jueves, 30 de octubre de 2008

Y si nos echaran del Euro, ¿qué?

Tras analizar ayer cuales podrían ser las causas de una hipotética expulsión de España del euro (no me manifiesto sobre su grado de probabilidad, simplemente trataba de analizar esa amenaza desde un punto de vista económico), haré hoy un ejercicio de economia-ficción para ver cómo podría reaccionar el gobierno español ante este entuerto.

Ya adelanto que creo que sería una buena oportunidad para la economía española, si se toman las decisiones correctas, a las que creo además que el gobierno se vería en cierto grado abocado. El escenario es el siguiente: España es obligada a abandonar la unión monetaria en 2010.

Veamos primero lo que esto significa: no quiere decir que automáticamente el Euro se prohiba en España. Lo que significaría es que España no podría influir de forma alguna en la política monetaria del Euro; la masa de Euros sería independiente del gobierno español.

¿Qué podría hacer el gobierno? ¿Prohibir el uso del Euro en las transacciones en España? Francamente, me cuesta creerlo. La resistencia de numerosos sectores económicos sería muy grande, empezando por el turístico y el financiero. Así pues, creo que se puede desechar este escenario: el Euro seguirá siendo de curso legal en España. Ya puse ayer el ejemplo de Montenegro, que usa el Euro aunque no está en la unión monetaria. También Ecuador usa el dólar como moneda, sin tener voz en la emisión de dólares.

Nuestra economía estaría "eurizada", en vez de "dolarizada".

Sin embargo, parece difícil que el gobierno renunciara a tener una moneda española. Es más, ¿se podría llegar a pensar en monedas autonómicas? Pero, claro, como no prohibiría, según hemos visto, el Euro, tendríamos competencia en moneda.

La ley de Gresham impondría una gran disciplina monetaria en el gobierno español (o en los autonómicos), puesto que en caso de ser mala moneda la gente no la utilizaría más que en sus relaciones con el propio Gobierno, y evitaría llegar a contratos con él en la mala moneda. Se podría de esta forma alcanzar una moneda mejor que el Euro, y una economía progresiva basada en una buena (o buenas) monedas.

En definitiva, la hipotética expulsión del Euro podría convertirse en una oportunidad, si el Gobierno decretara tras ella la libertad de moneda, ante la imposibilidad práctica de eliminar el Euro de las transacciones.

miércoles, 29 de octubre de 2008

¿Por qué nos querrían echar del Euro?

Otro de los rumores que aparecen por los mentideros del panorama global es el de que hay una posibilidad de que nos "echen" del Euro, para no agravar los problemas que la crisis está trayendo al resto de los países con los que compartimos moneda. No estamos solos ante este duduso honor, que nos dejaría a los españoles a los pies de los caballos de la política monetaria del señor Zapatero, o sea, en una verdadera pesadilla. Nos acompañan en él Grecia y Bélgica (sería de coña lo de Bélgica, con su Bruselas y su Comisión).

Personalmente pienso que, aunque se consumara la expulsión, en España seguiría siendo aceptado el Euro (lo contrario sería insostenible), por lo que el gobierno español no tendría realmente posibilidad de hacer lo que quisiera con la moneda española. Por ejemplo, en Montenegro el Euro es la moneda oficial, y sin embargo Montenegro no tiene capacidad de decisión sobre él mismo. Creo que a España le pasaría lo mismo.

Dicho esto, vayamos al análisis que plantea el título. Para hacerlo, hay que referirse primero al significado del dinero fiduciario. Antaño, el dinero tenía detrás un soporte, el oro; todo el mundo sabía lo que significaba tener un dólar: en realidad, era tener una cierta cantidad de oro depositada en el banco central.

Evidentemente, el dinero fiduciario carece de ese soporte. ¿Qué significa tener un Euro? Pues algo así como que los gobiernos de la zona Euro se comprometen a darte algo de ese valor, sea el que sea (por ejemplo, 0,80 $). Así pues, el valor del Euro depende de la capacidad de recaudar impuestos de los gobiernos, lo que a su vez depende de su capacidad de extorsión del ciudadano, y de la capacidad de generación de riqueza de los países.

Dejando de lado el primero de los parámetros (asumiendo que no puede variar, o que si lo hace la pérdida de riqueza consecuente compensa la subida de impuestos, por lo que recauda más impuestos), dependería únicamente de la capacidad de generar riqueza de los países.

Esta capacidad es evidentemente mayor en el caso de la zona Euro que en el caso de España, o de alguna de sus Comunidades Autónomas (que todo se andará). De ahí que el valor del Euro sea mayor que el de una hipotética divisa española equivalente.

Obsérvese que la capacidad de garantizar la moneda está inversamente relacionada con la Deuda pública que tenga un país. Como la capacidad de generar riqueza es la misma, y esta ha de dedicarse tanto a respaldar la moneda como a devolver la Deuda, a mayor deuda, menor valor de la moneda.

En la zona Euro, los países tienen distintos niveles de deuda, la cual a su vez depende de la relación entre gasto público e ingresos. A mayor gasto público sobre los ingresos, mayor es la deuda pública y menor el respaldo que aportan a la moneda.

En definitiva, los restantes países ven que nuestro Gobierno se está gastando más de lo que debería, que´está viviendo por encima de sus posibilidades. Y, obviamente, no están dispuestos a seguir consitiéndoselo en estas circunstancias tan adversas. Insisto en que el tema es de la credibilidad de los Gobiernos, no de los españoles. No hablo de la deuda exterior, hablo de la deuda pública.

Así que hay está el tema: si se trata de gastar el crédito del Euro, lógicamente cada Gobierno prefiere hacerlo en su país, no forzar a sus ciudadanos a pagar los caprichos del gobierno español.

Mira tú por donde, al final el coche y el despacho de Touriño, el sueldo de Gallardón o la pista de basket de ZP puede que nos saquen del Euro. ¿Hilaremos entonces?

martes, 28 de octubre de 2008

La solución: por supuesto, cerrar las Bolsas

Igual alguno recuerda este post de septiembre
http://ferhergon.blogspot.com/2008/09/ya-no-cuela-y-tres-soluciones.html

En él proponía tres estupendas soluciones para solucionar la crisis, y me postulaba para el premio Nóbel. Como ya sabéis, lo segundo no ha ocurrido; pero alguna de las soluciones propuestas son superadas en surrealismo por la realidad, valga le oximorón.

En efecto, parece que entre las soluciones que se han barajado (o barajan) para ir solucionando el tema de la crisis es cerrar, temporalmente, los mercados bursátiles. Hasta que pasa la marejadilla, y la gente recupere el sentido, como si la gente fuera estúpida y no supiera cuidar de su dinero. Vamos, tan estupenda solución ha sido ya puesta a prueba en Brasil y Rusia, al menos. Por eso ambos países ya están saliendo de la calamitosa situación a la que los demás nos vemos abocados.

Pues nada, que no haya mercado. Es la forma más fácil de conseguir que las acciones valgan, tachán, cero. Cero patatero. A ver, qué puedes hacer con una acción si no la puedes vender en el mercado secundario. ¿Te la comes? ¿Te montas en ella? ¿Llamas por teléfono? Así que esa es la forma más directa de conseguir que los títulos no valgan nada.

Es fácil imaginar lo que pasaría al día siguiente de la apertura de la Bolsa: ante el temor a cierres arbitrarios de este estilo, incluso permanentes, la gente tendería a deshacerse de su papel a precios muy por debajo del valor (valor que principalmente es de intercambio - el efecto dividendos también se vería diluido, por la pérdida de incentivos de las empresas a repartirlos en caso de que no cotizara su título).

Por otro lado, sin las señales que dan los precios de la Bolsa (ya bastante distorsionadas por la manipulación y estrechez del mercado), ¿cómo podrían los inversores tomar la decisión de en qué sector invertir, o en qué empresa? En resumen, que sin la Bolsa, me iba yo a reir de la crisis de financiación que ahora sufrimos.

Pero estas son las ideas de bombero que manejan nuestros políticos. Y así nos va, y así nos va a ir.

PS: Por cierto, mis tres propuestas eran las siguientes:
1) Prohibir la venta de títulos.
2) Crear un supervisor que fijara los precios de los títulos.
3) Prohibir a los títulos bajar de precio (vamos, llevarlos a la carcel si osaban ajar)

lunes, 27 de octubre de 2008

Las causas de la pobreza

La entrada de ayer suscitó una cierta discusión sobre uno de los párrafos finales, en que se venía a culpar a los abusos de los políticos ("el coche de Touriño, el sueldo de Gallardón") de la pobreza, en concreto, de la existencia de homeless.

El razonamiento detrás de la relación causal no es obvio, por lo que se exige una mayor descripción teórica para comprender las razones por las que iba tan lejos en mi afimación.

En una economía no intervenida, todos los intercambios son libres. Por tanto, cada vez que se ejecuta una de estas acciones es porque ambos individuos piensan que van a salir ganando con el cambio. El intercambio libre, por tanto, crea riqueza, ya que la situación posterior al intercambio es win-win para ambas partes; si no, no lo hubieran realizado.

