

viernes, 25 de octubre de 2024

The mask of sanity, de Hervey M. Cleckley

Me animo a leer este libro, pues lo referenciaba una novela que me resulta muy atractiva, The analyst de John Katzenbach, en el que el malo era un psicópata (en sentido médico, no de insulto). No sé si la causa era curiosidad o morbo, pero me lo embutido desde el principio hasta el final sin demasiado aprovechamiento.

El valor que tiene es que el autor fue pionero en darse cuenta del problema y documentarlo, por lo que se le considera el "padre de la psicopatía". ¿Cuál es el problema? La existencia de individuos que presentan una cierta minusvalía psicológica, que son capaces de esconder, inconscientemente, detrás de una máscara de perfecto razonamiento lógico y emocional (de ahí el título del libro). No osbtante, las manifestaciones de dicha minusvalía afloran una y otra vez, con grande daños personales, familiares y sociales.

La existencia de esa "máscara" tiene un doble efecto que impide tratar adecuadamente con estas personas. Por un lado, cuando se les condena por lo penal, son capaces de mostrar su máscara y reducir o hacer desaparecer sus penas; al mismo tiempo, su deficiencia puede aflorar mostrando que la prisión no está preparada para su trato. Por el otro lado, si se les trata de confinar en hospitales psiquiátricos para intentar algún tratamiento, la "máscara" les permite abandonarlos con facilidad si no quieren permanecer en ellos. ("He is often arrested, perhaps one hundred times or more. But he nearly always regains his freedom and returns to his old patterns of maladjustment."). Al menos, esta es la situación que describe el autor y mantiene vigente durante las sucesivas ediciones del libro, que abarcan desde 1941 hasta los 70. No sé si habrá cambiado en la actualidad.

¿En qué consiste la minusvalía identificada por Cleckley, a la que se ha llamado sucesivamente "psicopatía", "sociopatía" o simplemente "trastorno de la conducta"? Cleckley lo documenta con abundante material: nos narra los casos de numerosos pacientes, inicialmente con algo más de detalle y luego con algo menos. Son, como digo, casos reales. Uno de asoma al primero con morbo y curiosidad, al segundo con un punto menos, y para el décimo está ya uno aburrido de estos tipos y tipas. Pero es lo que tienen los tratados científicos, su exhaustividad. Desgraciadamente, este material constituye la gran parte del libro y, aunque no se lee mal, es monótono y repetitivo, hasta el aburrimiento.

Una vez superado el "material", que así lo llama el autor, entramos en asuntos más interesantes, aunque quizá más técnicos. Pues lo primero que va a hacer Cleckley a partir de los casos documentados, es buscar y aclarar las diferencias que tiene la psicopatía de otros problemas psicológicos, como la paranoia, la esquizofrenia y demás. Y aquí nos toparemos con uno de los momentos más deliciosos del libro, que revela su obsolescencias, pues considera la homosexualidad una deficiencia como las anteriores. El lector se encontrará frases como esta "Among these better adjusted homosexuals are seen successful lawyers, artists, bankers, and scholars, who appear in their nonsexual activities to show persistent purpose and evidence of responsibility." que le hubieran costado la cabeza a su autor en la actualidad. Quede claro que no comparto tal opinión, me apresuro a aclarar.

Y por fin llegará el momento en que recopile los rasgos del psicópata o sociópata, que aquí dejo: "

Superficial charm and good “intelligence” 

- Absence of delusions and other signs of irrational thinking

- Absence of “nervousness” or psychoneurotic manifestations 

- Unreliability 

- Untruthfulness and insincerity 

- Lack of remorse or shame 

- Inadequately motivated antisocial behavior 

- Poor judgment and failure to learn by experience 

- Pathologic egocentricity and incapacity for love 

- General poverty in major affective reactions 

- Specific loss of insight 

- Unresponsiveness in general interpersonal relations 

- Fantastic and uninviting behavior with drink and sometimes without 

- Suicide rarely carried out 

- Sex life impersonal, trivial, and poorly integrated 

- Failure to follow any life plan"

En suma, son gente completamente que desconocen las emociones, y que, como consecuencia, carecen de empatía. Dado que no son capaces de experimentar emociones, su aburrimiento les lleva a hacer cosas absurdas, pues no sentirán nada diferente. ("Apparently blocked from fulfillment at deep levels, the psychopath is not unnaturally pushed toward some sort of divertissement. Even weak impulses, petty and fleeting gratifications, are sufficient to produce in him injudicious, distasteful, and even outlandish misbehavior. Major positive attractions are not present to compete successfully with whims, and the major negative deterrents (hot, persistent shame, profound regret) do not loom ahead to influence him."). Lo que sí son capaces de simular dichas emociones, lo han aprendido para sobrevivir. Esa simulación les proporciona la máscara.

