viernes, 31 de marzo de 2023

China en diez palabras ("China in ten words"), de Yu Hua

Empiezo con una confesión; he leído el libro traducido al inglés sin haber buscado si existía traducción a español. Ahora veo que sí es el caso, y que además no es una traducción de la traducción en otro idioma al español, sino que, por la biografía de la traductora, posiblemente sea traducción directa del chino al español. Perdonen el snobismo involuntario.

En este librito, el autor nos cuenta el contraste entre la China moderna, uno de los países más capitalistas del mundo pese a su régimen comunista, y la China que conoció en su infancia, la de Mao y verdaderamente comunista. Esta narración la hace en diez capítulos, cada uno con una palabra como lema: Gente, Líder, Lectura, Escritura, Lu Xun (un famoso escritor en la época de Mao), Revolución, Disparidad, Clases bajas ("Grassroots"), Copycat y Timar ("Bamboozle").

El contraste se nos cuenta a base de anécdotas de su niñez y de observaciones y anécdotas de la actualidad, aderezadas por alguna reflexión aquí y allá. Ni qué decir tiene que lo que más me ha interesado son las historias de su infacia, que nos dejan entrever cómo era la vida en China durante la exitencia del Gran Líder Mao Tse Tung. Por supuesto, su aproximación es relativamente amable. No obstante, aparecen muy suavizados los horrores de lo que era una vida sujeta completamente a criterios arbitrarios, con lo que es difícil saber a qué atenerse para sobrevivir. 

Así empieza, por ejemplo, la Revolución Cultural:"Mao Zedong saw that something needed to be done. “Let educated youth go to the countryside,” he said, with a wave of his hand. “There they can receive further education from the poor and lower-middle peasants.” Countless families were affected," y unos cuantos millones de chinos murieron, claro. Una de las historias que nos cuenta es especialmente reveladora: los alumnos se ponen a hacer carteles denunciando a los profesores; a uno, con él que se llevan bien, no le hacen cartel. De repente, los oficiales interpretan la existencia de carteles contra los profesores como que estos están haciendo bien su trabajo, y resulta que ahora el perseguido es el profesor querido, que les suplica que hagan un par de carteles contra él.

Dentro de lo absurdas que son las normas bajo régimenes comunistas o autoritarios, me gusta la referencia a las guerras del sello: "Any and all actions would be instantly legitimized, so long as they were recorded on a piece of paper and stamped with the official seal. As a result, deadly struggles developed between different rebel factions and Red Guard organizations, with both sides intent on seizing official seals."

Yu Hua no puede evitar hablar de economía, como es lógico. Donde más concentradas están las referencias es en los últimos tres capítulos, los correspondientes a las tres últimas palabras de la lista de arriba. Al respecto del desarrollo económico de China, el autor no puede esconder su incomodidad, como buen pensador políticamente correcto y con tendencias izquierdistas. Empieza quejándose de que con Mao no tenía acceso a libros (salvo al del gran Líder, popr supuesto) y termina quejándose de que con el capitalismo hay demasiados. Como si hubiera un justo medio de pocos libros que fuera el ideal para la sociedad.

Es la nostalgia que refleja una frase como esta:"we had no concept of expressways or advertisements; we had very few stores, and very little to buy in the stores we did have. We seemed to have nothing then, though we did have a blue sky." Eso sí, luego se queja de la desigualdad actualmente en China, como buen socialista de libro."According to official figures, the disparity between urban and rural residents’ income has grown to a ratio of 3.33: 1 or, in absolute numbers, by 9,646 yuan, the largest such gap since economic reforms began." O sea, aunque evidentemente en el campo se vive mucho mejor ahora que en la época de Mao, como los habitantes rurales viven ahora mucho peor en comparación con los urbanos, mejor volver a vivir todos en la mierda. Eso es lo que pretende el socialismo agitando el fantasma de la desigualdad ante los gobiernos occidentales, y parece ser que es lo que querría Yu Hua pese a haber padecido de primera mano los desmanes comunistas.

