Umberto Eco es uno de mis escritores preferidos, uno de esos cuyos libros trato de leer nada más conozco de su existencia. Aparte del famosísimo El nombre de la Rosa, llevado al cine con Sean Connery en el papel protagonista, me gustaron bastante, por distintas razones, El Péndulo de Foucault y Baudolino.
Cuando las Navidades de 2014 vi que había publicado este libro, mi interés se disparó sobre lo que sería otra obra del señor Eco (por ejemplo, la más reciente Número Cero, que también he leído este año y a la que en algún momento dedicaré un comentario), ya que el tema es uno de los que tradicionalmente me resulta atractivo. No olvidéis mi pasado como Ferhergón.
El libro, sin embargo, no es tal, sino más bien un publi-reportaje con espléndidas imágenes de dichos lugares legendarios acompañados por breves textos del autor, describiendo la leyenda. Es claramente material reciclado por el señor Eco, principalmente procedente de la documentación la ya citada novela Baudolino, aunque debidamente completado con muchos otros lugares "legendarios".
Las altas expectativas iniciales claramente no se compadecen con el contenido del libro. Aunque quizá me estaba engañando a mí mismo, no sé qué se podía esperar de un libro con el título de referencia. El problema adicional es que la mayor parte de las leyendas recogidas son generalmente conocidas (por lo menos, para mí), por lo que al final la única novedad eran los grabados e imágenes que acompañan al texto.
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