jueves, 29 de abril de 2021

Human Compatible, de Stuart Russell

La verdad es que empecé leyendo este libro pensando que me iba a explicar cosas de cómo funciona el cerebro y, sobre todo, de los posibles límites para explicarlo. Pero me encontré con un libro sobre uno de los temas de moda, la Inteligencia Artificial (AI), y sus posibles límites. O sea, algo que ver, pero no mucho. Me terminé de despistar con el capítulo inicial, en que el autor da pinceladas sobre el funcionamiento de cerebro y sus bases evolutivas y químicas, y parece que va a ir del tema. Si tenía alguna expectativa al respecto, se quedan truncadas rápidamente cuando el autor afirma de forma contundente "In the area of consciousness, we really do know nothing, so I’m going to say nothing." aunque "No one in AI is working on making machines conscious, nor would anyone know where to start, and no behavior has consciousness as a prerequisite."

Con todo, el libro no está mal, sobre todo sus dos primeros capítulos y el penúltimo. Lo primero que nos da es una útil definición de Inteligencia, que es aquello que nos permite conseguir nuestros objetivos. Por analogía, la IA será aquello que permita a una máquina obtener los suyos. Y, de forma inmediata, aparece el principal problema de la IA, mejor dicho, de la super-IA: "We say that machines are intelligent to the extent that their actions can be expected to achieve their objectives, but we have no reliable way to make sure that their objectives are the same as our objectives."

Sobre la IA "normal", o sea, la  que se está implementando en estos momentos vía ML o Deep-Learning, esto no libro no aporta demasiado, aunque realiza un buen inventario del estado de arte. Lo que interesa, realmente, es dónde están los límites de la IA, o, desde otro punto de vista, qué nos falta para conseguir la que él llama super-IA, una IA general superior a la de los seres humanos.

Al respecto, el autor identifica con claridad los cuatro aspectos que enumero:

- Lenguaje y sentido común

- Aprendizaje acumulativo de conceptos y teorías (a nivel abstracto, claro)

- Descubrimiento y planificación de acciones a distintos plazos: "The main missing piece of the puzzle is a method for constructing the hierarchy of abstract actions in the first place."

- Gestionar la actividad mental.

Pero, una vez identificados, el autor da el salto mental de que, por supuesto, el ingenio humano será capaz de solventarlos tarde o temprano, y se lanza a lo que realmente les gusta a estos autores, que es imaginar cómo será el mundo con robots super-inteligentes, el montón de amenazas que nos esperan como no sepamos controlarlos y todos los beneficios que obtendremos de la citada super-inteligencia, en que los robots son capaces de asimilar en horas la sabiduría desarrollada por los humanos durante milenios. Son siempre ensayos que rozan o están en la ciencia ficción, y que me parecen aburridos, porque cuando leo ensayo, leo ensayo, no novela. Para novela, leería a Asimov, no a Stuart Russell.

Para mí hubiera sido mucho más interesante que se detuviera en esos aspectos que aún quedan por solventar, en dónde estamos en cada uno de ellos y por qué es realista que se terminen resolviendo. Pero, claro, eso es muchos menos resultón de cara a la galería.

Sin embargo, quien supere estos capítulos volverá a encontrarse con reflexiones de interés y cosas que aprender, pues se vuelve a plantear el problema principal que he descrito al principio, el de cómo conseguir que el objetivo de las máquinas sea el de los humanos. Para ello, lo primero es descartar como solución los problemas de maximización con certidumbre, que son los que aplica el ML.

Y aquí si cabe una discusión teórica provechosa, con independencia de que la superIA sea o no viable. Russell proponer el siguiente trío de principios para el comportamiento de la máquina, que, según él, reducirían el riesgo de una superIA destructiva:

"1. The machine’s only objective is to maximize the realization of human preferences.

2. The machine is initially uncertain about what those preferences are.

3. The ultimate source of information about human preferences is human behavior."

Para algunas de las argumentaciones, el autor utiliza la teoría de juegos, en este caso entre humano y robot, teorías que yo desconocía.

Y en el penúltimo capítulo entra de lleno sobre un tema que se acepta implícitamente en la solución anterior. Me refiero a la asunción de que se pueden observar las preferencias de los humanos, y en cómo conciliar las preferencias de los distintos individuos en sociedad, así como adaptarse a loa cambios en las mismas. Estos planteamientos son perfectamente compatibles con la visión del ser humano que tiene la escuela económica austriaca y, por tanto, podrían ser aplicables a los problemas que surgen de la teoría económica basada en idénticos supuestos. 

En cambio, no me ha gustado nada y me ha resultado preocupante la visión que tiene Russell sobre el origen de las normas de convivencia en sociedad: "Several thousand years of work by philosophers, economists, legal scholars, and political scientists have produced constitutions, laws, economic systems, and social norms that serve to help (or hinder, depending on who’s in charge) the process of reaching satisfactory solutions to the problem of trade-offs." O sea, la visión racionalista de la sociedad contra la que nos advierte Hayek en "The fatal conceit", muy propia de ingenieros y científicos naturales. Consecuentemente, no sería de extrañar que Russell piense que la superIA puede mejorar estos sistemas desde fuera, lo mismo que piensan los políticos y los gobiernos.

De hecho, él es exquisito a la hora de respetar las preferencias de todos los individuos, y es uno de los mayores problemas que tendrá que resolver la superIA, cómo priorizar entre ellas. 

Por ejemplo, cuando cita el teorema de la agregación social de Harsanyi: "an agent acting on behalf of a population of individuals must maximize a weighted linear combination of the utilities of the individuals." se da cuenta de que "The theorem requires one crucial additional (and unstated) assumption: each individual has the same prior factual beliefs about the world and how it will evolve." algo de lo que no se dan cuenta, por ejemplo, los economistas neoclásicos.