No ocurre lo mismo cuando los intercambios son obligados utilizando la coerción, la amenaza de violencia. En este caso, una de las partes realiza el intercambio, no porque piense que mejora su situación, sino para evitar el perjuicio que le pueda causar no intercambiar. Después de estos intercambios, el aumento de riqueza es ambiguo. Una parte ciertamente ha perdido, y la otra ha ganado a costa del primero.

Esto es un mero robo, por lo que para completar bien el ciclo hay que atender a la distribución que hace el Estado de la riqueza obtenida por la violencia. En suma, se trata de ver si esta distribución de recursos aumenta la riqueza respecto a la situación actual.

Desgraciadamente, el Estado no se mueve atendiendo a las preferencias de los ciudadanos, como sí hace el mercado. Se mueve atendiendo a criterios ajenos a éste, por lo que difícilmente su distribución va a poder crear más riqueza de la aprehendida. Los recursos se asignas subóptimamente: por ejemplo, hay escuelas públicas vacias, y concertadas con exceso de demanda. En definitiva, la intervención del Estado REDUCE la riqueza de la sociedad, al posibilitar la existencia de intercambios no voluntarios que, por tanto, no la acrecientan.

Cuanto mayor es la intervención del Estado, mayor es la riqueza consumida/dilapidada por esta institución. Menor, por tanto, la riqueza de la sociedad, y mayor la probabilidad de que existan pobres, ceteris paribus.

Cierro con un ejemplo micro para que se vea con claridad a qué me refiero. Cuando Touriño se compra un coche de 480.000 Euros, es porque un montón de individuos se han quedado sin gastar 480.000 Euros de acuerdo a sus preferencias. Gracias a Touriño, la sociedad cuenta con un coche que nadie demandaba ni por tanto valora a ese precio; pero también se ha quedado, por ejemplo, sin fresas, aceite, polvorones o una semana en la playa, que cada uno de los individuos expropiados hubieran adquirido con su dinero, y que sí hubieran supuesto un aumento de riqueza.

Esa disminución en la demanda lleva a perder puestos de trabajo, sea en la recolección de la fresa, la fabricación de aceite o de polvorones, o en el sector hosteleto. Por lo que algún andaluz se va al paro. Al verse privado de su principal medio de sustentación, es posible que este individuo pase a ingresar en la pobreza.

Y, desgraciadamente, no ocurre lo mismo con el coche de Touriño, aunque pueda crear en el corto plazo una burbuja en la demanda de empleo para el coche, puesto que esa riqueza es falsa, y tarde o temprano se habrá de corregir. Vamos, que Touriño no se hubiera comprado ese coche con su dinero.

domingo, 26 de octubre de 2008

Aumentan los homeless en Madrid

Momento para pasar de la teoría a la práctica. Sí, hay crisis económica; sí, la Bolsa cae y todos somos más pobres; hay más paro ¿y qué? Pues que eventualmente esto alcanza a las personas de carne y hueso, y se empieza a notar en nuestra vida diaria.
Tan increiblemente rápido como cae la Bolsa, se llenan de homeless las calles de Madrid.

Os cuento mi experiencia. Uno de las virtudes (y sé que lo es porque me cuesta un huevo hacerlo) que tengo desde hace unos dos años y medio es la de salir a correr; lo hago un par de veces por semana, y corro unos 45-50 minutos. Suelo hacerlo por la noche (entre semana) o a primera hora de la mañana.

Pues bien, hasta hace año y medio, solía correr callejeando por Madrid, un circuito que pasa por Castellana, los bulevares, Cristo Rey y Reina Victoria. Luego dejé de correr por ahí, y opté por dar vueltas en un parque con circuito. Hace más o menos un mes, mareado de tanta vuelta, decidí volver a mis viejos circuitos urbanos.

Pues, oye, el cambio que se nota en este año y medio es que ahora hay bastante homeless en las mismas calles por las que antes pasaba. No digo que antes no hubiera, que alguno encontrabas durmiendo en un banco. Pero ahora hay bastantes más. Para eliminar la estacionalidad, téngase en cuenta que ahora es octubre (más frío) frente a finales de abril, que había sido la última vez que corrí por el circuito referido.

Vamos, que este incremento quizá se pueda achacar a la crisis. (Incidentalmente, os diré que en uno de los circuitos que hice, al pasar por Cuatro Caminos, descubrí a los sustitutos de los hombres-anuncio prohibidos por Gallardón: se trata de los hombres-chaleco).

Y es que esta es la cruda realidad. Mientras los ... (póngase el insulto que se considere pertinente) de los políticos debaten sobre cómo nos van a salvar de la crisis, esto es, cómo van a salvar su culo para poder seguir viviendo a nuestra costa, las consecuencias de sus acciones van alcanzando a crecientes capas de la población, empezando por las más desfavorecidas, como siempre.

Esto es muy triste, triste de verdad, no de noticia en la tele. Uno siente la impotencia. Porque, aún más triste que la situación de pobreza, resulta la situación de engaño. Porque esta gente encima cree que es el Estado quien les va a salvar, cuando ha sido el Estado el que les ha llevado a la situación actual. Porque es el Estado quien les va a llevar a una situación peor con los cantos de sirena de que lo hace por ellos.

Porque no son capaces de hilar: el coche de Touriño, el sueldo de Gallardón o los altos cargos de Bibiana, las dádivas a artistas o las reuniones en Paris, estas son, y no otras, las verdaderas razones que les han conducido a vivir en la calle.

sábado, 25 de octubre de 2008

Predicción para el 15 de noviembre

Hoy toca mesianismo, me temo. Me voy a poner estupendo prediciendo lo que va a pasar el 15 de noviembre en la "refundación del capitalismo". Lo que pasa es que es muy fácil ir de mesiánico tras un poco de lectura de Rothbard. Lo que voy a decir es tan mesiánico como afirmar que si suelto una piedra caerá al suelo. Vamos con ello.

Me centro en el tema monetario, que es la raiz del problema de la crisis. Lo demás son fuegos artificiales para distraernos; así que seguro que coinciden en que hay que aumentar los controles, regular más y bla, bla, bla. Pero lo más importante es lo que hagan con el dinero. Si salen de ahí sin un acuerdo sobre la monera, tendrán que volver a reunirse en poco tiempo: Las grandes "refundaciones" del capitalismo siempre tienen que ver con el dinero.

Básicamente, hay dos caminos. El primero, el bueno, es el de la libertad de dinero, que posiblemente llevara de vuelta al patrón oro. Lo que pasa es que con este esquema, se acabaron los privilegios de los gobiernos, cuyo gasto quedaría limitado a lo que pudieran quitarnos de impuestos. Teniendo en cuenta que aquí ya es el 50%, poco recorrido cabe antes de la dictadura. Así que, desgraciadamente, me temo que los tiros van por el otro lado. De todas formas, poca ocasiones mejores para hacer la típica sentada con velitas que tanto gusta a los americanos, porque el otro camino conduce a la ruina completa.

El otro camino está perfectamente descrito por Rothbard en sus obras, y el Euro no deja de ser una prueba de sus predicciones. Los gobiernos acordarán mecanismos más fuertes para coordinar sus políticas de inflación, sea reforzando el FMI, creando un verdadero banco central mundial (un dinero mundial) o fijando tipos de cambio entre monedas. Esto último ya fue probado con loas acuerdos Smithsonian y fracasó en dos años (1971-1973); creo que ahora tendría aún menos recorrido.

Y es que el problema que estamos viviendo esta semana, en que el dinero huye de todas las monedas (rublo, corona islandesa, florín húngaro, libra esterlina, divisas sudamericanas, y hasta Euro) buscando refugio en el dólar (peazo refugio), es el que van a tratar de solventar, para evitar las sucesivas quiebras de los Estados.

Evidentemente, lo más fácil a corto plazo es fijar el tipo de cambio entre todas ellas, para que el inversor/ahorrador no pueda andar refugiándose en unas respecto a las otras, y no se amenace la quiebra de ningún Estado. Pero esto es insostenible a menos que las políticas de inflación estén coordinadas (pues el valor real de la moneda variará de forma distinta en cada país), lo que nos lleva de nuevo al banco central mundial.

En resumen, ¿qué cabe esperar de esta reunión? Unos mecanismos de coordinación mayores entre los bancos centrales, y una especie de promesa de moneda única mundial.

Lo veremos el 16 de noviembre. Y, entonces, si se cumple la predicción (a lo mejor van por el otro sentido; en todo caso, parece difícil que no hagan nada), os contaré cuál es el siguiente paso según Rothbard.

viernes, 24 de octubre de 2008

Off with his head

Confieso que no lo entendía. Me refiero al empeño del señor presidente del Gobierno (en adelante, ZP) por asistir a la cumbre del 15 de noviembre. Y menos aún, su empeño porque todos nos enteráramos de lo baldíos que están siendo sus intentos. Cualquiera tendería a pensar que es ilógico: cuanto más mendigues y más te rechacen, mayor es el ridículo, ¿o no?

Desechada cualquier explicación relacionada con querer mejorar el orden mundial, o en su preocupación por los efectos de la crisis (que no es culpa suya) en España, había que buscar en otro sitio.