Una vez caracterizado el psicópata, se llega a la parte teórica, en la que el autor (y yo igual) reconoce sus limitaciones. Eso sí, tendremos uno de los momentos más divertidos del libro cuando se refiera al psicoanálisis, al que no considera científico en absoluto, con un analisis, sacado a su vez de otro autor, sobre el simbolismo sexual de la uña del dedo gordo del pie. Dejo solo el final:

"it will be obvious, indeed, that the countercathected ungual masculinity, blocked from its exteriorizing libidinal outlets, introverts upon itself and eventually even seeks final regression through the mechanism of re- encapsulation and vascularization—"

Termino: quizá este libro pueda ser útil para expertos en psiquiatría, aunque sea por su interés histórico. A mí me ha parecido aburrido por repetitivo y por su tono científico, raramente resquebrejado. Si he sido capaz de terminarlo es por el estilo con el que escribe el señor Cleckley, que la hacer una lectura agradable y elegante, con perlas como esta para decir que la tía estaba buena: "Her appearance was distinctly attractive and her figure particularly well endowed with anatomic features likely to arouse and enhance erotic interest.". 

miércoles, 23 de octubre de 2024

Understanding Institutional Diversity, de Elinor Ostrom

Elinor Ostrom es una economista premio Nobel, cuyo trabajo se ha centrado en las instituciones y específicamente en las ligadas a la gestión de los llamados bienes comunes, esto es, aquellos que son propiedad de una comunidad de individuos y que son propensos a la tragedia de los comunes, esto es, que todos los exploten sin que nadie lo cuide.

En este libro, que leo por segunda vez, Ostrom propone un marco para el estudio de las instituciones, lo que constituye el principal contenido de la obra, que luego aplica a su "libro", el gobierno de los comunes, aunque es inevitable que hable sobre este tema cada vez que tiene oportunidad de poner ejemplos en la descripción del marco. Lo dicho implica que es un libro muy teórico y descriptivo que, aunque se lee bien y es ameno, resultará poco atractivo a los lectores no interesados en el tema institucional. Imagino que a estos, no obstante, les seguirán siendo de interés los dos últimos capítulos, en que Ostrom se centra en detalles del gobierno de los comunes en bancos de pesca, bosques y sistemas de regadío.

A mí esta última parte me ha resultado curiosa, pero me resulta más interesente entender el marco de análisis propuesto por Ostrom, para ver su aplicación en otros contextos, como pueda ser derecho de competencia o regulación de mercados.

He de decir que la metodología propuesta, que dimana de años de experiencia de la autora y de su equipo, me parece bastante completa y rigursosa. No se me ha ocurrido nada que echar de menos, esto es, creo que con ella se pueden describir los elementos esenciales de las distintas realidades que aborda. Así que procedo son su breve resumen, que será acrítico.

El punto de partida es la acción del individuo (coincidente con la praxeología), que tiene lugar en un medio físico (ecosistema), cultural (la comunidad en sentido amplio) e institucional (las reglas que limitan su acción). 

La situacion de cualquier acción se puede modelar con los siguientes 7 factores: participantes, posiciones, posibles acciones, información, modo de control, resultados físicos y costes/beneficios. Queda claro cada uno de estos factores descripticos puede quedar limitado por las variables exógenas del párrafo anterior: medio físico, cultura y reglas. Dado que medio físico y cultura son poco maleables, son las reglas el principal instrumento para conseguir que cambien las acciones de un individuo.

Así, una cuestión fundamentas es cómo se definen dichas reglas, lo que ocurre en otra acción. Ello lleva a la consideración fundamental de que las situaciones de acción no son independientes unas de otras. En particular, Ostrom se refiere a las relaciones verticales, y habla de tres escenarios: operativo, de decisión colectiva, y constitucional. O sea, hay que meter en el modelo que las reglas pueden cambiar mediante situaciones de acción distintas de en las que operan cotidianamente los individuos, pero en las que ésto también pueden, o no, ser participantes.

