Clásica obra de teatro del siglo XX que está entre las lectura obligatorias en el bachillerato que está cursando mi hija. Y sí, no la había leído hasta el año pasado.
Me constó un cierto tiempo investigar si la obra se había escrito originalmente en francés o en inglés, pues el señor Beckett, aunque irlandés, vivió bastante tiempo en Francia y murió en Paris. Además, escribía indistintamente en ambos idiomas. Al final, me convencí de que la escribió originalmente en inglés y, pese a haberla empezado en francés, cambié de idioma.
La historia no tiene demasiado que contar: dos tipos están esperando a un tercero, el tal Godot, y mantienen una animada conversación sobre distintos temas, entre otros la espera. En ambos actos aparecen otros dos personajes, un señor y su sirviente, que animan con su presencia los temas y el espíritu de la conversación.
Supongo que será una obra alegórica, pero no he dedicado tiempo a investigarla. Si no la entiendo o no le pillo la gracia, asumo que es mi problema. Lo que sí me ha dicho un amigo conocedor es que de teatro del absurdo no tiene nada. Comparto la opinión: lo que pasa en Esperando a Godot no son cosas absurdas. ¿Es absurdo esperar a alquien que te ha dicho que va a llegar?
Según el mismo amigo se trata de una obra sobre existencialismo, algo que me cuadra más con lo que ocurre y con los diálogos habidos.
A mí esta obra me ha dejado indiferente. Quizá ganaría de verse bien representada, pero es que tampoco da demasiado de sí. Quizá sea conveniente darle una segunda oportunidad a Beckett con alguna de sus novelas (Molloy, Malone muere, El innombrable son las que me recomienda el ya tres veces citado amigo), pero no estoy seguro de que lo haga.
Entretanto, bienvenida cualquier aclaración que permita incrementar el disfrute de esta lectura.
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