El señor Obama se ha sacado de la manda un impuesto "anticrisis" por el que las entidades financieras del país que preside, los EEUU, deberán pagar un determinado porcentaje de su balance, un 0,15% si no recuerdo mal. Es como un impuesto sobre el patrimonio.
La necesidad agudiza la imaginación, también la de los políticos, que nadie lo dude. En nuestro país, los ayuntamientos son los que más muestras de imaginación están dando, mientras que el gobierno se limita, de momento, a subir los ya existentes. Las Comunidades creo recordar que ya se han inventado alguno curioso.
Partiendo de la teoría económica austriaca, todo impuesto está mal y distorsiona el mercado, resultando en mayores ineficiencias para la economía, por lo que podría parecer contradictoria la frase con la que titulo la entrada.
Sin embargo, no hay que olvidar que dicha conclusión se refiere al mercado libre. Por ejemplo, un control de precios máximos está mal en el libre mercado, puesto que sus conocidos efectos son contrarios a los objetivos que el gobierno pretende con ellos. Sin embargo, el razonamiento no es el mismo si, por ejemplo, se fijan los precios máximos a una empresa a la que se concede un monopolio legal.
En este caso, el monopolio legal da lugar a precios por encima de los que corresponde al mercado libre, y esto puede exigir la fijación de precios por el gobierno para evitar el abuso. Como es evidente que tampoco el gobierno está en condiciones de fijar el precio de mercado, la solución será un mal parche (lo mejor es que no hubiera el monopolio legal) pero, al menos, la situación no será tan mala como sin el control.
Lo mismo ocurre con este impuesto obamita. Los bancos tienen un privilegio, poder prestar fondos de los que no disponen (descalzar plazos, crear dinero de la nada, como lo queráis intepretar) que no está al alcance de los demás. Pues no está de más que paguen por ese privilegio.
De forma más pedestre: como es bien sabido, la nueva forma en que los bancos centrales financian a los gobiernos para engañarnos consiste en los siguiente. Antes, el gobierno le daba directamente a la manivela (de impresión de billetes) para financiarse. Ahora, como el banco central es "independiente", le da él a la manivela; esa pasta se la entrega a los bancos comerciales contra determinados activos (por ejempo, letras del Tesoro) al 1%; y estos bancos comerciales se la prestan al gobierno al tipo que salga de la subasta, digamos el 3%. Con los títulos de deuda pública así obtenidos, volvemos a jugar.
El resultado es un 2% neto de beneficios para el banco comercial, como intermediario en el proceso de creación de dinero. Y este proceso antes, al menos, nos salía gratis. Así que vayan estos 0,15% de Obama para recuperar parte de esos beneficios que se están chupando los bancos cortesía del mismo Obama.
Pero, como dije para el monopolio legal, lo mejor sería que no existiera éste: lo mejor sería que dejarán de hacer el tonto con la imprenta.
3 comentarios:
Es un razonamiento sensato pero ingénuo. ¿Qué va a hacer el gobierno con ese % sobre los beneficios de los bancos? ¿nos lo devuelve?¿ qué nuevo privilegio va a financiar?
Fijémonos en lo que hacen ahora con nuestro dinero... ¿a qué entidades se ha ayudado?¿para qué ha servido esa ayuda? (pienso en las grandes entidades que siguen quebradas en USA o en los supuestos canalizadores de liquedez para empresas pequeñas y autónomos y población que no han canalizado sino que han limpiado sus deudas en el interbancario o lo que sea.
Gracias, Mary.
Soy ingenúo, pero no tanto como para pensar que existiera la mínima posibilidad de que nos devolvieran el dinero o nos redujeran lo impuestos.
Pero, al menos, estaremos de acuerdo en que, si cobra ese dinero a los bancos, no subirá tanto los impuestos del resto de agentes como si no lo cobra.
Pues no estoy segura de eso. Date cuenta de que la voracidad estatal es ilimitada... como las "necesidades del Estado"... luego, como el gasto potencial. ;)
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