Por suerte, parece que los chinos tienen claro que la desigualdad económica no es un problema, como constanta con amargura el autor:"“Money is not the sole criterion for judging happiness,” he objected. This remark made me shudder, for it is not just a single student’s view (...) That is the real tragedy: poverty and hunger are not as shocking as willful indifference to them". Para mi la tragedia real es que Yu Hua llame hambre por igual a lo que había con Mao y a lo que hay ahora en China. 

Tampoco está claro si le parece bien que las clases bajas, las grassroots, se puedan hacer millonarias. Parece despreciar su modo de vida, especialmente del "Rey de la Basura", que se hizo rico haciendo negocios con los desperdicios de la gente. Y nos dice: "So it is that our economic life is full of kings: the Paper Napkin King, the Socks King, the Cigarette Lighter King, (...) If you look at the names that appear on the recent wealth rankings in China, almost all of these multimillionaires have come up from the grass roots." Una vez más, los comunistas son los más clasistas entre toda la gente, supongo que por eso le molestará que las clases bajas se forren.

Sobre copycat, tiene alguna reflexión más interesante, como la relajación moral que parece causar. En palabras del (la traducción del) autor:"As the copycat concept has gained acceptance, plagiarism, piracy, burlesque, parody, slander, and other actions originally seen as vulgar or illegal have been given a reason to exist;" Pero lo que es más preocupante, nos dice tras contar una anécdota en sus propias carnes. "But that is our reality today : you may have done something illegal or unconscionable, but as long as you justify yourself with some kind of copycat explanation, your action becomes legitimate",

Y también muy entretenido el último capítulo dedicado a los "timos" o líos, que no sé cómo traducir "banboozling". Son historias sobre como ciudadanos, pero también los gobiernos chinos, se dedican a liar al prójimo con falsedades y estafas. Un ejemplo delicioso es el de los profesores en una ciudad en la que el gobierno decidió dar privilegios a aquellos que fueran progenitores en solitario. Como los chinos son gente práctica, todos los profesores comenzaron a divorciarse (no deja de ser un acto administrativo); en el momento en que se acabó el privilegio, todos volvieron a casarse. Imagínense lo que harían los chinos con una ley "trans" como la nuestra acompañada por privilegios feministas, No se extrañen de que la noche a la mañana solo hubiera chinas en China.

En suma, librito entretenido que me ha parecido de buena lectura. Si se pasa de las reflexiones del autor y se concentra uno en historias y anécdotas, se pasa decididamente un buen rato.

2 comentarios:

Weiyi dijo...

Hola Fernando,

menudo ritmo de lectura que llevas. De vez en cuando entro en tu blog y me leo tus publicaciones, están muy bien. Sirven para mantenerme un poco al tanto de los libros se hay en el mercado.

Oyes, una matización, que Lu Xun no es de la época de Mao, es anterior, de 1800 algo. Creo que murió de la década de los 30 de siglo XX. Vamos, que es anterior a Mao.

Si te interesa los temas chinos, te paso un canal de youtube de un español que trabaja en china y a mi me parece muy interesante su punto de vista diferente a lo que nos cuentan los medios. Se dedica al comercio, y creo que economista por la forma en que se expresa y aporta puntos muy interesantes. Se llama Adrián Diaz Marro

https://www.youtube.com/c/Adri%C3%A1nD%C3%ADazMarro

Tiene algunos video muy buenos refutando otros videos de Juan Ramón Rallo.

Si tienes tiempo, échale un vistazo y me dices.

Saludos

Ferhergón dijo...

Gracias, gran Wuyu, y qué alegría saber de ti. Tomo nota de tu recomendación, aunque te advierto que soy más de leer que de ver vídeos, de ahí el "ritmo de lectura" que llevo.

Y si sigues con el blog verás que recientemente he leido un par de ensayos de Simon Leys sobre la China de Mao muy, muy interesantes. Encantado de saber tu opinión.

Nos vemos.