miércoles, 23 de mayo de 2018

Desastre económico en Venezuela, de Hugo Faría

Aunque se lo imputo a Hugo Faría, este libro es en realidad un homenaje al economista venezolano, en el que han colaborado diversos autores. Consta de cuatro artículos largos del homenajeado (por eso es permisible la atribución de autoría a efectos de este blog), seguidos cada uno de ellos por breves reseñas del artículo en cuestión; se cierra el volumen con un artículo de agradecimiento del propio Faría.

Lo cierto es que los artículos cortos (con alguna honrosa excepción) son bastante flojillos y no aportan demasiado, ni siquiera como homenaje, me temo. Más interesantes son, por supuesto, los cuatro papers reeditados de Faría, y que se centran sobre la problemática económica de Venezuela.

A primera vista, puede no parecer un tema muy enjundioso y fácilmente explicable por el socialismo rampante de Hugo Chávez y su sucesor Maduro. Pero lo cierto es que Faría nos abre los ojos a la realidad anterior de Venezuela, y aprovecha para incorporar interesantísimas reflexiones sobre la relación entre mercantilismo y socialismo, por un lado, y sobre la libertad económica y las libertades políticas, por otro.

La tesis básica de Faría es que el socialismo de Venezuela es consecuencia de las prácticas mercantilistas llevadas a cabo por los gobiernos democráticos que le antecedieron. Para Faría, son prácticas mercantilistas aquellas que benefician a determinados empresarios en perjuicio de los ciudadanos, como pueda ser la inflación, los controles arancelarios o determinadas regulaciones. Ello, unido a la capacidad del gobierno venezolano de hacerse con la propiedad de activos estratégicos (el petróleo) explicaría como se ha alcanzado la terrible situación actual.

A su vez, el desarrollo de ese mercantilismo se produjo en paralelo al desarrollo de las libertades (¿derechos?) politicas en Venezuela, y en detrimento de la libertad económica, ambos fenómenos ocurridos desde la instauración de la democracia. Con anterioridad, Venezuela había disfrutado de un periodo de prosperidad y crecimiento superior incluso al de la Alemana postbélica, paradójicamente (al menos para el observador no versado en teoría económica) bajo una dictadura, la de Gomez, el llamado "tirano liberal".

Faría (y sus coautores) documentan sus hipótesis con base en los indicadores del International Freedom Watch (IFW) al que alaban. La verdad es que los datos son abrumadores atendiendo a esos criterios, y perfectamente coherentes con lo que cabría esperar según la teoría económica.

La verdad es que Faría no aporta en estos artículos nada que no sepamos ya, pero lo hace con claridad y solvencia, y con un relato bastante entretenido. Durante la lectura es inevitable poner el caso de Venezuela en paralelo con lo que nos puede esperar en España, pues aquí también mercantilismo (en el sentido de beneficiar a empresarios afines o amigos a costa de los ciudadanos, esto es, en España triunfa el "know-who" en lugar del "know-how", como dice Faría) y socialismo van de la mano, por lo que cabría esperar a no mucho tardar similares consecuencias a las que padecen los venezolanos en su tierra.

Afortunadamente, creo que un par de barreras nos separan de tal destino: 1) La riqueza acumulada en España es superior a la que se había acumulado en Venezuela cuando empezó el declive de las libertades económicas, por lo que les llevará más tiempo a las políticas socialistas disiparla; 2) Los Tratados de la UE imponen una serie de defensas a la propiedad privada, ausentes en nuestra Constitución, que dificultarán las intenciones mercantilistas y socialistas de los políticos, a menos que nos salgams de la UE.

En cuanto a la tentación de los empresarios de servirse del mercantilismo en lugar de defender el libre mercado, Faría les advierte de que esas políticas terminan derivando en socialismo, y éste destruye uno por uno a esos empresarios que triunfaron con el mercantilismo, a los que tacha (y con razón) de enemigos del pueblo. Faría nos pone el ejemplo del importante empresario venezolano Lorenzo Mendoza.