O es consciente de que una máquina inteligente podría intentar deliberadamente modificar las preferencias de los humanos: ¿Por qué? "The answer is quite simple: to make the preferences easier to satisfy." Alguien diría que así actúan los regímenes comunistas. Las malas noticias siempre son que no es tan fácil modificar las preferencias como la gente (o las máquinas) se creen, y aquello suele terminar en tragedia y con millones de muertos.

Pues bueno, con todo lo sutil que es su análisis y lo considerado que es con todos los valores y preferencias de las personas, al final, cuando uno cree que ya no va a hacerlo, le salé el ramalazo de planificador social y nos suelta "for any individual human, it may seem pointless to engage in years of arduous learning to acquire knowledge and skills that machines already have; but if everyone thinks that way, the human race will, collectively, lose its autonomy." Y, por supuesto, ante este problema la solución es cultural, no técnica: "We will need a cultural movement to reshape our ideals and preferences towards autonomy, agency, and ability and away from self-indulgence and dependency".

Vamos, que para que la IA sea "human compatible", los que tenemos que cambiar somos los humanos. E inmediatamente pido perdón por mi demagogia, pues es muy injusto para con el autor terminar con esto, además sacado de contexto. 

Sí diré una cosa, porque si no reviento: estos libros sobre la superIA se olvidan de que el ingenio humano sí tiene límites, los que nos imponen las leyes físicas y por ende las biológicas. Cuando uno se dedica a hablar de lo que pasaría en un mundo con superIA es como si a principios del XX con el despliegue de las vías de tren tuviéramos pensadores muy preocupados sobre lo que pasará cuando los trenes superen la velocidad de la luz, y que por supuesto que se conseguiría. Si alguien escribió sobre estas hipótesis, supongo que sus ensayos habrán quedado olvidados y bien olvidados. Me temo que pase lo mismo con estos pajareos sobre los robots más inteligentes que los seres humanos (en términos de  inteligencia humana, otra cosa es que robots especializados hagan mejor que los humanos una de las cosas que hacen estos).

miércoles, 28 de abril de 2021

La ciudad sin judios ("Die Stadt ohne Juden"), de Hugo Bettauer

Pequeño relato al que llego a través del premio Nobel Kandel y su libro "In search of memory". Saqué la idea de que era un relato satírico, y qué mejor forma para leer en alemán. Así que me hice con él inmediatamente, y lo he leído a la primera oportunidad. Luego pude comprobar que esta novelilla es la obra principal del autor y que, posiblemente, le costó la vida a manos de un pistolero supuestamente Nazi (digo supuestamente porque en estos días en que la ultraderecha parece la causa de todos los males, no está de más suponer que la noticia llega mediada por alguien no neutro). Y también que, para mi sorpresa, está traducida a español.

El planteamiento es muy sencillo, y Kandel lo usaba para ilustrar el extremo antisemitismo de los vieneses, según él superior al de los alemanes. Y la verdad es que la obra parece compartir esta afirmación. Se trata de imaginar cómo sería la vida en Viena si se expulsara a todos los judios. No se pierda de vista que la obra se escribe en 1924, más de 10 años antes de la llegada de los nazis al poder en Alemania.

La obra se estructura en dos partes. En la primera, se cuentan los debates previos a la ley de expulsión, así como el propio proceso. Refleja bien Bettauer la discusión política sobre quién es y quién no es judío a efectos de la ley. Aunque no lo parezca, no es obvio determinar quién es judío o no, y, de hecho, los nazis tenían departamentos dedicados a estudiar "científicamente" la materia. Por ejemplo, un hijo de judío y gentil, ¿se debe considerar judío? Sigan los cruces hacia arriba, y se tendrá un atisbo de la problemática.

Luego tenemos la propia demagogia de los gobernantes explicando porque es conveniente la expulsión de los judíos de Viena. Me encanta esta comparación, en que se compara a los judíos con tigres: "Ist nicht der Tiger ein herrliches Tier, voll von Kraft, Mut und Intelligenz? Und wird er nicht doch gejagt und verfolgt, weil es der Kampf um das eigene Leben erfordert?"

Y finalmente, me encantan los efectos inesperados de la regulación, que es mi campo de estudio. En este caso, se crean incentivos para que determinados perfiles profesionales se conviertan al judaísmo, dado que así obtienen ayudas para su desplazamiento. Por tanto el gobierno, que había estimado gastos para unos 500.000 judíos expulsados, se encuentra con un número cercano a 800.000, con el extracoste consiguiente. "...werde Israelit. Hoffentlich ohne Operation. Dann heiraten wir, bekommen unser Ablösegeld vom Staat und können nach den Bestimmungen des Völkerbundes uns anderswo ansiedeln."

Ya al ver esto, los gobernantes empiezan a tener dudas sobre sus planes. Pero, como buenos políticos, antes morir y matar a toda la ciudadanía que reconocer un error. "Eine solche Ausnahmebestimmung würde das ganze Gesetz zum Weltwitz machen, wir wären bis auf die Knochen blamiert, das internationale Judentum würde triumphieren wie noch nie in seiner Geschichte," En todo caso, termina la primera parte con los objetivos logrados y campanas al vuelo: "Um ein Uhr mittags verkündeten Sirenentöne, daß der letzte Zug mit Juden Wien verlassen, um sechs Uhr abends läuteten sämtliche Kirchenglocken zum Zeichen, daß in ganz Oesterreich kein Jude mehr weilte."