Los participantes son, por supuesto, los individuos, El modelado de los individuos es fundamental a la hora de ver cómo actuaran en la situación, y Ostrom es muy critica con el uso indiscriminado del "egoista racional" como modelo de comportamiento. Sabemos que hay abundante evidencia empírica (Vernon Smith) y teórica (proveniente de psicología, Kahneman) que demuestra que no es así, pero apenas ha tenido efectos en el mainstream. Ostrom caracteriza el contexto en que se puede aproximar al individuo por un "egoista racional", para luego afirmar que en la mayor parte de las situaciones, y en particular en las de decisión colectiva, ese modelo es muy incorrecto. Su propuesta es introducir parámetros "delta" en los posibles resultados (por ejemplo, teoría de juegos), que modelen estas preferencias humanas por integrarse en el grupo, o ser recíproceo.

Descrito el modelo de acción, toda pasar a las reglas. Ostrom propone para su descripción una gramática, la que llama gramática ADICO. Lo justifica con distintos argumentos, pero el principal es que, si se sigue esta sintaxis es más fácil comparar las reglas institucionales de distintos contextos. Digamos que para Ostrom todas las reglas se pueden poner de esta forma, y que al analista le conviene hacerlo. 

Las letras ADICO se refieren a los cinco componentes que cualquier regla debe tener, en inglés. Una vez más, yo no echo nada de menos, pero si alguien encuentra una regla que no se pueda escribir con esta sintáxis que lo diga. A: Atributos del individuo; D: Deontologic (puede, debe, no puede), I: actuación; C: condiciones; O (Or else): penalización por incumplimiento. Para Ostrom esta sintáxis tiene la ventaja de que facilita enormemente la distinción entre reglas, normas (prescripciones culturales sin castigo, o sea, sin O) y estrategias comunes (incondicionales, sin C ni O). 

Una vez descrita la sintáxis, Ostrom se centra en la semántica para clasificar las reglas. Nos propone una clasificación, una vez más repleta de lógica a mi entender. Básicamente sugiere que las normas se clasifiquen según el factor de la acción sobre el que actúan o que limitan: así, hay reglas de posición (que las definen), reglas de participación (que fijan los atributos de los individuos que pueden acceder a cada posición), reglas de acción (que definen las acciones que se pueden hacer en cada posición), reglas de agregación (o control, que definen como se toma la decisión, por ejemplo, cuando competen a varios participantes), reglas de alcance (que definen los resultados de la acción, siempre dentro de los límites físicos, claro), reglas de información (canales y tipos de información que fluye) y reglas de resultados.

Para Ostrom es fundamental darse cuenta de que todas estas reglas existen en cualquier situación de acción y que, si no aparecen expresamente, es porque hay una regla por defecto implícita. Dicha regla por defecto es parte del sistema institucional y el analista la debe tener en cuenta como las otras. Ostrom advierte:  "Presumptions about rules, rather than the explicit rules studied, may have been the most important drivers of the results in earlier analyses of institutional arrangements."

Ya con los instrumentos y modelos descritos, Ostrom hace una aplicación para estudiar los comunes, sobre lo que no me detendré, pese a ser igualmente interesante que el resto del libro. No obstante, sí dejo recogidas las observaciones con las que concluye Ostrom, para mí reveladoras de la humilidad que caracteriza a los grandes académicos, y que básicamente exigen de los policy-makers un conocimiento profundo de los factores del ecosistema sobre el que pretenden actuar, y que eviten soluciones genéricas (blue print las llama ella). "It is possible that past policy initiatives that attempted to solve collective-action problems primarily by changing extrinsic payoff structures may have been misdirected. Imposing sanctions and inducements can crowd out the formation of social norms that can enhance cooperative behavior in their own way."

Han de reconocer que será imposible encontrar unas reglas óptimas, pues es imposible analizar todas las combinaciones posibles. Por estas y otras razones, puede ser buena solución el uso de instituciones policéntricas, donde se reconoce el conocimiento local y se permite que lo individuos se organicen libremente sin ejerencias externas. 

No solo eso, las condiciones tanto exógenas como endógenas varían contantemente:  "No change in a set of rules is ever sufficient to solve the next set of problems created by new opportunities and constraints that continually arise in an evolving human community."

