viernes, 27 de septiembre de 2019

Tú eres el Mensaje ("You are the Message"), de Roger Ailes

Otra lectura causada por una serie. En este caso, se trata de "The Loudest Voice". En ella, se nos cuenta como el autor del libro, Roger Ailes, interpretado por Russel Crowe y absoluto protagonista, puso en marcha Fox News y la llevó al liderazgo de audiencia durante 20 años. Pues bien, en uno de los capítulos, Mr Ailes le entrega este libro a un empleado (de quien, secretamente, espera que le tome el relevo cuando se retire).

Como la serie va mucho de influencia política, pensé que el libro iría de ello. No es el caso: va de cómo comunicar mejor con la gente, sea uno a uno, en discursos o a través de medios de masas. Y es igualmente interesante pese a no ser el tema que yo esperaba.

El tal Ailes es todo un personaje, como queda claro en la serie, y en este libro tienes toda la sensación de que ha salido de la pantalla para echarte la charla a ti, lo que le da un gran valor a la lectura. Es un estilo auténtico: capítulos muy cortos, al grano y sin contemplaciones, con gran asertividad procedente de un tipo que sabe de primera mano que lo que te dice es cierto. Ello aderezado con numerosas anécdotas y golpes de humos, también auténticos.

El problema de las anécdotas es que se refieren a personajes pasados de moda o que al menos a mí no me suenan, quizá por ser demasiado americanos. Por supuesto, algunos sí, como Ronald Reagon o el mismísimo Manson con quien tuvo un careo a poco de empezar su carrera de productor. Pero es que estamos hablando de un libro de 1988 escrito por un tipo que nació en 1940.

En cambio, es en los rasgos de humor donde más auténtico se muestra Ailes. Por ejemplo, cuando describe la reacción de la mayoría de la gente cuando se ven obligados a intervenir en público: "They look in one of three directions: at the floor, as if hoping an escape hatch will open and swallow them; at the nearest exit, as if wishing to get out fast; or at the ceiling, as if praying for divine guidance."
Aunque mi preferido es este fragmento explicando cómo engrosamos el miedo: "Enlarged, the bug looks as though it could eat you. Get rid of the magnifying glass. It’s just a cockroach. Step on it." Esas tres últimas palabras son pura esencia de Ailes, y si os fijáis no hacían falta.

Otro par de citas relacionadas con el miedo, que prueban que detrás de toda la asertividad y arrogancia hay un fondo filosófico: "Our contemporary fight-or-flight situations usually imperil our egos more than our lives."; "Interestingly, courage isn’t the absence of fear. It is action in the presence of fear."

¿Y qué hay de la receta para ser un buen comunicador? La verdad es que poco de lo que le he leído me ha resultado sorprendente y nuevo. Pero creo que no es porque lo que dice no sea revolucionario: en su momento lo fue, y como sus ideas se probaron correctas, ahora ya está en el mainstream.

Lo que dice Ailes es que no solo comunicamos con la palabra, sino que todo nuestro ser comunica: los ojos, la expresión facial, los movimientos corporales, el timbre, tono, volumen e intensidad de la voz, el compromiso con el mensaje, el sentido del humor y otros factores. Y para probarlo nos recomienda que veamos un vídeo de alguien hablando, pero sin sonido: ¿qué te transmite? Por cierto, esta técnica la usará en el primer capítulo de la serie para seleccionar a un presentador.

Para que todo ello este coordinado, el consejo de Ailes es bastante sencillo: sé tú mismo cuando hables en público, sé el mismo que mantiene una conversación normal, no cambies por tener que hablar delante de mucha gente. Las cuatro claves: estar preparado, cómodo, comprometido y ser interesante. Por ejemplo, para esto último recomienda que al menos el 30% de nuestras lecturas no estén relacionadas con nuestro trabajo, para así poder relacionar las cosas del mismo con otros intereses de la gente. O que aprendas a manejar los tiempos y los silencios.

Da una gran importancia al humor en la comunicación, ya que facilita que tanto audiencia como orador estén cómodos. Dedica bastante espacio al tema y a cómo conseguir historias cómicas. Y lo culmina con una frase de las suyas lapidarias (aunque creo que la coge de algún conocido):
"Take your job seriously but don’t take yourself so seriously."

En cuanto a la emoción, nos dice que es una espada de doble filo. Cuando es positiva y genuina, es la forma más poderosa de persuasión. En cambio, cuando es negativa y no sincera, crea un muro entre el comunicador y su audiencia.

Pero quizá lo más importante para él es la energía: dice que con energía en el discurso se puede superar cualquier limitación técnica. Y es que la gente está interesada en ti y no tanto en tu mensaje, que pueden conocer sin ir a verte. Cuando demostramos energía nos volvemos comunicadores excelentes, lo que para Ailes es un estado completamente natural.

A cómo relacionarse con periodistas dedica el último capítulo. Aunque seguramente no sea una situación a la que muchos lectores tengan que enfrentarse, aún así sigue siendo una lectura provechosa, porque vuelve a aflorar el más auténtico Ailes. Hay que tener claro que "you have a job, and he has a job: They are not the same job. Don’t confuse them." Y te recuerda que "The premises of questions from journalists are sometimes objectionable themselves—or hypothetical. You have no obligation to legitimize a hypothetical or false premise."

 Yo creo que este librito es muy recomendable, aparte de por el contenido, por la forma en que está escrito. En todo caso, os dejo el resumen para ser un buen comunicador, que Ailes comparte con nosotros al final: Hay que "actuar" (en inglés, "perform", no "act", que es lo que hacen los actores)
 “At your best”, lo que incluye la siguiente lista de factores: apariencia física, energía, ritmo de discurso, tono, frases, gestos, contacto visual y mantener el interés de la audiencia.

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