En el capítulo de cierre, Faría propone una serie de medidas para sacar a Venezuela de la situación actual, partiendo de la triste situación de que ninguno de los opositores de Maduro es liberal. Son socialistas que asumen el mismo pecado original que ha llevado a Venezuela a la situación actual: proteger las libertades políticas a costa de las económicas. La verdad es que esas medidas ya las quisiera yo para España o la Unión Europea, y parecen muy lejos de ser realistas con los problemas que actualmente asolan aquel país. Digo, que parecería más lógico que se preocupara por definir alguna vía para sacar a Maduro del poder, que de andar redefiniendo el marco institucional.

No es mala lectura este libro. No es que vayas a descubrir la luna, pero sí ayuda a reflexionar sobre temas clásicos del liberalismo, apoyándose en lo que se podrían considerar datos empíricos.

lunes, 21 de mayo de 2018

El mundo como obra de arte ("A beautiful question"), de Frank Wilczek

Me estoy haciendo un experto en leer libros de física (no necesariamente en Física, claro), creo que es el cuarto en el último año. Algo positivo sí saco, cada vez un entiendo un poco más... y mucho menos.
 
Frank Wilczek, premio Nobel en la disciplina, nos propone un nuevo recorrido por la historia y la teoría de la Física, en este caso tomando como marco de referencia la búsqueda de la belleza en las distintas leyes. Vamos, que aparecen los sospechosos habituales en este tipo de ensayo (meditación le llama el autor), pero en esta ocasión se aproximan sus teorías como aspectos de la belleza del mundo, principalmente su simetría y unicidad, y la correspondencia entre Real e Ideal ("The Real is more compelling for being Ideal, and the Ideal is more compelling for being Real.")
 
Con esta disculpa, desfilan por sus páginas Pitágoras, Platón y Aristóteles, Kepler, Galileo, Newton, Maxwell, Einstein...y los físicos modernos de las partículas subnucleares, que aún no nos suenan pero quizá lo hagan con el tiempo.

El libro está muy bien escrito. El señor Wilczek hace un considerable esfuerzo por aproximar al lector mediano conceptos complicados de la Física, sobre todo, de la física moderna. Se nota aquí su experiencia tratando de explicar los temas. Incluso la estructura del libro va buscando hacer accesible la Física al lector: básicamente, tiene dos partes, una la meditación o el ensayo propiamente, y otra de notas explicando uno a uno los conceptos manejados en la meditación. 
Además, se adereza con numerosos gráficos ilustrativos o conmemorativos de lo que nos explica Wilczek.

La idea clave es que el mundo es bello y también lo tiene que ser su explicación. Ello nos lo ilustra con la forma de las ecuaciones de la que llama Core Theory (o Teoría Estandar), en particular su simetría. Y ello le da pie a buscar avances científicos asumiendo sucesivas simetrías en las leyes físicas, llegando al extremo (en la actualidad) de lo que llama Supersimetría, esto es, simetría entre fuerzas y partículas. El colmo de la belleza, entiendo, sería que hubiera una sola ley común que explicara toda la fuerza y toda la materia.

Por el camino, nos detenemos en el state-of-the-art, que es la citada Core Theory, que unifica la explicación de las cuatro fuerzas básicas: gravedad, electromagnética, strong y weak. Y su funcionamiento, de cada una de ellas por separado, nos lo resume así el autor:
"Energy-momentum tells space-time how to curve. Space-time tells energy-momentum what straight is (in space-time)." (para la gravedad; para las otra, igual, pero refiriéndose al "property space" aplicable en cada caso. Este concepto de "property space", desconocido para mí hasta el momento, viene a ser como añadir metadatos a cada uno de los puntos del espacio-tiempo físico. Por ejemplo, un metadato sería la carga eléctrica, otro las cargas cromáticas de las fuerzas strong y weak, y así.
 
Nos explica Wilczek, en relación con este "property space", que su aparición surge de buscar simetrías locales para las distintas fuerzas identificadas. De la misma forma que la relatividad especial de Einstein supone una simetría rígida (esto es, a lo largo de todo el espacio) para la fuerza de la gravedad, la relatividad general busca una simetría local (esto es, que se produzcan distintos tipos de simetría en distintos espacios) para la misma fuerza. Generalizando el concepto, los "property spaces" pueden suponer distorsiones locales que, una vez corregidas (por ejemplo, introduciendo la existencia de una partícula concreta) se muestran como verdaderas simetrías. Así, la búsqueda de la simetria ideal hace aparecer conceptos físicos reales, que muchas veces han sido contrastados por la experiencia empírica. No sé si alguien me entiende, ni siquiera si yo mismo lo hago. 
 
