domingo, 23 de agosto de 2009

¿Salvados por la campana?

Si nos fiamos de los datos macroeconómicos, y del sentimiento generalizado, parece que se está saliendo de la crisis. Más precisamente, parece que algunos países están saliendo de la crisis. En la Unión Europea, tanto Alemania como Francia apuntaron crecimientos del PIB en el último trimestre, lo cual fue recibido con gran alborozo. Hubo muchos que recibieron con aún más alborozo, a la vista de esos datos, el terrible de España, que sigue sin levantar cabeza.

No sé si es cierto que se está saliendo de la crisis. No me fio de los indicadores macroeconómicos, no solo por sus fuentes (interesadas), sino por sus evidentes limitaciones como indicadores de actividad económica, que Reisman pone muy bien de manifiesto en su Capitalism. Además, son indicadores que necesariamente crecen cuando se está metiendo dinero en el sistema, como ha hecho el BCE en los dos últimos años.

Tiendo a pensar que, aunque se han hecho algunos ajustes en recursos, es imposible que se hayan corregido todas las malas inversiones que se habían producido en la burbuja, pues no se han corregido los precios. Una vez más, las inyecciones de dinero de los bancos centrales contribuyen a arrojar dudas sobre el proceso de recuperación. Es más, en el mejor caso, estaríamos en una fase de recuperación alimentada por inflación (creación de dinero), que como todo economista austriaco sabe es la primera fase de la crisis.

Sin embargo, creo que a la economía española esto le puede venir muy bien. Y no por la chorrada de que empiecen a tirar del tren las locomotoras europeas, sino por lo siguiente.

Es claro que en España no se ha producido la limpieza de malas inversiones. La prueba más palpable es la resistencia de los precios de los pisos a bajar, así como las escasas quiebras que se han producido en banca. Y esto no se ha producido porque el Banco Central Europeo ha estado dando dinero barato a los bancos contra activos de creciente dudosa calidad. No obstante, esas inyecciones de dinero tampoco han sido suficientes para re-crear una nueva burbuja, como podría estar pasando ya en Alemania o Francia.

Lo cierto es que el BCE fija una política monetaria común para toda la UE. Con Francia y Alemania aparentemente en recuperación, me parece muy dudoso que mantenga tan bajos los tipos de interés. Así que los días de vino y rosas de los bancos españoles pueden estar tocando a su fin. Por supuesto, contra la voluntad de nuestro gobierno.

Sin embargo, los efectos serían muy beneficiosos para la economía española, pues forzaría la deseada recuperación en V, ya que ya no habría forma de mantener los precios (en ausencia de financiación del BCE) ni el gasto del gobierno (tengo la teoría de que son los bancos españoles los que acuden a la deuda pública española, con el dinero del BCE).

En resumen, como en España no se ha llegado a alimentar otra burbuja, se podría hacer la corrección con menos dolor y en menos tiempo que sí se mantiene la política actual del BCE. Ya solo falta que nuestros políticos dejen de hacer el pringado.

viernes, 21 de agosto de 2009

Los ricos somos todos

Recuerdo que ya en una entrada bastante anterior afirmé taxativamente (fíjate que apropiado, con 'tax', que es impuesto en inglés) que nos iban a subir los impuestos. Ya ha habido una primera subida, que no deberíamos haber olvidado, que afectó a combustibles y tabaco, y que "era por nuestro bien". Pero evidentemente no va a ser la última.

No me interesa tanto analizar y criticar los impuestos que nos van a imponer, como tratar de dinamitar la propaganda con la que van a tratar de que la gente los acepte. El discurso está también claro y viene anunciándose desde hace tiempo, y se basa en la clásica estrategia de "divide y vencerás". Además, es un discurso completamente previsible en un partido de izquierdas.

Se trata de que se van a subir los impuestos a los ricos. Cuando se utiliza el concepto de "rico", la mayor parte de los ciudadanos tendemos a respirar tranquilos, pues no nos consideramos ricos. Porque, la verdad, la mayor parte de los ciudadanos no somos ricos en la acepción natural del término. Pero eso no quiere decir que no seamos "ricos" para la acepción fiscal y, sobre todo, gubernamental del término.

Es connatural a las personas, y es una de las causas de la persistencia del Estado, tender a pensar que con las medidas gubernamentales se nos beneficia más que se nos perjudica. Así, si el gobierno consigue hacer tragar su discurso, la mayor parte estaremos pensando: "qué bien, a nosotros no nos toca (y algo pillaremos de lo que se les va a cobrar a los otros)".