En la segunda parte, ya se nos cuenta la vida en Viena sin judíos. Debería haber sido la parte fuerte del libro, pero me ha resultado bastante decepcionante e incluso racista por momentos. Una cosa es que esté mal expulsar a los judíos, otra cosa es que los cristianos sean gente paleta y de mal gusto, como parece decir Bettauer (¿compartiendo opinión con Arana respecto a los castellanos?). Porque al final los efectos parecen resumirse en dos: por una parte, pérdida de lustre de todos los negocios, especialmente de lujo y culturales, con las pérdidas aparejadas y generación de desempleo. ("Wenn ich daran denke, daß hier wieder einmal Leben und Luxus herrschen könnte, wie einst– nein, das ist ein zu schöner Traum, um wahr zu sein.").

Y, por otro, en la enorme inflación generada por los gastos públicos crecientes que debe acometer el gobierno, primero en la expulsión ya descrita, segundo, para atender el subsidio de desempleo de todos los parados que no encuentran trabajo "daß ihnen der Staat zehntausend Kronen täglich Arbeitslosenunterstützung zahlte. Da begann die Krone zu fallen, weil, wie Papa mir erklärte, der Banknotenumlauf enorm stieg." Y me llama la atención sobre todo por lo claro que debían de tener en aquel entonces todas las personas que el gasto público genera inflación, pérdida de valor de ahorros y salarios de la gente. Compárese con la situación actual en que muy pocas personas, y muy pocos economistas, son capaces de tener claro que la expansión monetaria (que ahora llaman "política" monetaria) da lugar a inflación, tarde o temprano. Bettauer afirma varias veces lo de que "Krone ist nämlich wieder riesig gefallen." y está muy pendiente de sus evoluciones en el mercado de Zurich.

Una consecuencia del empobrecimiento de la población ("»Mit den Juden hat man bei uns den Wohlstand vertrieben, ein paar Jahre noch und wir werden zwar gute Christen, aber bettelarm sein!«") es el crecimiento del socialismo, que Bettauer nos pinta, correctamente, como amenaza para la sociedad, en ese caso vienesa. "Die christlichen Blätter ebenso wie die deutschnationalen verloren massenhaft Leser, während der Weizen der »Arbeiter-Zeitung« wieder zu blühen begann." Los otros dos partidos en política son, por cierto, los cristianos y los nacionalistas alemanes.

Como curiosidad, una referencia a la evolución del teatro, pues Bettauer lo imagina limitado a obras de escritores austriacos arios, entre ellos Anzengruber, de quien casualmente había leído hace nada una obra (la reseña aquí). También me mola unas supuestas declaraciones de George Bernard Shaw en la prensa británica: "Wien sei ein internationales Dummheitsmuseum geworden,".

Y solo me queda añadir que al final de la obra los austriacos derogan la ley de expulsión de los judíos y estos pueden volver al país. En ello es instrumental la actividad taimada de Leo Strakosch, judío expulsado pero enamorado de una austriaca, que vuelve haciéndose pasar por francés. Lo cierto es que tales acciones son de una ingenuidad pasmosa y que es una figura que poco añade a la novela, que tampoco me ha entusiasmado demasiado en la parte imaginativa, como se puede observar de mi comentario.

En resumen, se trata de una buena obra para practicar alemán, con algunos puntos llamativos (que seguramente no sean apreciados por el lector medio, como es lo de la inflación que he explicado), pero que parece algo desfasada en la actualidad. Y me temo que no me ha conseguido arrancar ni una carcajada durante la breve lectura.

domingo, 25 de abril de 2021

Berta Isla, de Javier Marías

Aprovecho la publicación de su segunda parte, Tomas Nevinson, para recuperar esta novela que había dejado sin leer en su momento. De Marias he leído toda la producción desde que me atreví con "Corazón tan blanco", libro con el que disfruté un montón. Me atrapo ese estilo de meandros y rincones, esa forma de escribir tan sui generis, ese sinfin de precisiones en sus frases. Y, además, en "Corazón tan blanco", recuerdo escenas divertidísimas, como la del interprete entre los dos políticos. No he vuelto a encontrar esa vertiente cómica en la obra de Marías, pero sí esas frases alambicadas y entrecruzadas, que reaparecen en todas sus obras ("esos turnos nocturnos de guardia que se llaman imaginarias, quién sabe por qué, quizá porque luego le parece que no hayan tenido lugar, al que se mantuvo en vigilia mientras dormía el mundo, si consiguió mantenerse en vigilia y no ser arrestado,...").

Uno de los grandes alicientes de las novelas de Javier Marías es dar sentido al título: "Mañana en la batalla piensa en mí", "Tu rostro mañana" o el propio "Corazón tan blanco", encuentran tarde o temprano explicación en el texto. En esta ocasión, como el señor Marías ha optado por titular con el nombre propio de la protagonista, esa intriga se pierde.

El precio que paga Marías por ese estilo narrativo es que el número de escenas que ocurren en sus novelas es relativamente escaso, hay pocas, pero descritas hasta el último detalle psicológico y a veces físico. A su vez, ese relativo número de escenas impide que haya tramas complicadas en su narración, pero no creo que nadie lea a este autor para que le atrape en su historia, ya queda atrapado en sus frases. En todo caso, la trama de esta novela (que, por cierto, se centra más en Tomás Nevinson, el marido de Berta Isla y que da título a la segunda parte) tiene algún giro inesperado y me ha parecido suficientemente interesante, hasta el punto de que tengo mucha curiosidad por la citada segunda parte, en que imagino Marías rellenará los huecos de la vida del tal Nevinson que han quedado sin cubrir en esta primera parte.

Como de la trama hay poco que contar, lo suyo es quedarse con algunas de esas frases sobresalientes y también con las reflexiones del autor por boca de sus personajes. Porque, claro, eso también es parte del precio a pagar: los personajes hablan todos usando las frases rebuscadas de Marías, por lo que parece que siempre está hablando el mismo, o quizá debería decir "él" mismo. Ojo, no se les distingue al hablar o pensar por estilo, pero sí por lo que piensan o dicen.