Es lo que tiene la física: cuando crees que entiendes algo, te asomas al precipicio de lo que no entiendes, y vuelves a empezar. Es más, todas las leyes físicas que tan complicadas nos resultan, solo sirven para explicar la materia normal, que ocupa, atentos, un 5% del universo. Nos queda después el 25% que supone la materia oscura, y el resto, 70%, energia oscura. Eso, para los que creen que ya está todo descubierto.
 
Un ejemplo: el bosom de Higgs, que seguro que os sonará, pues fue descubierto hace no mucho. Resulta que la existencia de esta partícula (o más bien campo en el "property space") se había postulado para explicar la masa que se medía en los Weakons, partícular elementales de la fuerza débil, que según la teoría estándar no debía tener masa. Bueno, pues ahora ya se ha contrastado empíricamente la existencia de ese campo, algo que se había predicho asumiendo la simetría local para la fuerza débil. 

Aparte de las ideas centrales, Wilczek también hace algunas aportaciones laterales que me han resultado muy interesantes. Comparto un par de ellas:
- Límites cromáticos de la visión: nuestros ojos solo tienen sensores para tres frecuencias de luz, y es por ello que podemos modelar todos los colores del espectro con tres colores: el rojo, el verde y el azul. Evidentemente, solo podemos modelar así los colores de nuestro espectro visual, no todos los colores que tiene la luz. Sin embargo, hay animales que distinguen cinco tipos de colores, y hay incluso un bicho que tiene sensores para distinguir 16!
- Razones por que nos resultan agradables los tonos armónicos y no otros: Wilczek postula que las neuronas de capas más profundas podrían premiar/castigar a neuronas más superficiales según su capacidad para anticipar señales. Así, estos tonos son más fáciles de predecir (al fin y al cabo, son señales periódicas), que sonidos estridentes, por lo que estos suponen "castigo" a las neuronas auditivas y no nos gustan.

La lectura de este libro me ha resultado adictiva. Creo que Wilczek ha acertado con esta forma de enfocar la explicación de la Física, pero sobre todo se nota el gran esfuerzo que hace para que entendemos los conceptos que actualmente se manejan en tal disciplina. No obstante, las conexiones con el arte resultan dificiles de comprender, y a veces me han parecido forzadas. El libro, pese a todo, es difícil de seguir, sobre todo cuando llega a la física cuántica, que nadie se engañe.

Por mi parte, como digo, ha sido una lectura amena y productiva, hasta el punto de que perdono al autor que diga que la palabra "vacuum" es griega y que por eso su plural correcto es "vacua". No se puede saber de todo.
 

viernes, 18 de mayo de 2018

El orden del día ("L'ordre du jour"), de Eric Vuillard

Llego a este librito porque lo cita en uno de sus artículos Jesús Cacho. Consiste en la narración de algunos eventos que precedieron a la Segunda Guerra Mundial, pero se trata de sucesos íntimos, reveladores quizá de la psicología humana y sus reacciones ante personajes como Hitler y el nazismo.

Que nadie espere una explicación sistemática de hechos y consecuencias, tampoco hay ninguna coherencia aparente al respecto de los hechos seleccionados. Pero su conjunción transmite algo, el mensaje podría ser: nadie se tomó la molestia de enfrentarse con Hitler hasta que fue demasiado tarde.

