Divertídisima novela sobre un Hitler resucitado en la Alemania de nuestro tiempo.
Parece que la figura de Adolf Hitler está empezando a dejar de ser tabú en Alemania, y así ha ocurrido que este escritor se ha atrevido a hacer una novela como la que comento, algo que creo impensable hace unos pocos años. No solo la ha escrito, sino que ha sido un gran éxito en el país teutón, hasta el punto de que también se ha hecho una película.
La novela está francamente bien, y es bastante divertida. Lo digo porque he pillado bastantes de los chistes y bromas que la componen, aunque estoy seguro de que mi alemán no da para captar no ya el 100% de los chistes o situaciones, ni siquiera el 50%. Una cosa que ya digo para tranquilidad de posibles interesados en su lectura, y es que no hace falta conoocer la actualidad alemana para disfrutarla.
El planteamiento es el siguiente: Hitler se despierta en un descampado de Berlin como si nada hubiera pasado desde su desaparición en la 2ª Guerra Mundial, lo que implica que va con uniforme y todo. Empieza a deambular por la ciudad, y pronto se encuentra con un quiosquero. Él sigue siendo Hitler y se comporta como tal, pero lo que ocurre es que nadie a su alrededor cree que sea Hitler y lo toman por un imitador. Y un muy buen imitador, por lo que resulta divertido. Así pues, tenemos a Hitler embarcado en una exitosa carrera de humorista, cuando realmente él está convencido de estar relanzando su actividad política.
En este contexto, se suceden situaciones y diálogos desternillantes, siempre con la asunción de que Hitler no es consciente de que no le toman en serio, o sea, desde una ingenuidad extraña. La novela está escrita en primera persona, lo que seguramente dará a los que hayan leído Mein Kampf nuevas oportunidades de reir, dado que el estilo es similar al de la "obra magna" de Hitler. Yo confieso haber leído un poco (por eso me atrevo con la anterior afirmación), y hasta haberme parecido interesante al principio (la parte que parece más autobiográfica), pero la dejé en un 7% y no sé si seguiré con ella en algún momento.
Quizá de las escenas más divertidas es una en la que está reunido con el comité de redacción que le asesora en su primera aparición, y uno de los componentes le dice que, cuidado, que el tema de los judios es un asunto serio. A lo que Hitler responde, como era de esperar, que por supuesto que lo es.
Una observación más: este tipo de novelas paródicas en que un personaje famoso viaja en el tiempo y crítica las costumbres de la época por parecerle absurdas es bastante habitual. En ellas, el protagonista asume un cierto grado de superioridad moral sobre los nuevos usos; lo mismo ocurre con Hitler en esta novela. Sin embargo, uno no puede dejar de sentirse incomodo ante esta supuesta"superioridad moral" que presenta uno de los grandes criminales de la historia reciente. Hecha abstracción de este asuntillo, la carcajada está asegurada.
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