miércoles, 9 de noviembre de 2016

Los Señores del Norte ("The Lords of the North"), de Bernard Cornwell

Tercera entrega de la saga de Bernard Cornwell sobre la formación de Inglaterra, conocida por la serie "The Last Kingdom". Antes de seguir, tengo que aclarar que se acaba de lanzar la décima entrega (The Flame Bearer) y que, al parecer, tampoco ella concluye la saga, por lo que cabe esperar más entregas.

En esta novela, el protagonista, Uhtred, se traslada al norte a proseguir sus aventuras, como el título invita a pensar. Aquí hay un lío montado de cuidado entre los distintos señores por ver quién se hace con el dominio, aderezado por las apariciones puntuales de los escoceses. Así pues, la mayor parte de la acción transcurre en las cercanías del muro de Adriano, ya entonces en ruinas, claro, y las escenas culminantes se producen en lo que ahora en Durham y entonces se llamaba Dunholm.

De hecho, el título de esta novela evoca claramente a Juego de Tronos, algún capítulo de cuya serie podría haberse llamado así sin demasiado problema. Por supuesto, seguramente el flujo de inspiración sea el contrario, y George Martin se haya inspirado en esta parte de la historia inglesa para su reino del Norte, donde, no se olvide, "Winter is coming" y además linda con el Muro.

La novela no presenta demasiadas sorpresas estilísticas. El estilo sigue siendo el rústico que cabe esperar del protagonista, aunque en esta ocasión me ha parecido que Cornwell usa más la ironía que en las dos anteriores, y alguna carcajada se me ha escapado al leer los pensamientos de Uhtred. Añado que en la cuarta parece seguir la misma senda, por lo poco que llevo leído. Son especialmente divertidos los cruces de insultos que se producen antes de los duelos singulares, ya se sabe que con la seria intención de amedrentar al contrincante, en particular (SPOILER) el duelo final entre Kjartan y Ragnar.

Hay un aspecto en que esta novela mejora a la anterior: el equilibrio de los "recuerdos" (necesarios para sincronizar al lector con sucesos acaecidos en las previas entregas) está mucho más logrado. Parece haber los recuerdos justos y necesarios, en vez de el cierto exceso que presentaba la segunda. A cambio, hay otro aspecto en que empeora, y que parece difícil que mejore: el excesivo protagonismo del héroe, al menos para ser una novela histórica. Uno se puede creer que sea decisivo en uno o dos momentos de la historia, quizá los más importantes, o que lo sea en todos, pero se desconozca: el problema es que Uhtred es casi siempre el héroe y siempre se sabe. Por otro lado, también creo que Cornwell abusa del recurso de salvar a protagonista de situaciones casi sin solución, dos que recuerde en esta entrega. Sí, ya sabemos que el destino es todo, pero quizá si no se le mete en tanto lío no haya que acudir a este recurso, o que se meta en líos y salga de forma menos truculenta.

Conste que ninguno de estos dos "abusos" resta interés ni a la historia ni a la novela, pero sí hace que ésta se acerque más a una novela de aventuras de lo que a mí me gustaría. Al respecto, un ejemplo muy claro es la (SPOILER) toma de Durham.

Eso sí, también hay un par de perlas que no quiero dejar de apuntar. La primera se produce cuando el potencial rey de North Umbria pregunta a Uhtred si Andrew (rey de Wessex y principal protagonista histórico de la saga) es un buen rey por ser querido y buena persona. A ello Uhtred responde que Andrew no es bueno, no tiene el amor de sus seguidores, pero que un rey no tiene que ser bueno: tiene que ser justo, y Andrew lo es. Sencilla lección sobre la "Rule of Law" que deberían aprender tantos jueces empeñados en la justicia social y en ser "buenos".

La otra frase se la debemos a Ragnar, que simplemente afirma que un reino tiene demasiadas leyes si una persona no las puede conocer todas. Si Ragnar viera los volúmenes y volúmenes de hojas de leyes que sacan adelante los representantes del pueblo, tanto regionales, como nacionales o comunitarios, supongo que se revelaría contra el grado de arbitrariedad a que estamos sometidos. Su espada podría hacer maravillas al respecto.

En fin, lectura recomendable, e imprescíndible para los que estamos leyendo esta saga. Sigue breve SPOILER con el resumen de sucesos: Uhtred se traslada al norte, donde ayuda a unificar el territorio bajo el mandato del rey Gudred, quien derrota a Ivarr y a Kjartan (daneses) así como al señor cristiano previo. Queda sin conquistar, obviamente, la ciudad de Uhtred, Bebamburgh (digo obviamente porque supongo que esto no ocurrirá hasta el final de la saga). Por el camino, es entregado como esclavo a un mercader danés, en cuyo barco llega hasta Islandia, conoce a un irlandés (Finan) y del que es rescatado en un momento dado por el rey Andrew. Éste le devuelve al norte como acompañante del monje Beocca y también al lado de su hermano putativo Ragnar. Y es en este viaje cuando unifican el reino del norte, tras lo cual vuelve a Wessex.




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