El primer capítulo del relato nos traslada a Berlin de 1938, cuando los industriales más relevantes de Alemania se reunen con Hitler y Goering: Siemens, Krupp, Opel y tantos otros apellidos conocidos, deciden no oponerse al nuevo partido, quien les garantiza que no hará injerencias con su actividad. Aprovecha el autor, de nuevo por razones no aparentes, para enfocarse en la biografía de Opel. Y termina este capítulo con una frase lapidaria, que sienta el escenario para el resto del libro:
"une fois que le haut clergé de l’industrie et de la banque eut été converti, puis les opposants réduits au silence, les seuls adversaires sérieux du régime furent les puissances étrangères." ("Una vez las altas instancias de la industria y la banca fueron convertidas, y los opositores reducidos al silencio, los únicos adversarios serios del régimen eran las potencias extranjeras", traducción propia)
 
Sucesivamente se nos contarán episodios como una reunión entre Goering y Halifax, embajador inglés en Alemania, en que el primero le tranquiliza sobre las intenciones del régimen; la recepción del dictador austriaco Schuschnigg en Berchtegaden (el Nido del Águila) por Hitler, en que éste le presiona y somete a sus designios, aunque con cierta resistencia "constitucional"; o la cena de despedida que Chamberlain dedica al embajador alemán en Inglaterra y a su mujer (los von Ribbentrop) con motivo del nombramiento de éste como Ministro de Exteriores. Es esta la escena a que se refiere Jesús Cacho en su artículo. Y la verdad es que tiene miga, pues nos cuenta como los von Ribbentrop abusan de la educación inglesa para estirar la cena y evitar que Chamberlain dedique su atención al asunto más urgente que tiene entre manos, ni más ni menos que la invasión de Austria por Alemania.
 

Esto nos lleva a uno de los capítulos más significativos del libro, en que se nos cuenta el atasco de las fuerzas alemanas invasoras a su entrada a Austria, en un capítulo que irónicamente se llama Blitzkrieg (y que los seguidores de la serie Generation Kill podrán reconocer en alguno de sus capítulos). Aquí se nos muestra el grado de preparación real de las fuerzas alemanas, esas fuerzas a las que tanto miedo tenían las potencias europeas. La consecuencia es clara: si se hubiera actuado en ese momento, nos habríamos ahorrado muchos pesares (o no, eso nunca lo sabremos), al menos los pesares relacionados con Hitler.
 

Por lo demás, la secuencia de eventos elegida termina con esta invasión, punto inicial de las fechorías internacionales de los nazis y en la que, como se observa, apenas hubo resistencia. Solo hay otro capítulo adicional, no relacionado del todo con los anteriores, pero tremendo y terrorífico:
en él, aparece Krupp, el gran industrial siderúrgico, perseguido por los fantasmas de los trabjadores judios que murieron en sus fábricas.
 

Ninguno de los industriales que aparecen en el primer capítulo pudo resistirse al uso de la mano de obra barata que proporcionaban los campos de concentración nazis. Es un punto terrible, a cuyas consecuencias ya me había asomado cuando leí "Las benévolas". Y es que la política, su negligencia y los intereses que la mueven, aplican tanto para los chalecos reflectantes como para lo que se vaya a hacer con miles de seres humanos. Ese es el problema del poder que tienen nuestros gobiernos: los mecanismos son análogos en ambos casos.
 

Cada una de las escenas elegidas se cuenta con un estilo bastante lírico. Monsieur Vuillard escribe bien, y también en la línea de la novela histórica francesa, en que se mezcla la narración de los acontecimientos con las opiniones e investigaciones del autor. Véase, por ejemplo, HHhH de Laurent Binet. Como digo, interesante libro, del que se pueden sacar algunos conocimientos e ideas sin gran consumo de tiempo.
 

lunes, 14 de mayo de 2018

Li Fu, de Pietro Grieco

Ya anticipo que el libro al que dedico esta entrada es extraño, y su lectura arriesgada, aunque como es corto, lo único que puedes perder es algo de tiempo.
 
En primer lugar, se trata de una poesía o un romance. Ya de por sí esto es sorprendente en los tiempos que corren. Hay pocos libros de poesía nuevos, y normalmente se trata de colecciones de poemas, no de un romance. En este caso, se narra la historia de Li Fu, el campesino poeta.

Si de por sí la publicación de poesía es algo raro, aún lo es más que se trate de poesía siguiendo las convenciones chinas. Pero ese parece ser el caso del libro que nos ocupa. Hasta cierto punto, es más normal si dichas poesías son consecuencia de la traducción de poemas en chino.
 
