Gracias a la globalización del negocio de las series, encabezada por Netflix y HBO, tenemos la posibilidad de ver series de países distintos a los EEUU y a Reino Unido, nuestros proveedores tradicionales. Quién me hubiera dicho a mí hace unos años que habría visto series polacas, danesas e incluso israelíes.
No hay que irse tan lejos para la que comento en esta entrada, pues proviene de Italia. Está claro que el título en inglés y los subtítulos en el mismo idioma, aunque la serie está en italiano, son para acercarla al mercado angloparlante al que sirve HBO.
Lo importante de la globalización es, sin embargo, que está forzando a todas las series a mejorar, y esa mejora hace que productos en principio locales, sean atractivos allende las fronteras originales. El fenómeno también está arrastrando hacia arriba las series españolas, donde el ejemplo paradigmático es "La casa de papel".
Así, nos encontramos está "My brilliant friend" que es, bueno, pues eso mismo, brillante. La historia se ambienta en los suburbios de Nápoles, a principio de los años 60. Sus protagonistas son dos chicas, a las que vamos a acompañar en su niñez (dos capítulos) y su adolescencia (los seis restantes). La narradora, Elena o Lenu (interpretada por Margherita Mazzucco) es una niña modosita y obediente, y acostumbrada a ser la primera de la clase; sin embargo, un día su posición se ve amenazada por Lila Cerullo (Valentina Acca), que se convertirá en la brillante amiga que da título a la serie.
A partir de aquí, tenemos la típica historia de barrio y adolescentes, con las inquietudes y ambiciones típicas de la edad. El vecindario tiene un papel fundamental, y poco a poco vamos conociendo a sus integrantes y sus rencillas, aderezadas por presencia próxima, aunque nunca explícita, de la Camorra.
La recreación del vecindario me parece estupenda, como también lo son las imágenes que nos proporciona de Napolés y sus alrededores, especialmente la isla Ischia. Muy buenas razones para ver si de una vez visito y conozco esta ciudad italiana que Cervantes calificara como la más bella del mundo.
Siendo dos chicas las protagonistas, y viviendo la época que vivimos, no hay que desdeñar el mensaje reivindicativo que tiene la serie. En efecto, estas chicas, lideradas por Lila, se revelan contra el dominio del varón, que debía de ser especialmente exagerado en esos años y en esa zona de Italia. Si bien Lenu es mucho más callada y reflexiva que la rebelde y explícita Lila, es claro que su actitud es similar, aunque haya escogido otras vías para desarrollarlo. En efecto, mientras que los medios económicos de Lila no le permiten su desarrollo académico, por lo que su rebeldía se canaliza hacia las relaciones con sus pretendientes, Lenu sí cuenta con el apoyo firme de su padre (y luego de su madre también) para continuar en el colegio y buscar de esa forma su independencia del varón.
La serie no tiene grandes sorpresas ni escenas espectaculares, pero es un placer verla e ir cogiendo cariño a las protagonistas, sobre todo a la rubita Elena. También tiene escenas emotivas, entre las que yo me quedo con la fiesta de Año Nuevo en la azotea de los Carracci.
Como dije, tiene ocho capítulos de 1 hora de duración, y ya hay anunciada segunda temporada.
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