Por ello, me resulta algo incómodo el sesgo claramente izquierdista las pocas veces que surge, más en concreto en relación con el alzamiento o golpe de Estado de Franco. En alguna ocasión se queja del número de víctimas consecuencia del mismo, sin pararse a pensar (quizá Marías no sabe historia o no la quiere saber) que el régimen instalado era una especie de régimen stalinista, que estaba gobernando contra la mitad de España, a base de violencia, "sacas" y chekas , y que posiblemente ni siquiera había ganado las elecciones. Dicho de otra forma, no sabemos cuántas muertes ahorró realmente el alzamiento y régimen de Franco, pero podemos hacernos una idea viendo cuánta gente murió en la URSS, Camboya o está muriendo en Cuba o Corea del Norte. 

En todo caso, aunque sean incómodas, son escasas estas referencias. Más interesantes son los viajes que les pega en más ocasiones a los Estados, donde aflora el espíritu anarquista de Marías:

-"La verdad no cuenta, porque se trata de que decida sobre ella, de que la establezca alguien que nunca sabe cuál es: me refiero a un juez."

-"La Corona siempre tiene las de ganar, es demasiado grande, es más fuerte, tiene leyes que cambia o se salta, las incumple impunemente. Y te aplasta."

-"Cuando se trabaja para el Estado, éste pide y va pidiendo sin límite, va tirando de la cuerda, exprime a sus servidores y a los ciudadanos en general (‘Esto por patriotismo, esto otro por lealtad, aquello por solidaridad con los débiles y aquello otro por el bien común’), y jamás se sabe lo que acabará por exigir o extraer, de qué aberraciones o sacrificios convencerá." (Observad la vigencia de esta frase en relación con las medidas del COVID, pero no se olvide que esta novela es de 2017).

- Esta otra es mucho más sutil: "Cuando no hay guerra hay su amenaza, y lo que podéis hacer los dotados es mantenerla en esa fase, en la de la postergación, en la sola amenaza."

Otros que se llevan algún  golpe son las nuevas generaciones, a las que Marías ve sin espíritu de sacrificio: "tratar de prolongar la adolescencia o la niñez, con sus plácidas indefiniciones, parecía propio de pusilánimes y medrosos, de los que la tierra está hoy tan llena que ya nadie los ve como tales. Son la norma, una humanidad sobreprotegida y haragana, surgida en un plazo brevísimo después de siglos de lo contrario: actividad, inquietud, intrepidez e impaciencia.".

El análisis psicológico que hace Marías en muchas circunstancias me ha parecido sobresaliente, ahora que estoy en mejores condiciones de valorarlo que cuando leí sus otras novelas. Da lugar a numerosas reflexiones aprovechables: 

-"La imaginación a menudo es más salvaje que la realidad, si bien carece de su concreción y de su horrible fuerza, así que siempre cabe desechar lo que trae,,,"

- "Lo peor imaginable siempre es no poderse negar, ni apenas poder discutir ni razonar ni argumentar,"

-"una vez que se posee un conocimiento o un dato lo que se recuerda menos es su procedencia y el camino de su adquisición, y la figura del mensajero se difumina con rapidez."

-"Tal vez ser superior a los cerebros más malvados implicaba, en un sentido, ser aún más malvado."

-"No por nada existen esos verbos: confirmar, comprobar, constatar; verificar, reafirmar, reasegurar; y cerciorarse. No son superfluos ni están de adorno, responden a necesidades." (en el contexto de que la mayor parte de lo que conocemos nos viene de terceros, muy poco de lo que experimentamos directamente).

Como siempre en sus obras, está muy presente la literatura. En esta ocasión, cobra especial relevancia el poeta Eliot, algunos de cuyos versos aparecerán recurrentemente en la obra. Junto a él, cómo no, Shakespeare, esta vez con su Enrique V. Y, sorprendentemente, también hay referencias francesas, a Honoré de Balzac y su Coronel Chabert, y a un tal Martin Guerre, personaje real. Junto a estas referencias, destaca una reflexión: "el narrador en tercera persona, omnisciente, es una convención que se acepta, y quien abre una novela no se suele preguntar por qué ni para qué toma la palabra," y una pulla a sus lectores, respecto al poco interés que tienen las historias largas de la gente real "casi nadie está dispuesto a escucharlos, a no ser que se trate de una narración escrita y ficticia sobre alguien inexistente, inventado, y aun así no se hace fácil atender a una historia tan larga."

Resalto también, antes de terminar, un par de referencias a Tolkien ("...llegar al pub The Eagle & Child, que aún pisaba Tolkien de tarde en tarde cerca del final de su vida,") y otra a la casa de John Seoane, que fue una de las visitas que más me sorprendieron en primera estancia en Londres, y que también visitará Tomas Nevinson cuando sus múltiples ocupaciones le den oportunidad.

Y, por último, cómo no, una selección de frases en que aflora el Marías más genuino, el que más me llama la atención desde que empecé a leerlo.

-"pese a ser de interrogativa carne y sano hueso e intrigado sexo,"

- "allí no tenía más que hacer y en realidad no quería más hacer"

- "‘Mira tú qué suerte, tú. No me acordaba ya yo’."

- "Cuando no se ha hecho no se ha hecho, y luego tampoco se ha hecho, de modo que todo está siempre como estaba y sigue exactamente igual."