Pero no parece ser el caso. Así que nos encontramos con el tercer elemento especial. Si no me equivoco, se trata de una poesía estilo chino original del autor, y escrita en castellano. En fin, un rizo bien rizado.
 
Dicho esto, ocurre que mi sensibilidad no es la adecuada para disfrutar de esta literatura. Conste que lo había intentado en el pasado: he leído algo de poesía china, y terminé desechando su lectura, no por el mérito de dicha poesía (que no estoy en condiciones de discutir), sino por la imposibilidad de hacer una traducción mínimamente seria. Piense el lector que dicha poesía se escribe con los ideogramas chinos, lo que a su vez es parte de la poesía. No en vano nos dice Pietro Grieco un par de veces que "El poeta chino pinta la poesia y el pintor chino escribe la pintura", en la que es quizá la mejor frase del libro.
 
Quien lea este romance, tendrá todo el rato la sensación de estar leyendo una traducción, pese a que, como digo, no creo que lo sea. Las reglas formales se me escapan, pese a la introducción que dedica el autor a explicarlas, y sinceramente no soy capaz de valorar ni ritmo (rima no hay) ni estilo ni nada. Por ejemplo, tengo la sensación de que la ruptura de las frases en versos es arbitraria, cuando quizá no sea así.

Por otro lado, hay que reconocer que el autor hace esfuerzos ímprobos por trasladar elementos formales chinos al castellano. Por ejemplo, en estos dos versos, la lectura puede ser horizontal y vertical (!)
" Remolinos Remolinos Remolinos
  Ascienden Descienden Ascienden"

Otro verso digno de mención:  "Des-cubre A-lumbra Des-lumbra". Quizá el lector atento pueda descubrir más de estos elementos estilísticos.
 
En cuanto al fondo, también traigo dos ejemplos:  "La despedida es una muerte fuera del tiempo"
O: "El que sabe ver
      En todo ve poesía" 
 
El romance está precedido por un largo prefacio, que de hecho ocupa un tercio del libro, explicando el estilismo de la poesía china, así como sus etapas históricas. Entre otras cosas, aprenderemos que la poesía china tiene unos 3000 años más de historia que, por ejemplo, la castellana, y precede por otro milenio a Homero. O que la época de oro se corresponde con la dinastía Tang. O que hacer poesía era requerimiento para poder ser funcionario. 
 
Por último, atención a algunos de los nombres que aparecen en el romance, que parecen de broma: a un chino malcarado, le ha llamado Fe Ho Te, y a una guapa damisela, Lin Da (conste que me di cuenta al leer el apéndice).
 
En suma, termino como empiezo: se trata de una obra muy rara y arriesgada, y el lector que se adentre en esta maraña deberá estar preparado para la indiferencia causada, quizá, por no saber apreciar el arte que se le propone. Aunque también podría ser, simplemente, por que la obra no es buena.


martes, 8 de mayo de 2018

Almas Muertas, de Nikolai Gogol

Nikolai Gogol y Pushkin son, según parece, los padres fundadores de la literatura rusa. Además, fueron muy amigos. De Pushkin aún no he leído nada; de Gogol, seguramente leyera en mi niñez Taras Bulba, su obra más conocida, pero no la recuerdo. No obstante, la que es su obra cumbre, según dicen, es ésta de Almas Muertas. Por tanto, estamos posiblemente ante la primera gran novela de la literatura rusa, precedente de obras universales como "Guerra y Paz" o "Crimen y Castigo".

Así que no es lectura desdeñable. Lo primero que he de decir es que se trata de una obra incompleta, y que la idea que tenía Gogol era algo que triplica a la novela que ha llegado hasta nosotros. De hecho, llegó a escribir la segunda parte, pero en un rapto de locura durante una depresión lo incineró, pudiendo rescatarse solo algunas páginas. Esperemos que a George Martin no le dé por lo mismo si es que algún día termina la sexta parte de Juego de Tronos...