En condiciones normales, uno pide que le inviten. Si la respuesta es, no, pero te tenemos en cuenta a través de la Unión Europea, pienso que ZP hubiera quedado fenomenal y hasta como jugador de equipo, diciendo que transmitiría sus ideas por el cauce la vía francesa, y santas pascuas. La mayor parte de sus seguidores españoles lo hubieran comprendido y fin de la historia. ¿Quién quiere una España jugando en el bando capitalista?

Por eso, la contumacia no hacía más que sorprenderme. Hala, erre que erre, moviendo Roma con Santiago, por todos los cauces diplomáticos (oxidados hasta ahora,imagino) y haciendo de ello primera página y cuestión de Estado. Francamente, todo contradictorio con lo que llevamos visto del personaje.

Pero se ha hecho la luz: en la reunión de marras se va a definir el nuevo orden capitalista (dicen). Pero eso se puede resumir en ver qué van a hacer con el sistema financiero, vamos, los bancos. Y ahí nosotros tenemos un par de global players. Sobre todo uno, el señor Botín, que debe de estar más bien preocupado con el asunto. Por supuesto, don Francisco González también estará, pero no cabe pensar que ZP se preocupara especialmente por este tipo, al que ya trató de quitar de la poltrona hace unos años.

Así que el que debe de estar detrás de todo el tinglado es el señor Botín. Y este sí que tiene poder de verdad. Me imagino que el señor Botín se mosqueará bastante si ZP no acude a defender posiciones a la reunión de marras. Eso explicaría también por qué hay que dar publicidad a todas las acciones que se están tomando para conseguir la deseada invitación. Por lo menos, así se le podrá decir al banquero que el Gobierno hizo lo imposible.

Y que haya una esperanza de que áquel no grite lo que la Reina de Corazones en Alicia en el País de las Maravillas: "Off with his head"

jueves, 23 de octubre de 2008

Sarkozy y las revueltas de la plebe

La verdad es que la situación está tomando un cariz extremadamente preocupante. Era evidente que los Estados iban a tratar de ganar más poder aún a costa de la situación actual; lo que no me lo parecía tanto es que lo harían en medio de clamores del pueblo. Pero así están las cosas, y todos miran con esperanza a la fatídica reunión del próximo 15 de noviembre en que se sentarán las bases del nuevo orden mundial. Por cierto, no esperen demasiadas sopresas: si quieren saber lo que decidirán, al menos en términos monetarios, basta con leer a Rothbard "What has government done to our money?". Lo explica en el último capítulo.

El 15 de noviembre se reunen unos cuantos políticos para decidir de qué forma se garantizan el poder unos cuantos años más. Eso y no otra cosa es lo que van a decidir. Cuál es el narcótico que deben de dar a la sociedad para mantenerla engañada otra temporadita. Con razón dice Sarkozy que, si fracasan, habrá revueltas mundiales. Porque, si fracasan, la mentira se habrá acabado, y con ella sus poltronas.

Por eso mismo, no van a fracasar. Son gente sin escrúpulos que harán lo que haga falta para mantener la existencia de una casta gobernante fuera del mercado, todo el tiempo que haga falta.

Es posible que, de momento, no hagan falta los métodos estalinistas; pero, cuando llegue el momento, que llegará, no tendrán reparos en utilizarlos. Al menos un servidor no tiene dudas, a la vista de la defensa de la libertad que están haciendo en estos momentos.

La solución que debería salir el 15 de noviembre todos sabemos cuál es: reducción de las burocracias, incremento de las libertades, disminución de privilegiados que viven a costa del mercado en lugar de sirviendo a sus ciudadanos en el mismo. Los problemas que han llevado a esta crisis financiera no tienen nada que ver con la libertad, y sí con la imposición. Con la imposición de la moneda, con el objetivo de permitir a los Estados atontarnos con su "bienestar", mientras viven del cuento.

Desgraciadamente, la teoría económica nos enseña que eso es, simple y llanamente, imposible. Que los Mundos de Yupi tarde o temprano muestran sus lodos. Y que cuando nos caemos del guindo, nos mosqueamos.

De la "refundación del capitalismo" acometida por los mismos que nos han llevado a esta situación, solo cabe esperar otra mentira, aderezada por una mayor regulación: más burocracia, menos libertad. Pero esta mentira tendrá un recorrido aún más corto que la última. Solo hay que vez como los ciclos económicos son cada vez más rápidos: 1930 - 1970 - 1990 - 2000 - 2007...

Y entonces, la caída será aún más dura. Y volverán a tener su conclave, del que saldrán ellos una vez más reforzados a costa de los ciudadanos. Pero tampoco es posible reforzarse eternamente a costa del público: el límite se llama dictadura socialista, y ya sabemos en qué consiste y cómo termina.

PS: Una posible razón de por qué se acortan los ciclos económicos: como cada vez coge más poder el Estado, menor es la capacidad de generar riqueza de la sociedad, y antes se entra en barrena.

martes, 21 de octubre de 2008

Un mundo con la banca pública

Parece que estamos dando pasitos hacia ese Nirvana en que la banca también será de gestión pública. La solución a la crisis económica es que el sistema financiero sea gestionado por los Estados y con dinero de todos los contribuyentes. Así que los servicios financieros están abocados a conseguir el nivel de calidad de otros servicios públicos tan estupendos como la justicia, la educación, la sanidad o la protección ciudadana.

No sabemos todavía cuál es el fallo de mercado que justifica que estos bienes deban ser suministrados por el Estado. Ooops, claro que lo sabemos: la avaricia de los banqueros, de la que los probos funcionarios están libres. El caso es que los bancos tienen toda la pinta de pasar a ser públicos en breve plazo.

Aparte de la capacidad de gestión tantas veces demostrada en el pasado por los gestores públicos, no hay que olvidar que la intervención se carga la capacidad de innovación de los emprendedores. O sea que, desde el momento en que se nacionalicen, pocas novedades cabe esperar en el campo de los servicios financiero. Por otro lado, y más en un momento de tanta incertidumbre como el actual, se me hace difícil pensar que un banco privado pueda competir en igualdad de condiciones con uno estatal, aunque solo sea por la credibilidad: los bancos nacionales estarán respaldados por la capacidad crediticia de los Estados.

El caso es que el escenario en unos pocos años puede ser desolador. Me voy a reir de las colas que me chupe en su momento en Cajamadrid. Por ejemplo, imagino que poco a poco los cajeros automáticos irán dejando de funcionar, ya que su mantenimiento disminuirá hasta desaparecer.

¿Qué habrá que hacer para conseguir un crédito? ¿Cuántos papeles que rellenar, trámites que superar, y aprobaciones que conseguir? ¿A quién tendremos que llamar para agilizar "lo nuestro"? ¿Quién decidirá qué empresas recibirán pasta y en qué condiciones? ¿Y cuánto tardarán éstas en recibir su dinero una vez aprobado el crédito? ¿Pagarán a 120 días como hacen con su suministradores?

¿Y qué decir de los precios de las distintas operaciones? Supongo que pasarán a estar regulados, serán tarifas. Y todos los años subirán con la inflación, digo, el IPC. Conseguirán que las transferencias sean tan caras que prefiramos sacar el dinero y llevarlo andando a otro banco. Claro que para eso deberemos chuparnos una buena cola, y además dar un preaviso de varios días, si la cantidad supera 1000 Euros.

Imagino que empezarán a cobrar bien por todos los accesos y operaciones a través de Internet. Será la nueva forma de abordar la brecha digital: en vez de mejorar el acceso de los que no tienen, dirán que no debe haber privilegios, y que todos tenemos que fastidiarnos y hacer presencia física.

¿Y qué podemos decir de los pagos con Visa? El retorno de la bacaladera?

¿Y de productos de inversión? Sí, con la que está cayendo: usted dejenos el dinero, y dé gracias de que se lo guardamos. Y ni una queja, eh.

Imaginad una sucursal de banco como un juzgado, con sus dossieres y papeles por los suelos; con un montón de gente esperando mientras los cajeros se toman el cafetito, antes de ponerte un montón de pegas para pagar el recibo de Endesa.

Esto es una pesadilla, a ver si me despierto. Pero, no lo olvidemos, están nacionalizando la banca, y todos conocemos cómo funcionan los servicios públicos.

lunes, 20 de octubre de 2008

Las Comunidades Autónomas ante la crisis

Ayer empezamos con los ayuntamientos; hoy subimos un nivel en el escalón territorial, y miramos a estas administraciones. El análisis sobre su capacidad de acceder a crédito es similar al aplicado para ayuntamientos, por lo que confrontan el mismo tipo de dificultades para llegar a fin de mes.

Sin embargo, su capacidad de "fastidiar" por la vía fiscal y sancionadora es tal vez algo menor, por lo que cabe esperar menos daños por esa vía. Lo dicho, salvo para aquellas con estatutos más "avanzados", como Cataluña, en que imagino que la Generalitat se habrá arrogado algún tipo de competencia para conseguir pasta de sus administrados.

Los ingresos de las CCAAs provienen mayormente del Estado, que es quien, de momento, viene cobrando los impuestos, y luego se los cede (a excepción de los conciertos forales de País Vasco y Navarra, en que ocurre lo contrario). Por tanto, la única vía para incrementar sus cobros se corresponde con las que tenga el Estado a su disposición, así que lo veremos mañana.