Si no han leído nada de Marías, Berta Isla puede constituir una buena presentación, aunque para mí el mejor sigue siendo "Corazón tan blanco". Dejo reposar un poco a Marías, y volveré con "Tomás Nevinson", la continuación.

miércoles, 21 de abril de 2021

La guerre des amoureuses, de Jean d'Aillon

Esta novela constituye la segunda parte de la trilogía del autor sobre la llamada Guerra de los Tres Enriques, ocurrida en Francia durante el siglo XVI. La primera parte la leí hace unos meses (ver aquí la entrada), y me resultó lo suficientemente interesante para abordar la lectura de su segunda parte, e incluso posiblemente de su tercera.

Lo más interesante de la novela, con diferencia, es el contexto histórico, esa Francia de la guerra de las religiones, que el autor describe razonablemente bien, aunque sin conseguir en ningún momento que te sumerjas en ella. Con ese fondo, nos cuenta las aventuras de tres personajes principales, dos de su creación (Hauteville y Casandra de Mornay) y otro histórico (Poulain) con quien, no obstante, se concede bastante licencia, aprovechando que se trata de una especie de agente secreto cuyas aventuras no estarán completamente contadas en sus memorias.

El contexto, como decía, es el de la guerra de los Tres Enriques. Uno de ellos Enrique III, es el rey, cada vez más debilitado en salud y poder; otro es Enrique de Guise, líder de los católicos y apoyado por la todopoderosa España, y el tercero es Enrique de Navarra, el heredero legítimo, en el que encuentran protección los protestantes y hugonotes, aunque su característica principal parezca ser la tolerancia ("— Monsieur de Montaigne, soupira Henri de Navarre, catholique ou protestant, peu importe à mes yeux ! Dieu m’a fait seulement naître chrétien et ceux qui suivent leur conscience sont de ma religion. Quant à moi, je suis de celle de tous ceux qui sont braves et bons". Es claro dónde están las preferencias del autor de la novela, y es con este personaje. Parece en ello unirse a sus cortesanos, con una frase como ésta: "La faiblesse, dont on l’avait longtemps accusé, était désormais de la tolérance, sa souplesse était appelée sagesse, son double jeu n’était que de la stratégie, et ceux qui avaient été à son côté dans les batailles ne doutaient plus de son courage." O, vamos, que cuando te va bien todos quieren ser tus amigos.

Los enfrentamientos entre estos tres poderes nos dejan un centro y sur de Francia digno de Juego de Tronos: "Il y avait des protestants, des catholiques guisards, des catholiques modérés, des reîtres et des lansquenets… et surtout des brigands sans foi ni loi". Internarse en estos territorios es una gran aventura, y es algo que les tocará hacer a muchos de los protagonistas de esta novela, con desigual fortuna.

La novela transcurre en torno a las conferencias de paz organizadas por la reina madre y campeona de las intrigas (no perderse su "escuadrón volante") Catalina de Medici, para conseguir la conversión al catolicismo de Enrique de Navarra o, en su defecto, un matrimonio conveniente, o, si todo falla, su muerte. Estas conferencias nos llevarán por los castillos del Loire, empezando por el espectacular Chenonceaux.

Catalina involucra en sus planes a una compañía de teatro, los Gelosi, y eso hace que la novela empiece de forma sorprendente en Mantua, donde los citados actores están actuando hasta que les sobreviene un inopinado accidente. La verdad es que este comienzo nos da un regusto rocambolesco que, de no conocer ya al autor, me hubiera hecho abandonar el libro de forma inmediata. Lo contaré porque el "misterio" se resuelve rápidamente: resulta que Catalina ha infiltrado a un actor en la compañía para que consiga que ésta interrumpa su gira por Italia y vaya a la corte francesa; al tipo no se le ocurre otra cosa que provocar la muerte de una actriz en escena, de forma que el duque de Mantúa meta en prisión a la compañía, y él arregle el rescate a cambio de que vayan a actuar a Francia. ¿Y por qué está empeñada la reina madre en que los Gelosi actúen en Chenonceuax? Para que la actriz protagonista, una tal Isabelle. de gran belleza, enamore a Enrique de Navarra. En fin, una estupidez del tamaño de un elefante.

Poco a poco, el elenco protagonista se incorpora a la novela, y el contexto histórico deja paso a la trama. Uno de los capítulos más interesantes de la primera novela era la narración del viaje a través de Francia de uno de los protagonistas. Aquí, d'Aillon utiliza el mismo recurso, si bien multiplicado, ya que son varios los grupos que tienen que viajar a través del territorio francés en las complejas circunstancias apuntadas: "Pour passer à travers tout ce joli monde, avait conclu Cabasset, nous ne ferons que de courtes étapes, d’autant plus que nous ne trouverons que rarement des chevaux, et qu’il faudra ménager les nôtres." Y esto es parte del paisaje habitual: "Sur la porte de l’église, il y avait les habituels colliers d’oreilles et encore quelques corps pendus à l’intérieur."

Cuando por fin termina la trama, a la vez que lo hacen en fracaso las conferencias de paz, el autor nos vuelve al contexto histórico. Lo que pasa es que, claro, queda un poco como estrambote. Uno está esperando el vivieron felices y el The End, y se encuentra con otra ración de historia con lo sucedido tras la conferencia de paz, sin saber muy bien a dónde va. En este estrambote, se aprovecha Hautedeville para formarse como artillero, ahí es nada, y ser decisivo en la batalla de Coutras, en la Enrique de Navarra derrota a los ejércitos de Enrique III y despeja el escenario para su enfrentamiento con Enrique de Guise. "Le roi regretta sa noblesse décimée, mais peu son ancien favori qu’il jugea mauvais serviteur, n’ayant jamais reçu l’ordre de s’attaquer à Navarre. Cette défaite était un grand malheur, car elle le laissait sans armée, sans gentilshommes, sans argent et sans pouvoir."