Las "Almas muertas" del título son resultado de la práctica administrativa de la Rusia zarista. En ella, se censaban a los siervos cada 10 años; ello implicaba que aquellos que morían durante este periodo permanecían censados (y generando obligaciones, por ejemplo, fiscales) hasta el nuevo censo. A estos muertos aún no "oficiales" se les conocía como "almas muertas".  Su existencia permite al protagonista de la novela, Chichikov, una oportunidad pícara de negocio, y posibilita a Gogol una novela de corte eminentemente costumbrista, gracias a los viajes de Chichikov en pos de estas "almas".

Y es que en el fondo estamos ante una novela del género pícaro, que entronca muy directamente con nuestra literatura al respecto, y que recuerda por momentos al Quijote, a quien hay referencias explícitas. La única diferencia, y el mayor atractivo, es que las andanzas transcurren por tierras rusas, y nos permiten conocer las costumbres de esos lares, sus personajes arquetípicos y las condiones de vida. Aunque la mayor parte de la narración nos lleva al ámbito rural, también tendrá Gogol oportunidad de describirnos la vida de las gentes en la ciudad (provinciana) así como de los funcionarios y la burocracia, en uno de los mejores capítulos.

Aún siendo de cierto interés los puros episodios narrativos, lo más sobresaliente del estilo son las  interrupciones que hace el autor en primera persona para dar su perspectiva de los acontecimientos, o para ponernos en antecedentes de determinadas cosas, o simplemente para opinar sobre Rusia, el idioma o la administración del territorio. Por ejemplo, observad esta entrada: "Teniendo en cuenta que la conversación que sostenían los viajeros ofrece muy poco interés para el lector..."

El estilo es en general irónico y crítico, aunque rara vez despierta la carcajada o la sonrisa (podría ser por la traducción, que no me ha parecido especialmente buena). Algunas perlas divertidas:
- "Nozdriov era, en cierto aspecto, un hombre histórico. Ninguna reunión en la que él tomaba parte concluía sin su historia."
- El jefe del departamento "Posee mirada de águila y camina lenta y majestuosamente. Pues bien, esa misma águila, en cuanto sale de la oficina y se aproxima al despacho de su superior camina como una perdiz, con sus papeles bajo el brazo, a punto de perder los estribos."
- "Quedó claramente de manifiesto cómo es el ser humano: es inteligente, sabio, sensato en todo cuanto se relaciona con los demás, pero no en lo que atañe a su propia persona." 

En cuanto a las costumbres rusas de la época, sin duda lo más llamativo es el deber de hospitalidad. Nuestro héroe va visitando a gente a la que conoce y a la que no, con la que se lleva bien y con la que termina a patadas, pero en todas las casonas encontrará acomodo y yantar, por el tiempo que lo considere oportuno. Y no solo para él, también para su chofer y su lacayo, y para los caballos que tiran de su carruaje. Por ejemplo, uno de sus patrones terminará a punto de azotarle por no querer jugar con él a las damas (en parte, porque estaba haciendo trampas); no obstante, no le echa de casa.

Entre las mejores escenas de la novela, esto es, de su primera parte, está el regateo con Sobakevitch (por las "almas muertas"), el momento en que empieza a imaginar vidas para las "almas muertas" que ha comprado, o el capítulo final, verdadero flashback sobre la vida de Chichikov, que aclara todas las dudas sobre la catadura moral del personaje, dudosa para el lector y para aquellos con los que trata.

Tras este capítulo, la narración continua con otros sin terminar, en que sobre todo se echan de menos las irrupciones de Gogol en primera persona. Gogol, tras contemplar el retrato trazado en la primera parte para Rusia, lleno de personajes mediocres, decide que también hay grandes personajes, y que es hora de dedicarles tiempo de las aventuras de Chichikov.

Y no daría más de si mi comentario, si no fuera porque introduce un personaje, un tal Kostanzhoglo, que es el prototipo de emprendedor, que ama su trabajo, es práctico y tiene una ética coherente. Además, es rico consecuencia de su emprendimiento y no descansa en establecer nuevos proyectos con todo lo que se le ocurre. Sus siervos viven mucho mejor que los de las restantes fincas y parecen más felices. Gogol contrasta esta situación con la de dos granjas cercanas, una regida burocráticamente (en que no se puede ni conseguir pienso para el caballo sin rellenar una instancia) y otra sin dirección por haber preferido el señor dedicarse a la vida urbana.
 