Lo que cabe esperar es un incremento de los problemas competenciales entre CCAAs y Estado, y entre ellas entre sí. Vamos, que se van a pelear por la "pela" como lobos, cosa que ya lleva sucediendo un tiempo con los Estatutos, pero que imagino que se agravará con las carencias de efectivo.

Realizarán enajenaciones para conseguir dinero, probablemente a precios por debajo del mercado, habida cuenta de la coyuntura. Y, de nuevo, disminuirá la calidad de los servicios prestados, de forma grave, ya que su dependencia del dinero que le pase el Estado es muy grande, y este también va a tener sus problemas, por lo que imagino que tratará de demorar los pagos. Supongo que, además, esto se usará como arma política contra aquellas CCAAs no alineadas con el Gobierno.

En suma, nuestra posición no se va a deteriorar tanto como respecto a los ayuntamientos, salvo en las CCAAs con estatutos muy intervencionistas, puesto que no nos pueden tocar demasiado las narices con los impuestos.

domingo, 19 de octubre de 2008

Los ayuntamientos ante la crisis

Inicio con este una serie de entradas sobre los efectos de la crisis económica en las administraciones públicas. La tesis global es que esta crisis va a llevar a extremos insospechados el enfrentamiento entre la viabilidad de los citados organismos y la libertad de los individuos. Dicho en plata, la supervivencia de ayuntamientos, CCAA y estados va a depender exclusivamente de su capacidad de engañarnos, y, por tanto, de nuestra resistencia a sus abusos. Los españoles nos hemos mostrado, hasta el momento, completamente dúctiles a sus imposiciones, por lo que no cabe optimismo sobre el futuro. Por lo menos, en las primeras etapas de opresión creciente, no cabe esperar resistencia. Conforme se agrave la misma, veremos cómo actuamos.

El análisis que se plantea va a ser en términos de pasta real. Al final de mes, las administraciones tienen que pagar las nóminas de sus funcionarios. Y, para eso, necesitan dinero en caja. No basta un presupuesto de ingresos y gastos; hay que tener dinero en la cuenta para hacer las transferencias.

Si no lo hay, y los presupuestos tienen credibilidad, las administraciones podían acudir, como cualquier hijo de vecino, al banco a por un crédito. Desgraciadamente para ellas, esta posibilidad es ahora más difícil, por no decir imposible. Por otro lado, su credibilidad depende EXCLUSIVAMENTE de los impuestos que es capaz de obtener, pues no tiene otra fuente de ingresos.

Empiezo por los ayuntamientos porque son las entidades más parecidas al individuo en cuanto a gestión económica, pues no pueden crear moneda de la nada, ni, por tanto, endeudarse ad infinitum.

Ante un problema de caja, el ayuntamiento podría acudir a entidades administrativas superiores, como las CCAA o el Estado. Esto lo único que haría es traspasar el problema a otra administración. Por ello, este supuesto, de aceptarse (que no es trivial), agravaría los problemas que veremos en las siguientes entregas.

Vamos, que el ayuntamiento no puede acudir ni a otras AAPPs, ni al banco. Si el banco le presta pasta (desde luego, no en condiciones comerciales; o sea, que se lo prestaría por presiones políticas), agrava su propia situación y se aproxima aún más a la quiebra que tanto teme.

¿Qué le queda al ayuntamiento? Reducir sus pagos, o aumentar sus cobros, trivial.

Por tanto, ¿qué podemos esperar en los próximos meses - años?
- Demoras aún mayores en los pagos que los ayuntamientos hagan a sus suministradores. Claro que como estos no andan muy finos, esta situación puede llevarles a la quiebra. Si eres proveedor de ayuntamiento, tocan malos tiempos.
- Suspensión de obras públicas o contratas exteriores. Tendrán que afrontar el coste político de no cumplir sus promesas.
- Requisitos más exigentes hasta hacer imposible su cumplimiento, para las ayudas que vengan dando. Incluso, llevando al recurso judicial (que para ellos es gratis).
- Retrasos en los pagos de las nóminas.
- Enajenaciones de los bienes que tenga.

Y, por la parte de cobros:
- Creación de nuevos impuestos o tasas.
- Incremento de sanciones pecuniarias por aspectos que hasta ahora no se tenían en cuenta. Endurecimiento, por ejemplo, de la vigilancia del tráfico, y mayor arbitrariedad (aquí, contando con la inestimable ayuda del "estupendo" funcionamiento de la justicia).

No creo estar descubriendo nada nuevo. Muchas de estas cosas están ya planteándose en el ayuntamiento de Madrid. Pero, en todo caso, desemboca en una mayor presión sobre los ciudadanos, tanto por la pérdida de calidad de los servicios que vienen prestando, como por la mayor persecución e imposiciones.

La pregunta es: ¿cuánto aguantaremos?

sábado, 18 de octubre de 2008

El engaño de Islandia

Hace unos años tuve la oportunidad de pasar unos días en esta isla, a caballo entre las dos placas tectónicas del hemisferio norte, según te cuentan cuando la visitas. Aunque era en mi época pre-austriaca, un servidor ya apuntaba maneras, y me quedé algo sorprendido por lo que allí veía.

Durante las visitas que me permitió la reunión a qué asistía, había una pregunta rondando todo el rato en mi cabeza, que además era objeto de conversación con mi compañero de viaje: ¿de dónde salía la riqueza de Islandia, de qué vivían los islandeses?

Cuando uno visita Reykjavik, que es una tranquila a la par que anodina ciudad, que concentra tal vez al 60% de los islandeses, y ve sus casas, calles y coches, se sigue preguntando, ¿de qué viven? La mayor parte del territorio son glaciares; es más, las ciudades se concentran en las orillas del mar, dejando el territorio interior casi deshabitado. Era en ese momento uno de los países más ricos del mundo, y uno se sigue preguntando: ¿de qué viven? ¿Da el bacalao para tanto?

Tampoco el turismo parecía suficiente para permitir ese nivel de vida a los islandeses. Francamente, a mí me pareció un tostón. Hay gente que aguanta aquí una semana con excursiones por glaciares y tal; pero yo, con el geyser, tuve suficiente. Además, dada su posición tan septentrional, los días son muy cortos, sin contar fríos, la mayor parte del año, lo que no resulta muy atractivo al turista normal.

Eso sí, lo tienen bien montado. En junio hay tours de 4 horas "nocturnos" (gracias a uno de estos pude yo ver el geyser, alguna catarata, la falla entre placas, y hacerme una idea del paisaje). Y también tienen un transfer desde el aeropuerto a Reikjavik con parada en una de sus grandes atracciones turísticas, una laguna sulfurosa de cuyo nombre no me acuerdo.

Yo llegué a la conclusión de que su riqueza se debía de basar en la energía. Allí hay competencia en el suministro de energia: haces un agujero y empieza a salir vapor de agua, con lo que la energía geotérmica es inagotable. Veías casas en mitad de parajes desérticos, y de una de ellas salía mucho humo blanco: esa era la central geotérmica que las abastecía.

Yo imaginaba que, en un futuro no tan lejano, con la carestía de petróleo, los islandeses serían capaces de exportar su energía (por ejemplo, en forma de hidrógeno líquido, de cuya fabricación alguna planta vimos) y se forrarían. No se me ocurría nada más.´

Ahora ya sé la verdad: Islandia era falsamente rica, gracias a que su gobierno había autorizado a sus bancos a crear dinero en gran escala. Esta claro que todo lo que se veía era una ilusión, y ahora tiene pinta de que los islandeses van a pagar duramente por sus excesos.

En el caso de Islandia, era fácil tener dudas sobre el origen de su riqueza, dado su aislamiento. Resulta más difícil cuando hablamos de Europa y España. Y, sin embargo, mucha parte de lo que hasta ahora nos parece riqueza, es también mentira, por lo que el destino que nos aguarda es similar al de la remota isla. A menos que los gobiernos dejen de actuar irresponsablemente.

viernes, 17 de octubre de 2008

Conspiración mediática contra la crisis

Uno de los temas recurrentes en este blog es la lucha contra la mentira a la que nos someten los grandes medios de comunicación. Son ellos los que en cada momento "nos"
deciden que interesa o no saber. Para el interesado, pongo una entrada pasada, no relacionada con temas económicos.
http://ferhergon.blogspot.com/2008/05/los-medios-de-comunicacin-nos-guian.html

Por ello, no me ha resultado extraño conocer que el señor Zapatero convocó a los gerifaltes de los medios (en EEUU les llaman "media mogul") para que no creen alarmismo innecesario en la sociedad. Esto es, para que no nos cuenten lo que realmente está pasando, no sea que nos asustemos y actuemos racionalmente en vez de como corderitos guiados por el gran líder hacia el precipicio.

Imagino que el señor presidente no tiene demasiado tiempo para ver la tele, porque si lo hiciera, se hubiera dado cuenta de que no tenía por qué preocuparse. Ya puse en otro post que el tema de la información económica es patético, y que parece haber un pensamiento único. Alguna voz se opone, la más autorizada la del cada vez que le leo más admirado Lorenzo Bernaldo de Quirós, y también la del señor Losantos, aunque sin capacidad para la argumentación económica. Bueno, y Rodríguez-Braun, carente de la contundencia de don Lorenzo.