En la primera parte de la trilogía, resultaban de especial interés las descripciones costumbristas que hacía el autor, así como de las instituciones vigentes en el momento. De hecho, estas últimas eran fundamentales en la trama central, que se refería a un fraude fiscal. La componente constumbrista-institucional queda muy debilitada en esta segunda parte, por desgracia. No obstante, hay algunos pequeños destellos. Por ejemplo, referido al comercio del vino, aunque sin más explicación: "Ce n’est que l’année suivante qu’Henri III devait organiser la profession de marchand de vin en distinguant les bouchons, les tavernes, les cabarets, les auberges et les hôtelleries."

O la descripción del "derecho de entrada alegre" que tiene la reina en la villa de Loches: "Ce droit signifiait que les habitants devaient loger la Cour, participer aux dépenses, donner des cadeaux et offrir des réceptions.". También es de interés la concesión de nobleza a uno de los protagonistas, si bien administrativamente solo se le reconocería en los dominios de Enrique de Navarra y no en Paris. No obstante: "Pour l’instant, vous pouvez posséder un fief dépendant du roi de Navarre et faire enregistrer votre noblesse à Pau. - Un fief ! Savez-vous comment je dois faire ?".

En el aspecto histórico, también cabe destacar la aparición estelar del mismísimo Michael de Montaigne, cuyos Essais ha leído con fruición Hautedeville. "Vous êtes l’auteur… des Essais ?- En effet… répliqua Montaigne, un peu étonné qu’on connaisse ici son livre publié six ans plus tôt." Eso, cuando Montaigne, proveniente de Montauban, le hace entrega de una carta de su querida Casandra. En suma, metido con calzador el personaje.

El estilo de d'Aillon es relativamente simple. No hay frases inolvidables ni juegos de palabras, ni profundos pensamientos. Quizá lo más destacado sea la gran riqueza de vocabulario. No tiene reparos en usar cultismos y palabras de la época (por ejemplo, las piezas de las armaduras). Rescato aquí tres palabras que me han llamado la atención, como muestra de lo que digo: "rataconniculer", "baguenauder" o "pimplochée".

En suma, ha sido una lectura interesante y hasta cierto punto entretenida, aunque menos que la primera parte. Dada mi tendencia a la completitud y que la cosa no ha estado mal de todo, supongo que en los próximos meses leeré la tercera y última parte de la trilogía, tras lo cual el señor d'Aillon pasará a la historia.

martes, 13 de abril de 2021

The Ape that understood the Universe, de Steve Stewart-Williams

Se trata de un ensayo divulgativo sobre psicología evolutiva y memética. La introducción es toda a una declaración de principios, al ponerse en el pellejo de un alienígena que viniera a observar a los seres humanos y quisiera explicarse sus comportamientos. 

Así que con estos principios, no es extraño que apenas haya descubierto nuevos conocimientos en prácticamente el 80% del libro, enfocado a psicología evolutiva. Algo más he aprovechado del último capítulo, dedicado a los memes y la cultura, porque de memética he leído más bien poco, no es un tema que me interese, y además creo que se puede analizar con los instrumentos de teoría económica.

El estilo explicativo es bastante casual, de andar por casa. Stewart-Williams dedica bastante espacio, además, a confrontar las teorías de psicología evolutiva con las socioculturales, que son las que tradicionalmente explicaban el comportamiento humano. O sea, la disyuntiva eterna cultura-naturaleza (en inglés, nurture-nature). Obviamente, los psicólogos evolutivos no niegan el papel de cultura y educación en nuestros comportamientos; lo único que sostienen es que la parte que viene de los genes es también muy importante, y no se puede desdeñar sin hacer el burro. Ejemplo por excelencia: las diferencias de sexo.

Los argumentos que utiliza Stewart-Williams son de tres tipos: 1) el comportamiento se observa en otras especies (muy llamativo, por ejemplo, el que las bacterias muestren ya "kin altruism"; 2) el mismo comportamiento se observa generalmente en las distintas culturas humanas; 3) sencillez de la explicación: ¿por qué pretender que un rasgo evolutivo psicológico presente en otras especies de repente fue borrado en el ser humano, para ser sustituido por uno exactamente igual pero producto de la educación? 

Durante su explicación, el autor recorre los tópicos más comunes dentro de la disciplina, y aporta las explicaciones conocidas para las emociones que sufrimos. Por ejemplo, "emotions such as anger, gratitude, guilt, and sympathy lead us to forge reciprocal alliances (in plain English, “friendships”) and to defend ourselves against cheats and free riders (in plain English, “assholes”)." Así pues, son las que guian la cooperación de los seres humanos, y no debemos olvidar que "Cooperative entities exist today because their ancestors outcompeted their non-cooperative counterparts."

Me quedo con dos ideas de esta primera parte. Por un lado, con el concepto de "evolutionary mismatch", por ejemplo, cuando el erizo se enrosca en respuesta a los faros del coche que le va a atropellar cuando cruza la carretera. La adaptación evolutiva del erizo para su defensa no le vale en el nuevo entorno. Algo parecido le podría pasar a los humanos, con "Our outsized fear of ancestral threats (serpientes, abismos...), and our excessive consumption of junk food" 

La segunda es la definición biológica de machos y hembras, que desconocía, y que se relaciona con el tamaño de la célula sexual. Por definición, se considera macho al que genera la célula sexual de menor tamaño.

Tras revisar la psicología evolutiva, Stewart-Williams se adentra en su ampliación natural, la cultura de los seres humanos y su explicación a través de la memética. Primera nota importante: nuestra inteligencia superior a la de otros animales NO es el factor que explica nuestro desarrollo diferencial. Como dice bien el autor, un ser humano por si solo no conseguiría mucho más que un primate, y, desde luego, no es concebible que, por ejemplo, invente el teléfono móvil. Y es que  nuestro "“superpower” as a species is not our intelligence; it’s our collective intelligence and capacity for cumulative culture".