Cada vez que habla Kostanzhoglo tenemos una verdadera oda al emprendimiento. De estas reflexiones, me quedo con una (es larga)
"Tenga mucho cuidado, si va en busca de las vistas se quedará sin trigo y sin vistas. Preocúpese del beneficio y no de la belleza. La belleza vendrá por sí sola. El ejemplo nos lo ofrecen las ciudades: las mejores y más bellas son las que crecieron por sí, aquellas donde cada uno edificó conforme a sus necesidades y a sus gustos. Las que se edificaron a cordel, parecen una aglomeración de cuarteles…" Toma golpe a la planificación central, de paso. 
 
Se trata, en suma, de una novela interesante, con bastantes momentos destacables. Sin embargo, no ha acabado de entusiasmarme. No la he encontrado demasiada informativa ni muy aguda, pero podría ser por la traducción. Y tampoco se olvide que está inconclusa. 
 
Bueno, sigamos leyendo, porque como dice Gogol: "Los libros nos salvan del ocio". Claro que también nos recomienda viajar: "Ver el mundo es un libro abierto y una segunda ciencia"

miércoles, 2 de mayo de 2018

El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea ("L’extraordinaire voyage du fakir qui était resté coincé dans une armoire Ikea"), de Romain Puértolas

Estoy, como dicen los ingleses, appalled (atónito en sentido negativo). Constatar que el libro al que dedico esta entrada ha sido un éxito de público y crítica te hace ver cómo es la mayoría de la gente, esos mismos que deciden quiénes nos gobiernan. Madre mía.

Llego a este libro a través del autor, de quien en breve se va a publicar se segunda obra en castellano. Al informarme sobre Puértolas, descubro el gran éxito que supuso su primera obra, dando lugar a lo que se llamó la "fakirmania", y no puedo evitar que se despierte en mi la curiosidad. Comienzo a leer.

Decía el otro día que uno detecta nada más empezar si está ante un buen o un mal libro. Mentira. Los comienzos de "El increible viaje..." son divertidísimos y te invitan a pensar que estás ante un hallazgo, algo nuevo y original. Nada te advierte de lo que te espera una vez superado el primer 10%.

Por ejemplo, tenemos la pronunciación de las palabras indias que van surgiendo, que el autor nos explica, original e hilarante (no sé cómo las habrán traducido al español, por cierto). Tenemos agudas críticas a Ikea, como cuando el protagonista llega la tienda y constata que "Ikea construye colegios y orfanatos en la India, pero no ha construido todavía ni una sola tienda de muebles". O como cuando se refiere al montaje de sus muebles como "algo tan tortuoso para el espíritu como doloroso para el cuerpo" (ambas traducciones mías). Otro momento delicioso: sorprendido porque la cama del fakir  de 10,000 púas sea más barata que la de 200, claramente más incómoda, el empleado le comenta que espere a tener que montar las 10,000 púas en el lecho.

Con anterioridad, hemos conocido al taxista gitano Gustave Palourde, con el que establece una relación de altibajos que durará toda la novela, pero que una vez más tiene su mejor momento en la carrera inicial desde el aeropuerto de Roissy a Ikea.

Y a partir de aquí, se acabo lo que se daba. El increíble viaje del título es una sucesión de tonterías de escasa gracia, en que el protagonista, dentro del armario del título, coincide con emigrantes sudaneses en un camión camino de UK, es repatriado de UK a Barcelona (?), se mete en la maleta-armario de Sophie Morceaux camino a Roma, se va en globo de la Villa Borguese para acabar en Tripoli con un maletín de 100000 Euros, y de vuelta a Paris.

Sospechaba que el libro estaba degenerando en tomadura de pelo, pero las sospechas se confirmaron cuando a mitad del viaje a Roma nos endosa el autor con una transcripción de la novela que escribe el fakir, ya carente de gracia, pues el fakir será fakir pero no va de cómico en ningún momento. Para más INRI, recupera este texto al final del libro, como si no hubiéramos tenido suficiente con la primera.

