A poco que uno se asome a este blog, descubrirá que Erich Kästner se ha convertido en uno de mis autores preferidos. Una de las razones es indudablemente que escribe un alemán que entiendo razonablemente bien, por lo que puedo leer sus libros casí como en francés o en inglés. Además, fue con una de sus obras con la que perdí defintivamente el miedo y decidí que oficialmente leía en alemán. La he comentado también, fue "Emil und die Detektive".
El cuento a que ahora me refiero es una obra breve en que Kästner versiona las aventuras del barón de Münschhausen, un personaje del folklore alemán. Kästner ha hecho esto con otras obras clásicas, adaptándolas para niños alemanes, como con Don Quijote o los Viajes de Gulliver. Ambas obras las he leído también este año y recibirán sus posts en el momento oportuno.
Aunque las historias son bien conocidas, Kästner les añade valor en forma de sus comentarios y explicaciones, en muchos casos con tono jocoso, por lo que merece la pena leerlas. Y aún más si tienes como objetivo, como es mi caso, ir consolidando el alemán.
En cuanto al barón de Münschhausen, sus aventuras son muy conocidas gracias a la película homónima, dirigida por el ex Monty Python Terry Gilliam, y que también merece bastante la pena. De hecho, todas las aventuras narradas por Kästner aparecen también en la citada película. Por extravagentes que puedan parecer al verla, no son extravagancias de Gilliam, sino del personaje.
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