lunes, 14 de enero de 2019

Serie: Homecoming

Esta serie está interpretada y producida por Julia Roberts, y dirigida por Sam Esmail, guionista de Yo, Robot. Junto a Roberts, son coprotagonistas Bobby Cannavale (el actor eternamente stressado, sobre todo en la serie Vinyl) y Shea Whigham. La serie tiene un formato extraño para ser dramática, ya que sus capítulos son de 30 minutos, 10 de los cuales conforman esta primera temporada.

La trama tiene que ver con un centro de acogida de veteranos vueltos de la guerra, para facilitar su reinserción en la sociedad. Dicho centro es dirigido por Heidi Bergman (Julia Roberts) quien reporta a Colin Belfast (Cannavale) en la corporación Geist. La historia comienza cuando Thomas Carrasco, un funcionario de DoD (Whigham) recibe una queja y comienza su investigación sobre lo qué pasó en el centro de Homecoming.

La historia entrelaza escenas de dos momentos temporales distintos: por un lado, el momento actual, en que transcurre la investigación, y por otro, lo que pasó en Homecoming. El director distingue ambos momentos temporales mediante el ancho de la imagen: lo que ocurre en la actualidad se presenta en imagen estrecha, mientras que los sucesos pasados en imagen completa. En algún momento de la serie descubriremos que esta forma de presentar las escenas tiene su razón de ser, pero no seré yo quien haga el spoiler.

La actuación de Cannavale es, como siempre, excelente, y es que es fácil ser un actor stressado. También lo hacen bien Whigham y demás participantes en la serie. Y la que es un pequeño desastre es Julia Roberts, de la que uno se puede plantear si alguna vez fue buena actriz o solo se quedó en mito tras "Pretty Woman". En esta serie ni siquiera esta guapa, además. En cuanto a la historia, ni fu ni fa, se hace aburrida por momentos, y tampoco tiene grandes sorpresas escondidas.

Entonces, ¿por qué destaca esta serie? Pues por ser un homenaje descarado al maestro del suspense, Alfred Hitchcock, empezando por el nombre de la protagonista (Heidi Bergman) y continuando con la música típica de suspense. Es fácil ver en los protagonistas masculinos al Cary Grant bueno (Whigham, el héroe anónimo zarandeado por los acontecimientos) y al Cary Grant malo (Cannavale tiene incluso un cierto parecido físico). Esos epílogos que se muestran de fondo de los títulos de créditos, en que básicamente el director nos dice que la vida sigue y que los protagonistas de la serie son solo una minúscula proporción del mundo, creo que también son hitchcockianos, como la eventual confesión de Carrasco de que él es tan un solo una ruedecilla en un complejo mecanismo que le supera. Y, por si alguien tiene dudas, hay un obvio homenaje a Los Pájaros en alguno de los capítulos, así como en el evento que supone un punto de inflexión en el desarrollo de la serie.

La verdad es que esta serie se sigue con algo de interés, pero con poco entusiasmo. Hay momentos en que incluso 30 minutos se pueden hacer largos, y es claro que esta serie está sobreestirada. Después de todo, las pelis de Hitchcock duraban hora y media o dos horas, no cinco. Aunque hay anunciada segunda temporada, no creo que la vea.



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