Que no se preocupe Zapatero, que ya nos están empujando a dónde él quiere tenernos. Ya clamamos todos por la intervención del Estado, la necesitamos como agua de mayo. La única discusión es sobre el contenido concreto de las medidas, pero cuando se llega aquí, la batalla ya está perdida. Pues el Gobierno hará lo que quiera con la pasta que nos quitará.

Y deje a los medios que amarilleen un poquito, hombre, que la crisis económica está de moda. Que acumulen indicadores sobre indicadores hasta que nos dejen de doler. Y, entonces, cuando ya estemos aburridos, que empiecen a hablar de otras cosas.

Desgraciadamente para un número creciente de españoles, la crisis seguirá cuando ya los medios no hablen de ella. De la misma forma que sigue habiendo guerra en Sudán, o una dictadura en Cuba. Pero ya no será noticia. Y gracias a los medios, muchos españoles estarán mucho peor de lo que podrían haber estado si hubieran conocido la verdad.

jueves, 16 de octubre de 2008

Botín nos da la razón (y se la quita a Xavier Sala, por cierto)

He oido unas declaraciones del señor Botín. En ellas afirma con contundencia que la causa de la crisis no son ni las hipotecas subprime ni viene de de Estados Unidos. Vamos, lo que vienen diciendo los economistas austriacos desde hace mucho, y especialmente desde que empezó la depresión con los impagos de dichas crisis.

La causa de la crisis es la creación dinero falso por los bancos centrales, que empezó al por mayor en 2001 a través de mecanismos más o menos sofisticados. El pinchazo se tenía que producir tarde o temprano. Que el suceso que haya producido la detonación sea dicho impago es completamente incidental. Si no hubieran sido las hipotecas subprime, hubieran sido las centrales fotovoltaicas, o los restaurantes de lujo, yo qué sé.

Curiosamente, se publica hoy en Cato un artículo del señor Sala i Marti, "Crisis financiera, ¿qué ha pasado?" (http://www.elcato.org/node/3751), en que describe la sucesión de hechos y vincula la crisis a dichas hipotecas, aunque identifica en la causa inicial la bajada de tipos de la FED. El prestigioso economista colabora, desde mi punto de vista, a cubrir de humo las verdaderas causas de la crisis. ¿Y en Europa qué? ¿No hizo lo mismo el BCE? ¿Dónde nos explica por qué la gente pensaba que las casas iban siempre a subir?

Insisto en que, desde mi punto de vista, lo de las hipotecas subprime no deja de ser más que la causa oficial, con la que pretenden distraer nuestra atención del verdadero problema: el control del dinero por parte del Gobierno.

Y vuelvo con Botín, que esto lo tiene bastante claro. ¿A qué echa la culpa Botín? "A los excesos del sector financiero". ¿Cómorrrr? Voy a leer entre líneas.

El señor Botín de tonto no tiene un cabello (ya quisiera yo tener uno de los pelos de tonto de Botín). Él sabe perfectamente que, mientras la ilusión dure, él se forra. Y, por ello, supongo que administra el Santander con unas elementales precauciones para tratar de prolongar la ilusión al máximo. Eso sí, sabiendo que no puede durar para siempre.

Lo que debe de fastidiar el señor Botín es las prisas que han tenido otros banqueros por forrarse, que es lo que nos ha llevado a la situación actual, en que la ilusión está al borde del estallido. Y, con ella, la fortuna del señor Botín (mejor dicho, sus perspectivas de mejorar). El señor Botín imagino que está fastidiado porque sus colegas han matado la gallina de los huevos de oro, y ahora le va a pillar a él, que no cabe duda de que has gestionado comparativamente mejor.

Por poner unas cifras rápidas, y voy terminando: el ratio de recursos propios respecto a créditos dados en España es del 7%. El Santander, mejor gestionado, podría estar en e1 10-15-20%. Por ello, todos los bancos extranjeros quieren que el SAN les compre: es el que más estabilidad les da. Pero cada vez que compra uno, ese % disminuye, pues el adquirido tiene un menor ratio. Por ello, incluso si SAN se hiciera con todos los bancos, el ratio de solvencia anterior para el sistema no mejoraría, sino que el del SAN empeoraría hasta ser el del sistema.

Finalmente, téngase en cuenta que dicho ratio no considera la calidad de los créditos, asume que todos son igualmente cobrables. Pero es público que el SAN tiene créditos bastante fastidiados de cobrar (por ejemplo, el crédito a los Entracanales para comprar Acciona). Pues bien, en cuanto estos créditos incobrables se coman el decreciente ratio de solvencia...¿adivinás qué pasará?

No me extraña que Botín esté enfadado.

martes, 14 de octubre de 2008

Hiperinflación a la vista!

Hoy voy a hacer un relato de economía-ficción, pero además de los buenos, de los de catástrofes, para que se puedan reir unos cuantos a gusto. Mi historia comienza el 14 de octubre de 2008, cuando unos cuantos dirigentes europeos se reunieron en Paris para echar unas risas (según nos cuenta Gabriel Calzada en Libertad Digital). Entre ellos, estaba el señor Trichet, máxima autoridad del Banco Central Europeo, el emisor de la moneda (de momento) conocida como Euro.

No sabemos de qué hablaron, pero todos salieron con un montón de pasta bajo el brazo para salvar a los bancos de sus respectivos países. Todo queda garantizado por el saco de pasta estatal. La cuestión es, como siempre, de dónde saldrá la pasta.

Sabemos que los Estados obtienen su pasta de tres formas:
1) Los impuestos: sin embargo, imagino que la subida de impuestos necesaria para estos planes de rescate sería lo suficientemente elevada como para tener un coste político inaceptable para las partes. O sea que esta fuente no les vale.

2) La deuda: en este caso, se trataría de que los estados pidieran a la plebe las cantidades millonarias que precisan, para devolvérselas en el futuro. Digo la plebe, porque no creo que las entidades financieras fueran las que suscribieran estas emisiones: eso sí que sería un juego de suma cero.
Pero, claro, si van a la deuda, los tipos de interés se pondrán por las nubes, y se fastidia otra vez el invento.

Así que solo nos queda, tachán....
3) La impresión de billetitos: por eso era importante que el señor Trichet estuviera por allí.
Así que imagino que convencieron al regulador independiente de que hay que estar al quite para emitir tantos billetitos como sea necesario para sufragar, no ya el plan de rescate, sino también algunos caprichillos de los respectivos gobiernos, a los que las cuentas tampoco les deben de estar encajando muy bien.

Sin olvidar que los funcionarios de la ingente Comisión Europea también cobran, claro. Creo que también estaba en la fiesta el señor Durao Barroso para pillar algo.

En definitiva, acordaron que, para salvar el (su) mundo había que emitir billetes y billetes. Con algunos, rescatarían, si fuera preciso, a los bancos; y con otros, seguirían pagando sus gastitos, a los que empezaban a tener dificultades para hacer frente. Y todos tan contentos.

Pero, sigue la historia, esta impresión de billetes acelerará la inflación, posiblemente hasta niveles olvidados, y desembocará en un fenómeno de hiperinflación que ya sabemos que termina con la destrucción de la moneda y del sistema financiero.
Claro, que eso pasará en el futuro, y para entonces a lo mejor ellos ya se dedican a otras cosas más amenas, o se les ocurre otra forma de engañarnos.

Desgraciadamente para ellos, en esta economía-ficción, los acontecimientos están yendo más deprisa de lo que cualquiera hubiera imaginado. Así que igual se llevan una sorpresa.

lunes, 13 de octubre de 2008

Y, encima, reparten dividendos

Ahora sí que me he quedado a cuadros, un poco. Definitivamente, alguien nos está engañando y mucho. Tanto el Santander como el BBVA van a repartir dividendos a sus accionistas. Conste que, de entrada, no me perece ni mucho menos ilegítimo. Se supone que han tenido beneficios y es razonable que repartan con sus accionistas.

Ahora bien, esto es claramente incoherente con la existencia del plan de rescate del Gobierno, y con los problemas de liquiedez que existen entre los bancos. Porque, con independencia de los flujos contables que dan lugar a los beneficios, el pago de dividendos implica una salida de dinero de la caja del banco que reparte. Es curioso que no se atrevan a dar créditos por miedo a la iliquidez, y sí repartan beneficios.

Hay muchas interpretaciones posibles:
1) Es una señal de confianza al mercado. ¿Dicen que tengo problemas de liquidez? Mentira, si hasta reparto dividendos. Sería una huida hacia adelante tratando de incrementar la confianza en el sistema, a costa de dejar peor parada la caja a corto plazo.