Termino recogiendo aquí una aplicación del marco IAD (que así se llama todo esto que he contado) a los "knowledge commons", esto es, las bibliotecas, de limitado interés. Lo leí hace un tiempo por ser también de Ostrom: queda aquí para el curioso.

jueves, 10 de octubre de 2024

Nestor Burma et le monster, de Leo Malet

Como a muchas lecturas, llego a esta casi aleatoriamente buscando algo que leer en francés. La reseña de la contracubierta era prometedora, daba a entender que era un nuevo estilo de novela policíada, y con eso me bastó. Luego resulta que a Leo Malet se le tiene como al padre de la novela negra francesa, que bastantes de sus novelas se han traducido a español (aunque no sé si esta), y que incluso se han hecho varias películas sobre sus obras. Más aún, hay una serie de novela gráfica sobre Nestor Burma, con Jacques Tardi como ilustrador, que parece más conocida que las novelas. Y por si fuera poco, Leo Malet se autocalifica de "anarquista conservador".

La novela que comento pensé que era la primera con el detective Nestor Burma, pero es sin embargo la cuarta de la serie. La primera es una llamada "120, rue de la Gare" que sí está traducida al español, y que quizá debiera leer antes de completar mi juicio sobre el autor. La tengo ya preparada y es corta, por lo que seguramente no tardaré en leerla. 

Pero no será porque esta me haya gustado. Me ha parecido una novelilla insulsa de las que ni fu ni fa. La empecé con cierto entusiasmo porque el tonillo irónico me recordaba al detective anónimo de tantas novelas de Eduardo Mendoza, de quien pienso que el amigo Nestor Burma es un predecesor lejano y hasta posible inspiración del escritor barcelonés. Pero eso es todo.

Conforme la trama se fue complicando se fue a la vez haciendo un poco absurda, y ni personajes ni historia ni estilo fueron capaces de mantenerme interesado. Tirando de oficio terminé el libro y poco más me queda por decir. 

Dejo aquí algunas de las frases que al comienzo del libro me invitaron al optimismo sobre esta lectura:

"Que deux équipes de moutards de quinze ans se disputent à coups de poings quelques excellentes places d’un bon rapport dans la vente des journaux cela pouvait, quoique symptomatique du fâcheux état d’esprit de la jeunesse de la zone, paraître divertissant, mais de là à imaginer un règlement de compte, « comme chez les grands », avec revolvers ou autres armes, non."

"Je décrochai le téléphone et appelai Artrigol. En dépit de son nom de médicament, ce gars est loin d’être un emplâtre."

Sobre una exposición del artista Theron: "Théron est un drôle de corps. Il convoque tout Paris, sauf les critiques d’art. Sa dernière exposition fut présentée par un ancien boxeur."

Cierro con esta, ya más avanzado el libro, pero que la podría haber escrito Mendoza: "Mon poing atteignit l’adolescent au menton. Il alla voir si la femme de ménage avait oublié de la poussière dans l’angle ouest de la chambre."

lunes, 7 de octubre de 2024

Motorworld, de Jeremy Clarkson

Jeremy Clarkson es un fenómeno en su tierra natal de Reino Unido, pero yo no había oído habler de él ni remotamente hasta que observé una serie llamada Clarkson's Farm en Amazon Prime, con la exuberante puntuación de 9.4 en IMDB. A ello se unió la recomendación de mi hijo, por lo que me puse a verla pese a que el tópico no me atraía. La serie es ciertamente entretenida y en algunos casos formativa, pero en otros muchos me parece una cantada, y en ningún caso entendía como podía tener esa puntuación.

Todo quedó explicado por los fans que debe de tener el tipo en Inglaterra, dondo es un conocidísimo presentado de programas sobre coches y todo tipo de vehículos. De hecho, la serie sobre su granja, Diddly-Squat, traiciona repetidas veces dicha afición, desde el primer capítulo y el tractor que se compra.

Pero las sorpresas no cesan, y me encontré con que el tipo tiene además un montón de libros publicados que entran en la categoría de humor. No es secreto que el humor británico es una de mis debilidades, y Clarkson es un tipo con salidas divertidas, lo que había podido observar en su serie. Abrí el primero que pillé, y me encontré en la portada mensajes confirmando mi elección tipo "Nº 1 Best Seller" y "Extremely funny" para el Daily Telegraph. Claro que muchos de los libros de Clarkson llevan los mismos mensajes, lo que no sorprende con el primero, pero es más llamativo que al Daily Telegraph siempre le parezcan "Extremely funny".

