miércoles, 28 de abril de 2021

La ciudad sin judios ("Die Stadt ohne Juden"), de Hugo Bettauer

Pequeño relato al que llego a través del premio Nobel Kandel y su libro "In search of memory". Saqué la idea de que era un relato satírico, y qué mejor forma para leer en alemán. Así que me hice con él inmediatamente, y lo he leído a la primera oportunidad. Luego pude comprobar que esta novelilla es la obra principal del autor y que, posiblemente, le costó la vida a manos de un pistolero supuestamente Nazi (digo supuestamente porque en estos días en que la ultraderecha parece la causa de todos los males, no está de más suponer que la noticia llega mediada por alguien no neutro). Y también que, para mi sorpresa, está traducida a español.

El planteamiento es muy sencillo, y Kandel lo usaba para ilustrar el extremo antisemitismo de los vieneses, según él superior al de los alemanes. Y la verdad es que la obra parece compartir esta afirmación. Se trata de imaginar cómo sería la vida en Viena si se expulsara a todos los judios. No se pierda de vista que la obra se escribe en 1924, más de 10 años antes de la llegada de los nazis al poder en Alemania.

La obra se estructura en dos partes. En la primera, se cuentan los debates previos a la ley de expulsión, así como el propio proceso. Refleja bien Bettauer la discusión política sobre quién es y quién no es judío a efectos de la ley. Aunque no lo parezca, no es obvio determinar quién es judío o no, y, de hecho, los nazis tenían departamentos dedicados a estudiar "científicamente" la materia. Por ejemplo, un hijo de judío y gentil, ¿se debe considerar judío? Sigan los cruces hacia arriba, y se tendrá un atisbo de la problemática.

Luego tenemos la propia demagogia de los gobernantes explicando porque es conveniente la expulsión de los judíos de Viena. Me encanta esta comparación, en que se compara a los judíos con tigres: "Ist nicht der Tiger ein herrliches Tier, voll von Kraft, Mut und Intelligenz? Und wird er nicht doch gejagt und verfolgt, weil es der Kampf um das eigene Leben erfordert?"

Y finalmente, me encantan los efectos inesperados de la regulación, que es mi campo de estudio. En este caso, se crean incentivos para que determinados perfiles profesionales se conviertan al judaísmo, dado que así obtienen ayudas para su desplazamiento. Por tanto el gobierno, que había estimado gastos para unos 500.000 judíos expulsados, se encuentra con un número cercano a 800.000, con el extracoste consiguiente. "...werde Israelit. Hoffentlich ohne Operation. Dann heiraten wir, bekommen unser Ablösegeld vom Staat und können nach den Bestimmungen des Völkerbundes uns anderswo ansiedeln."

Ya al ver esto, los gobernantes empiezan a tener dudas sobre sus planes. Pero, como buenos políticos, antes morir y matar a toda la ciudadanía que reconocer un error. "Eine solche Ausnahmebestimmung würde das ganze Gesetz zum Weltwitz machen, wir wären bis auf die Knochen blamiert, das internationale Judentum würde triumphieren wie noch nie in seiner Geschichte," En todo caso, termina la primera parte con los objetivos logrados y campanas al vuelo: "Um ein Uhr mittags verkündeten Sirenentöne, daß der letzte Zug mit Juden Wien verlassen, um sechs Uhr abends läuteten sämtliche Kirchenglocken zum Zeichen, daß in ganz Oesterreich kein Jude mehr weilte."

En la segunda parte, ya se nos cuenta la vida en Viena sin judíos. Debería haber sido la parte fuerte del libro, pero me ha resultado bastante decepcionante e incluso racista por momentos. Una cosa es que esté mal expulsar a los judíos, otra cosa es que los cristianos sean gente paleta y de mal gusto, como parece decir Bettauer (¿compartiendo opinión con Arana respecto a los castellanos?). Porque al final los efectos parecen resumirse en dos: por una parte, pérdida de lustre de todos los negocios, especialmente de lujo y culturales, con las pérdidas aparejadas y generación de desempleo. ("Wenn ich daran denke, daß hier wieder einmal Leben und Luxus herrschen könnte, wie einst– nein, das ist ein zu schöner Traum, um wahr zu sein.").

Y, por otro, en la enorme inflación generada por los gastos públicos crecientes que debe acometer el gobierno, primero en la expulsión ya descrita, segundo, para atender el subsidio de desempleo de todos los parados que no encuentran trabajo "daß ihnen der Staat zehntausend Kronen täglich Arbeitslosenunterstützung zahlte. Da begann die Krone zu fallen, weil, wie Papa mir erklärte, der Banknotenumlauf enorm stieg." Y me llama la atención sobre todo por lo claro que debían de tener en aquel entonces todas las personas que el gasto público genera inflación, pérdida de valor de ahorros y salarios de la gente. Compárese con la situación actual en que muy pocas personas, y muy pocos economistas, son capaces de tener claro que la expansión monetaria (que ahora llaman "política" monetaria) da lugar a inflación, tarde o temprano. Bettauer afirma varias veces lo de que "Krone ist nämlich wieder riesig gefallen." y está muy pendiente de sus evoluciones en el mercado de Zurich.

Una consecuencia del empobrecimiento de la población ("»Mit den Juden hat man bei uns den Wohlstand vertrieben, ein paar Jahre noch und wir werden zwar gute Christen, aber bettelarm sein!«") es el crecimiento del socialismo, que Bettauer nos pinta, correctamente, como amenaza para la sociedad, en ese caso vienesa. "Die christlichen Blätter ebenso wie die deutschnationalen verloren massenhaft Leser, während der Weizen der »Arbeiter-Zeitung« wieder zu blühen begann." Los otros dos partidos en política son, por cierto, los cristianos y los nacionalistas alemanes.

Como curiosidad, una referencia a la evolución del teatro, pues Bettauer lo imagina limitado a obras de escritores austriacos arios, entre ellos Anzengruber, de quien casualmente había leído hace nada una obra (la reseña aquí). También me mola unas supuestas declaraciones de George Bernard Shaw en la prensa británica: "Wien sei ein internationales Dummheitsmuseum geworden,".

Y solo me queda añadir que al final de la obra los austriacos derogan la ley de expulsión de los judíos y estos pueden volver al país. En ello es instrumental la actividad taimada de Leo Strakosch, judío expulsado pero enamorado de una austriaca, que vuelve haciéndose pasar por francés. Lo cierto es que tales acciones son de una ingenuidad pasmosa y que es una figura que poco añade a la novela, que tampoco me ha entusiasmado demasiado en la parte imaginativa, como se puede observar de mi comentario.

En resumen, se trata de una buena obra para practicar alemán, con algunos puntos llamativos (que seguramente no sean apreciados por el lector medio, como es lo de la inflación que he explicado), pero que parece algo desfasada en la actualidad. Y me temo que no me ha conseguido arrancar ni una carcajada durante la breve lectura.

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