2) Tanto el BBVA como el Santander no tienen los problemas que asolan a la banca a nivel global. Gracias a su gestión tienen bien cubiertas todas las posibles necesidades de liquidez y activos que se pueden monetizar fácilmente y sin pérdidas. Vamos, que han sido de verdad unos probos gestores, aunque parezca casi imposible en un banco, pues su negocio es endeudarse a corto para prestar a largo.
Si esto es así, ambos bancos deberían estar con menudo mosqueo ante el plan del gobierno, que, consecuentemente, no se dirigiría hacia sus activos.
Es más, si estos bancos están tan bien gestionados, no debería ser necesario el plan de rescate, puesto que no hay riesgo de colapso del sistema financiero. Podrán caer unas cuantas instituciones, pero nuestros principales "pilares" seguirán en pie en todo caso.
En este escenario, el plan es hasta contraprudecente, pues tendría efectos de moral hazard sobre estos dos bancos, tan bien gestionados hasta el momento.

3) Esta es la de mal pensado, aunque creo que la más verosimil. Se trata de repartir la pasta mientras la haya, dando precedencia a accionistas sobre depositantes. Y luego, si vienen mal dadas, Dios dirá. La pasta ya estará a buen recaudo en las cajas fuertes de los dueños del banco, que incluye mucho accionista minoritario, pero también algún preboste que otro.

En definitiva, este reparto de dividendos me parece una verdadera pasada. Y creo que el Gobierno, si es coherente con la necesidad de un plan de rescate, debería inmediatamente excluir a ambos bancos de dicho plan. Pero con luz y taquígrafos.

domingo, 12 de octubre de 2008

Siguen cayendo las Bolsas...

En una entrada previa ya me burlé de la incapacidad de las medidas gubernamentales por corregir, no ya la crisis económica (lo que sabemos que es imposible), sino la crisis bursátil. Se piensan los Gobiernos que con corregir el síntoma curan la enfermedad, muy típico en los tiempos en que todo se mide a base de indicadores macroeconómicos absurdos (también tengo entradas sobre esto en el post).

Lo han intentado todo: planes de rescate, nacionalizaciones, inyecciones coordinadas, bajadas de tipos, garantías de depósitos, pero no les funciona nada. Ya parece que no nos engañan. Lo mejor fue el miercoles, cuando tras la histórica operación de bajada coordinada de tipos, les duró la alegria a las bolsas 2 horas. Por lo menos, gracias a eso, se han dado cuenta de que por ahí no van a ninguna parte.

Mi intepretación de la caída continua es la siguiente: el inversor se ha dado cuenta de que los gobiernos no van a poder mantener la burbuja de ninguna forma, y ha empezado a descontar la pérdida de valor a que se van a enfrentar las economias en los próximos años.

Todos sabemos que la Bolsa es un mercado muy eficiente, y, como tal, aglutina toda la información disponible de forma casi instantánea. Lo que estaría pasando es que, esta vez, es la buena. Se va a deshinchar la economía hasta llegar a su nivel real de riqueza.

Por tanto, él % de caída desde los máximos de hace año y medio nos dará una idea del % de falsa riqueza que hay ahora mismo en el mercado, y que, por tanto, ha de liquidarse y liberarse para dedicarse a verdadera utilidad. Evidentemente, cuanto más baje, más difícil y posiblemente largo sea el ajuste en la economía. Esa rapidez de ajuste dependerá críticamente del grado de rigidez que meta la intervención estatal. A mayor intervención, más tardaremos en ajustarnos y más durará la crisis.

El IBEX-35 llegó a estar a 16.000; ahora está por debajo de 9.000. Tenemos que limpiar, de momento, un 50%!!!!!! de nuestra aparente riqueza para salir de la crisis. Da pavor. Además, el descenso aún no ha acabado: llegará a 5.000?, a 4.000?....Si es así, el 75% de lo que parece riqueza es mentira.

sábado, 11 de octubre de 2008

La nacionalización del sistema financiero

Los Gobiernos están a la desesperada, porque se les está hundiendo el chiringuito. Todo el derroche y control de nuestra vida reside en la posibilidad de dar a la gente una sensación de seguridad (falsa) y de bienestar, pero para ello necesitan mucha pasta: la que se llevan ellos, y la que hay que repartir para tener contentos a los engañados.

Pues bien, de momento no se les ha ocurrido cómo proseguir la ilusión, aunque no desdeño la posibilidad de que lo consigan. Después de todo, hay gente muy lista y en muchos países dedicándose a pensar de qué forma nos pueden engañar otra temporada para seguir viviendo a nuestra costa. Y no hay que desestimar la capacidad de innovación, de emprendimiento del ser humano.

Una de las cosas que se han propuesto hacer es la nacionalización, total o parcial, del sistema financiero. Parece que la idea viene, ni más ni menos, que de UK. No parece el momento de extenderse sobre las ineficiencias que esto introducirá en la industria bancaria. Recordemos que lo normal en una economía de mercado es privatizar, porque está demostradísimo que la gestión pública es ineficiente.

Pero me quiero llevar el debate a su terreno. Si el sistema financiero es tan importante para la economía de un país, si es, como dicen, el "corazón que bombea la sangre por las venas del sistema", es evidente que sus ineficiencias se trasladarán a toda la economía. Solo por esto, no se sabe qué clase de solución para la crisis es esta de nacionalizar los bancos.

Pero más divertido aún: si de verdad es el corazón, y el Gobierno controla el corazón, entonces se ha acabado nuestra apariencia de libertad. Bienvenidos a la nueva dictadura, y la nueva modalidad de planificación central, puesto que el Gobierno, mediante su control de los bancos, podrá decidir a dónde dirigir los recursos del mercado en cada momento. Y esto es una planificación central en toda regla.

Por suerte, no es cierta esa similitud corazón-sistema bancario. Es otra de las mentiras que nos cuenta los banqueros para justificar la necesidad de las intervenciones que ellos mismos proponen. De hecho, los préstamos se pueden producir (y se producen) fuera del sistema bancario; es evidente que podrá ser más ineficiente que con un banco solvente, pero al mismo tiempo los avances tecnológicos, como Internet, pueden facilitar enormemente estas operaciones.

Si la nacionalización no va acompañada de algún tipo de barreras legales (asegurando el monopolio a los bancos estatales), los emprendedores se volverán a hacer cargo de estos negocios, y nos sacarán de la crisis. Pero mucho me temo que no será así: cómo podrían los emprendedores competir con un banco nacionalizado, con los fondos de los contribuyentes a su disposición?

Lo llevamos claro.

viernes, 10 de octubre de 2008

Gobierno, garantízate a ti mismo

Con la que está cayendo, se ha difícil elegir sobre qué tema escribir: caída de las Bolsas, nacionalización de la banca, garantías de depósitos, ayudas los bancos con coste cero para los españoles (jua,jua,jua) o los problemas de liquidez de universidaes y ayuntamientos. Vamos, para dar y tomar, y todo con la misma raiz: el libre mercado (lo he dicho irónicamente, claro).

Me meto hoy con el tema de las garantías de los depósitos. Irlanda, Grecia y Alemania garantizan la totalidad; España, solo 100.000 Euros por depósito, aunque no hay que preocuparse, porque con eso están garantizados el 94% de los depósitos. Es que esto es un despiporre.

Vamos a ver, ¿qué significa que el Gobierno español garantiza los depósitos hasta 100.000 Euros? Pues que si un banco o caja quiebra, pagará el Gobierno la cantidad a la que no pueda hacer frente la entidad. Pero, ¿de dónde saca el dinero el Gobierno? De nuestros impuestos, tarde o temprano. Y, ¿quiénes son los depositantes a los que se garantiza el depósito? Pues, en el mejor caso, nosotros mismos. Así que esto es estupendo, nosotros nos garantizamos nuestros depósitos. Si mi banco cae, mis impuestos (que me habían quitado) me los devolverán en forma de depósito. Ya ves que estupidez de solución.

Mejor aún: a lo mejor utilizan mis impuestos para garantizar los depósitos de un rico-hombre holandés o hindú. Y, realmente, ¿a quién beneficia esta garantía? A mí no, que soy el garante. Beneficia, por supuesto, al intermediario, el banco, que se sitúa en una mejor situación de riesgo para su negocio. Para captar ahorros de la gente, con los que poder jugar: si gana, gana él; si pierde, perdemos todos.

Pero es más divertido. Imagino que los ayuntamientos, CCAAs, administraciones públicas en general, y el Gobierno, en particular, tendrá su dinerillo en alguna cuenta. Sí, ese mismo que nos ha sacado con impuestos y con el que pretende que garanticemos nuestro dinero. ¿Y si el que quiebra es el banco donde está el dinero de las garantías? ¿Quién le garantiza a él? Subirán nuestros impuestos para garantizar que nuestro Estado pueda hacer frente a las garantías de nuestros depósitos? (Y el desenladrillador que lo desenladrillare...)

¿A qué está divertido el tema? Y encima nos chulean, hay que fastidiarse.

jueves, 9 de octubre de 2008

Resumencillo del artículo de Antal Fetake

Leí con gran interés el artículo de referencia publicado en Liberalismo. Se titula "Endeudándose a corto plazo e invirtiendo a largo plazo: iliquidez y colapso del crédito". Se escribió a mitad de los 80. Aquí teneis el link al artículo completo: http://www.liberalismo.org/articulo/429/endeudandose/corto/plazo/invirtiendo/plazo/

Como es un articulo largo y difícil, al mismo tiempo que revelador, me he hecho un resumencillo para entenderlo. Aquí está, para el que no tenga tiempo y ganas de navegar en tan procelosas aguas.