¿Cómo se construye una cultura? La explicación que propone el autor es, como digo, una extensión de las teorías evolutivas, en esto caso aplicada a los memes (ideas, si se quiere, aunque incorporando el matiz dinámico, esto es, que se transmiten y evolucionan). En la base de los memes está el comportamiento imitativo de los seres humanos, algo también presente en otras especies, y por tanto adquirido evolutivamente. Es esta infinita capacidad de imitar la que hace que los memes se propaguen y sobrevivan, para bien o para mal, y que puedan llegar a formar memeplexos (como religiones o ideologías) y culturas.

El autor nos cuenta algo sobre cómo elegimos los memes que replicamos de entre todos los que continuamente se crean. Dejando de lados los sesgos debidos al contenido (obviamente, aquellos que nos interesan más los adoptamos), son más interesantes los de contexto, porque estos implican que su adopción no es tan racional. Entre estos, están los sesgos model-based: prestigio (imitamos a la gente con prestigio) o similaridad (imitamos a la gente que son como nostros). También los basados en frecuencia (adoptamos memes que vemos muchas veces), entre estos el sesgo de conformismo (adoptamos los memes de la mayoría).

Sobre estas ideas, el autor desarrolla la selección cultural de grupos (frente a la selección genética de grupos, que se había descartado previamente), que se haría vía memes. Esto es, se puede explicar que unos grupos pasen a dominar a otros por la vía de una superior cultura o civilización. E incluso, que se produzca una coevolución genético-memética, que haga que un determinado grupo haga desaparecer a los demás. El ejemplo por excelencia parece ser el del consumo de leche en las sociedades occidentales.

Para su supervivencia, los memes (o, mejor, los memeplexos) vienen equipados con ideas que permitan destruir memeplexos alternativos. Es claro que una ideología que incorpore memes explicando porque ideologías alternativas son erróneas o malvadas tiene más posibilidades de sobrevivir que otra que no lo haga. Quizá es por ello que el autor dedica tanto espacio en su libro a rebatir las explicaciones alternativas a la psicología evolutiva...

Obviamente, los memes no son siempre buenos para sus portadores (el ejemplo sobre determinadas tribus africanas convencidas de que las balas no les harían daño es delicioso). En particular, la veracidad de los memes no es ni muchos menos algo que se pueda asumir (y esta pandemia que vivimos nos ha dado miles o cientos de miles de ejemplos). Pero habida cuenta de la importancia que tienen los memes verdaderos, "Over the last several centuries, we’ve slowly pieced together cultural mechanisms that reliably favor truth over catchiness. These include critical thinking, careful observation, peer review, open discussion, independent replication, and the rejection of authority, tradition, and revelation as reliable sources of knowledge."

Por último, no quería dejar pasar este tremendo error del autor, en el que confunde la tragedia de los comunes con el dilema del prisionero: "ironically, then, in a one-shot game, the rational pursuit of self-interest makes both parties worse off. This is a hypothetical example of a real-world phenomenon– a phenomenon the ecologist Garrett Hardin called the tragedy of the commons." Espero que en el resto del texto no tenga más gambazos, porque en memética o psicología evolutiva no creo que se los pillara.

Este libro está bien si quieres introducirte en psicología evolutiva y, sobre todo, conocer las falacias de las explicaciones socioculturales a muchos rasgos del comportamiento humano. Si ya tienes un cierto conocimiento del tema, solo te valdrá para repasar ideas que ya tienes.




martes, 6 de abril de 2021

El Gran Dinero ("The Big Money"), de John Dos Passos

Bueno, por fin terminé la trilogía U.S.A. del señor Dos Passos, y puede pasar página a otras lecturas. Muy interesante, pero excesivamente larga y sin demasiado sentido, así que Dos Passos se da por leído y no creo que lo vuelva a visitar, pese a que su título más conocido, Manhattan Transfer, es bastante sugerente (aunque creo que es una estructura similar a la de esta trilogía).

En esta última parte se mantiene la tipología de capítulos ya presente en los dos volúmenes anteriores: Eye of the Camera, Newsreel, biografías de personajes famosos y novela propiamente dicha con los personajes de ficción, supuestamente estereotipos del americano de la época. Los capítulos de Eye of the Camera siguen siendo perfectamente prescindibles e incomprensibles. Los Newsreel, titulares de prensa combinados con letras de canciones, se hacen más cortos y, por así decirlo, más frívolos, como si no hubiera noticias de calado en la época que nos está contando Dos Passos. Me hizo especial gracia este:  "The funeral train arrived in Hollywood on page 23 of the New York Times"

Por el contrario, las biografías ganan en longitud y en peso, ya que tratan de personajes bastante más conocidos que las anteriores entregas. Como ya dije en las entradas sobre ellas, es la parte que más me gusta y más original me parece. Y, por la reacción adaptativa de Dos Passos, parece que también fue lo mejor para los lectores de la época.

En esta ocasión, tenemos biografías de Taylor, de Henry Ford, de Isadora Duncan, de los hermanos Wright o del rey de la energía, un tal Insull. Ya en estas biografías se ve la tensión de toda la obra, que se intensifica en esta tercera parte, entre capital-empresario y trabajador, aunque en ningún momento está claro hacia qué lado se inclina Dos Passos. Por ejemplo, respecto al Taylorismo: "There is the right way of doing a thing and the wrong way of doing it; the right way means increased production, lower costsy higher wages, bigger profits: the American plan." Así se consiguen "more steel rails more bicycles more spools of thread more armorplate for battleships more bedpans more barbedwire more needles more lightningrods more ballbearings more dollarbills"

De Henry Ford, "he felt he was far enough along to risk throwing up his job with the Detroit Edison Company, where he'd worked his way up from night fireman to chief engineer, to put all his time intoworking on a new gasoline engine," Pero "Henry Ford had ideas about other things besides assemblylines and the livinghabits of his employees. He was full of ideas".

