Libro del estilo de "To kill a mocking bird" al que llego por la vía de mi hija mayor. Al parecer es la novela que lanzó a la fama a su autora, una vez llevada al cine.
Estamos ante una historia de las que revelan las costumbres de los USA profundos, en en este caso en los años 60. La historia transcurre en Carolina del Sur, en pleno debate sobre la discriminación racial hacia los negros y en uno de los Estados abanderados de la misma.
La protagonista ha perdido a su madre y no está en buenos términos con su padre, al que culpa de la muerte/desaparición de la madre. En estas circunstancias, se ve envuelta en un conflicto racial por ayudar a su cuidadora (que, claro está, es negra). Ambas cosas le impulsan a abandonar el hogar paterno en busca de su madre, tarea para la cual solo cuenta con una estampita de la que parece ser una virgen negra.
Esta búsqueda no la llevará muy lejos, pues pronto descubre en una gasolinera estampas parecidas, que resultan ser la publicidad de una fábrica artesana de miel regentada por cuatro hermanas de color.
Aquí transcurre el resto de la historia, en pleno contacto con las abejas del título. Por cierto, sobre las costumbres de éstas se nos proporciona una breve ilustración al comienzo de cada capítulo.
El relato tiene momentos divertidos, otros dramáticos y alguno trágico. El conflicto racial está siempre latente, aunque evidentemente no entre la chica y sus anfitrionas, sino entre éstas y sus allegados, y el resto del pueblo. Sin embargo, la escena más sobrecogedora y que más invita a la reflexión es la aparición final del padre, una vez conoce el paradero de su hija.
En general, se trata de una buena y amena lectura, mejor continuación de "To kill a mocking bird" que la oficial "Go set a watchman".
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