Tiene básicamente dos partes. En la primera se describe de qué forma históricamente los bancos han ido incrementando sus posibilidades de generar liquidez para créditos a partir de los depósitos de sus clientes. Básicamente, son actuaciones de dudosa legalidad en otro ámbito, amparadas por el permiso del Estado. Todas ellas cuentan con su soporte de teoría económica, que ya sabemos todos que los neoclásicos son capaces de demostrar con su metodología lo que haga falta.

No cabe duda de que si el autor lo escribiera ahora, terminaría refiriéndose a los derivados sobre hipotecas que ahora mismo contaminan el sistema financiero.

Más interesante es la segunda parte, en la que describe cuál es el proceso de depresión desde el punto de vista de la liquidez bancaria, y cuales son los indicadores a seguir para saber la cercanía del colapso todal.

Básicamente, en lo que hay que fijarse es en la estructura del pasivo. Conforme la demanda de liquidez aumenta, los tipos de interés a corto plazo suben, y el valor de los créditos a largo plazo baja. Los bancos en cuya estructura predominen los activos a l.p. perderán valor a más velocidad, que aquellos con estructuras más equilibradas.

El análisis varía según el sistema se base o no en el patrón oro. En el primer caso, el ajuste se produce por una liquidación masivo de los malos créditos. Sin embargo, en el segundo, la situación es mucho más grave, pues termina con la quiebra de la moneda y del sistema financiero.

El indicador a seguir para saber cuánto falta es la estructura de la deuda del Estado, pues sigue un proceso similar a la de los bancos normales. Al subir el tipo de interés a c.p., la gente va huyendo paulatinamente de los bonos de largo plazo, por lo que el plazo medio de la deuda pública disminuye. Cuando este plazo es inferior a 1 año, la moneda ya está destruida. Dicho plazo medio, en suma, parece una medida de la credibilidad del Gobierno, que es la única garantía de la moneda emitida.

En resumen, que hay que ver el plazo medio de la deuda pública. En España se ve en www.tesoro.es/sp/home/estadistica.asp, aunque tengo dudas de si es relevante, dado que nuestra moneda la emite el banco central europeo.

Los datos aquí nos dicen que el mínimo ocurrió en 1989 (2,05 años) y el máximo a principios de este año, en 7,01 años. En agosto se colocó en 6,74. Así que no parece que haya problemas a la vista. ¿O me estoy columpiando?

martes, 7 de octubre de 2008

Dos anuncios

Ya sé que mis interpretaciones de películas y libros mueven al alborozo a unos cuantos lectores. Así que he decidido hacer un downsizing, y limitarme esta vez a un par de anuncios. Los dos me resultan bastante atractivos y originales, aunque en ellos subyacen mensajes bastante contradictorios.

Por un lado, tenemos el último anuncio de Repsol, que es una oda al espíritu emprendedor del ser humano, un anuncio que no tendría cabida en el hombre de la economía neoclásica. Básicamente, afirma que el hombre tiene capacidad para salvar el planeta de la contamincación. Para ello, pone una serie de ejemplos de lo que ha sido capaz de hacer en el pasado. Y concluye diciendo que, si hemos sido capaces de hacer todo lo anterior, cómo no vamos a poder salvar nuestro planeta.

Entre los ejemplos, se habla de la creación de Peter Pan. Pero hay otras cuantas, de las que desgraciadamente ahora no me acuerdo. En conclusión, si hemos hecho todo eso, como no vamos a ser capaces de salir de la crisis económica que estamos sufriendo. Solo hace falta dejar curso libre a la creatividad humana, y para eso hay que eliminar las trabas que le pone la intervención. O sea, que los USA la han cagado.

En el otro rincón, tenemos el anuncio del Metro de Madrid. Es ese en el que un pequeño poblado filipino, homónimo de la capital, de construye un metro del tipo del de Madrid. El día de la inauguración se monta todo el pueblo en él; avanza el tren unos metros, y todos se bajan, congratulándose de lo bien que funciona.

Por supuesto, el mensaje es que en todas las partes del mundo quieren tener un metro como el de Madrid. Pero, evidentemente, no es esa la lectura que yo hago, que es más Rothbardiana.

Para Rothbard, toda la actividad pública es "waste", puesto que no está orientada por el mercado, por la demanda, sino por criterios ajenos a esta, lo que impide su valoración.

Y, ¿a alguien se le puede ocurrir un desperdicio mayor que hacer un metro para un pueblecillo en Filipinas? Pues ese Metro absurdo es en realidad el epítome de la inversión y el gasto público, una metáfora exagerada, sin duda, pero ilustrativa. Porque cualquier actividad pública tiene un poco de ese exceso y de esa inutilidad: esas escuelas medio vacias; esa justicia inoperante y colapsada; esas colas de espera en los hospitales al lado de camas vacias, o esa inauguración del teatro del Canal al lado del vacio de los musicales.

En fin, muy bien anunciada la actividad pública.

lunes, 6 de octubre de 2008

Huerta de Soto publica hoy en Mises Daily

Ya no soy el único español que tiene publicación en Mises. Quién será este señor? Tiene pinta de saber de qué habla.

Ya en serio: os paso el link: http://mises.org/story/3138; es Huerta de Soto en estado puro, aunque menos psicalíptico que en directo. El artículo sigue muy de cerca la exposición que nos hizo en la universidad de verano.

No escribo más hoy; quien va a leer a un servidor pudiendo leer a Huerta?

domingo, 5 de octubre de 2008

35 razones por las que a España le costará salir de la crisis mucho más que a USA

(o mejor 30)
De esta crisis económica solo hay unos tipos capaces de sacarnos, y no son los Gobiernos. Me refiero a los emprendedores, a la gente que tiene ideas para mejorar la vida a sus conciudadanos a cambio de una remuneración.

Para ver el grado de emprendimiento en España, me propongo repasar muy rápidamente el origen y desarrollo de las principales empresas españolas (las del IBEX-35). Soy consciente de que esta medida infravalora nuestra capacidad de innovación, que es, afortunadamente, muy destacada en empresas no cotizadas (El Corte Inglés) así como en las PYMEs. No obstante, compárese este análisis del IBEX-35 con el que podría hacerse análogamente del S&P.

ABENGOA Servicios diversos de tecnología
ABERTIS Concesionaria de servicios públicos
ACCIONA Constructora, obra pública
ACERINOX Siderúrugica, supongo que antigua empresa pública
ACS Constructora, dependiente de la Admón Pública
B.POPULAR Bancos, oligopolio del crédito y acceso a banco central
B.SABADELL Banco, ídem
BANESTO Banco, ídem
BANKINTER Banco, ídem
BBVA Bancó, ídem
BME Monopolio legal de mercados secundario de valores
CINTRA Concesionara de servicios públicos
CRITERIA Holding de empresas de la Caixa
ENAGAS Monopolio regulado
ENDESA Antiguo monopolio regulado
FCC Construtora, obra pública
FERROVIAL Construtora, obra pública
GAMESA Innovación tecnológica (Aerogeneradores)
GAS NATURAL Monopolio regulado
GRIFOLS Servicios sanitarios
IB.RENOVABLE Filial de antiguo monopolio regulado
IBERDROLA Antiguo monopolio regulado
IBERIA Antigua empresa pública
INDITEX Textil
INDRA Antigua empresa pública, privilegios en contrato con las AAPP
MAPFRE Seguros, quizá con algún privilegio en el pasado
OHL Constructora, obra pública
R.E.C. Monopolio regulado
REPSOL YPF Antiguo monopolista
SACYR VALLE. Construtora, obra pública
SANTANDER Bancos, lo de antes
TECNICAS REUNIDAS Ingeniería
TELECINCO Antiguo oligopolio, concesión de TV
TELEFONICA Antiguo monopolio de telecom
UNION FENOSA Antiguo monopolio regulado de electricidad

Vamos, que si quitamos a Inditex y Grifols, y con más dudas a Abengoa, Gamesa y Técnicas Reunidas, todas parecen haber crecido al calor del Gobierno, bien directamente (concesiones, monopolios u oligopolios legales) o indirectamente (contratos).

Lo tenemos claro.

sábado, 4 de octubre de 2008

Me troncho con Trichet

Así que, al parecer, que uno nunca se puede fiar demasiado de los periodistas, Trichet ha dicho que las "tensiones inflacionistas han disminuido", lo que se interpreta por arúspices como que se puede anticipar una bajada en los tipos de interés del BCE.

Dejando de lado la cuestión de la utilidad de bajar los tipos de interés, tratada recientemente por Rallo en su blog, y a la que también creo haber dedicado una entrada en el pasado, me centro en la cuestión de cómo sabe este señor que las "tensiones inflacionistas han disminuido". Como veremos, la cuestión tiene trampa, y la frase raudales de demagogia.

Vamos con la inflación: la inflación no es un fenómeno natural, como nada de la economía. Es algo que está causado por la acción humana. Por inflación nos hacen entender una subida generalizada de los precios, como si todas las cosas tendieran a subir de precio impelidas por algún tipo de fuerza interna.

