jueves, 27 de abril de 2017

El comienzo del infinito ("The Beginning of Infinity"), de David Deutsch

Muy interesante y variado este libro de David Deutsch, físico reciclado en filósofo. Quien lo lea puede aprender muchas cosas de muchos temas, y seguro que tendrá muchas cosas sobre las que reflexionar. Ya adelanto que de lo que no parece que va a aprender mucho es de economía, pero Deutsch está muchas veces muy cerca de lo que un economista diría sobre los temas que trata.

La tesis fundamental del ensayo es que el conocimiento es el principal factor distintivo del ser humano, y lo que nos permite cambiar el medio y hasta el universo. Con este punto de partida, es lógico que Deutsch dedique mucho espacio a la forma correcta de generar conocimiento, a la epistimiología, análisis que culmina con una especie de diálogo estilo Platón entre Socrates y el dios Hermes, en el que eventualmente llega a participar el propio Platon.

Desde el principio se muestra contrario con la hipótesis de que todo el conocimiento tiene su origen en la observación empírica (es curioso que mientras los economistas busquen para su ciencia ese contraste empírica de forma obsesiva y errónea, los físicos sean cada vez más escépticos del método científico; no es a Deutsch al primero que leo al respecto). Para Deutsch el conocimiento se genera a partir de la creatividad del ser humano y la generación de conjeturas, las cuales tienen que ser probadas críticamente, por el método que corresponda según el conocimiento que pretendan generar, y desechadas o corregidas en función del resultado de la prueba. Las buenas teorías no son fáciles de cambiar para explicar un determinado fenómeno, al contrario que las malas (Deutsch pone como ejemplos de éstas los mitos clásicos). Pero lo que es fundamental para que haya conocimiento es que éste sea explicable, que su aplicación se haga desde la razón.

Deutsch da gran importancia a los sistemas universales de expresión de conocimiento, que son los que permiten apuntar a ese infinito que da título al libro. Entre ellos, identifica los alfabetos, la numeración, los ordenadores o el ADN. Dedica un capítulo a contarnos cómo se desarrollaron algunos de ellos mediante un proceso de emprendimiento, y cómo su universalidad se obtuvo casi de casualidad (ver sobre todo el ejemplo de la numeración).

Para Deutsch, solo existen dos formas de generar conocimiento en el universo: el cerebro y la evolución genética. Pero la segunda forma es mucho más costosa y lenta que la primera. Por ello, desde el momento en que la primera fue capaz de generar un "explicador general" (que así nos tilda a los seres humanos), la acumulación de conocimiento en el universo se ha multiplicado exponencialmente. Es mucho más fácil hacer evolucionar los memes que los genes (también hay un interesante capítulo dedicado a aquellos). Al respecto, yo diría que hay una tercera forma de generar conocimiento, bien identificada por Hayek, que es la que procede de procesos espontáneos pero no dirigidos, como son las leyes, los precios y demás. No parece que Deutsch piense en estos fenómenos al referirse al conocimiento generado por el cerebro.

Entre otros con lo que uno pueda estar o no de acuerdo, Deutsch propone un original análisis sobre los sistemas democráticos, en cuanto que generadores de conocimiento para la mejora del bienestar social. Así, tras recordarnos como Arrow demuestra la imposibilidad de expresar el consenso de un grupo, o los problemas de la democracia de los EEUU al respecto de la representatividad del Congreso (en general, de los sistemas representativos), se centra en cómo ha de ser un sistema democrático para facilitar la generación de conocimiento para el propio gobierno de los ciudadanos.
El foco lo pone en la identificación y corrección de errores, donde los partidos tendrían el papel de proponer conjeturas para "solucionar" los problemas de la sociedad: ¿es fácil para el sistema corregir esas conjeturas en caso de que sean erróneas? Deutsch concluye que el sistema de mayorías tipo inglés es más apto para esta tarea, al ser más sensible a cambios de opinión del público.

Mis principales objeciones al ensayo de Deutsch tienen que ver con la explicación que da al retraso entre la aparición de la especie humana y el momento en que ésta empieza a generar conocimiento, algo que él sitúa en la época de la Ilustración (otro punto con el que no puedo estar de acuerdo). En todo caso, este análisis, muy entroncado desde mi punto de vista en teoría económica, lo dejo para mi próximo comentario en el Instituto Juan de Mariana.

Estas son solo unas pocas de las reflexiones que me ha inspirado la lectura de este libro. Como dije, mucho que aprender, mucho que reflexionar, mucho que discutir: mucho que aprovechar, en suma, de la lectura de este libro. Y no es difícil de leer: al contrario, Deutsch hace un esfuerzo tras cada capítulo por resumirlo, recoger los conceptos introducidos, y las principales ideas discutidas.

En resumen: estamos en universo en que la generación de conocimiento es open-ended. Por esos las teorías presentes en cada momento son siempre erróneas y siempre lo serán. En todo caso, cada vez serán mejores y darán lugar a problemas "mejores". En este contexto, para avanzar en el conocimiento lo importante no tener una teoría correcta, sino métodos robustos para localizar y corregir sus errores, métodos que dependerán del conocimiento que se esté generando. Por último, es la creatividad humana la fuente original tanto de conjeturas como de problemas y herramientas de prueba. Es precisamente por dicha creatividad por lo que el conocimiento es open-ended.


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