Pues bien, los ricos, los de verdad, no pagan impuestos. A ellos les sale más barato el asesor fiscal y el traslado de capitales o lo que haya que hacer, que aceptar su "justa" carga para sus conciudadanos (ironía intended). Por tanto, si hay que aumentar los ingresos del fisco a consta del ciudadano, por "rico" hay que entender aquel que gana dinero, pero no gana tanto como para que le compense un asesor fiscal. Y aquí entramos la gran mayoría de la gente. O sea, que lo de ricos va por nosotros, por todos nosotros.

Y, si no va a ahora, irá dentro de poco, no lo dudeis. Porque, como el gasto los están incrementando, pero los ingresos se reducirán más que proporcionalmente a la subida de impuestos, tendrán que subirlos aún más y afectar a más gente.

Por favor: No nos dejemos engañar, los ricos somos todos. Revelémonos desde ya contra toda subida de impuestos, aunque creamos que no nos afecta, luego será demasiado tarde.

martes, 18 de agosto de 2009

Inevitable hipocresía del gobierno

Me entero hoy de que la famosa ayuda de los 420 Euros, solo aplica cuando el parado ha perdido todas sus ayudas a partir del 1 de agosto. O sea, que aquellos que llevan más tiempo sin cobrar ninguna ayuda de nuestro generoso gobierno, pues seguirán sin cobrarlas. Debe de ser porque no son tan necesitados ya, pues habrán tenido tiempo de adaptar sus habitos a su nueva situación. Así que mejor concentrarse en los nuevos "des-subsidiados", para que puedan mantener su estilo de vida.



En fin, estamos ante otra instancia más de la hipocresía de los gobiernos. Solo se busca el titular, la noticia. Nada más pasado este y su posible efecto electoral, la bendita medida cobra su verdadera cara para el gobierno: se trata de una partida de costes más, que hay que reducir a toda costa. Porque, no se olvide, los gobiernos únicamente consumen recursos, no los generan. Cualquier actuación del gobierno únicamente supone consumo, por lo que siempre tiene sentido reducirlo, ya que no se pone en riesgo ningún ingreso generado. Compárese con las inversiones que hace el sector privado.



Me recuerda esta situación a una similar, no tan dramática afortunadamente, de la que soy protagonista junto al insigne alcalde de Madrid. Ocurre que este último, en 2004, habilitó una bonificación del IBI para familias numerosas. Y ocurre también que un servidor adquirió la condición de padre de familia numerosa a finales de 2003.


Pues bien, ufano de mí fue a solicitar la bonificación tan pronto tuve ocasión, nada más empezar 2004. Al mismo tiempo, solicité el libro de familia numerosa, que era necesario para tal solicitud. Evidentemente, el libro de familia numerosa tenía fecha posterior a 1 de enero de 2004, pues fue entonces cuando lo que había solicitado.

Ya se puede uno imaginar el desenlace: bonificación denegada por carecer de libro de familia numerosa el 1 de enero, que es cuando se devenga el impuesto. Da igual que figure en el libro de familia cuándo nació la tercera y que fue antes de dicha fecha. Eso da igual. Lo importante era tener requisito formal. Y no hubo forma.

Así que el espíritu de ayuda a las familias numerosas que inspira la bonificación, se rompe tan pronto como la administración tiene oportunidad, al menor resquicio formal. Qué importa que tuviera o no lo de familia numerosa, si era comprobable que era familia numerosa? Da igual, bonificación denegada.

Lo dicho: está muy bien la propaganda, pero una vez pasa esta, todo se reduce a minimizar costes, aunque sea a costa del espíritu de lo que se pretendía. Porque solo son costes, los beneficios ya se han obtenido por parte del ejecutor. Y por eso, es inevitable que el gobierno sea hipócrita.

viernes, 14 de agosto de 2009

Sobre los 420 Euros

Que al PSOE únicamente se le ocurran este tipo de medidas, es normal; que la principal alternativa política, el PP, supuestamente más liberal, se queje de que esto no es solución... porque supone solo 15 Euros al día y con eso no vive una familia, es de traca, y de ignorancia económica absoluta o de demagogia pura. Y se lo he oído al señor Montoro.