Pero a poco que une se cuestione la cosa, aflora la paradoja: vamos a ver, si sube el precio de, digamos, el petróleo, es evidente que la renta disponible para comprar otras cosas disminuye, ya que gastamos más en petróleo, y nuestro sueldo no ha subido. En esas condiciones, la demanda, bien del petróleo, o bien de las otras cosas, ha de bajar. Luego, también su precio, en igualdad de todas las condiciones. Por tanto, es imposible que todas las cosas suban a la vez de precio, y además siempre lo estén haciendo.

¿Imposible? No del todo, puesto que ocurre. Algo extraño debe de estar sucediendo. Puede ser que, en vez de subir todas las cosas de precio, lo que ocurra es que esté bajando el valor del dinero, aunque las cosas mantengan el suyo. Esto si explicaría el crecimiento generalizado de los precios. ¿Por qué baja el valor del dinero? Porque los bancos, mediante la utilización de los depósitos para préstamos, y los bancos centrales, imprimiendo billetes, crean dinero de la nada.

En suma, las "tensiones inflacionistas" no ocurren como los fenómenos telúricos, sino que obedecen al comportamiento concreto de unas entidades: los bancos centrales. Por eso, el señor Trichet debería conocer de primera mano si hay o no tensiones inflacionistas, puesto que es él quien las crea.

Interpretando literalmente sus palabras, lo que debería de estar diciendo es que no va a imprimir billetes. Y, ojo, a lo mejor es lo que está diciendo. Ojalá. Porque la alternativa es demagogia pura: está justificando la posible bajada de tipos en una presunta "destensión inflacionista", que el se va a apresurar a tensar.

viernes, 3 de octubre de 2008

Homenaje, matizado, a Bernaldo de Quirós

Llevo una racha curiosa, criticando el trabajo de determinados analistas, periodistas y economistas. Así que tampoco está mal que, para variar, elogie a alguno, aunque le ponga algún reparo. He leído a don Lorenzo dos recientes contribucines en Cato, y ambas son espléndidas, la primera mejor, no solo en didáctica, sino también desde el punto de vista liberal. Además, este economista tiene la virtud, para mí, de combinar con mucha facilidad elementos neoclásicos y macroeconómicos en sus explicaciones liberales, lo que le acerca bien a ese mundo.

De la segundo pongo el link http://www.elcato.org/node/3713, para que podáis echarle un vistazo. Pero luego seguís leyendo mi entrada, eh.

A lo que voy, don Lorenzo hace un repaso de las soluciones a la crisis actual que han propuesto las distinas escuelas económicas históricamente, incluyendo el liberalismo clásico, la escuela de Chicago, y la escuela austriaca de la teoría del ciclo. Termina concluyendo que ninguna parece ser aplicable en la actualidad, ya sea por haberse demostrado su fracaso, o por ser inviables políticamente. En conclusión, sugiere que quizá sea el momento de dejar que actue el libre mercado.

Nada que objetar, como os podéis imaginar. Pero sí que matizar. Me parece entender que atribuye a la escuela austriaca soluciones del tipo "implantación del patrón oro, coeficientes de caja 100%, emisión libre de moneda". Francamente, yo no la interpreto así.

Los austriacos abogan por la libertad de moneda. Hayek y Rothbard se refieren a la creación espontánea del dinero como algo independiente de los gobiernos, y que se crea necesariamente como consecuencia del intercambio, para facilitarlo. Desde mi punto de vista, los austriacos son contrarios a la intervención en este (o en cualquier otro asunto). Ahora bien, sí investigan históricamente cómo el oro ha demostrado ser el mejor dinero, y basándose en esa evidencia empírica, sugieren que se debería mantener como moneda.

De hecho, y esa es la otra matización al artículo del señor Bernaldo de Quiros, la solución que propone al final es, precisamente, la que propondrían los economistas austriacos (solo hay que leer mises.org para verlo). Con una adición, esta de mi cosecha, pero coherente con todo lo dicho: decretar desde este momento la libertad de moneda.

PS: Como dato para que valoreis mi objetividad en este comentario, añado que tengo la suerte de conocer personalmente a don Lorenzo, aunque apenas he tenido un par de charlas con él.

jueves, 2 de octubre de 2008

La prueba irrefutable

Es por si alguien tenía alguna duda sobre si vivimos en una sociedad de libre mercado o intervenida. Vamos, que los hay que opinan que esta sociedad "libre" está más cerca del socialismo que de la verdadera libertad. Creo que los acontecimientos a los que hemos asistido los últimos días y, sobre todo, su repercusión en los mercados bursátiles son la prueba definitiva.

Durante una semana todos los analistas se han olvidado de análisis fundamentales y técnicos, y demás añagazas. El banderín-bandera (este término es que me hace mucha gracia) ha dejado el terreno completamente a los políticos. A nadie le preocupaban las ventas del iPhone o del Wal-Mart, aquí estaban todos los inversores a ver qué hacían en el congreso y qué anunciaba Bush, Sarkozy o el sursumcorda.

Estamos hablando ni más ni menos que de las Bolsas, el mercado capitalista por excelencia, donde la transparencia es máxima, y los movimientos de los valores integran de forma óptima toda la información disponible, y encima en muy poco tiempo (pese a las prohibiciones de short selling).

Pues bien, ese mercado tan perfecto se movía completamente a ritmo de las decisiones que iban tomando los politicos. Que anuncia Bush plan de rescate, subidón. Que hay dudas sobre si se aprobará, bajadita. Que sí lo rechazan, bajadón. Que si el BCE inyecta liquidez o no... todos los inversores pendientes de lo que hacen los gobiernos. Viva la libertad!

Ahora ya sabemos todos que, si compramos acciones, estamos completamente al albur de los gobiernos. Que da igual si una empresa tiene o non buenas expectativas de negocio, porque su valor depende de si el Gobierno USA inyecta o no dinero en el sistema.

Y todavía hay quien dice que esto del libre mercado nos lleva a excesos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Dos lecciones amargas para los españoles

El lunes el Congreso USA tumbó la propuesta del gobierno, ese plan de salvamento por iluminados. Creo que dicha votación fue un rayo de luz en una situación muy oscura, y que demuestra, entre otras cosas, que los ciudadanos americanos están bien pertrechados para salir de esta crisis, con independencia de lo que haga su clase política.

De dicho evento se extraen dos lecciones para los ciudadanos españoles, que son ciertamente amargas.

En primer lugar, el funcionamiento de la separación de poderes. En España, es impensable que algo propuesto por el Gobierno no sea apoyado sin resquicios por el grupo parlamentario correspondiente. Vamos, que si Rajoy y ZP se ponen de acuerdo en los presupuestos, la votación será unánime a favor, aunque lo que acuerden sea llevárselo a pachas. Y seguramente termine con un emotivo aplauso y cerrada ovación, y entre lágrimas de los diputados por haber conseguido un acuerdo.

Esto es así porque los parlamentarios, en España, no se deben a sus votantes, sino al líder del partido que les coloca en las lista. Por tanto, el mecanismo de transmisión de las inquietudes de los ciudadanos hacia el gobierno está roto. Es falso y está adulterado. Vamos, que los parlamentarios no nos representan a nosotros.

En USA la votación en contra es verosimil (incluso y mayormente del partido del presidente), pues los congresistas saben que su escaño y su sueldo depende de sus votantes concretos. Así sí actuan como correa de transmisión, y se puede reflejar en el congreso lo que ocurre en la calle, donde más de un 60% de la gente se oponía al plan de Bush. Confróntese con lo ocurrido en España en el caso de la negociación con ETA o la guerra de Irak.

Lo cual me lleva al segundo punto, que es quizá más esperanzador. Digo esto porque me parece muy difícil que los políticos españoles acuerden un cambio constitucional que otorgue verdadera representatividad al cogreso. Viven muy bien ahora. Por tanto, es en el segundo aspecto donde se puede hacer algo.

Los congresistas actuaron como mera correa de transmisión de la opinión en contra de los ciudadanos. Y estos estaban en contra porque algo entendían de lo que se estaba haciendo. La descripción de la catástrofe pintada por Bush no fue suficiente para engañarles: ellos tenían claro que se iba a dar su dinero a un sitio que no era el adecuado, y se pusieron en contra.

En España queda mucho camino para esto. El gasto público es visto como algo ajeno a nosotros; no parecemos muy conscientes de que viene de nuestro dinero, el cual se nos arrebata lo queramos o no para los fines del Gobierno. Además, está siempre la mentalidad de que eso ya lo solucionará el Gobierno, como si alguna vez alguno hubiera arreglado algo (de forma mejor que el mercado).

Encima, en este caso, tenemos a todos los medios y partidos políticos con el pensamiento único de que "hay que hacer algo", y que el Gobierno es un irresponsable por no actuar ya. Así que el ciudadano normal acepta esta verdad sin rechistar: el Gobierno tiene que hacer algo. No se rebela contra ello. Camino de servidumbre.

Así que, aunque funcionaran las correas de transmisión (que no), lo que transmitirían sería el pensamiento único del sí a la intervención. Las buenas noticias, la esperanza, es que esto puede cambiar. y tarde o temprano lo hará.