Lo que me he encontrado es una lectura muy ligera, que no pasa del mero pasatiempo, casi pierde-tiempo. Clarkson nos cuenta algunas de sus observaciones en los doce países que visitó durante el rodaje de la serie homónima del libro, que incluyen Islandia, Japón o la India, junto con Suiza, Italia o el propio UK. Los que han contado los países que visita se deben de pensar que Tejas y Michigan son dos países distintos, porque sino las cuentas no salen.

Las observaciones de Clarkson son de una superficialidad pasmosa (para que me queje del pobre Reverte), salvo cuando hablar de vehículos, en que si se nota tanto su entusiasmo como su saber. Eso sí, todo lo cuenta con cierto humor muy sostenido en la exageración ("You’re fairly safe in there too because armed guards outnumber visitors by 200 to 1.") y la comparación ingeniosa ("And off we went in search of camels who, it is said, have the intelligence of a nineyearold child. Like hunting in Britain, therefore, the prey is brighter than the pursuer."). Es algo que funciona durante unas pocas páginas, pero luego se hace cansino y hasta exasperante. No te puede parecer todo lo "más" durante 200 páginas.

Y ya está. No sé si sus libros habrán mejorado con el tiempo, pero no lo voy a comprobar. Tienen toda la pinta de ser corolarios de sus series dedicados a sus fanes insaciables, con la ventaja de que le supondrán una pingüe adición a sus ingresos. Lo digo porque veo que tiene también un libro por cada una de las temporadas que lleva la citada Clarkson's Farm.

Eso sí, unas cuantas veces consigue que el lector se ría, y quizá hasta emita una carcajada. Dejo algunos de estos momentos antes de cerrar la entrada.

"‘We have a speed limit in Italy, of course. It is the top speed of your car.’"

"I found myself wondering, as I strolled round the museum dedicated to the revolution, if Castro and Guevara could possibly have foreseen that one day their people would be asked, by their government, to eat grass." (el libro es de 1994, sería interesante ver cómo encuentra ahora Cuba el señor Clarkson)

"I guess if Jesus wanted to come to earth again for a bit of a poke around, Iceland makes sense– lots of fishing, no one bats an eyelid when you walk on water, bikers who look like disciples anyway."

"In India the horn is ‘your air bag, your sideimpact bars, your safety belt and your antilock brakes, all rolled into one little button. You’d better use it liberally.’"

"I’m always staggered when I consider that we have a fleet of nuclear submarines but no motorways in East Anglia." (hablando de Reino Unido)

domingo, 6 de octubre de 2024

How the world became rich, de Jared Rubin y Mark Koyama

En este ensayo, los autores recopilan las diversas teorías que se han propuesto para explicar el fenómeno que le da título, esto es, cuáles fueron las causas del enriquecimiento económico del mundo. Más en concreto, aceptan que en otros momentos de la historia el mundo se ha enriquecido, pero que este enriquecimiento solo ha sido sostenido desde la Revolución Industrial inglesa. Antes había momentos de crecimiento que se alternaban con otros de destrucción y empobrecimiento que dejaban a la sociedad poco mejor que antes del ciclo. Por lo tanto, siguiendo su razonamiento, explicar por qué el mundo se hizo rico es equivalente a explicar las causas de la Revolución Industrial. A su vez, ello requiere explicar por qué se produjo en Inglaterra y en el siglo XIX, por un lado, y por qué los resultados de tal evento se han extendido de forma diferente a distintas áreas geográficas.

Por supuesto, al inicio del libro los autores constatan el hecho que tratan de explicar, y de cuya existencia no creo que dude nadie. Pero si hay alguien, que se pregunte como proponen los autores:"would you trade your current life for the life of a wealthy English baron in, say, 1200?" Yo creo que no hace falta irse tan atrás en el tiempo: la mayor parte de la humanidad en el siglo XXI viven mejor que los más ricos en cualquier momento de la historia.