Vamos con algunas lecciones básicas de economía para que este señor lo entienda. El problema no es que se den 420 Euros durante 6 meses a 320.000 personas. Ese no es el problema. Si hacemos una encuesta y preguntamos qué nos parece, a todos nos parecerá estupendo. Y que se den 600 Euros, y durante 12 meses, y dos huevos duros. El problema es que ese dinero tiene que salir de alguna parte, hay que quitárselo a alguien para poder dárselo a estos parados.

Pero ese es el punto ciego de todos los políticos. De los del PSOE obviamente, pues siempre han concebido el país como su cortijo, pero era más extraño verlo en el PP.

Así pues, con esta medida se consiguen dos efectos: se reducen los recursos disponibles para la creación de nueva actividad (al reducirse la renta por los mayores impuestos necesarios, se reduce la capacidad de ahorro y, por tanto, la de inversión en nuevos activos) y se incentiva la desocupación (la utilidad de trabajar queda reducida durante seis meses más, por lo que, ceteris paribus, se colocan menos trabajadores de los que podrían).

Además, y esto es lo que busca el gobierno, se crea una dependencia de los subsidiados hacía el gobierno, que evidentemente, conviene a este último, sea del color que sea.

En esta medida, además, hay algo nuevo, que es eso del umbral del 17% de paro para mantenerla. Desconozco si existen precedentes sobre esta clase de umbrales, pero me juego un pie a qué tendrá consecuencias inesperadas y, posiblemente, perversas. De entrada, seguro que en breve empezaremos a jugar a definir qué es parado y qué no es, pues en cada revisión va a estar en juego una millonada de Euros. Ahora el gobierno reparte con gracia, pero cuando la medida pierda su redito electoral, lo único que verá será una partidad de gastos que reducir.

Pero es que además es absurda. Si se trata de ayudar a la gente parada, qué pasa?, se les va a dejar en la estacada porque se hayan colocado 100 más este mes? Vamos, que tiene toda la pinta de que esta medida está aquí para quedarse. Y vuelvo a repetir que lo de repartir pasta al prójimo no es malo, pero que el problema es que es una pasta que hay que quitarle a alguien. Y esto no lo debe olvidar ningún político. Sea para parados, o para financiaciones autonómicas, dicho sea de paso.

jueves, 13 de agosto de 2009

Vale, España es una democracia. ¿Y qué?

Se me echan encima algunos contertulios con el tema de que si digo que en España no hay democracia. Así que aprovecho las tardes estivales para recordar un poco de lo que leí hará un año sobre la separación de poderes y estas cosillas que nos venden nuestros políticos.

Pero empiezo aceptando pulpo. Vale, España es una democracia. Podemos elegir cada cuatro años quién nos va a mandar. Si no nos gusta, lo podemos cambiar pasado ese periodo. Magnífica defensa de mis libertadas esta que me proporcionan los políticos. Se han llevado a la gente al tema de la democracia y la libre elección, como si eso tuviera algo que ver con la libertad.

Lo voy a decir claro: democracia y libertad son conceptos que no tienen ningún tipo de relación, aunque a los políticos les interesa equipararlos. Además, debe de haber distintos grados de democracia, pues ahora se lleva hablar de democracias modernas y avanzadas.

Lo importante no es poder elegir quién te va a avasallar, lo importante es poder ejercer tu libertad sin temor a que un tercero, en aras del interés general, te pueda quitar tus propiedades, o te pueda llevar a la carcel sin más (cosa que, por cierto, puede pasarte si te niegas a pagar los impuestos, esto es, a que te quiten tus propiedades en aras del interés general).

Así que España es una democracia, y eso no conduce a nada. Porque al contrario que en otras democracias, como la norteamericana, la inglesa o la francesa, aquí los políticos se diseñaron un sistema que garantiza que no haya separación de poderes a medio plazo. No olvideis que nuestra Constitución fue hecha por políticos, y para políticos, lo mismo que el Estatuto de Cataluña. ¿O es que ha encontrado mucho respaldo popular?

¿Hay algún ciudadano normal en España que sepa distinguir entre el Parlamento y el Gobierno? ¿Cuándo se ha opuesto el grupo del partido del Gobierno, o alguno de sus diputados, a algo de lo que haya propuesto el Gobierno? Al contrario, esos grupos parlamentarios tratan de facilitar la vida del ejecutivo de su partido, no de fiscalizarlo en interés de los españoles. Mecanismos como las listas cerradas son estupendos para garantizar que haya "disciplina de partido". Y la disciplina de partido no supone nada más que disciplina de votante.

