Este ensayo es pura teoría económica proporcionando una explicación económica para la aparición de empresas/firmas. Su punto de partida es que la teoría de Coase (The nature of the firm) no es satisfactoria, pues no explica el surgimiento de la empresa. Como es bien conocido, lo que postula Coase es que las empresas integran operaciones para los que los costes de transacción en el mercado son superiores a mantener la operaciones juntas internamente. Sin embargo, para Bylund esto no aparta ninguna explicación sobre la función económica que tiene la empresa en el proceso de mercado; digamos que para Coase la empresa ya existe por alguna razón, y lo que discuste es más bien su alcance.
Por otro lado, Bylund rebate la naturaleza legal de la empresa, así como su explicación jerárquica. Lo primero es obvio: el hecho de que haya configuraciones legales no aporta razón económica a la empresa. Respecto a lo segundo, Bylund argumenta con razón, que la jerarquia a que se refieren los autores necesariamente ha de provenir de contratos comerciales establecidos dentro del mercado, por lo que el hecho de que se integren jerarquizados o de otra manera no es algo peculiar de la empresa y, de nuevo, no se puede explicar la realidad empírica con esta base.
Por supuesto, Bylund ofrece una explicación económica para la empresa, ciertamente ingeniosa, pero que veo con pocas consecuencias prácticas. El penúltimo capítulo, dedicado a las policy implications, es revelador, ya que no aporta absolutamente nada nuevo sobre los efectos en el mercado de la intervención estatal, una vez incorporada su visión de la empresa.
Para Bylund la empresa surge como una "isla de innovación" fuera del mercado, al que se conecta por sus inputs y sus outputs. En el mercado se observan etapas productivas cada una caracterizada por sus insumos y sus productos. En cierta forma, estas etapas están estandarizadas en cada momento, y la competencia se produce en ellas.
¿Qué ocurre cuando a alguien se le ocurre una innovación en el proceso productivo? Las actividades existentes se fragmentan y aparecen productos intermedios que solo tienen interés para la actividad consecutiva del proceso innovador, o sea, que carecen de mercado. En estas condiciones, que se pueda obtener el valor final del proceso innovador depende de que todas las nuevas actividades estén coordinadas perfectamente. Si alguno de los recursos falla durante el proceso, todo el mismo fallará y todos los participantes perderán su aportación. A esto le llama Bylund "specialization deadlock".
Hay que insistir en que, contrariamente a lo que ocurre en el mercado, el producto de cada actividad del proceso innovador no tiene salida, salvo dentro del propio proceso. Todos los participantes necesitan que el proceso concluya para obtener su retorno de inversión, mientras que si estuvieran actuando en el mercado no dependerían de nadie más.
Esta necesidad de coordinación es la que justifica la aparición de la empresa. En la empresa se coordinan por mecanismos fuera del mercado recursos que necesitan cooperar para poder obtener un resultado aceptado en el mercado, pero cuyos productos intermedios no tienen salida, precisamente por ser innovadores y nadie estar preparado para su uso.
Si el proceso innovador tiene éxito, entonces se produce la imitación por otros emprendedores, que pueden imaginar mejores formas de llevar a cabo las actividades que integran el proceso, por ejemplo, o competir por los recursos, originales o intermedios. De esta forma, se va reestructurando el mercado, y esas actividades empiezan a tener salida fuera de la empresa. Así pues, es la imitación del proceso innovador exitoso la que hace que el mercado cambie y consecuentemente lleve a la desaparición a la empresa, ya innecesaria al no requerirse la coordinación de recursos, que ahora ya sí encuentran salida.
Por ello, la empresa es una realidad transitoria (desde el punto de vista económico), destinada a desaparecer sea un éxito o un fracaso. Para explicar porque la evidencia empírica muestra que las empresas tienen más longevidad de lo que la teoría invita a pensar,, Bylund se embarca en explicaciones bastante insatisfactorias relacionadas con aspectos legales y contractuales, o sea, en imperfecciones del mercado. A mí me parece que es mucho más sencillo explicar la persistencia del fenómeno simplemente atendiendo a que las empresas reales no acometen un único proceso innovador, sino muchos, cada uno con un distinto grado de avance hacia integrarse en el mercado (si ha sido exitoso) y además están continuamente creando nuevos procesos. Claro, sin olvidar el coste que ha podido tener el establecimiento jurídico, que hace que haya ahorros en reutilizar una misma construcción legal para nuevos procesos innovadores.
Bylund distingue tres tipos de emprendores: los creadores, los imitadores y los especulares. Estos últimos son aquello que innuevan dentro de la estructura del mercado, sin cambiarla. Por ejemplo, uso de otro material, y incorporación de una mecanización, sin cambiar lo que se fabrica. La clasificación s razonable y coherente con su teoría de la empresa, pero me parece que malinterpreta a Kirzner cuando afirma que este solo veía al emprendedor como especulador y, por tanto, sujeto a los límites del mercado en cada momento (únicamente los emprendedores creadores e innovadores expanden el mercado).
Por si no queda claro del contenido del post, estamos ante un libro muy especializado sobre un tema que no creo que interese a mucha gente, ni siquiera a economistas, y tal vez ni siquiera a economistas austriacos. Yo sí he aprendido alguna cosa, o sea que para mi bien. Tampoco es un libro fácil de leer: es farragoso y muy repetitivo, muchas veces insistiendo sobre matices que hay que estar muy atento para percibir. Por ejemplo, en los capítulos 7, 8 y 9, parecen estar contando una y otra vez lo mismo, pero resulta que uno es la perspectiva de la empresa y otro la del mercado. A mí me ha recordado al Hayek más plúmbeo de "La teoría pura del capital", que nunca fui capaz de terminar. Este lo he terminado porque era más corto y a fuerza de voluntad, pero me ha llevado bastantes meses de abandonarlo y retormarlo. En suma, que me cuesta recomendarlo.
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