Rubin y Koyama miden la riqueza, como todo el mainstream, mediante el PIB per capita de los países. La medida es basura, como es bien sabido, y prefiero no pensar de dónde habrán obtenido los datos previos al siglo XX, aunque ellos dedican algo de texto a explicar sus fuentes. Pero me da igual, porque lo que es indiscutible es el fenómeno, no hace falta medirlo para saberlo. Otra cosa sería dar precisión a dónde se vivía mejor antes del siglo XX y relacionarlo con las posibles causas, pero creo sinceramente que esta fuera de nuestra alcance hacerlo a partir de estimaciones muy dudosas del PIB de la época.

La mayor parte del libro, y la más informativa, está dedicada a las teorías sobre las causas del enriquecimiento / crecimiento económico. Las agrupan por capítulos en las siguientes categorías: geográfia, instituciones, cultura, demografía y colonización, En esta parte, tratan de ser objetivos en la presentación de las opciones, de alguna forma no pronunciándose sobre la que prefieren. A todas les ponen peros, pero parecen traslucir (¿o quizá sea mi sesgo de confirmación?) que las que más les convencen son las instituciones y la cultura. 

Una vez presentadas estas teorías, tratan de ensamblarlas en un puzzle que ya sí explique las cuestiones concretas que he recogido más arriba. Aquí sí claramente se inclinan por las institucionales para explicar la difusión de a otros países del enriquecimiento ocasionado por la Revolución Industrial, que complementan con otras de todo tipo para tratar de explicar por qué ocurrió en Inglaterra y no, por ejemplo, en Holanda.

Yo, por mi parte, tenía claro antes de leer el libro que las causas eran necesariamente institucionales. O, de forma más precisa, las instituciones correctas son un factor necesario, aunque los derroteros micro por los que se llegue al enriquecimiento varien enormemente según las circunstancias. Esto significa que la presencia de instituciones adecuadas es la causa mediata, que es la importante, mientras que las otras que explican Rubin y Koyama son inmediatas o accidentales. Aclaro que cuando hablo de instituciones no solo me refiero a las formales, por lo que agrupo en el marco institucional los condicionantes que puedan venir de la cultura, condicionantes que pueden influir y ser influidos por las instituciones formales. 

La prueba evidente de que las instituciones son el factor esencial está, precisamente, es que si cambian las instituciones, se puede interrumpir el crecimiento sostenibles que equiparan los autores con enriquecimiento. ¿Puede alguno de ellos asegurar que Reino Unido seguirá siendo rico para siempre? ¿No eran Argentina o Cuba de los países más ricos al principio del XX, y dicho crecimiento se detuvo completamente cuando cambiaron sus instituciones? ¿Está libre Reino Unido de que algo similar no le ocurra en el futuro? De hecho, si se analizan el imperio Romano o el español, seguro que se encuentra también el patrón de crecimiento sostenido, precisamente hasta que se deterioran las instituciones.

Como digo, Koyama y Rubin distinguen entre instituciones formales y cultura, Al respecto de las primeras su foco es en la democracia representativa y un Estado fuerte, que asegure el cobro de impuestos. Ambas ideas me crean incomodidad. La primera la matizan repetidamente con el tema del tamaño del Estado; para mí, la democracia es un señuelo que cada vez tiene menos que ver con la libertad, por lo que tengo claro donde debe estar el foco. Respecto a los impuestos, la teoria económica es clara, y contribuyen a la destrucción de riqueza y no a su creación. Pero puedo aceptar que en origen solo un Estado fuerte y creíble, con recursos, podría garantizar el cumplimiento de los contratos o la seguridad, y en este sentido podía suponer un avance institucional. Ahora mismo ya no es el caso, y creo que los autores compartirían conmigo que no es buena idea subir los impuestos para conseguir crecimiento.

Para aceptar la tesis institucionalista hay que encajar en ella el caso de China, cuyo crecimiento económico es indudable, y se ha producido supuestamente bajo una dictadura comunista. Aunque yo tengo alguna duda sobre el poder omnímodo de la dictadura china (por ejemplo, ver este libro ), me gusta la tesis que comparten los autores, sobre que en China se legitima al buen gobierno, lo que pone límites a la citada dictadura, que tiene todos los incentivos para que haya enriquecimiento, y por tanto es mucho más liberal en lo económico, no ya que otras dictaduras comunistas, sino que países democráticos como los europeos. 