De los hermanos Wright, tenemos su principal probelam al principio: "The Wrights' big problem was to find a place secluded enough to carry on their experiments without being the horselaugh of the countryside", y esta magnífica recapitulación de su proceso inventor: "two shivering bicycle mechanics from Dayton, Ohio, first felt their homemade contraption whittled out of hickory sticks, gummed together with Arnstein's bicycle cement, stretched with muslin they'd sewn on their sister's sewingmachine in their own backyard on Hawthorn Street in Dayton, Ohio, soar into the air above the dunes and the wide beach at Kitty Hawk"

Con otros de los personajes glosados no es tan amable. Por ejemplo, obsérverse el estrambote dedicado a Isadora Duncan: "Isadora was at the height of glory and scandal and power and wealth, her school going, her millionaire was about to build her a theater in Paris, the Duncans were the priests of a cult, (Art was whatever Isadora did)"

Y de Lloyd Wright tiene alguna frase estupenda ("Building a building is building the lives of the Workers and dwellers in the building") y este párrafo más ambiguo sobre su obra: "Perhaps in spite of himself the arrogant draftsman, the dilettante in concrete, the bohemian artist for wealthy ladies desiring to pay for prominence with the startling elaboration of their homes has been forced by the logic of uses and needs, by the lifelong struggle against the dragging undertow of money in mortmain, . ^ to draft plans that demand for their fulfillment a new life").

Aunque quizá el personaje que más siniestro le resulta a Dos Passos es un tal Insull, paradigma del hombre de negocios dispuesto a exclavizar a América, al que atribuye esta frase: "early I discovered that the first essential, as in other public utility business, was that it should be operated as a monopoly" aunque al mismo tiempo le reconoce que "Insull worked from that time on until he was seventy without a break, no nonsense about hours or vacations. Electric power turned the ladder into an elevator." Destaca la magistral última frase, con el doble sentido de evolución mecánica y carrera del Insull en la empresa.

Por último, respecto a la parte novelada, Dos Passos introduce tres nuevosm personajes: Charles Anderson, Margot Dowling y Mary French. La historia de los dos primeros ocupa la mayor parte de la narración, y es casi independiente de la de Mary French y de los personajes de las dos partes anteriores, aunque en el último capítulo haya una leve conexión. 

Anderson es el estereotipo de millonario hecho a sí mismo y gracias a pelotazos bursátiles, aunque con final trágico; Margot es la artista. y Mary French la comprometida socialmente. Es de agradecer que las historias sean un poco más dirigidas que en las de previas entregas, pero en todo caso uno está la mayor parte del tiempo sin saber muy bien por qué Dos Passos nos cuenta unas cosas y no otras.

En el conflicto capital-trabajo que el autor nos presenta no acaba de encontrarse una parte satisfactoria para Dos Passos. Por un lado, parecería que sus preferencias están con los sindicalistas y obreros, pero siempre muestra una gran desconfianza por los activistas, a los que se sospecha vinculados a los soviéticos ("We have absolute proof that they're paid by Russians reds with money and jewels they've stole over there j and they're not content with that, they go around shaking down those poor ignorant guineas"). Lo mismo, hacía los que presumen saber mejor que la gente lo que la gente quiere, incluida Mary French: "Why should you think you know better what's good for. the miners than their own tried and true leaders ?" "If the miners ever had a chance to vote in their unions you'd find out how much they trust your sellout crowd".

La absoluta desconfianza en los empresarios es más previsible y ya se apreciaba en las partes anteriores. Lo curioso es cómo se insiste en lo malo que son los trust y ese miedo a que el empresario exitoso pueda reducir la libertad de los americanos ("the President declared it was impossible to view the increased advantages for the many without smiling at those who a short time ago expressed so much fear lest our country might come under the control of a few individuals of great wealth"), algo  que, por cierto, se repite hoy con las Big Tech, pese a que ahora ya sabemos más teoría económica. Claro, que si el millonario consigue el éxito como el Insull antes citado, mediante la obtención de privilegios como un monopolio legal, la sospecha está bien fundada, pero en la mayor parte de casos, al menos en los EEUU, no es así, y hay están los casos de Ford o low Wright para probarlo.

En relación, Dos Passos se fija en la nueva moda de invertir en Bolsa ("broad advertising of the bull markets, the wide extension of the ticker services, the equipping of branch brokerage offices with tickers, transparent, magnified translux stockquotation rolls have had the natural result of stirring up nation-wide interest in the stockmarket"), lo que pone los mimbre para el crash del 29, que, sin embargo, no queda cubierto en esta novela.

En otro orden de cosas, me han hecho gracia las referencias a la Mona Lisa (aún no tan famosa como en la actualidad), a los Meteora de Grecia (probando que Dos Passos es un hombre de amplia cultura e intereses como ya reflejaba sobre todo 1919) y, sobre todo esta frase: "Why, look at the loungelizard," kidded Joe from the easychair where he was reading the evening paper with his legs stretched out towards the gaslogs", que me recordó a un juego clásico de Sierra On-Line, por los "Lounge Lizards", sintagma que no recuerdo haber encontrado más que en dicho juego y en esta novela.

Dos últimas frases: un consejo fundamental para los nuevos emprendedores y sobre el que yo insisto mucho a mis estudianetes: "As for this invention racket . . . you know as well as I do there's no money in it unless you have the genius for promotion needed to go with it."

Y otra con un deje de recochineo: "He means that you must go ahead and marry Mr. Margolies right away." "Well, I suppose it's no worse than signing a threeyear contract""

Con esto me despido de Dos Passos. A ver qué leo ahora.