Así que separación entre ejecutivo y legislativo en España ni hay, ni se la espera, ni a nivel nacional, ni autonómico, ni local. Los diputados responden ante el líder del partido, y no ante sus votantes, cosa que sí ocurre en EEUU e Inglaterra. Magnífico comienzo.

En cuanto al poder judicial, solo hay que ver la composición del Tribunal Supremo y del Constitucional. Leed, leed los nombres, que seguro que os suenan. Políticos de ambos bandos viviendo de la sinecura. Y como buena sinecura, les exige ser fiel, de nuevo, al líder del partido. Guay de separación de nuevo.

Sí existen jueces en niveles inferiores que son independientes, claro, pero sus casos terminan donde terminan si de verdad tienen relevancia. Así que poco que rascar aquí también. En nombre del interés general, se pueden cambiar las leyes arbitrariamente y, lógicamente, se puedan cambiar también los jueces. ¿O es que puede ir una sentencia contra el "interés general"? ¿En qué cabeza cabe?

Y todo esto pasa porque, con el sistema de separación de poderes forzada por la Revolución Francesa, todo es maquillaje. Los poderes solo pueden estar separados si dimanan de fuentes distintas: pero si todo dimanda de la soberanía popular, no hay separación. Y todos quedamos al arbitrio de nuestra "soberanía", que tampoco es la nuestra, sino la de nuestros elegidos.

Por cierto, antes de que los listillos de turno digan que me estoy metiendo con el actual gobierno, que se relean bien la entrada para constatar que en ningún momento he hablado de un partido concreto... hasta ahora. El PSOE está explotando estas características de nuestra querida democracia para sus fines, como la ha hecho el PP en el pasado, y lo volverá a hacer en el futuro si tiene oportunidad y necesidad. Otra cosa es la sutileza con que cada uno lo hace.

martes, 11 de agosto de 2009

Menos mal que reaccionan

Ya comenté en otra ocasión que, desde que aprendí teoría económica de verdad, la política me dejó de interesar. Las discusiones políticas no dejan de ser una discusión entre arbitrariades, que no sería necesaria en el libre mercado, donde se reconoce la inexistencia de intereses generales, y basta por tanto con que cada uno use su propiedad y recursos de la forma que desee, siempre que no usurpe la de los demás.

Sin embargo, empezaba a estar bastante preocupado con la clara ofensiva que ha montado el PSOE, partido en el gobierno de la nación y en unas cuantas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, contra el PP, partido de la oposición nacional, y gobernando en otras cuantas CCAAs y Ayuntamientos. Es evidente que el gobierno actual está dispuesto a acudir a todos los resortes para acabar con las líneas discrepantes, en la medida en que las mismas puedan suponer una amenaza cierta a su poder.

Es en estas condiciones donde se ve en toda su magnitud la mentira que constituye la democracia y la supuesta separación de poderes dimanando de la soberanía popular. El señor que gobierna la nación tiene todos los recursos en sus manos para arrasar a cualquier persona, grupo u organización discrepante. Incluido, me temo, un servidor, si llegara el caso. De ahí la preocupación.

Como digo, la única organización discrepantes que podría detener hasta cierto punto el poder omnímodo del PSOE es, en estos momento, el PP. Y por una razón: porque tiene en sus manos también algunos grados de ese poder omnímodo en CCAAs y Ayuntamientos. En este sentido, el PP actúa como dique hacia la libertad en este país, no porque ellos sean sus garantes, sino porque quieren hacerse con el poder.

Si los militantes del PP comienzan a ser encarcelados aleatoriamente, es obvio que se va a sembrar el miedo entre los mismos, por lo que el PP perderá fuerza. Por eso era tan necesario que los líderes dieran un paso al frente, como se está produciendo hoy. Si Rajoy deja a la gente en la estacada, la desbandada será total. Y con esa desbandada, el PP quedará arrasado. Y nosotros sin dique.

Porque, si el PP no es capaz de plantar cara, ¿qué podremos hacer cada uno de nosotros, individualmente? Nada. No podemos conseguir ni su protagonismo, ni su poder, ni su repercusión mediática, y el gobierno nos arrasará también. Vamos, que yo estoy seguro de que lo que ha pasado en la Operación Espada ha pasado muchas veces en este país, pero a gente anónima, que no puede defenderse de forma alguna.