No obstante, la principal aportación que me ha supuesto la lectura de este libro creo que hubiera sido inesperada para los autores, que dan relativamente poca importancia al desarrollo de la Ciencia para explicar la Revolución Industrial y, por tanto, el enriquecimiento del mundo. Sí hablan de una República de las Letras, "Europe-wide forum in which Enlightenment elites disseminated and disputed the cutting-edge scientific findings and philosophical insights of the day." que recompensaba y promovía la innovación. Pero a mí la luz se me encendió cuando hablan de la Segunda Revolución Industrial: 

"The Second Industrial Revolution, generally dated from 1870 to 1914, differed from the first in its use of science. This was important because it accelerated the rate of technological change. New inventions in medicine, chemicals, and energy paved the way for more inventions as well as improvements upon those inventions. They also enabled more scientific discoveries. This period saw a feedback from science to technology that is still the dominant paradigm today."

Yo no necesito más: marcos institucionales buenos los hubo durante toda la historia de la humanidad, aproximadamente al comienzo de cada Imperio, en el país que lo detentó. Lo que faltaba para que el enriquecimiento así generado fuera sostenible era la Ciencia. Una vez apareció el conocimiento científico, el coste de emprender se redujo enormemente, el capital acumulado fue creciendo exponencialmente, lo que a su vez facilitó mayores oportunidades de emprendimiento.

Ahora, lo que sería interesante, y el libro apunta ideas, sería investigar por qué tanto Ciencia como instituciones adecuadas surgieron en Europa y no en otros países del mundo. ¿Será por la geografía? Ahí lo dejo caer.

sábado, 5 de octubre de 2024

Libre ("Free"), de Lea Ypi

En este libro, la autora nos cuenta su infancia y adolescencia en la Albania del fin de la dictadura comunista y el tránsito a la democracia. Un tema muyinteresante, como siempre me lo resultan las historias sobre la vida real en esos terribles regímenes, con el aliciente adicional de tratarse de Albania, un país sobre el que resulta difícil encontrar literatura. El libro se sube a la ola de la moda que está adquiriendo para los turistas el pequeño país balcánico, en parte porque sus precios aún no se han subido tan a la parra como los de sus vecinos. 

El libro tiene dos partes, como cabe esperar: la primera hasta el final de la dictadura comunista en 1990, y la segunda a partir de ese momento hasta que la autora abandona el país para irse a estudiar a Italia.

En la primera parte no ocurre nada que sorprenda a quien ya esté familiarizado con la forma de vida en las dictaduras comunistas: las colas para comprar cualquier cosas, en ocasiones de días, o las colas como señal de que hay, o se piensa que va a haber, pasteles en la pastelería; el miedo a opiniar sobre el dictador, Enver Hoxha, y sobre todo a que te traicione inconscientemente la niña; o las referencias a las prisionese políticas, camufladas, en este caso, en supuestas carreras universitarias.

Según Ypi, "We studied nature with the eyes of Darwin and history with the eyes of Marx. We distinguished between science and myth, reason and prejudice, healthy doubt and dogmatic superstition." O sea, que en el colegio les formaban científicamente con la historia a través de los ojos de  Marx, Volveré más adelante sobre esto. Otro de los momentos estelares es la pelea con los vecinos por causa de la una lata, vacia, de Coca Cola, que al parecer era un refinado símbolo de distinción durante el Comunismo.

Tampoco es algo nuevo el engaño en que viven inmersas las poblaciones de los países con estos regímenes. En Corea del Norte se pensaron hasta principios del siglo XXI que el resto de los países estaban peor que ellos, hasta que comenzaron a ver luces al otro lado de la frontera con China. Aquí, una de las fantasias es que en los países capitalistas los niños no podían viajar por estar oprimidos y humillados, mientras que "We knew it was difficult for us to travel abroad because we were surrounded by enemies. Moreover, our holidays were subsidized by the Party. Perhaps one day the Party would be powerful enough to have defeated all our enemies, and would pay for everyone to travel abroad too."

Cuando por fin cae la dictadura, Ypi descubrirá que su familia es de la antigua burguesía, con su padre descendiente del malvado rey que había precedido a los comunistas, y musulmana de religión. En todo caso, lo que sorprende de esta primera parte es la ligereza con que Ypi trata todas estas cosas que cuenta, que imagino ahora le parecerán objetivamente terribles. Aunque se puede comprender porque, al fin y al cabo, los acontecimientos los veía con ojos infantiles.