Quizá el momento más absurdo del libro es cuando convence al capitán del barco libio que le acoge de que el dinero que lleva en su maletín no es tal, sino pan ácimo (!). En estos momentos, uno se plantea si realmente está leyendo una novela para adultos. Pero tampoco hay duda de que esa era la intención, dado que no se suelen encontrar felaciones en la literatura infantil.

Poco más quiero decir. Eviten la lectura de este libro, y si pueden las siguientes del autor, que, como el fakir del libro, tratará de embaucar a unos cuantos lectores más en los próximos años antes de que se le apague la estrella.



martes, 1 de mayo de 2018

Nudo de víboras ("Le noeud de vipéres"), de François Mauriac

No recuerdo muy bien cómo llegué a este libro. Pero eso es positivo, tener un punto de aleatoriedad en nuestras lecturas, nos ayuda a explorar mundo, y más en estos momentos donde las recomendaciones algorítmicas de Internet nos fuerzan a encasillarnos, a menos que estemos dispuestos a hacer un esfuerzo de búsqueda.

El caso es que al autor, Mauriac, le dieron un premio Nobel de literatura (lo acabo de descubrir), y esta es una de sus obras más conocidas. Se trata de un libro corto, que comienza con estilo epistolar, pero del que evoluciona a diario y finalmente a reflexión introspectiva. Está muy bien escrito. Pero no engancha, por lo menos no al principio.

Comienza con la carta del protagonista, anciano moribundo, a su mujer Isa. De las pistas que da dicha carta, iremos descubriendo que se trata de un abogado de cierto prestigio, millonario por herencia, y generalmente odiado y temido, especialmente por su familia.

Esta familia ha quedado reducida a dos de sus hijos "legales", Hubert y Geneviève, casados respectivamente con Olympe y Victor, su nieta Janine (hija de Geneviève) casada on Phili, y su bisnieta hija de esta última, A ellos se unirá un hijo bastardo, Robert, con su madre. Y por el camino se quedarán una tercera hija legal, Marie, y un sobrino, el pequeño Luc, hijo de una hermana de Isa. Petit Luc, el único de la familia que nunca tuvo miedo del protagonista.

Con estos mimbres, Mauriac urde una narrativa de creciente interés y que termina atrapando al lector. Ese "nudo de víboras" que da título a la novela, resulta inicialmente ser el corazón del protagonista. Sin embargo, una serie de sucesos, terminan sacando a las víboras de su corazón para asumir la personalidad de sus seres cercanos. Finalmente, otro acontecimiento determinante, permite a todos los protagonistas reconciliarse y destruir el terrible nido.

Por el camino, lo importante es ver la reflexión psicológica del protagonista en relación a su vida, sus familiares, su fortuna y lo que le sucede. La carta inicial a su mujer (que ésta nunca llegará a leer) no puede revelar cómo los terceros ven al protagonista, pero sí nos cuenta cómo éste se ve a sí mismo y a los otros.

Cuando todo parece que la novela va a seguir por esta línea, Mauriac da un pequeño giro argumental, y eso le da la oportunidad de contarnos lo que los otros piensan del protagonista, cuya percepción por el lector comienza por tanto a cambiar. Y ello, pese a seguir siendo el protagonista el narrador de los hechos. De una persona débil y moribunda, pero astuta, de la que todos se quieren beneficiar, empezamos a conocer a un tipo temido y odiado, frente al cual todos tienen un temor reverente, del que dirá Hubert que "no ha amado más que contra alguien". Será esta visión de sí mismo la que permita al protagonista avanzar, tras una memorable conversación con sus dos hijos, y hacerse más humano, no solo ante sus ojos, sino ante los demás.

Toda esta metamorfosis psicológica es contada de forma magistral por el autor, y es lo que hace a este libro, insisto, de inicios convencionales, muy recomendable de leer.

Una cita para terminar esta entrada: "La plupart des êtres humains ne se choisissent guère plus que les arbres qui ont poussé côte à côte et dont les branches se confondent par leur seule croissance."("La mayor parte de la gente no se pueden elegir apenas más que han podido los árboles que creen contiguos y cuyas ramas se confundes por el simple crecimiento", traducción propia), para explicar porque Janine se había casado con un tipo tan indeseable, al parecer, como Phili.



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