Randy Pausch era profesor de cosas chulísimas, relacionadas con la tecnología y el entretenimiento. Con esta asignaturas, no es de extrañar su evidente entusiasmo y motivación con la enseñanza. Para que os hagáis una idea, uno de sus alumnos, cuyo sueño (cumplido) había sido trabajar en las películas de “La guerra de las Galaxias”, reconoce el papel que Randy ha desempeñado en que él lograra su sueño. Dice Pausch que flotó más alto aún que cuando lo hizo con Gravedad Cero (uno de sus sueños infantiles).
Junto a esta reflexión, resultan interesantes
algunas de las recomendaciones que realiza el autor durante su última lección. Por
ejemplo, una cosa que les he explicado a mis hijos numerosas veces cuando les
regaño y nos enfadamos: que para mí sería mucho más cómodo dejarles hacer lo
que quisieran y todos tan felices, pero que si les regaño al coste emocional
que eso tiene, es porque sinceramente pienso que es lo mejor para ellos. Randy
lo explica a raíz del castigo que le impone su entrenador de fútbol, cuando un
compañero le dice que eso es buena señal, porque significa que el entrenador
aún cree que puede hacer las cosas mejor. El tema se repite con la referencia
al “tío holandés”, el que es capaz de darte retroalimentación aunque sea
crítica y dura: un esfuerzo que, según Randy, la gente en general ha renunciado
a hacer, y que sin embargo es un papel inescapable para todo educador que se tome en
serio su cometido.
También me ha resultado muy relevante la forma en
que Randy cree que se debe construir la autoconfianza de los individuos, y que
no es otra que dejarles/ayudarles a que superen sus metas. No se construye
autoconfianza mediante felicitaciones o cumplidos, como mucha gente hace ahora,
sino proponiéndoles metas que puedan superar ellos solos. Esas metas, añade en
otro capítulo, habrán de ser de creciente exigencia.
Lo más interesante del libro es la reflexión y la experiencia personal del autor. Esta parte se completa con una serie de capítulos de autoayuda, por así decirlo, que me parecieron prescindibles: son consejos generales para la vida, posiblemente dirigidos a sus hijos, pero que no enraizan ya tanto en su experiencia.
Agradable sorpresa este librito, aunque dé un poco de yuyu su lectura al principio.
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