Pero es que va a resultar que esa comprensión que destila con lo ocurrido durante la tiranía comunista, se le agota con relativa rapidez al hablar de los años de transicion, en la que se transparenta bastante más amargura. La frase siguiente es casi el resumen de esta parte, en la que transluce el esceptecismo de la autora: "our planned economy was considered to be the equivalent of madness. The cure was a transformative monetary policy: balancing budgets, liberalizing prices, eliminating government subsidies, privatizing the state sector, and opening up the economy to foreign trade and direct investment. The market’s behaviour would then adjust itself, and the emerging capitalist institutions would become efficient without great need for central coordination."

Lo que percibe la señora Ypi es que aquello no funciona o tarda en funcionar y a sus padres metidos en política. Su madre, activista y libertaria de libro, tiene que ceder la representación al padre, que es más moderado en las formas y más popular por la gestión "humana" que ha hecho de algunas empresas. El término "reformas estructurales" sobrevuela todo este periodo como un buitre, algo que da mucho miedo pero que hay que hacer. Y todo esto concluye con la desaparición de los ahorros de muchos albanos, que se los habían confiado a empresas piramidales. Según Ypi esta fue la causa de la Guerra Civil de 1997, que hizo huir a su madre con su hermano a Italia, y a ella vivir en constante incertidumbre por la vida de su padre parlamentario.

Para Ypi, "It was like being back in 1990. There was the same chaos, the same sense of uncertainty, the same collapse of the state, the same economic disaster. But with one difference. In 1990, we had nothing but hope. In 1997, we lost that too." O sea, que ya se habia puesto a prueba un régimen liberal en Albania y había fracasado. Ni marxismo ni libertad son la solución, parece decirnos.

Desconozco lo que ocurrió en Albania en esos años fatídicos para la autora, quien tan poco da mucha información sobre el funcionamiento del régimen. Por ejemplo, sería interesante saber hasta qué punto seguían enredando los prebostes comunistas y con qué recursos. ¿De verdad habían cedido el poder pacífica y completamente? ¿Por qué no cuenta nada más sobre los esquemas piramidales, quién los montó ?¿Es verosimil achacar al colapso de estos lo que ella llama la Guerra Civil? (Aunque a mí no me extraña, porque imagino que una gorda se montará el día que colapsen nuestros sistemas de pensiones, que, recordémosle a Ypi, son también esquemas pirámidales).

Pero, vamos, poco a poco se quita la careta la señora Ypi y nos va descubriendo su verdadero rostro. Al menos, nos los descubre a aquellos que no la conocíamos cuando nos cuenta que explica el marxismo a sus alumnos, y  nos enteramos de que es una de las académicas izquierdistas más relevantes del momento. 

"My family equated socialism with denial: the denial of who they wanted to be, of the right to make mistakes and learn from them, to explore the world on one’s own terms. I equated liberalism with broken promises, the destruction of solidarity, the right to inherit privilege, selfish enrichment, cultivating illusions while turning a blind eye to injustice."

En suma, que para esta señora la percepción del marxismo o del liberalismo es simplemente una cuestión personal, de las experiencias que uno tenga. Da igual lo que muestren la historia y la ciencia sobre las consecuencias de cada uno de los sistemas, lo que vale es la experiencia que cada uno tenga. Una posición muy woke (según aprendí hace poco aqui) y muy de izquierdas.

Ideologías aparte, el problema de este libro es que cuenta poca cosa interesante. En realidad, la vida de Ypi no es demasiado llamativa, y ni siquiera aprovecha para iluminarnos algo sobre las costumbres y paisajes de su tierra natal. Por cierto, ella es de Durres, y se refiere a un señor carente de miembros con el que creo que me crucé en mi viaje por el país en 2005. Algo que no olvido porque el tipo estaba en medio de una carretera con coches moviéndose en ambas direcciones, por lo que pensé que, aparte de cojo y manco, estaba como una cabra, y precisamente era en la entrada a Durres.

En mi opinión, si no fuera porque la autora es de izquierdas, este libro no hubiera trascendido lo más mínimo, y ni en sueños se hubiera traducido. Que trate alguien de blanquear la dictadura de Franco y ya veremos cuántas veces sale su libro en The Economist.